Cándido González Morales

Para otros usos de este término, véase Cándido González (desambiguación).
Cándido González
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Revolucionario cubano expedicionario del yate Granma
NombreCándido González Morales
Nacimiento6 de enero de 1929
Barrio Estrada Palma, Puerto Padre, actual provincia Las Tunas, República de Cuba Bandera de Cuba
Fallecimiento8 de diciembre de 1956
Desembocadura del Río Toro, Niquero, Granma, Cuba.
Causa de la muerteHerida de arma de fuego en combate
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
OcupaciónTrabajador bancario, agente vendedor de una empresa
Partido políticoPartido Ortodoxo, Movimiento Revolucionario 26 de Julio
PadresAgustín y Margarita

Cándido González Morales. Fue el más importante líder de la juventud camagüeyana desde fines de la década de 1940, presidente de la Escuela Profesional de Comercio, líder de la Juventud Ortodoxa y fundador del Movimiento 26 de Julio en Camagüey.

En la práctica fue su principal coordinador y organizador en todos los municipios de la antigua provincia; por su accionar y prestigio entre los revolucionarios, su vida estuvo en peligro por el régimen y se le ordena salir a México para prepararse como expedicionario.

En ese país se convierte en persona de extrema confianza de Fidel. Expedicionario del Yate Granma, el 8 de diciembre de 1956 muere al ser sorprendido por el Ejército batistiano en la desembocadura del Río Toro, Oriente.

Síntesis biográfica

Nació el 6 de enero de 1929, en un barrio de Puerto Padre, hoy provincia de Las Tunas. Su padre Agustín, era pequeño colono (así se nombraban a los dedicados al cultivo de la caña que vendían a los centrales azucareros) y su mamá, Margarita, ama de casa. Su infancia transcurrió feliz entre primos y amigos donde eran frecuentes las guerras a “corojazos”, juegos de pelota y empinar papalote. Aún en la escuela primaria, pasa a vivir con su familia a la ciudad de Camagüey donde su padre se dedica al comercio mientras Cándido continúa sus estudios.

A los 15 años era un joven trigueño, alto y delgado, sus amigos le llamaban “Jabalina”. Con su carácter alegre, jovial y dicharachero llegaba al grupo de conocidos con sonrisa pícara que escondía alguna jarana o para ser el primero en hacer un cuento. Como otros adolescentes, gustaba de la música y las fiestas y entre sus principales entretenimientos estaba la lectura; no le faltaban los romances. Su debilidad era el baile, se destacaba por ser malo; pero gozaba de simpatía entre sus contemporáneos.

Practicaba béisbol como lanzador —le decían Navaja Gonzáles— y primera base; en cada desafío jugaba como si le fuera la vida y cuando perdía se enfurecía, tiraba la gorra contra el suelo y la pateaba para descargar su mal humor[1] y exigía revancha. A fines de 1943 organiza el equipo Santa Ana con los muchachos del barrio de los alrededores de la iglesia con este nombre en la calle General Gómez.

Luchas políticas

El 3 de septiembre de 1943 Cándido comienza la Escuela Profesional de Comercio que funcionaba en un local alquilado por el Gobierno a una casa particular de la Avenida de la Libertad. El temor de estudiantes y algunos profesores a ser desalojados por los frecuentes atrasos del pago del alquiler del inmueble y las condiciones no adecuadas del mismo, motivaba la exigencia al Ministerio de Educación de un presupuesto para la construcción de un local definitivo; también era preocupación la formación profesional que se afectaba por la calidad de los profesores que eran designados “de dedo”, como se le decía, a los que sin realizar ejercicio de oposición obtenían plazas por ser amigos, simpatizantes políticos o recomendados por personajes del Gobierno. Estas eran las tres demandas estudiantiles fundamentales que exigía la Asociación de Alumnos pero sin mucha fuerza.

Cándido comienza a destacarse entre los más decididos a cambiar las cosas hasta ganarse el respeto de los estudiantes que lo eligen primero como secretario y después presidente de la Asociación de Alumnos. Desde el cargo arrecia su lucha contra las arbitrariedades del Ministerio de Educación y la Dirección de la Escuela; logra el apoyo estudiantil del Instituto de Segunda Enseñanza y la Escuela Normal de Maestros —ambas en la ciudad Camagüey— y también de la población. Cada vez que realizan una manifestación de protesta y exigencia por una mejor enseñanza, Cándido acude con compañeros a la radio a explicar las causas de las mismas. Solo la presión estudiantil logra que el gobierno garantizara el pago del alquiler y no fueran desalojados.

En el ámbito nacional, la corrupción del gobierno auténtico de Ramón Grau San Martín había determinado la creación del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) por Eduardo Chibás en 1947. La prédica de este líder hizo eco en miles de cubanos que vieron en él la solución a los males de Cuba; Cándido fue uno de ellos y ya en 1948 —con solo 19 años— asume responsabilidades de la Juventud Ortodoxa en el municipio Camagüey; comparte estas responsabilidades con el cargo de Presidente de la Asociación de Alumnos y con el trabajo, pues ese mismo año inicia su vida laboral y estudia por la noche. Lógicamente, este cúmulo de actividades se refleja con resultados negativos en los exámenes.

La lucha encabezada por Cándido tiene diferentes formas. Un desfile estudiantil, sin permiso de la policía, sale de la Avenida de la Libertad portando un féretro como símbolo del luto popular; Cándido, al frente de la manifestación, había dispuesto que estudiantes de su confianza se situaran al final para arengar y no permitir que los vacilantes abandonaran la marcha ante la posible represión. Al cruzar el puente de La Caridad la policía los intercepta y trata de persuadirlos, pero la masa estudiantil continúa en dirección al Parque Agramonte donde a tiros son dispersados. Alrededor 50 estudiantes, reagrupados y comandados por Cándido se dirigen a la radio para denunciar el atropello pero no se les permitió.

Un enfrentamiento a los “profesores de dedo” fue muy peculiar; como la protesta contra la profesora Laura Masferrrer —procedente de Holguín había sido nombrada por su parentesco con el testaferro Rolando Masferrer— no surtían efectos, Cándido orientó a los alumnos:

... cuando la profesora fuera pasando la lista los alumnos se fueran retirando del aula; al mencionar el último nombre salía el último de los estudiantes.

La noche del 5 octubre de 1949, tras varios días de paro por la no solución de las demandas, se decidió la ocupación de la Escuela. La policía alertada situó agentes en la puerta del plantel y en los alrededores; pero, la decisión había sido tomada y el deber era cumplirla, se imponía un plan y así se acordó. Un grupo de los estudiantes más decididos se acercaron a la puerta, Cándido pidió la palabra y pidió calma a los presentes para poder hablarles:

—Yo les pido un voto de confianza a ustedes para ir a discutir la situación.

Exclamó el líder mientras alzaba la mano derecha y los policías comenzaban a bajar la guardia ante tales pretensiones.[2]

Era la señal convenida, la vanguardia estudiantil avanzó hacía la puerta, sobrepasan a los agentes e irrumpen en el local cerrando la puerta inmediatamente. Comenzaba una de las principales batallas contra la Dirección de la Escuela y Gobierno por las tres demandas fundamentales: nombramientos de profesores por oposición, pago de los atrasos de alquiler y agilidad en la construcción del nuevo edificio. Quedó prohibida la entrada y la salida de todos los alumnos y profesores que estaban adentro a pesar de que algunos lo pretendieron e incluso amenazaron con hacerlo por la fuerza.

El día 6, la policía desaloja el local y Cándido, como máximo líder, y otros estudiantes son detenidos, acusados y quedan pendientes a juicio antes de ser puestos en libertad, pero no amedrentados. Ya en la calle, Cándido y una comisión visita el periódico El Camagüeyano para explicar lo ocurrido y por la noche una manifestación sale de la Escuela en La Caridad con dirección al Parque Agramonte; van acompañados de estudiantes de otros centros docentes que Cándido ha convocado. La policía interrumpe el recorrido antes de llegar al Parque y disuelva la manifestación. Cándido y el presidente de la Asociación de Estudiantes del Instituto de Segunda Enseñanza, no se detienen, acuden a la radio y denuncian el atropello policial.

En los días posteriores los estudiantes de ambos centros se mantienen en huelga y el Gobierno tiene que atender los atrasos del alquiler y presupuestar la construcción del nuevo local para la escuela[3] no así el asunto del nombramiento de profesores.

Cándido se ha convertido en el alumno más problemático para la Dirección de la Escuela y parte de los profesores; el 7 noviembre de 1949, él y otros estudiantes son separados de clases por 30 días y un Consejo Disciplinario, unos días después, dictamina varias medidas —entre ellas la suspensión por dos semestres de Cándido y dos compañeros más de todas las escuelas de comercio del país— que unos días después se derogaron. En el expediente como alumno de la Escuela quedó como falta lo que para Cándido debió considerar mérito:

Dirigió en unión de otros acusados un movimiento de plena insubordinación en el local de la Escuela… excitando además moralmente a los demás alumnos a pronunciarse en absoluta rebelión contra preceptos vigentes y contra las medidas que se dictaron para contener la anarquía producida y posteriormente persistió en su rebelde actitud.[4]

Por el trabajo y las múltiples responsabilidades, Cándido cada vez asiste menos a clases, pero no se desvincula de las razones por la que tanto había batallado y aunque no ocupa cargos en la Asociación de Alumnos continúa siendo el líder de los estudiantes. En la inauguración del nuevo edifico de la Escuela de Comercio en la Avenida Finlay, el 24 de febrero de 1951, el Gobierno pretende realizar una buena propaganda a su gestión mediante un desfile que incluía el paso de una fuerza de caballería y a continuación los estudiantes de la Escuela de Comercio seguido por los del Instituto de Segunda Enseñanza y la Escuela Normal de Maestros; Cándido se opone porque los estudiantes tendrían que hacerlo por encima del estercolero equino. Recibe el apoyo de sus compañeros y no desfilan.

Como trabajador bancario se enfrenta a los elementos mujalistas que detentan la dirigencia del sindicato del ramo; por su posición franca y radical gana también el reconocimiento de los obreros que recurren a él con inquietudes o por demandas. Cándido vuelve a convertirse en indeseado, ahora para la administración y los falsos dirigentes obreros que planifican invalidarlo de su plaza en el banco. Como un acto de rebeldía y dignidad, renuncia a la plaza el 26 de noviembre de 1951. Su seriedad y compromiso con los deberes no lo alejan de la práctica del beisbol y de la característica de cubano bromista y ocurrente; decía clasificar a las personas por su forma de actuar:

en “hombres, hombritos y monicaquillos”.[5]

Al producirse el golpe de estado del 10 de marzo de 1952 se encuentra integrado al trabajo de la Juventud Ortodoxa de la cual fue secretario general provincial y posteriormente del Ejecutivo Nacional. En la respuesta del pueblo camagüeyano ante cada hecho de la tiranía, está Cándido como participante, organizador o protagonista. Los sucesos del 26 de Julio de 1953 reafirmaron su convicción de que la lucha armada era el único camino a la solución de Cuba y se convierte en “el primer fidelista que tuvo Camagüey”.[6]

Sus compañeros recuerdan su valentía. Un tiempo después del asesinato por los esbirros de Mario Aróstegui Recio en noviembre de 1953, en un acto del Partido Ortodoxo en la Plaza de las Mercedes, hoy Plaza de los Trabajadores, hablaron varios dirigentes de la Ortodoxia; cuando le correspondió a Cándido en una parte, con voz, firme expresó:

“Llegará el día que tendrán que responder ante los tribunales los asesinos de Mario Arostegui, —y señaló con el dedo al asesino de la policía Pata de Ganso que estaba en el Correo— ahí está el esbirro que asesinó a Mario Aróstegui.”[7]

Las autoridades lo identifican como líder de la oposición revolucionaria. En 1954 participa, en el primer traslado de La Historia me Absolverá desde La Habana hasta Camagüey y organiza su distribución por los municipios; en esta y otras labores utiliza el auto de su propiedad y esconden los folletos, proclamas, etc., en los guardafangos y en un doble forro del asiento delantero.

Cándido es uno de los máximos propulsores en tierra camagüeyana de la campaña por la amnistía de los presos políticos cuyo principal objetivo era la libertad de los moncadistas; se multiplica en la repartición de volantes, colocación de letreros en paredes y organización de actos en la Escuela de Comercio, Instituto de Segunda Enseñanza, plazas públicas, etc. de la ciudad de Camagüey y otras localidades. El 15 de mayo de 1955, cuando los moncadistas son puestos en libertad viaja en unión de otros cuatro camagüeyanos a Batabanó para conocer personalmente a Fidel; entre la multitud, abordan el barco por la barandilla y pueden llegar hasta él.

Junto a otro grupo más numerosos de camagüeyanos viaja a La Habana —fines de junio— para entrevistarse con Fidel y recibir orientaciones. Regresan con la misión de organizar el Movimiento Revolucionario 26 de Julio (M-26-7), incrementar la propaganda, captar jóvenes obreros y estudiantes, recaudar fondos y sabotear los actos de los políticos tradicionales. La palabra “Revolución”, repetidas muchas veces en las concentraciones debían desconcertar a los oradores que le hacían el juego a la tiranía. En un acto público —con la presencia del dr. Roberto Agramonte, líder de la Ortodoxia— Cándido coordinó que cada vez que él desde la tribuna sacara el pañuelo, los revolucionarios comenzaran a repetir “Revolución” cada vez más alto.

Agramonte preocupado pedía calma y Cándido fingiendo lo mismo le preguntaba:


—¿Cómo podemos evitar esto Dr.?[8]

Al mismo tiempo que sacando el pañuelo indicaba repetir la consigna.

Líder del Movimiento 26 de Julio en Camagüey

Fue uno de los fundadores del M-26-7 en la provincia en el verano de 1955 y, poco tiempo después, se convierte en su coordinador provincial y principal organizador del 26 en los municipios. Por sus cualidades revolucionarias y ante el peligro de que fuera asesinado por la tiranía, dispuso Fidel que Cándido saliera a México; era uno de los hombres seleccionado para la expedición.

Cándido González en México, con otros combatientes, 1956.

La decisión significa postergar la boda una vez más, vender el carro y solo se queda con lo indispensable para el viaje pues el resto lo dona al Movimiento. El 17 de febrero de 1956 embarca en avión junto a dos camagüeyanos más.

Cándido en el exilio, la confianza de Fidel

En México se hace merecedor de la confianza de Fidel y es uno de sus más cercanos colaboradores; lo acompaña regularmente en las visitas a las casas donde se alojan los combatientes y a los entrenamientos guerrilleros. La noche del 20 de junio de 1956, Fidel y varios combatientes, entre ellos Cándido, son detenidos y confinados en diferentes celdas de presos comunes. Al día siguiente Cándido y al mexicano Alfonso Guillén Zelaya —comprometido con los cubanos— los interrogan y por la noche comienzan las sesiones de torturas; los sacaban a altas horas de las noches, atados de pies y manos, ojos vendados y completamente desnudo lo sumergían repetidamente en un estanque de agua helada mientras los golpeaban fuertemente en los ojos con las palmas de las manos hasta hacerles perder el conocimiento; [9] además, le suspenden comida y agua pero no pueden arrancarle información. El 27 de junio Fidel eleva una denuncia al Procurador General de la República de México en que aborda el trato que reciben los compañeros presos y ejemplifica con las torturas a Cándido. El 9 de julio, la mayoría de los revolucionarios detenidos fueron liberados y unos días después el resto.

Cándido González y Fidel en la Cárcel en México.

La salud de Cándido se había quebrado, una afección pulmonar limitaría en el futuro su resistencia física; no obstante escribe a su mamá

“Respecto a lo que apareció en Bohemia, no te alarmes, ni te preocupes pues esto son cosas que nos suceden a los hombres que vivimos enamorados de un ideal con toda firmeza y no perdemos la dignidad ni el decoro.”

[10]

El 8 de julio le escribe a su hermana:

"Este contratiempo no mermará nuestra devoción en la lucha por los principios democráticos, ni mi fe en los altos destinos de mi Patria que tan profundamente tengo arraigados. Todos ustedes deben estar orgullosos de nosotros. Hombres llenos de desinterés, que han entregado una juventud floreciente al sacrificio de su pueblo, anhelando una Patria futura donde reine la concordia y el respeto para todos los derechos por encima de las discrepancias de intereses creados, de un bando que nos encadena y de otros que queremos liberarnos. La vida no tiene sentido si no se lleva con honra y dignidad. No cederé en mis afanes si ello equivale a la claudicación. Eso sería doblar la cerviz y vivir de rodillas y yo así no puedo vivir. Jamás claudicaré. Es mejor morir, vivir para la eternidad después del deber cumplido, que vivir sin decoro. Como dijo Martí: Cuando hay hombres sin decoro hay otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres."[11]

El Che Guevara, designado por Fidel al frente de la preparación militar de un grupo de revolucionarios en el Rancho Santa Rosa escribió en la evaluación del futuro expedicionario:

Cándido González. Buen tirador. Asistió a 13 prácticas regulares; disparando un aproximado de 425 cartuchos. Muy disciplinado, excelente resistencia física. Algunas planchas por sonrisas. Un poco lento en tomar decisiones en combate. Puede mandar tropas en combate. Excelente soldado de primera línea.[12]

Faustino Pérez recordándolo expresó:

…se convirtió en un factor de primer orden en cuanto a ayudar a la organización de la expedición y vino a ser como el ayudante principal de Fidel, que se movía con él para todas partes, mientras la mayor parte de los compañeros permanecían en los campamentos donde no conocían al resto de los compañeros. Cándido, sin embargo, acompañaba a Fidel, a veces le manejaba el carro, otra veces sin manejarle, pero iba con Fidel y le ayudaba en casi todas las tareas, pues él si conocía todos los aspectos de la expedición.[13]

El moncadista y expedicionario del Granma Reynaldo Benítez Nápoles ratifica lo anterior cuando apunta:

…en México sufre una transformación y desarrollo tanto en lo intelectual como en su capacidad de trabajo. Cándido era incansable… dedicaba las 24 horas del día, a las actividades de nuestro Movimiento en el exilio, por eso es que pudo ser, como digo, la mano derecha de Fidel en México…[14]

Expedicionario del Granma

Le corresponde avisar a gran parte de los expedicionarios para la salida de las casas el 24 de noviembre y el traslado a Tuxpan; el Che lo identifica como:

... parte del “grupo íntimo de Fidel.”

Como otros expedicionarios, con poca o ninguna experiencia de navegación, debió sufrir los efectos de los vaivenes del precario navío. Estuvo en la puerta de la cabina, un reducido espacio, junto a Juan Manuel Márquez —2º jefe de la expedición—y participa ayudando a Fidel en el ajuste de las armas que prueba una a una entre las oscilaciones del Granma. Cuando el 1 de diciembre Fidel da a conocer la estructura militar del contingente expedicionario, el teniente Cándido queda adscrito al Estado Mayor.

El desembarco y la marcha entre y sobre el mangle con el peso de la mochila, el arma y las balas y con varios días de escasa alimentación y agua dificultan el avance. Cándido se mueve junto al Estado Mayor que encabeza a los revolucionarios; los días 2 y 3, es poco lo que pueden descansar, comer y saciar la sed. Lo importante es caminar siempre en dirección al este para alcanzar la Sierra Maestra. Solo el 4 logran comer con alguna satisfacción por la ayuda campesina y una compra en una bodega. Caminan esa noche y al amanecer del 5 acampan en un cañaveral cerca de Alegría de Pio; alrededor de la 4.00 pm. son atacados por el ejército de la tiranía se produce la dispersión de los expedicionarios en pequeños grupos o de forma individual.

En el grupo más numeroso, 14 compañeros, va Cándido. Esa noche y amanecer del 6 caminan hacia el sur y llegan a los farallones de la costa. Deciden descansar mientras discuten el camino a seguir; unos pretenden hacerlo por el monte y otros bordeando la costa. Como no llegan a acuerdo se dividen; un grupo de siete compañeros capitaneados por José Smith, en el que va Cándido, se deciden por la costa. El camagüeyano es el más afectado físicamente, la afección pulmonar le roba las fuerzas al extremo que al llegar al mar toma agua salada sin pensar en las consecuencias. Solo la voluntad o el instinto de supervivencia hace a Cándido avanzar con el grupo en dirección Este, a la Sierra Maestra.

Asesinato

El dia 8 llegan a la desembocadura del río Toro; divisan una casa de familia y vuelven las esperanzas; el dueño promete ayudarlos y sale de la casa mientras seis expedicionarios permanecen en ella pues Jesús Reyes no confía en el campesino y decide continuar. Tenía razón, es un delator que regresa acompañado de la Guardia Rural que se aposta cuidadosamente por donde llamará y hará que los revolucionarios bajen. Funciona el ardid, Cándido solo puede huir unos metros; heridas de bala o quizás las fuerzas no le permiten más. Los soldados lo encuentran entre la hierba de guinea y lo asesinan.

Los cadáveres de los seis revolucionarios son colocados en parihuelas haladas por caballos para conducirlos hasta Las Guásimas y de ahí a Niquero en una camioneta. El 8 de junio de 1959 el Gobierno Revolucionario dicta Resolución disponiendo que la Escuela Profesional de Comercio de Camagüey, su cuna revolucionaria, se nombre Cándido González.[15] La Revolución hacía valer las palabras del Mártir:

"No le hablen a los revolucionarios de la muerte, háblenles de la nueva vida que vivirá después del triunfo. Vamos a hacer a la dictadura y a la explotación que oprimen a la patria la guerra necesaria, y la muerte es una de las contingencias que tenemos que enfrentar. Pensemos en la vida y en el éxito…"

Homenajes

Llevan el nombre de este combatiente revolucionario, en la provincia de Camagüey:

Referencias

Fuentes

  • Acosta Galindo, Yaneli. Cándido González Morales, un revolucionario sin tacha. Publicado el 11 de mayo de 2021. Disponible en: Cadena Agramonte. Consultado el 4 de febrero de 2022.
  • Marrero Fernandez,Yainelis. Nacimiento del patriota y revolucionario Cándido González Morales. Publicado el 06 Enero 2021. Disponible en: Mayaweb. Consultado el 4 de febrero de 2022.
  • Patriota y fidelista hasta la muerte.Publicado el 7 noviembre de 2021‎. Disponible en:Diario Granma. Consultado el 4 de febrero de 2022.