Carl Stalling

Carl Stalling
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Carl Stalling
Datos generales
Fecha de nacimiento:10 de noviembre de 1891
Lexington, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Fecha de fallecimiento:29 de noviembre de 1972
Los Ángeles, Estados Unidos
Ocupación:director musical
Información artística
Instrumento(s):Piano, órgano de teatro

Carl Stalling, músico , compositor y arreglista estadounidense, dedicado a la producción musical para dibujos animados.

Síntesis biográfica

Carl Stalling nació el 10 de noviembre de 1891, Lexington, (Estados Unidos). Cuentan que cuando tenía tan solo 12 años tocaba el piano en los intervalos de cambios de rollos de película en el cine principal de Lexington, su pueblo natal, ubicado en el estado de Misuri. Stalling entabló con el cine un romance musical que se extendería a lo largo de toda su vida, encontrando en la pantalla una inmensa hoja pentagramada, donde desplegar notas, armonías y patrones rítmicos, encontró en el cine de animación la mayor de sus inspiraciones.

Cuando contaba con 30 años de edad, Walt Disney irrumpió en su vida para introducirlo en el mundo del cine de animación. Stalling dirigía una orquesta en un cine de Kansas City, desarrollando largas e inspiradas improvisaciones sobre las proyecciones mientras tocaba el órgano. En aquel entonces Disney trabajaba en la realización de comerciales y frecuentaba las proyecciones de películas mudas musicalizadas por Stalling. Ambos entraron en contacto e intercambiaron correspondencia durante un tiempo en el que Disney debió trasladarse a Nueva York y en unos años después este último regresó con los bocetos de un tal Mickey Mouse bajo el brazo y con su cortometraje Steamboat Willie casi terminado. El joven Walt tentó a Stalling para poner música a los primeros trabajos de su inminente creación.

El primer largometraje con sonido de la historia, y la irrupción definitiva del cine sonoro fue determinante en la confirmación de un rumbo a seguir para esta dupla creativa. Carl Stalling llegó a participar en la musicalización de los dos cortos mudos iniciales del Ratón Mickey realizados antes del estreno de Steamboat Willie, que fueron Plane Crazy y Gallopin Gaucho, con la acción de este último situada en una exótica e inverosímil Pampa argentina. Incluso llegó a poner la voz para la primera intervención de diálogo del ratón Mickey, en The Karnival Kid. Él acompañó a Disney en aquel momento clave de su vida cuando Steamboat Willie, el primer trabajo de animación en incorporar sonido sincronizado, se estrenó exitosamente en el Teatro Colony de Nueva York el 18 de noviembre de 1928 aunque no había llegado a participar ni contribuir con aquel corto.

Stalling decidió abrir el juego desarrollando y sugiriendo a Disney la idea de una nueva serie de sketches donde la presencia musical fuera tan importante como la de la animación. Esta idea se concretaría en muy poco tiempo y se conocería con el nombre de Silly Symphonies (nombre sugerido por el mismo Walt Disney). Y sería en estos trabajos donde la alianza entre Stalling y Disney alcanzaría su plenitud formal. Con la inestimable colaboración del brillante animador Ub Iwerks, media naranja creativa del tío Walt y a quien todavía se le suele atribuir la verdadera paternidad artística del famoso ratón–, el trío se asentó en Los Ángeles y, para agosto de 1929, logró estrenar su primer trabajo, el maravilloso cortometraje The Skeleton Dance.

Stalling e Iwerks se trasladaron a California, donde el animador dio inicio a su serie de Flip The Frog y poco después, a las entregas de Comicolor, sus adaptaciones de cuentos literarios infantiles realizadas en color. Trabajando en una línea similar a la de las Silly Symphonies, Stalling implementó sus relecturas de canciones tradicionales americanas y orquestaciones con citas de obras clásicas, introduciendo matices en el tono de acuerdo a las circunstancias que atravesaran sus personajes. Pero la aventura de Ub Iwerks al frente de su propio estudio de animación no resultaría del todo exitosa, algo comprensible si se tiene en cuenta el complejo escenario y la estatura de la competencia con la que debió lidiar, teniendo como adversarios nada menos que a su ex-socio y amigo, Walt, a lo que hubo que sumar la irrupción de otro pionero de la animación que también se nutrió de una fuerte inspiración musical: nada menos que Max Fleischer y su creación explosivamente sensual conocida como Betty Boop, moderna de los años 30 cuyas andanzas nocturnas iban de la mano con el jazz, género popular por excelencia en aquellos tiempos.

En el año 1946, Stalling recibe el ofrecimiento profesional de su vida: Leon Schlesinger, cabeza de los estudios de animación de Warner Brothers e impulsor de la serie Looney Tunes y las Merrie Melodies, le propuso incorporarse a las filas del grupo conformado por otros genios creativos reclutados previamente, que incluía a realizadores como Tex Avery, Frank Tashlin y Chuck Jones. Este fue el comienzo de la consolidación definitiva de Stalling como el músico por excelencia del cine de animación, ya que durante 22 años ininterrumpidos estuvo a cargo de la dirección musical de cada cortometraje de Warner, llegando a intervenir en un total de 600 trabajos. En esta etapa de su trayectoria contó con dos colaboradores imprescindibles: el arreglador Milt Franklyn y el creador de efectos de sonido Treg Brown. Un gran ejemplo de estas mutaciones se puede apreciar en "El Conejo de Sevilla" (The Rabbit of Seville), uno de los más famosos cortometrajes de animación de la Warner que fue dirigido por Chuck Jones.

Stalling podía tomar la famosa obertura de la opera de Rossini para interrumpirla con los impredecibles giros que Bugs Bunny pudiera adoptar sobre el escenario en sus eternas bromas pesadas jugadas al cazador Elmer, o adaptar ciertos pasajes muy reconocibles de la obra para complementarlos con alguna acción visual de carácter repetitivo. Uno de sus recursos habituales fue el de ilustrar musicalmente la acción con total literalidad de acuerdo a lo que se veía en pantalla, como puede apreciarse en esa maravilla llamada Hollywood Steps Out, dirigida por Tex Avery, donde un número erótico interpretado por la bailarina de burlesque Sally Rand, quien oculta su desnudez bajo una inmensa burbuja, es acompañado musicalmente por Stalling con la canción I’m Forever Blowing Bubbles. El breve cameo del mismísimo Leon Schlesinger sonriendo a cámara y alzando una copa es ilustrado con la célebre cortina de las Merrie Melodies, para rápidamente perderse con el resto de la banda de sonido, antes de que todas las estrellas presentes en este corto (Clark Gable, Groucho Marx, Greta Garbo, Cary Grant, James Stewart) se entreguen al frenético ritmo de una conga. Las Danzas Húngaras de Brahms, los valses de Strauss, la obertura de Las Hébridas de Mendelssohn, en cada elección Stalling desacralizaba el carácter solemne de la música clásica poniéndola al servicio de la locura desatada y la anarquía visual de los Looney Tunes. Pero la cita musical preferida de Carl Stalling fue “Powerhouse”, famosísima composición instrumental de 1937 firmada por Raymond Scott, la cual Stalling llegó a utilizar en 120 cortos de la Warner.

El cine de animación le abría tantas posibilidades, desde la concepción de su ritmo interno hasta la elasticidad del resultado final, que cuesta imaginar lo que podría haber aportado en cualquier otro terreno. Luego que Carl Stalling se retiró, fue reemplazado por Milt Franklyn, que fue ayudante de Stalling en 1950. Carl Stalling murió el 29 de noviembre de 1972, a la edad de 81 años en Los Ángeles y fue sepultado en el cementerio Hollywood Forever, Estados Unidos.

Fuentes