Carolina de Brünswick-Wolfenbüttel

Carolina de Brünswick-Wolfenbütte
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Reina Consorte del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte
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29 de enero de 1820 - 7 de agosto de 1821
Predecesor Carlota de Mecklenburgo-Strelitz
Sucesor Adelaida de Sajonia-Meiningen
Nombre real Carolina Amelia Elizabeth de Brünswick-Wolfenbütte
Nacimiento 17 de mayo de 1768
Brünswick, Bandera de Alemania Alemania
Fallecimiento 7 de agosto de 1821
Brandeburg House, Hammersmith, Londres, Bandera de Inglaterra Inglaterra
Entierro Brünswick, Bandera de Alemania Alemania
Cónyuge/s Jorge IV, príncipe de Gales
Descendencia Carlota Augusta de Gales
Casa Real Casa de Hannover
Padre Carlos II Guillermo de Brünswick-Wolfenbüttel
Madre Augusta de Hannover

Carolina de Brünswick-Wolfenbütte. Reina Consorte del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, sobrina de Jorge III. Contrajo matrimonio con el príncipe de Gales Jorge IV en 1795, del cual tuvo una hija, la princesa Carlota. Cuatro meses después de este nacimiento, Jorge se separó de su mujer y en el año 1806 y la acusó públicamente de adulterio, en 1821, al ser coronado Jorge IV, no se le permitió a Carolina asistir a la ceremonia de la coronación y pocos días después murió en Bradeburgo-House.

Síntesis biográfica

Primeros años

Carolina Amelia Elizabeth de Brünswick-Wolfenbütte, nació como princesa de Brünswick el 17 de mayo de 1768 con el título de cortesía de la duquesa de Brünswick-Wolfenbüttel. Era la segunda hija del duque Carlos II Guillermo de Brünswick-Wolfenbüttel y la princesa Augusta de Hannover de Gran Bretaña, hermana de Jorge III. Tenía dieciocho años cuando Mirabcau la calificó en una de sus cartas como amable, bella, viva, bulliciosa, de buen corazón, y de beneficencia.

Carolina podía entender Inglés y francés, pero su padre admitió que su educación era poco falta. Según la madre de Carolina, que era británico, todas las princesas alemanas aprendido Inglés en la esperanza de que sería elegido para casarse con Jorge IV, el Príncipe de Gales, primogénito de Jorge III y heredero y primo hermano de Carolina

Matrimonio

Contrajo matrimonio la tarde del 8 de abril del año 1975 con el libertino príncipe de Gales, Jorge IV, hijo primogénito de Jorge III y Charlotte, quien para librarse de sus deudas, que ascendían a 15 millones, había prometido casarse, si se pagaba a sus acreedores. La elegida fue su prima hermana Carolina de Brünswick.

La boda de los primos carnales Jorge de Gales y Carolina Amelia Elizabeth tendría lugar en la capilla del palacio de San James, oficiando la ceremonia, de acuerdo a la tradición, el arzobispo de Canterbury, John Moore. Presidirían los reyes, rodeados por todas sus hijas. Sin embargo, no estarían presentes varios de los hermanos varones del novio: Ernest duque de Kent, Adolphus duque de Cambridge y William duque de Clarence. Se había considerado que no valía la pena que solicitasen los tres permisos para abandonar los acuertalamientos de sus respectivos regimientos sólo a fin de presenciar la boda de su hermano mayor con la prima recién llegada de suelo germánico.

Típico de las bodas reales, todo estaba medido al menor detalle. George tendría tres padrinos: el duque de Roxburghe, el duque de Bedford y el joven George Brummell, que pasaría a la historia con el sobrenombre de "Beau" Brummell porque estaba destinado a convertirse en el epítome de caballero elegante de su tiempo. Para asistir a Caroline, se habían elegido cuatro damas de honor. Lady Charlotte Spencer, hija de los duques de Marlborough, compartiría protagonismo, en ese sentido, con lady Mary Osborne, hija de los duques de Leeds; con lady Charlotte Legge, cuyo padre era el conde de Darmouth y, para completar el cuadro, con lady Caroline Villiers, hija de los condes de Jersey.

Desde los primeros días de unión se vio indignamente tratada por su marido, a quien hizo padre, el 7 de enero de 1796, de la princesa Carlota. Al siguiente mes de abril Jorge se separó de ella, y por escrito se notificó a Carolina que en adelante cesaría toda relación conyugal entre ella y el heredero del trono, ya que acuso a Carolina públicamente de haber cometido adulterio.

Durante la investigación delicada, Carolina no se le permitió ver a su hija, y después de sus visitas se limitan esencialmente a una vez a la semana y sólo en la presencia de la madre de Carolina, la Duquesa viuda de Brunswick. Las reuniones tuvieron lugar en cualquiera de Blackheath o un apartamento en el Palacio de Kensington designado para el uso de Carolina.

Al final la comisión decidió que no había "ningún fundamento" de las acusaciones, pero la semilla de la duda crecía y crecía, afectando a sus relaciones con el rey Jorge III, su antiguo valedor y protector. Finalmente Jorge se salió con la suya y le arrebató por completo la custodia de su hija, por lo que la todavía princesa de Gales no tuvo más remedio que alejarse y emprender un viaje por Italia a modo de destierro forzoso.

Exilio forzoso

En Blackheart vivía retirada la princesa de Gales, consagrada a proteger las letras y las artes y a obras de caridad, cuando en el año 1806 su esposo la acuso públicamente de adulterio. No pudo probarse el delito, pero Carolina cansada de su triste posición en Inglaterra, resolvió viajar por el Continente. Llegó a Hamburgo el 16 de agosto de 1814 con el título de condesa de Wolfenbuttel, visitó en Bruswinck al príncipe su hermano, y luego pasó a Strasburgo, Berna, Ginebra y Milán. En este último punto tomó a su servicio, como picador y lacayo, a Bergami, a quien pocos meses después elevó al rango de chambelán, siendo tal el favor de aquel italiano, que toda su familia, excepto su mujer, entró en la servidumbre de aquella princesa.

En 1815 esta obtuvo del rey de Silicia el título de barón de las Franchina para Bergami, y visitó luego con él a Mesina, Catana, Siracusa, Túnez, Malta, Atenas, Constantinopla y Jerusalén, donde Bergami fue creado caballero del santo Sepulcro y de cierta orden de Santa Carolina, que la princesa imaginó fundar. De regreso a la villa de Este, a orillas del lago de Como, en septiembre de 1816, recompenso los servicios del italiano, regalándole una hermosa quinta en los alrededores de Milán.

Retorno a Inglaterra

Muere Jorge III a principios de 1820 y hereda la corona el rey Jorge IV, el marido de Carolina. Entonces Carolina decidió volver a Inglaterra, y el 6 de junio de dicho año desembarcó en Dover. El pueblo inglés odiaba a Jorge IV y tomó partido por la mujer al quien el rey había despreciado y perseguido. Carolina fue recibida en Dover con aclamaciones de entusiasmo, y cuando partió el populacho desenganchó los caballos del coche de la reina y tiro de el durante un largo trecho.

En Londres entró precedida de un cortejo de más de 100 000 personas. Jorge IV envió un mensaje a la Cámara de los Lores por medio del Conde de Liverpool y a la de los Comunes por lord Castlereagh, encargando al parlamento que examinase varios documentos relativos a la conducta de la reina. Se acusaba a Carolina de adulterio, pero cometido fuera del reino y con un extranjero, circunstancia atenuante que debía librar la reina de la muerte de Ana Bolena. La Cámara de los Comunes votó una resolución favorable al mensaje real, que acusaba a Carolina de mantener relaciones adulteras con Bergami desde 1814, y se abrió la causa ante la Cámara de los Lores antes intentóse una avenencia por medios de árbitros, Brougham y Denman, abogados de la reina, celebran varias conferencias con lord Castlereagh, árbitros del rey.

Los primeros pedían se reestableciese en la liturgia el nombre de Carolina, pues por orden del consejo de 12 de febrero se rogaba únicamente por el rey cual si este fuera soltero o viudo. Los segundos se negaban a ello, ofreciendo únicamente una pensión de 50 000 libras esterlinas, con expresa condición de que la reina residiese en Milián o en Roma, donde únicamente sería considerada como soberana. Rechazadas estas condiciones, empezó la causa, durante la que se hicieron las más escandalosas revelaciones. La hábil defensa de los abogados de la reina, y más aún el peso de la opinión pública, favorable a Carolina, obligaron al gobierno a ceder a sus propósitos, con el pretexto de un aplazamiento. Orgullosa la reina con su triunfo, quiso obligar a Jorge IV a que le devolviera todos los honores debidos a su rango, y pretendió ser coronada con él.

Coronación

En la mañana del día señalado para la ceremonia, 11 de julio de 1821, se presento en las puertas de la abadía de Westminster, pero la fuerza armada que las custodiaba no le permitió la entrada, ya que Jorge IV en un acto supremo de mezquindad ordenó que nadie sin invitación podía entrar a la ceremonia y claro, no invitó a su mujer. Así que la reina no pudo entrar en la abadía donde estaban coronando a su esposo.

Muerte

Esa noche, Carolina se enfermó y se dio cuenta de que estaba cerca de la muerte, puso sus asuntos en orden. Sus papeles, cartas, memorias, cuadernos y se quemaron. Murió en Brandeburg House, Hammersmith, Londres, Inglaterra a las 10.: 25 horas del 7 de agosto de 1821 a la edad de 53 años. Su médico pensó que tenía una obstrucción intestinal, pero ella pudo haber tenido cáncer, y había rumores en el momento que había sido envenenado, aunque la causa exacta de su muerte sigue siendo desconocida. Ella escribió un nuevo testamento, que fue establecido en su funeral.

Según había dispuesto, su cuerpo debía ser trasladado a Brunswick, en lo que consistió el gobierno después de haber fijado la marcha del cortejo de modo que no entrase en la capital. Pero el pueblo deseando dar a la infeliz princesa el último testimonio de afecto, exigió que el féretro recorriese las calles mas frecuentadas. Se sostuvo lucha con soldados, hubo muertos y heridos, y al fin logró el pueblo que el cortejo siguiese el Strand y atravesara la City. En su tumba se escribió el epitafio que ella misma dictó

"Aquí yace Carolina de Brünswick, reina ultrajada de Inglaterra,

La inscripción pronto fue borrada de orden del duque de Brünswick, como denigrante para Jorge IV.

Véase también

Enlaces externos

Fuentes