Casa Museo José Martí

Museo Casa Natal de José Martí
Información sobre la plantilla
CasaNatalJoseMarti.JPG
Casa natal del Héroe Nacional cubano, José Martí
Información geográfica
PaísBandera de Cuba Cuba
CiudadLa Habana
Información general
Inauguración28 de enero de 1925
Información visitantes
DirecciónCalle Paula No. 41

Museo Casa Natal José Martí. Fundado el 28 de enero de 1925 en la casa donde naciera el Héroe Nacional cubano José Martí, este es el más antiguo museo de la ciudad de La Habana. La casa, construida a principios del siglo XIX muy cerca de la Muralla, muestra elementos típicos de las viviendas populares: paredes de argamasa y techo de tejas. La edificación no sufrió grandes transformaciones durante el siglo XIX, y permaneció en el anonimato hasta 1899, cuando emigrados cubanos radicados en Cayo Hueso develaron una tarja en su fachada.

El museo debe su surgimiento al periodista Arturo Carricarte, quien junto a un pequeño grupo de cubanos emprendió una batalla pública con el noble fin de recopilar, ordenar y conservar objetos y documentos del prócer. Desde su nacimiento hasta el triunfo de la Revolución, el museo funcionó sin apoyo oficial, dirigido por un Patronato que realizó una estoica labor para cumplir sus objetivos. El proceso social iniciado en enero de 1959 propició la restauración total de la Casa, y el enriquecimiento de su colección.

En 1994 el Museo Casa Natal de José Martí se integra a la Oficina del Historiador de La Habana, con lo cual se inicia un nuevo proceso de restauración y remontaje museográfico. El prestigioso centro patrimonial es muy conocido en todo el país e internacionalmente, y recibe un promedio superior a los sesenta mil visitantes por año.

Ubicación

La vivienda está ubicada en la antigua calle de San Francisco de Paula –conocida simplemente como Paula–, en el barrio de igual nombre, y estuvo marcada en un inicio con el número 41. Pero los números han sido cambiados en varias ocasiones: así, hacia fines del siglo XIX, la casa estaba señalada con el 102; a partir de 1936, con el 214, y en la actualidad tiene el 314.

A su vez, desde 1922, el Ayuntamiento de La Habana había propuesto el cambio de nombre de la calle Paula por el de la madre del Apóstol, pero no es hasta 1950 que sucede tal sustitución. Desde entonces, la calle se denomina Leonor Pérez.

Historia del Inmueble

La casa natal, junto con tres similares, fue propiedad del Convento de Santo Domingo hasta 1840. En 1841 fueron expropiados por la Real Hacienda de la Isla de Cuba las casas que pertenecían al convento, como parte del cobro de contribuciones no efectuadas al gobierno colonial por la Congregación de los Dominicos. Al año siguiente, en 1842, las viviendas fueron traspasadas a la denominada Junta de la Moneda para su subasta, medio por el cual resultó ser propietario de Paula 41 el español residente en la isla Sebastián Bonnay, quien seis años después traspasó la propiedad, por compraventa, a su coterráneo Juan Matías Cabezas. Es este último quien alquiló la casa a la familia Martí Pérez.

La casa fue alquilada a los recién casados, el Sargento Primero del Cuerpo de Artillería de la Real Fortaleza de La Cabaña, Mariano de Todos los Santos Martí y Navarro y Leonor Antonia de la Concepción Micaela Pérez y Cabrera, padres de José Martí, quienes ocuparon la planta alta del inmueble[1], y al Teniente de Artillería de la Real Fortaleza de La Cabaña Juan Martín Rodríguez, casado con Rita Pérez y Cabrera, hermana de Leonor, quienes ocuparon el área mayor de la casa, en la planta baja.

En esta casa nacieron José Martí, el 28 de enero de 1853, y dos de sus siete hermanas: Leonor Petrona, conocida como La Chata, el 29 de julio de 1854, y Mariana Matilde, Ana, que nació el 8 de junio de 1856.

La familia Martí Pérez vivió en esta casa hasta el mes de julio de 1856. Al abandonarla, su propietario había fallecido y la habían heredado las tres hijas de este, residentes en Madrid. Durante 30 años fueron las propietarias del inmueble, hasta que se lo vendieron en 1883 a José González Prío Montenegro, de quien la adquirió, en 1887, el presbítero Benigno Merino Méndez, que la venderá, en 1891, a las monjas dominicas de la Congregación de Santa Catalina de Sena.

Fotografía tomada el 28 de enero de 1899 frente a la casa natal del Apóstol José Martí, en el acto de develamiento de la lápida a su memoria, donada por la emigración de Cayo Hueso.

A ellas debió pedir permiso Leonor para efectuar el acto del 28 de enero de 1899, el primer homenaje realizado en Cuba a su hijo y que sirvió para colocar una tarja en la fachada principal a nombre de los emigrados de Cayo Hueso. Un año después, se crea la Asociación de Señoras y Caballeros por Martí, conocida como Asociación por Martí, con el objetivo de rescatar la propiedad para declararla Propiedad del Pueblo de Cuba y dedicarla al homenaje del Héroe Nacional. Para entonces, con ese mismo fin, la emigración cubana había iniciado una colecta de fondos, que entregó a esta Asociación tan pronto se constituyó. Sin embargo, transcurrió más de una década hasta que el inmueble ostentó por fin la condición de Propiedad del Pueblo.

En un primer momento se previó que la casa acogería a doña Leonor Pérez y Cabrera, madre de Martí, quien –ya octogenaria y casi ciega– se encontraba en una crítica situación económica. Y sólo cuando doña Leonor desapareciera físicamente, el inmueble sería declarado posesión popular.

Después de vencer numerosos escollos, la Asociación por Martí logró adquirir la casa, el 14 de diciembre de 1901, y en ella se instaló doña Leonor y los descendientes de su hija María del Carmen Martí, la Valenciana, recién fallecida. Para entonces, la única hermana de Martí que seguía viva era Amelia Martí.

En 1907 muere la madre del Apóstol[2], pero sólo al cabo de once años –en 1918– es que se logra retomar el acuerdo de hacer la casa natal una propiedad pública. Y ante la terquedad del inquilino que la habitaba de no abandonarla, habría que esperar tres años más hasta que –por reclamo popular– se produjo su desalojo, el 12 de mayo de 1921. Pero no sería hasta el 23 de junio de 1924 que la Asamblea de Representantes del Pueblo Cubano acuerda cumplir el destino previsto para la Casa Natal, cuando fue adquirida por la Asociación por Martí: ser museo, biblioteca y galería iconográfica.

La casa como museo

El 28 de enero de 1925 se inaugura el Museo José Martí en la Casa Natal, veinticuatro años después de haber sido adquirida por suscripción popular. Bajo la dirección técnica del periodista y escritor Arturo R. de Carricarte[3], esta institución poseía algunos pocos objetos martianos –entre ellos, el Álbum de bodas–, pues el resto de estas reliquias siguió en el Museo Nacional.

Todo hace indicar que el Museo José Martí sufrió la desidia de las autoridades y que, a lo largo de los años, se deterioró al punto de tener que cerrar sus puertas en varias ocasiones. Por lo que en vísperas de cumplirse el centenario del natalicio del Apóstol, fueron temas acuciantes el de afrontar su restauración, nombrar un nuevo director técnico –Carricarte había fallecido en 1948–, reorganizar su junta patronal y hacer efectiva la expropiación de las casa colindantes para construir en esos terrenos un parque o jardín rodeado de verjas.

Salvo el último punto, todos los demás se cumplieron gracias a la perseverancia de Manuel I. Mesa Rodríguez, nombrado director técnico del Museo y quien tuvo a su cargo la reparación de la casa para que reabriera el 28 de enero de 1953. También fue restaurado, entonces, el retrato de Martí al óleo pintado por Norman. Invitada de honor a dicha conmemoración, María Mantilla dona al Museo el grillete que llevó Martí durante su estancia en presidio.

Sin embargo, enclavada en una zona de prostitución «abierta y pública» –al decir de Emilio Roig de Leuchsenring–, la Casa Natal clamaba por «el saneamiento moral de la cuadra (...) que debe ser totalmente adecentada».[3]

Y si bien para 1953, se había logrado que en las horas que estuviese el Museo abierto al público, cerrasen sus puertas los cafés y bares allí situados, continuaban «a plena zafra las dos posadas con el nombre de "hoteles" que se encuentran desde hace años en esa cuadra», insistía el Historiador de la Ciudad.

Uno de esos dos hoteles, recordaba, «cuando fue abierto al servicio que estaba destinado, ostentaba el nombre de hotel Martí, y al protestar de esa ignominia, el entonces director técnico de la casa, Arturo R. de Carricarte, se le agregó una N al apellido Martí, quedando convertido en Martín (...)»[3]

Sería sólo después del triunfo de la Revolución que ese recinto martiano recibiera el respeto que inspira, cuando –el 28 de enero de 1963– fuera reinaugurado el inmueble como Museo Casa Natal José Martí. Además de renombrarlo, a partir de entonces la Dirección de Patrimonio Nacional le transfirió los objetos martianos que se encontraban en el Palacio de Bellas Artes.

Desde su apertura como museo, la "casita", como cariñosamente se le llama, es sitio de encuentro de niños y jóvenes que buscan acercarse a la vida de Martí

En lo adelante, la casa sería remozada cada vez que fuera necesario. A principios de los 80, se inauguró una biblioteca especializada en el inmueble aledaño al Museo, a la que se le dio el nombre de Fermín Valdés Domínguez. Para celebrar el 150 aniversario del natalicio de José Martí, se emprendió un proceso de restauración capital para que todas sus áreas ganaran en funcionalidad. Además, el Museo Casa Natal confeccionó un amplio programa cultural que cubre ciclos de conferencias, exposiciones, conciertos, tertulias.

Con motivo de dicha conmemoración, el investigador Luis García Pascual donó a la institución el arco y parte del violín que el Apóstol obsequió –durante su estancia en Cayo Hueso– al niño Gerardo Castellanos García, hijo del comandante de la Guerra de los Diez Años Gerardo Castellanos y Lleonart.

A cargo de la Oficina del Historiador de La Habana desde 1994, el Museo Casa Natal José Martí se inauguró en 1925 –como Museo José Martí–, luego de que este inmueble fuera declarado Propiedad del Pueblo de Cuba el 24 de junio de 1918.[3]

Referencias

Fuentes