Calamar Colosal

Calamar colosal
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Es considerado la especie más grande de calamar. Presentan 10 tentáculos; un par es alargado con ventosas en el extremo terminal.
Clasificación Científica
Nombre científicoMesonychoteuthis hamiltoni
Reino:Animalia
Filo:Mollusca
Clase:Cephalopoda
Orden:Coloidea
Familia:Decapodiformes
Género:Teuthida
Calamar colosal (Mesonychoteuthis hamiltoni). El calamar colosal, también llamado cranquiluria antártica, es considerado la especie más grande de calamar. Presentan 10 tentáculos; un par es alargado con ventosas en el extremo terminal, mientras que otros cuatro pares tienen ventosas a todo lo largo. La bolsa de tinta, junto con la coloración protectora provista por los cromatóforos, sirve de protección para estos animales. El sistema nervioso y los órganos sensoriales están bien desarrollados.

Descripción

Los ojos del calamar colosal son mayores que los de cualquier otra criatura sobre la Tierra. También se conoce como la especie más grande de calamares en el mundo. Pueden ser de hasta 35 pies de largo y pesar hasta 1,000 libras. Esto también los clasifica como el mayor invertebrado conocido. Los extremos de los tentáculos cuentan con ganchos muy afilados. También tienen un manto largo, como la mayoría de las especies de calamares. Las hembras son mucho más grandes en tamaño que los machos, tienen un pico que es mucho más grande que el de cualquier otro calamar. A menudo se confunden con el calamar gigante, debido a las muchas similitudes que comparten. La comparación del pico es un buen recurso para distinguirlos.

Distribución

En las aguas más frías es donde se encuentra el calamar colosal; a lo largo de la Antártida, Nueva Zelanda, e incluso algunas zonas de África. Su hábitat es tan difícil que obstaculiza su observación. Tienden a vivir en las regiones más profundas de estas áreas, a más de 1.000 metros bajo la superficie. Incluso con tecnología avanzada es difícil observar sus comportamientos naturales. Las crías tienden a estar más cerca de la superficie lo que hace su rastreo más fácil.

Comportamiento

No hay mucha información sobre el comportamiento de estos calamares. Se cree que son solitarios en el agua y que comen grandes cantidades de alimentos al día. También se piensa que a menudo se pelean con los cachalotes, cuando van a ser comidos por ellos. Esta idea se basa en varios tipos de cicatrices encontradas en la espalda de estas ballenas, cuyas lesiones son compatibles con la forma de los ganchos de los tentáculos del calamar.

Dieta/Alimentación

Debido a su enorme tamaño, el calamar colosal consume un gran volumen de peces grandes. Son muy poderosos por lo que no tiene ningún problema con capturarlos y comerlos. Los mastican en trozos que puedan tragar. Este proceso puede tardar varios minutos.

Reproducción

El calamar colosal es una de las pocas especies donde los machos tienen un pene para la reproducción. Sin embargo, el proceso real de la reproducción nunca se ha observado. Incluso el cortejo de esta especie se desconoce.

Conservación

El único depredador conocido del calamar colosal es el cachalote. Esto se confirma debido a que son encontrados dentro de las paredes estomacales de estos animales. No hay mucho que se pueda hacer para su conservación ya que son tan difíciles de encontrar en el agua, no obstante se piensa que no están en peligro de desaparecer.

Interacción con los humanos

El calamar colosal fue identificado por primera vez en 1925. Fue encontrado en el estómago de un cachalote muerto. No fue sino hasta 1981 que uno fue capturado vivo en una red. El más grande de todos los capturados se registró en 2007 en Nueva Zelanda y pesaba casi 1.100 kilos.

Parece que hay un gran respeto tanto de los pescadores y los investigadores cuando se trata del calamar colosal. Se pueden encontrar muchos de ellos en los museos de historia natural de estas áreas. Esta sigue siendo una de las especies de calamar más misteriosas hasta el momento para el hombre.

Fuentes

  • Revista Mar y Pesca
  • Enciclopedia McGraw-Hill de Ciencia y Tecnología. 2da. Edición, Tomo II, 1992, pp. 333.