Calixto García en Banes durante las guerras por la independencia

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Calixto García en Banes durante las guerras por la independencia
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Fecha:Durante las guerras por la independencia
Lugar:Hechos ocurridos en Banes durante las guerras por la independencia
Descripción:
Hechos ocurridos en [Banes (provincia de Holguín)
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba
Líderes:
Calixto García, Mariano Torres, Pedro A. Pérez

Calixto García en Banes durante las guerras por la independencia Está considerado por la historiografía como uno de los personajes más complejos que nos ofrece la contienda emancipadora cubana, defensor del orden, de la libertad y del poder civil. Toda su vida la dedicó a la defensa de la patria. Participó en la Guerra de los 10 años, en la Guerra Chiquita y en la Guerra de 1895. En 1872, por orden de Carlos Manuel de Céspedes, se le otorga el grado de Mayor General. En varias ocasiones operó con sus tropas en lo que constituye el actual municipio Banes.

Guerra de los Diez Años

Durante la Guerra del 1868, la escasez poblacional de la hacienda de Banes la convirtieron en refugio para los mambises heridos y enfermos. En cambio en las haciendas aledañas tuvieron lugar algunas acciones, el 6 de mayo, en Los Berros, Calixto García derrotó una columna enemiga. La hacienda de Samá fue el centro de también de otras acciones mambisas, pues fue atacada en varias ocasiones.

A inicios de julio de 1872, Máximo Gómez designó a Calixto García jefe de operaciones de La Ensenada y este planeó un nuevo ataque contra Samá, que a su vez formaba parte de la labor de expansión de las fuerzas independentista hacia la región nororiental. Con un segmento de las fuerzas atacó el poblado de Cañadón, en la tenencia pedánea de Samá. Juan E. Casasus comenta:

“Al amanecer del 6 de julio, dividida las fuerzas en tres columnas, penetraron en el caserío a paso de carga, la primera la mandaba García; la segunda Peña; la tercera Moncada. En sus trincheras hay 300 hombres que cuantas veces quieren salir hayan a su frente insalvable cortina de plomo cubano. Después de 11 horas de enconado combate los mambises ocupan rica cantidad de provisiones, que llevan al campamento de Los Pasos, habiéndole causado al enemigo 50 muertos y capturándole 30 prisioneros.”[1]

Esta acción fue parte de la estrategia característica de Calixto García,

“después de un ataque español a las posiciones cubanas tenía lugar el contraataque cubano, luego la persecución de las fuerzas enemigas.”[2]

El gobernador de Holguín, coronel Juan Huertas salió a la persecución de las tropas mambisas triunfantes en esta acción. El 7 de julio se produjo el encuentro en Veguita de Banes, las tropas españolas atacaron a los cubanos. El combate duró 6 horas, el coronel español resultó mortalmente herido y las tropas bajo su mando perdieron el campo y el combate, ante la contracarga de Calixto García. De esta forma se evidenció la capacidad del holguinero para dirigir grandes masas de hombres y su respuesta rápida ante circunstancias imprevistas.

Después de esta acción las tropas mambisas se fueron retirando de la zona y no se conoce la ocurrencia de otras acciones importantes durante la Guerra Grande. En el año 1877 en el campo mambí imperaba la confusión y un gran fraccionalismo, el agotamiento producido por casi diez años de guerra estaba latente, unido a la escasez de recursos.

Guerra de 1895

Calixto García con algunos de sus soldados.

En la Guerra del 1895 ante el estado de abandono y calma en que se encontraba la región oriental, fue necesaria una nueva estructura para el ejército en la región. Junto al General Calixto García, designado por Gómez para la jefatura del departamento militar de Oriente, estructuran una plana mayor para el Ejército en la provincia y entre los primeros nombramientos estuvo el del General Mariano Torres para el mando de la división oriental de Holguín. El 10 de julio de 1896, el General en Jefe Máximo Gómez, le entregó el nombramiento como General de División.

Unos meses más tarde considerando que en esta región las actividades productivas de las plantaciones obstaculizaban la estrategia general de la guerra y restaban fuerzas a la Revolución. El nuevo jefe holguinero recibió la orden de destruir e incendiar el poblado de Banes. El 11 de agosto de 1896, después de ondear la bandera cubana y cantarse la Bayamesa, el Coronel Octavio Silva Delgado prendió fuego a su casa, iniciándose así el incendio de la ciudad y la destrucción de la plantación por las tropas del General Mariano Torres.

Después del incendio Banes quedó en condiciones muy propicias para el desarrollo de acciones mambisas, pues estaba despoblado, las fuerzas españolas eran escasas y las vías de comunicación eran difíciles. Aunque las características geográficas de Banes no eran las más favorables, sus costas fueron escogidas para el desembarco de varias expediciones.

Combates entre las tropas beligerantes

Luis Rodolfo Miranda, secretario de guerra del General Calixto García (jefe del Departamento oriental), escribió en su diario que:

“el 25 de marzo de 1897 se encontraban acampados en Monte Alto, Baire, cuando recibieron un parte oficial que comunicaba el desembarco de la expedición Laurada, dirigida por el general Carlos Roloff con una expedición por la zona de la costa norte de Holguín. Ante dicha noticia decidieron salir en marcha hacia esa dirección, sin pérdida de tiempo.”[3]

El 29 llegaron a Flores, donde se encontraba acampado el General Roloff con casi todos los expedicionarios y este le hizo entrega a Calixto García de todo el material bélico que la emigración cubana aportaba a la causa de la Revolución.

Durante los dos meses que transcurrieron después del arribo de esta expedición operaron en Banes y en las zonas aledañas, junto al general García, los generales Mariano Torres y Pedro A. Pérez, así como los brigadieres Saturnino Lora y Remigio Marrero; quienes tenían un gran dominio de la zona y mantenían asediada la guarnición enemiga que se encontraba en el puerto, que contaba con el apoyo logístico de la marina española por existir redes de comunicación entre el fuerte y las cañoneras, además de la cercanía a Gibara (plaza fuerte) que le permitía recibir auxilio de inmediato. No obstante, en algunos momentos la bahía estuvo bajo control mambí.

El mes de abril de 1897 significó un constante enfrentamiento entre las fuerzas beligerantes. Las dos columnas enemigas que intentaron marchar sobre el poblado, se encontraron con la tenaz resistencia ofrecida por las tropas mambisas, por lo que no tuvieron otra alternativa que la retirada ya que durante la guerra Banes estuvo casi totalmente controlado por el mambisado. Es por eso que:

“el día 17 salieron de Gibara 1900 hombres embarcados en una escuadra que había salido de La Habana, enviada por Weyler, con la misión de abrir el canal de entrada a la bahía, que estaba en manos de los rebeldes”[4]

El día 22 la escuadra logró apoderarse de las dos orillas del cañón y realizar un reconocimiento sobre las lomas del Júcaro, donde fueron acosados por las guerrillas cubanas que se encontraban emboscadas allí.

Luis Rodolfo Miranda señala en su diario que:

“el día 25 el enemigo estaba apoderándose de la entrada del puerto y esperaban que al día siguiente entrara la Escuadra completa”[5]

Ese mismo día Weyler recibió un parte telegráfico en el que le informaban que:

“la escuadra había salido con 400 hombres de desembarco y que al llegar al Canal sostuvieron fuego con el enemigo, cañonearon la costa y lograron posesionarse de las alturas, quedando dominada la zona del Cañón”[6]

Teniendo en cuenta que ya el enemigo había avanzado hasta el Cañón, el brigadier Marrero con fuerzas de la línea occidental de Holguín, tirotearon el fuerte de El Embarcadero; operación que llevada cabo durante la noche del 26 y al día siguiente continuaron haciendo fuego sobre el fuerte. Las tropas españolas contestaban con cañonazos y gran fuego de fusilería, lo que duró todo el día y por la noche destruyeron el fuerte y comenzaron la construcción de otro a la entrada de la bahía. El 29 las tropas españolas emprendieron la retirada, pero dejaron en el puerto una cuadrilla compuesta por dos cañoneros, con la misión de proteger las construcciones que estaban haciendo. Las fuerzas cubanas también comenzaron a retirarse de los alrededores de la bahía, dejando solo pequeñas guerrillas.

De esta forma las tropas cubanas, al mando de Calixto García, mantuvieron sitiada durante 45 días a la guarnición del fuerte español y como señala Emilio Barcardí Moreau:

España no podía permitir que Cuba poseyera por tanto tiempo, un puerto "en su propio territorio”[7]

Aunque ya se iban dando cuenta que el triunfo mambí era inminente.

Recorrido de inspección del General García

Cuando la situación existente en la bahía se normalizó, el General García decidió hacer un recorrido de inspección por la zona de Holguín Oriental y Banes ya que eran las más afectadas por la inmensa sequía. Esta sequedad de los campos trajo como consecuencias que las epidemias de viruela, malaria y tifus se propagaran y azotaran a la gran parte de la población; además mermaron de manera alarmante los abastecimientos de viandas necesarios para la alimentación, tanto de las fuerzas combatientes como la población civil. Muy pronto pudo comprobar la realidad del drama y la carencia absoluta de alimentos y de medios curativos adecuados para combatir las epidemias.

Ante tales condiciones por las que atravesaban las familias cubanas la expedición Laurada significó un gran alivio pues vino a salvar una situación ya excesivamente dramática y como planteara Aníbal Escalante peligrosa para la estabilidad misma de la Revolución. Los médicos del cuartel general prestaron sus servicios a los enfermos, así como todos los auxilios necesarios hasta consumir casi totalmente las medicinas recibidas.

Afortunadamente cuando la situación se tornaba más caótica por estarse agotando las medicinas, el tiempo varió por completo al romper la estación de lluvia. Por lo que aproximadamente el 26 de mayo cuando ya el General García había aliviado las preocupaciones en que lo habían sumido las desgracias de Banes y sus alrededores decidió retornar a la zona del Cauto.

Desembarco del vapor Gloucester

El día 6 de junio de 1898 desembarcó por la bahía de Banes, el vapor Gloucester, a bordo del cual regresaba a la patria el teniente coronel Carlos Hernández, uno de los comisionados del mayor general Calixto García ante el alto mando yanqui. El oficial cubano portaba las instrucciones que el general Nelson A. Miles le enviaba al lugarteniente general del Ejército Libertador. En ellas comunicaba el proyecto yanqui de atacar por mar y tierra la ciudad de Santiago de Cuba, proyectando el desembarco de las tropas estadounidense en estrecha cooperación con los mambises orientales.

Referencias

Bibliografía pasiva

  • Abreu Cardet, José y Elia Sintes: Calixto García, pensamiento acción militar. DOR Cté. Prov. PCC, Holguín, 1990.
  • Bacardí Moreau, Emilio: Crónicas de Santiago de Cuba. Tipografía Arroyo Hermanos, Santiago de Cuba, 1924.
  • Casasus, Juan: Calixto García. El estratega. Editorial Oficina de Historiador de la ciudad, La Habana, 1962.
  • Escalante Beaton, Aníbal: Calixto García: Su campaña en el 95. Talleres tipográficos Arrow Press, La Habana, 1946.
  • Miranda de la Rua, Luis Rodolfo: Calixto García Iñiguez, estratega. Academia de Historia de Cuba, La Habana, 1951.
  • __________: Diario del Comandante Luis Rodolfo Miranda. Oficina del Historiador de la ciudad, Municipio de La Habana, 1954.
  • Pérez Nakao, Yurisay: Las expediciones desembarcadas por Banes durante la Guerra de 1895. Casa Editora Abril, La Habana, 1998.
  • Varona Pupo, Ricardo: Banes (crónicas). Imprenta Los masó, Santiago de Cuba, 1930.
  • Weyler, Valeriano: Mi mando en Cuba TII y IV. Imprenta de Felipe González Rojas, Madrid, 1910.
  • ANC. Fondo Donativos y Remisiones. Legajo 469, Exp. 50.
  • ANC, fondo Donativos y Remisiones, Caja 450, No. 3.
  • ANC. Fondo Donativos y Remisiones, Legajo 295, Exp. 29.