Caquexia

Caquexia
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Caquexia. La caquexia o síndrome de desgaste es la pérdida de peso, atrofia muscular, fatiga, debilidad y pérdida significativa de apetito en alguien que no está activamente tratando de perder peso.

La definición formal de la caquexia es la pérdida de masa corporal que no se puede revertir con la nutrición: incluso si el paciente afectado come más calorías, la masa corporal magra se perderá, lo que indica que hay una patología. La caquexia se observa en pacientes con cáncer, sida, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia cardiaca congestiva, tuberculosis, poli neuropatía amiloide familiar, intoxicación por mercurio y la deficiencia hormonal.

Se trata de un factor de riesgo positivo para la muerte lo que significa que si el paciente tiene la caquexia, la probabilidad de muerte por la enfermedad subyacente se incrementa dramáticamente. Puede ser un signo de diversos trastornos subyacentes, cuando un paciente presenta caquexia, un médico general, considera la posibilidad de cáncer, acidosis metabólica, ciertas enfermedades infecciosas (por ejemplo la tuberculosis, el sida), pancreatitis crónica, y algunas enfermedades autoinmunes, o la adicción a las drogas como las anfetaminas o la cocaína. La caquexia debilita físicamente a los pacientes hasta un estado de inmovilidad derivada de la pérdida de apetito, astenia y anemia, y la respuesta al tratamiento estándar es generalmente pobre.

Configuración del síndrome de desgaste

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La caquexia es a menudo vista en el cáncer en etapa terminal, y en ese contexto se llama “caquexia por cáncer.”

También era frecuente en los pacientes con VIH antes del advenimiento de la terapia altamente activa antirretroviral (TARGA) para esa condición, ahora se ve con menos frecuencia en los países en los que el tratamiento esté disponible. Además, una caquexia co-morbilidad se observa en pacientes que tienen cualquiera de la gama de enfermedades clasificadas como “EPOC” (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), en particular el enfisema. Algunos casos graves de esquizofrenia pueden presentar esta condición.

En cada uno de estos casos se pierde peso, provocando atrofia muscular y pérdida de masa muscular grande. En la mayoría de los casos la caquexia puede ser revertida con sólo comer. Sin embargo, al presentar el síndrome de mal absorción, (como se ve, por ejemplo, en la enfermedad de Crohn o la enfermedad celíaca) consumir más comida no es suficiente para contrarrestar el desgaste y la mal absorción.

Relación entre la pérdida de peso y el síndrome de desgaste

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Como su nombre lo indica, la pérdida de peso se refiere a la pérdida de peso corporal. El síndrome de desgaste progresivo se refiere a la pérdida de masa o disminución del tamaño del cuerpo, siendo la masa muscular la pérdida más notoria (algunas veces denominada "masa magra corporal"). Con frecuencia, ambos ocurren al mismo tiempo, pero no siempre. Es posible que alguien que esté perdiendo peso, no esté perdiendo masa muscular. También es posible que alguien que esté perdiendo masa muscular, no baje mucho de peso. Por ejemplo, algunas personas VIH positivas pierden mucha cantidad de músculo. Sin embargo, experimentan un aumento de grasa. Esto permitiría que el peso se conserve, aunque continúe la pérdida (desgaste) de masa muscular.

En las personas VIH negativas, la pérdida de peso generalmente no es un problema importante. Por ejemplo, alguien que esté a dieta, en algún momento perderá peso. El cuerpo quemará grasa de la sangre o de los depósitos celulares, para obtener el alimento que no recibió a través de la alimentación y poder conseguir la energía que necesita. Al mismo tiempo, el cuerpo trabaja para proteger las proteínas durante los períodos de dieta o de actividad física. La proteína es necesaria para construir músculo, células y órganos. En otras palabras, la mayoría de las personas pueden tolerar la pérdida de grasa, pero no pueden sobrellevar la pérdida de proteínas.

En las personas con el VIH, especialmente durante los períodos de enfermedad (ej.: MAC o tuberculosis), las demandas energéticas del cuerpo aumentan. Además, el cuerpo debe trabajar mucho para convertir la grasa en energía. Para ahorrar energía, el cuerpo puede usar las proteínas como combustible y abastecer sus necesidades energéticas. Esto se debe a que las proteínas son más fáciles de convertir en energía, que la grasa. Las proteínas, también, son necesarias para la reparación de órganos dañados y para reemplazar células del sistema inmunológico perdidas durante los períodos de enfermedad.

Si no hubiera suficiente proteína en la sangre, lo cual podría ocurrir si alguien no come toda la proteína que debiera durante los tiempos de enfermedad, el cuerpo buscará otra fuente de proteínas corporales: el músculo. Dependiendo de las necesidades energéticas del cuerpo, las cuales varían de acuerdo a la gravedad o duración de la enfermedad, se perderá poco o mucho músculo. Y si bien la pérdida de pequeñas cantidades de músculo, habitualmente no es grave, la pérdida de grandes cantidades de músculo puede ser peligrosa.

Tipos de desgaste

Básicamente, existen dos tipos diferentes de síndrome de desgaste. El primero refleja períodos de una súbita pérdida de peso y de músculo. Como se comenta más arriba, este tipo ocurre más comúnmente en personas que experimentan determinadas infecciones oportunistas (IO), como son MAC, tuberculosis o la pneumonia por Pneumocistis carinii (PCP, siglas en inglés). Debido a los beneficios de la terapia profiláctica y anti-VIH, ahora las personas VIH positivas tienen más posibilidades de evitar o de recuperarse más rápido de una IO. Esta es una buena noticia relacionada con uno de los tipos más comunes de desgaste.

El segundo tipo refleja pérdidas más graduales en el peso y la masa muscular. A diferencia del primero, que ocurre principalmente en personas con sida, el desgaste progresivo puede ocurrir en cualquier momento. Y también podría aparecer por muchas razones y hasta ser consecuencia de la misma infección con el VIH.

Fuentes

  • Artículo [1] Disponible en " yasalud.com". Consultado: 31 de agosto del 2011.
  • Artículo [2] Disponible en " www.aidsmeds.com ". Consultado: 31 de agosto del 2011.