Cáncer de vejiga

Tumor de vejiga
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Clasificación:Enfermedad no transmisible
Región de origen:Vejiga

Cáncer de vejiga. Tipo de tumor que aparece en la vejiga urinaria. Se produce cuando se desarrollan células malignas en el revestimiento de este órgano. La orina pasa de los riñones a la vejiga a través de los uréteres que tienen forma de tubo. Se manifiesta en el cuerpo humano a través de alteraciones al orinar.

Causas

  • Fumadores. Es el grupo de mayor riesgo para adquirir la enfermedad (dos veces más que los no fumadores). Fumar no sólo aumenta las posibilidades de padecer cáncer de vejiga, sino que al mismo tiempo facilita la aparición de otro tipo de cánceres y enfermedades.
  • Ocupaciones de riesgo. Aquellas personas que trabajan en lugares expuestos a la presencia de sustancias cancerígenas: trabajadores que ejercen su profesión en el sector del metal, en las industrias de la piel, en empresas químicas, en empresas que generan residuos químicos tóxicos, en el sector de la impresión, en talleres textiles, o que trabajan como maquinistas, como conductores de camión o como pintores, forman parte de un grupo de riesgo importante.

Síntomas

El cáncer de vejiga se suele sospechar por primera vez, antes de la aparición de cualquier síntoma, cuando un examen microscópico rutinario de orina detecta glóbulos rojos. Sin embargo, la orina puede ser sanguinolenta a simple vista. Los síntomas del cáncer de vejiga pueden ser idénticos a los de la infección de la vejiga (cistitis) y ambos problemas se pueden presentar juntos. Se sospecha un cáncer de vejiga cuando los síntomas no desaparecen con el tratamiento para la infección. Un examen microscópico sistemático u otras pruebas de orina pueden detectar sangre y células de pus, y una especial evaluación microscópica (citología) frecuentemente detecta células cancerosas.

Principales síntomas

  • Dolor abdominal
  • Sangre en la orina
  • Dolor o sensibilidad ósea
  • Fatiga
  • Micción dolorosa
  • Polaquiuria
  • Tenesmo vesical
  • Incontinencia urinaria
  • Pérdida de peso

Principales tipos de cáncer

  • Carcinoma de células de transición (también conocido como carcinoma urotelial). Cáncer que comienza en células en la capa de tejido más interna de la vejiga. Estas células se pueden estirar cuando la vejiga está llena y encogerse cuando se vacía. La mayor parte de los cánceres de la vejiga comienzan en las células de transición.
  • Carcinoma de células escamosas. Cáncer que comienza en las células escamosas, que son células delgadas, planas que se pueden formar en la vejiga después de una infección o irritación prolongadas.
  • Adenocarcinoma. Cáncer que comienza en las células glandulares (de secreción) que se pueden formar en la vejiga después de pasado un largo tiempo de irritación o inflamación.
  • Carcinoma de células pequeñas. El cáncer que se limita al revestimiento de la vejiga se llama cáncer superficial de la vejiga. El cáncer que comienza en las células de transición se puede diseminar a través del revestimiento de la vejiga e invadir la pared muscular de la vejiga o diseminarse hasta los órganos cercanos y los ganglios linfáticos; se llama cáncer invasor de la vejiga.

Estos mismos tipos de cáncer también pueden crecer en otros lugares del tracto urinario, tal como el revestimiento de los riñones (que se conoce como pelvis renal), así como en los uréteres y la uretra. De hecho, los pacientes con cáncer de vejiga algunas veces tienen un tumor similar en el revestimiento de los riñones, los uréteres o la uretra. Por lo tanto, cuando a alguien se le encuentra un cáncer en una parte del sistema urinario, se necesita examinar todo el tracto urinario para determinar si hay tumores.

Pruebas y exámenes

El médico llevará a cabo un exámen físico incluyendo un exámen rectal y uno pélvico Los exámenes que pueden realizarse son:

  • Tomografía computarizada del abdomen
  • Biopsia de la vejiga (normalmente realizada durante la cistoscopia)
  • Cistoscopia (examinar el interior de la vejiga con una cámara)
  • Pielografía intravenosa (PIV)
  • Tomografía computarizada de la pelvis
  • Análisis de orina
  • Citología urinaria

Si los exámenes confirman que usted tiene cáncer de vejiga, se harán exámenes adicionales si el cáncer se ha diseminado. Esto se denomina estadificación. La estadificación ayuda a guiar el futuro tratamiento y control y le da a usted alguna idea de lo que puede esperar en el futuro.

El sistema de estadificación TNM (tumor, nódulos, metástasis) clasifica el cáncer de vejiga utilizando la siguiente escala:

  • Estadio 0: tumores no invasivos limitados únicamente al revestimiento de la vejiga.
  • Estadio I: el tumor atraviesa el revestimiento de la vejiga, pero no llega hasta

la capa muscular de ésta.

  • Estadio II: el tumor penetra la capa muscular de la vejiga.
  • Estadio III: el tumor pasa de la capa muscular hasta el tejido que rodea la vejiga.
  • Estadio IV: El tumor se ha propagado a los ganglios linfáticos cercanos o lugares

distantes (enfermedad metastásica).

El cáncer vesical se puede diseminar a órganos cercanos, como:

También se puede diseminar a los ganglios linfáticos en la pelvis o a otras partes del cuerpo como:

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Manifestación del cáncer de vejiga

La mayor parte de los que se localizan en dicho órgano se originan de las células que lo recubren. El cáncer de vejiga se presenta alrededor de tres veces más en los varones que en las mujeres. Ciertas sustancias químicas se concentran en la orina y causan cáncer. El Cáncer de Vejiga se manifiesta en el cuerpo humano a través de alteraciones al orinar. Si una persona siente dolor al orinar, lo hace de forma exageradamente frecuente o tiene sangre en la orina, debe dirigirse al médico para ser examinada. No obstante, estos síntomas por sí solos no implican necesariamente que la persona que los padezca tenga cáncer de vejiga. El urólogo (médico especializado en enfermedades de las vías urinarias) es el único que puede detectar (diagnosticar) el cáncer de vejiga a través de un examen físico.

Prevención

La forma más eficaz para prevenir el cáncer de vejiga es el control médico. De hecho, la prevención médica es el único sistema existente para poder tener mayor garantías para curar la enfermedad. Es importante efectuar controles médicos regulares para detectar el cáncer en su fase inicial aumentando las posibilidades de extracción del mismo. Es importante aplicar sistemas de protección y seguridad laboral en aquellos puestos de trabajo relacionados con la industria química y textil y cualquier otra que genere residuos químicos tóxicos. También hay que velar por la seguridad de peluqueros, maquinistas, pintores, impresores y conductores de camión. Otra forma de prevenir -si no la enfermedad, si su evolución y gravedad- es realizarse controles médicos regularmente si existen casos en la propia familia, o bien si el paciente ha sufrido infecciones o trastornos urinarios. Éstos son factores de riesgo y, si se detecta a tiempo un cáncer, la probabilidad de curación aumenta y los problemas que pueden surgir se reducen en gran medida. Si es fumador, deje de fumar. El tabaquismo puede incrementar su riesgo de cáncer vesical. Evite igualmente la exposición a químicos vinculados al cáncer de vejiga.

Diagnóstico

Habitualmente un urólogo (médico especialista en cirugía del aparato urinario) establece el diagnóstico e instituye el tratamiento de este cáncer. Puede remitir una muestra de orina al laboratorio para que se practiquen análisis, recuento de células o cultivo. Para visualizar la mucosa interna de la vejiga y examinarla en busca de proliferaciones o tumores puede practicar una cistoscopia, procedimiento en el que, a través de la uretra (conducto que transporta la orina desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo), se introduce un tubo provisto de luz. También pueden obtenerse pequeñas muestras de tejido para efectuar biopsias, es decir, examinarlas con un microscopio. Otros exámenes pueden incluir pielografía intravenosa, exploración con rayos X en la que se administra un colorante para visualizar los riñones y los uréteres, conductos que drenan la orina desde los riñones hasta la vejiga. Si el médico sospecha que el cáncer vesical tiene características más invasivas, solicitará otros exámenes para determinar si se ha diseminado a otras áreas.

Pruebas que se pueden realizar

Tratamiento

El tratamiento incluye la resección transuretral (a través de la uretra) del tumor vesical, lo que se lleva a cabo previa administración de anestesia al paciente. Si el tumor ha rebasado la mucosa vesical, puede requerirse un tratamiento quirúrgico más extenso, que puede incluir una cistectomía (extirpación de la vejiga). Para tratar los cánceres vesicales avanzados puede utilizarse quimioterapia (administración de fármacos anticancerosos), radioterapia (rayos X) e inmunoterapia, en la que se administran agentes biológicos que ayudan al sistema inmunitario del propio paciente a combatir el cáncer. Los ensayos clínicos sobre cáncer constituyen una opción para los pacientes con un cáncer vesical avanzado o recurrente que se ha mostrado resistente al tratamiento estándar. El tratamiento depende de la etapa o estadio del cáncer, la gravedad de los síntomas y de su salud general.

Etapas del Cáncer de vejiga

Una vez se ha diagnosticado el cáncer de vejiga, el médico necesita saber el grado del cáncer y la etapa de desarrollo en la que se encuentra.

El grado

Indica el parecido o la diferencia que existe entre las células normales y las cancerosas, y da idea de la rapidez con la que posiblemente vaya a crecer el cáncer. Cuánto menor sea el grado, más aproximadas a la normalidad serán y, probablemente, el crecimiento y extensión será más lento que si el grado es mayor.

La etapa

Es una medida de la localización y extensión a la que ha llegado el cáncer y determina qué otras partes del cuerpo han sido afectadas. La etapa de un cáncer puede determinarse en el mismo momento de la diagnosis, o pueden ser necesarias otras pruebas.

El estado

El estado del cáncer va desde la etapa 0 o carcinoma in situ (cuando el cáncer sólo aparece en el recubrimiento interno de la vejiga) hasta la etapa 4 (cuando el cáncer ha invadido el abdomen, pelvis o ganglios linfáticos de la zona). Un sistema de determinación del estado de desarrollo del cáncer de vejiga, bastante utilizado, es el llamado sistema TNM:

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La letra T

(Tamaño) seguida de un número del 1 al 4 describe el grado de la invasión del tumor dentro de la pared de la vejiga y en los tejidos circundantes. Cuánto más alto es el número que acompaña a la T, mayor es la extensión de la invasión.

La letra N

(Nódulo) seguida de un número del 1 al 3 indica si el cáncer se ha extendido a los ganglios linfáticos próximos a la vejiga y cuánto han crecido dichos ganglios. Los ganglios linfáticos contienen células del sistema inmunitario que defienden el organismo de las infecciones y los tumores.

La letra M

(Metástasis) seguida de un 0 o un 1 indica si el cáncer se ha extendido a órganos distantes (pulmones, huesos, etc...) o a ganglios linfáticos que no están en las proximidades de la vejiga. La elección del tratamiento para que un paciente se recupere depende del estado evolutivo en el que se encuentre la enfermedad. En función de la expansión de las células cancerosas, el cáncer de vejiga estará en una u otra de sus 5 etapas.

Etapa 0

(carcinoma in situ). Cuando el cáncer se encuentra sólo en la parte del recubrimiento interno de la vejiga, es decir, a su capa más superficial. En este caso, cuando el tratamiento ya ha surtido su efecto y el cáncer ha sido extraído, la vejiga ya no presentará ninguna hinchazón.

Etapa I

En este caso las células ya se han diseminado por la capa interna de la vejiga sin llegar a expandirse por su capa muscular.

Etapa II

Cuando las células cancerosas se han expandido por la parte interior de la vejiga y en la capa interior de los músculos.

Etapa III

Momento en el que las células malignas se han expandido por la capa interior de la vejiga, la pared muscular, la capa de alrededor, e incluso por los órganos reproductores cercanos. En este caso el médico podrá palpar una hinchazón en la parte afectada después de la intervención para extraer las células malignas.

Etapa IV

No se trata de una etapa propiamente dicha, sino que se refiere al cáncer que reaparece después de haberse tratado. Esta reaparición se puede producir en la vejiga o en otras zonas del cuerpo.

Tratamientos para los estadios 0 y I:

Tratamientos para estadios II y III:

  • Cirugía para extirpar toda la vejiga (cistectomía radical).
  • Cirugía para extirpar únicamente parte de la vejiga, seguida de radioterapia y quimioterapia.
  • Quimioterapia antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor.
  • Una combinación de quimioterapia y radioterapia (en pacientes que decidan no practicarse la cirugía o quienes no la puedan tolerar).

La mayoría de los pacientes con tumores en estadio IV no se pueden curar y la cirugía no es apropiada. En estos pacientes, a menudo se considera la posibilidad de la quimioterapia.

Quimioterapia. Se puede administrar quimioterapia a pacientes con enfermedad en estadio II y III ya sea antes o después de la cirugía para ayudar a prevenir la reaparición del tumor. Para la enfermedad temprana (estadios 0 y I ), la quimioterapia por lo general se administra directamente en la vejiga. Puede emplearse una sonda de Foley para instilar el medicamento en la vejiga. Los efectos secundarios comunes son la irritación de la pared vesical y dolor al orinar. Para estadios más avanzados (II - IV) generalmente la quimioterapia se administra por vía intravenosa (IV).

Inmunoterapia. Los cánceres vesicales a menudo se tratan con inmunoterapia. En este tratamiento, un medicamento activa al sistema inmunológico para que ataque y destruya las células del tumor. La inmunoterapia para el cáncer de vejiga suele realizarse usando el bacilo de Calmette-Guerin (comúnmente conocido como BCG), el cual se administra a través de una sonda de Foley directamente dentro de la vejiga. Si el BCG no funciona, los pacientes pueden recibir interferón. Como sucede con todos los tratamientos, es posible que se presenten efectos secundarios.

Cirugía. La cirugía para el cáncer de vejiga incluye:

  • Resección transuretral de la vejiga (RTUV). El tejido vesical canceroso se extirpa a través de la uretra.
  • Extirpación parcial o completa de la vejiga. Muchas personas con cáncer vesical en estadios II o III pueden requerir la extirpación de la vejiga (cistectomía radical). Algunas veces, sólo se extirpa parte de la vejiga. La radioterapia y la quimioterapia generalmente se administran después de la cirugía.

La cirugía también se puede hacer para ayudarle al cuerpo a drenar la orina después de extirpar la vejiga. Esto puede incluir:

  • Un conducto ileal: se crea un pequeño reservorio de orina quirúrgicamente de un segmento pequeño de intestino. Los uréteres que drenan orina de los riñones se adhieren a un extremo del segmento de intestino y el otro extremo se saca a través de una abertura en la piel (un estoma). El estoma permite que el paciente drene la orina recogida fuera del reservorio.
  • Un reservorio urinario continente: se crea una bolsa para recoger orina dentro del cuerpo usando un pedazo de colon.
  • Neovejiga ortotópica: esta cirugía se está volviendo más común para pacientes que se someten a una cistectomía. Una parte del intestino se pliega para crear una bolsa que recoja orina, la cual va pegada al lugar en el cuerpo por donde la orina normalmente sale desde la vejiga. Este procedimiento le permite a usted mantener algo de control urinario normal.
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Expectativas (pronóstico)

Después del tratamiento para el cáncer de vejiga, el médico hará un seguimiento estricto. Esto puede incluir:

  • Gammagrafías o tomografías computarizadas del hueso para verificar si el cáncer se ha diseminado o ha reaparecido.
  • Vigilancia de los síntomas que podrían sugerir que la enfermedad está empeorando, como fatiga, pérdida de peso, aumento del dolor, disminución de la función intestinal y vesical, y debilidad.
  • Conteo sanguíneo completo (CSC) para vigilar la anemia.
  • Exámenes de la vejiga cada 3 a 6 meses después del tratamiento.
  • Análisis de orina si no le extirparon la vejiga.

La evolución de un paciente con cáncer vesical depende del estadio inicial y de la respuesta al tratamiento del cáncer vesical. El pronóstico para los cánceres en estadios 0 o I es bastante bueno. Aunque el riesgo de reaparición del cáncer es alto, la mayoría de los cánceres vesicales que retornan se pueden extirpar con cirugía y curarse. Las tasas de curación para personas con tumores en estadios III son menores al 50%. Los pacientes con cáncer vesical en estadio IV rara vez se curan.

Posibles complicaciones

Los cánceres vesicales pueden propagarse a órganos cercanos. También pueden viajar a través de los ganglios linfáticos pélvicos y diseminarse al hígado, los pulmones y los huesos. Las complicaciones adicionales de este cáncer abarcan:

Fuentes