Carlos Botto Vallarino

Carlos
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Pianista y compositor chileno. Premio Nacional de Artes 1996.
NombreCarlos Botto Vallarino
Nacimiento4 de noviembre de 1923
Viña del Mar, Bandera de Chile Chile
Fallecimiento27 de junio de 2004
Santiago de Chile, Bandera de Chile Chile
ResidenciaChile
NacionalidadChilena
CiudadaníaChilena
EducaciónLicenciado en Interpretación Superior con mención en piano y de Licenciado en Composición Musical
PadresÁngel Botto y Aída Vallarino.
Obras destacadas"Variaciones para piano Op.1", "Diez preludios para piano Op.3", Cuarteto de Cuerdas Op.5", y "Cantos al amor y a la muerte para voz y cuarteto de cuerdas Op.8".
PremiosPremio Nacional de Artes

Carlos Botto Vallarino. Compositor, pianista, académico que ha hecho escuela y dejado profundas huellas en varias generaciones de intérpretes, investigadores y docentes. Galardonado el 23 de septiembre con el Premio Nacional de Música 1996.

Síntesis biográfica

Nacido en Viña del Mar, Chile el 4 de noviembre de 1923 en Santiago de Chile. Hijo de Ángel Botto y de Aída Vallarino.

Estudios

Cursó las enseñanzas preparatoria y de humanidades en el Seminario San Rafael de Valparaíso. Inició sus estudios de piano con la maestra Odelia Malfatti. Ingresó en 1948 al Conservatorio Nacional de Música, donde tuvo como profesores a Herminia Raccagni (piano), Gustavo Becerra, Domingo Santa Cruz y Juan Orrego Salas (composición).

En 1955, la Facultad de Ciencias y Artes Musicales de la Universidad de Chile le concedió los grados de Licenciado en interpretación superior con mención en piano y de licenciado en composición musical, los que obtuvo con distinción máxima (nota 7). Becado al año siguiente por la fundación Guggenheim, realizó estudios de postgrado con Luigi Dallapiccola, en Nueva York.

Cargos desempeñados

Entre sus cargos de carácter administrativo se cuentan los siguientes: Redactor de programas del Instituto de Extensión de la Universidad de Chile (1954-1958 y 1972-1973); Director del Conservatorio Nacional (1961-1968). También fue presidente de las Juventudes Musicales de Chile (1961-[[1974).

Tanto en la Universidad de Chile como en la Escuela Moderna de Música y en el Instituto Interamericano de Educación Musical de la OEA (Organización de los Estados Americanos), ejerció docencia en su especialidad.

Ámbito compositivo

Sonata no.2, Op. 49

A partir de ese entonces desarrolló una intensa carrera artística y académica en organismos como el ex Instituto de Extensión Musical de la Universidad de Chile, llegando a ser director del Conservatorio Nacional de Música entre los años 1961 y 1968.

En el ámbito compositivo, destacan sus obras "Variaciones para piano Op.1", "Diez preludios para piano Op.3", "Cuarteto de Cuerdas Op.5", y “Cantos al amor y a la muerte” para voz y cuarteto de cuerdas Op.8, con las que fue distinguido en los Festivales de Música Chilena organizados en los años 50 por la Universidad de Chile.

Hombre de opiniones firmes, combinaba su vitalidad y sentido del humor con la tristeza que le provocaba el panorama compositivo nacional de la actualidad, por la falta de proyección de las nuevas creaciones. Obras “de debut y despedida”, como solía decir.

Reconocimientos

Una sucesión ininterumpida de distinciones marcaron su trayectoria profesional:

  • Festivales de Música Chilena (organizados por el ya citado Instituto de Extensión de la Universidad de Chile),
  • Acreedor de una mención honrosa en 1950 y tres veces consecutivas del primer premio y premio de honor (entre 1952 y 1956).
  • Obtuvo en 1960 el premio de la Fundación Olga Cohen de Peni.
  • El galardón más importante que recibió fue el Premio Nacional de Arte, mención Música, versión 1996, el 26 de septiembre de ese año.

Opiniones

Botto está convencido de la existencia del interés por componer, pero indicó "muchas veces uno trata de frenarlos un poco en su entusiasmo, porque no se sabe qué futuro les espera. En Chile y en todas las partes es difícil, pero la mayoría de los jóvenes talentos quieren salir, porque aquí la plaza es muy estrecha. Desgraciadamente, ese es el déficit que tenemos".

Tajante en algunas de sus opiniones, dejó en claro eso sí que no existe el buen compositor, sino las buenas obras, expresó el Profesor Carlos Daniel Herrera, Facultad de Artes, Universidad de Chile, 1996.

Fuentes