Catedral de San Basilio

Catedral de San Basilio
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Obra Arquitectónica  |  (Catedral)
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La Catedral de San Basilio
Descripción
Tipo:Catedral
Localización:Plaza Roja, Moscú, Rusia
Datos de su construcción
Inicio:1555
Inauguración:12 de julio de 1561
Otros datos
Arquitecto(s):Postnik Yakovlev


La Catedral de San Basilio. Originalmente conocida como Catedral de la Intercesión de la Virgen en el Montículo, es un catedral localizada en la Plaza Roja, escoltada por el Kremlin y el Mausoleo de Lenin, en la ciudad de Moscú, Rusia. Es reconocida mundialmente por sus impactantes cúpulas características.

Historia

La catedral, situada en Moscú, está formada por nueve capillas que se fusionan en una. Originalmente eran ocho, formando una estrella de ocho puntas, la cual simboliza la Iglesia Cristiana; la estrella enseña el camino a Jerusalén. Cada torre alude también a los ocho santos de los ocho días en los que el Zar batalló para la victoria antes mencionada. Esta maravilla se construyó entre 1555 y 1561. Su nombre no siempre fue San Basilio, antiguamente se le conocía como la Catedral de la Intercesión de la Virgen en el Montículo.

Fue ordenada a construir por el zar Iván el Terrible con motivo de conmemorar sus recientes triunfos. Al ser terminada, ordenó sacarle los ojos al arquitecto, Postnik Yakovlev, para que no pudiera construir nada igual. En 1588 el zar Fiodor Ivanovich ordenó que se agregara otra capilla, sobre la tumba de San Basilio, santo por el cual se empezó a llamar popularmente la catedral. La idea original consistía en construir un grupo de capillas, cada una dedicada a cada santo en cuyo día el zar Iván ganó una batalla.

Descripción

Una torre central combina estas áreas en una sola catedral. La catedral se encuentra en el extremo sureste de la Plaza Roja, frente a la Torre Spasskaya del Kremlin, observada desde la parte central de los almacenes Gum, y se destaca por su colorido. Consiste en 9 pequeñas capillas construidas en un sólo elemento, cada una diferentes a las otras. El diseño se basa en el de iglesias contemporáneas de techo en forma de bulbo, tales como la Iglesia de San Juan Bautista en Dyakovo y la Iglesia de la Ascensión en Kolomenskoye.

La torre más alta se halla en el centro de la construcción, y mide 47,5 m. Se alza majestuosa, teniendo todos sus acabados una belleza máxima conseguida por la buena combinación de colores. La capilla del centro, se destaca bastante por el iconostasio en oro y las pinturas dedicadas a la virgen y a su hijo. En todo su alrededor, van formándose las demás capillas que se entrelazan desde la entrada principal hasta el primer piso. Es un arsenal encantador de colores que se remolinan y de torres de ladrillo rojo.

Estatuas en honor a Dmitri Pozharski y Kuzmá Minin

Las ocho torres son terminadas con cúpulas en forma de cebolla se colocan alrededor de una novena espira central, formando todo el conjunto una estrella de ocho puntas. El número ocho lleva un gran significado religiosa; denota el día de la resurrección de Cristo (el octavo día por el calendario judío antiguo) y el reino divino prometido - el reino del Octavo Siglo, que comenzará después de la segunda venida de Cristo. La estrella de ocho puntas simboliza la iglesia cristiana como luz de guía a la humanidad, enseñándonos el camino a Jerusalén y representa a la Virgen María, representada en la iconografía Ortodoxa con un velo decorado con tres estrellas de ocho puntas.

Las cúpulas extravagantes e intensamente coloreadas, contrarrestan con un interior mucho más modestamente decorado y algo menos espectacular. Pequeñas capillas débilmente alumbradas y pasillos parecidos a un laberinto llevan al interior de la iglesia y las paredes están cubiertas de diseños florales delicados realizados en colores pastel que datan del siglo XVII.

En un jardín frente a la iglesia yace una estatua de bronce, erigida en honor a Dmitri Pozharski y Kuzmá Minin, quienes reunieron voluntarios para el ejército que lucharon contra los invasores polacos durante el conocido como Período Tumultuoso.

Construcción

Inicios

Antes de ser construida la Catedral de San Basilio no se sabe exactamente qué había en este lugar. Manuscritos rusos contienen menciones aisladas y contradictorias sobre algunas iglesias de madera y de piedra, lo que dio lugar a un sinnúmero de suposiciones, versiones y mitos. De acuerdo con una de esas versiones, tras el regreso de Iván el Terrible de su campaña militar contra el Kanato de Kazán, en 1552, ordenó fundar en el lugar de la futura catedral una iglesia de madera con siete altares laterales en honor de la Santísima Trinidad. El Metropolita de Moscú, Macario, aconsejó al Zar que mandara construir en el mismo sitio una catedral de piedra y también ideó la composición de la futura catedral.

La primera mención fidedigna de la construcción de la Catedral de San Basilio data del otoño de 1554. Se considera que era una Catedral de madera que algo más de 6 meses después fue desmontada antes de que en el mismo sitio, en la primavera de 1551, se empezara a construir una catedral de piedra. Su construcción llevó 6 años y avanzó únicamente durante la temporada de calor. El manuscrito hace mención de una “milagrosa aparición” ante los arquitectos del noveno altar de la catedral, en la zona meridional después de que la obra se acercara a su final. Sin embargo, la organización simétrica evidencia que los autores desde el principio tenían planeado edificar 8 altares laterales alrededor de la iglesia central. La catedral se construyó en ladrillo y los cimientos, el zócalo y algunos elementos de la decoración fueron hechos en piedra blanca.

Para el otoño de 1559 la mayor parte de la obra estaba lista. Para la fiesta del Manto de la Virgen fueron bendecidas todas las capillas, a excepción de la central, porque “la gran iglesia central no estaba acabada para la celebración del Día de la Virgen aquel año”. La Iglesia central y toda la Catedral fueron consagradas el 12 de julio de 1561 por el Metropolita Macario. Cada capilla tuvo su propia consagración: la capilla oriental fue bendecida en nombre de la Santísima Trinidad. Los investigadores hasta el día de hoy se preguntan por la razón de esta elección. Al respecto existen varias hipótesis: en 1553, en la conquistada Kazán se fundó el monasterio de la Santísima Trinidad. También se cree que en el lugar que ocupa hoy la catedral del Manto de la Virgen antes había una iglesia de madera, la de la Santísima Trinidad, que posteriormente pasó a dar su nombre a uno de los altares de la Catedral.

Los otros altares fueron consagrados a los santos en cuyos días de veneración se produjeron los acontecimientos más importantes de la campaña contra el Kanato de Kazán y a los tres Patriarcas de Constantinopla, Alejandro, Juan y Pablo el Nuevo. El altar central fue bendecido en honor a la fiesta del Manto de la Virgen, porque el 1 de octubre, símbolo de la protección de los cristianos por la Virgen, empezó el ataque contra Kazán. La catedral también recibió el mismo nombre. La catedral se mencionaba en los manuscritos como Catedral del Manto de la Virgen sobre el Foso, lo que se debía a que desde el siglo XIV a través de toda la plaza que posteriormente recibiría el nombre de Roja y a lo largo de las murallas del Kremlin pasaba un profundo y ancho foso que dejó de existir en 1813.

La catedral tenía una composición inusual: 9 Iglesias independientes fueron construidas sobre un fundamento común y unidas entre ellas por pasadizos interiores situados alrededor de la Iglesia central. Por fuera todas las iglesias estaban rodeadas por una galería originalmente abierta. La iglesia central estaba coronada por una cúpula piramidal y los altares laterales tenían bóvedas y cúpulas. El conjunto de la catedral se completaba con un campanario abierto con tres cúpulas piramidales, en los arcos de los cuales colgaban macizas campanas. Originalmente la catedral estaba coronada por 8 cúpulas grandes y una pequeña sobre la Iglesia central. Para subrayar la importancia de los materiales de construcción y proteger la catedral de los daños atmosféricos, sus paredes estaban pintadas por fuera de rojo y blanco de manera que la pintura imitara los ladrillos. El material que recubría inicialmente las cúpulas, se desconoce, porque fue destruido pos el devastador incendio de 1595.

Primera reconstrucción

La catedral conservó su aspecto original hasta 1588, año en el que por la parte nororiental fue construida junto a ella la décima Iglesia que se erigió sobre la tumba de San Basilio que había pasado mucho tiempo contemplando la obra y solicitó ser enterrado al lado. El famoso moscovita, al que se le atribuían numerosos milagros, murió en 1557 y, después de su canonización, el Zar Fiodor Ioannovich, hijo de Iván el Terrible, ordenó construir la iglesia. Arquitectónicamente, era un templo independiente con una entrada aparte. La urna de plata que contenía los restos mortales de San Basilio, fue perdida en la época conocida en la historiografía como los Tiempos Turbios, a principios del siglo XVII. Su memoria se honraba diariamente durante la misa y, a partir del siglo XVII, el nombre de la iglesia se extendió a toda la Catedral, convirtiéndose en su “denominación popular”, La Catedral de San Basilio.

A finales del siglo XVI las cúpulas de la Catedral recibieron su revestimiento actual que reemplazó el original, destruido por un incendio. En 1672 por la zona suroriental fue construida una undécima iglesia: un pequeño templo encima de la tumba de San Juan, enterrado cerca de la Catedral en 1589. En la segunda mitad del siglo XVII el aspecto de la Catedral sufrió cambios significativos: el tejadillo de madera, que protegía la galería de la intemperie y se destruía con facilidad en los incendios, fue sustituida por un tejado que se apoyaba en pequeños postes con arcos. Encima del atrio de la Iglesia de San Basilio fue construida la Iglesia de Santa Teodosia. Encima de las antes abiertas escaleras de piedra blanca que conducían al nivel superior de la catedral aparecieron alpendes que se apoyaban en unos característicos arcos.

En la misma época apareció la pintura ornamental policromada que cubrió los alpendes, los pilares, las superficies exteriores de las galerías y el parapeto de la galería. Las fachadas seguían manteniendo la pintura que imitaba los ladrillos. En 1683, en la cornisa de la catedral fue hecha una inscripción en grandes letras amarillas sobre un fondo azul que contaba la historia de la creación del templo y de su restauración en la segunda mitad del siglo XVII. Un siglo después, como resultado de una reforma, la inscripción desapareció. En 1680, sufrió modificaciones el campanario que se transformó en uno de dos niveles con un espacio abierto en lo alto para tocar las campanas.

Segunda reconstrucción

En 1737, durante un gran incendio, la Catedral de San Basilio sufrió muchos daños, sobre todo, la iglesia meridional. Durante las obras de reconstrucción de 1770-1780 en la técnica de sus pinturas fueron introducidos drásticos cambios. Al recinto de la catedral fueron trasladados los altares de las iglesias de madera de la Plaza Roja que fueron derribadas para evitar incendios. El interior de las iglesias se cubrió de pinturas al óleo con imágenes de los santos y escenas de sus vidas. Estas pinturas fueron restauradas en los años 1845-1848 y a finales del siglo XIX.

Por fuera, las paredes fueron pintadas con la técnica que imitaba la incrustación de grandes piedras. Fueron construidos los arcos del primer nivel que no estaba destino a ser habitado y en la parte occidental de este nivel instalaron viviendas para los sacerdotes del templo. El campanario fue unido al edificio de la Catedral. La parte superior del altar de la iglesia de San Basilio fue convertida en la sacristía, el lugar donde se guardaban las reliquias y demás inventario religioso.

A finales del siglo XIX se planteó por primera vez el objetivo de devolver a la catedral su aspecto original. Fue creada una Comisión especial integrada por famosos arquitectos, científicos y pintores que trazaron las principales tendencias de la investigación y reconstrucción de la catedral. No obstante, la falta de fondos, la Revolución de Octubre de 1917 y el posterior período de disturbios en el país impidieron la realización de los planes de reconstrucción. En 1918, la Catedral de San Basilio fue uno de los primeros monumentos que el Estado Soviético puso bajo su protección como un monumento de importancia nacional y mundial.

Restauración

En 1920, la Catedral fue sometida a unos trabajos de investigación y restauración de gran envergadura, gracias a los cuales fue posible recuperar el aspecto original de la catedral y restaurar en algunas capillas los interiores de los siglos XVI-XVII. Desde entonces y hasta el momento presente se han llevado a cabo 4 restauraciones globales que incluyeron tanto el aspecto arquitectónico como el pictórico. Fue recuperada la pintura que imitaba el ladrillo en el exterior de la catedral y en el interior de dos de sus capillas.

Entre 1950 y 1960 se llevaron a cabo unos trabajos de restauración únicos: en el interior de la iglesia central fue descubierta la inscripción de la creación de la catedral, en la cual los antiguos arquitectos indicaban la fecha exacta del final de la obra, el 12 de julio de 1561, día de los Apóstoles San Pedro y San Pablo. El revestimiento de hierro de las cúpulas fue por primera vez sustituido por el cobre. El acierto en la elección de este material permitió a las cúpulas conservarse intactas hasta hoy. En los interiores de 4 capillas fueron restaurados los iconostasios compuestos casi por completo por íconos de los siglos XVI-XVII, entre los cuales se hallan verdaderas obras maestras del arte antiguo ruso. En las demás capillas, se conservaron iconostasios de los siglos XVIII-XIX. Dos de ellos fueron trasladados a la catedral en 1770 de las catedrales del Kremlin de Moscú.

En la década de 1970 del siglo XX, bajo las pinturas de la galería exterior fue encontrado un fresco del siglo XVII que sirvió de base para la reconstrucción de la pintura ornamental en las fachadas de la Catedral. En 1991, el uso del conjunto arquitectónico fue compartido por el Museo Histórico y la Iglesia Ortodoxa Rusa. En 1997, en la capilla de San Basilio, cerrada al público desde finales de 1920, acabó la restauración de los interiores. Pasó a ser parte de la exposición del museo. En su recinto se reanudaron los oficiosos religiosos.

En la Catedral del Manto de la Virgen se celebran oficios religiosos y se honran especialmente las festividades del Manto de la Virgen y de San Basilio. Entre 2001 y 2011 se llevó a cabo una completa restauración de 7 capillas de la catedral, fueron renovadas las pinturas de la fachada y parcialmente la pintura a témpera de la galería interior. En 2007, la catedral ganó el concurso de las “7 maravillas de Rusia”.

Uso actual

Interior de la Catedral

El año 1990 marcó un hito en la historia del museo: la Catedral de San Basilio fue incluida en la lista de los monumentos considerados Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y situados en el territorio de Rusia. Después de una larga pausa, se reanudaron los oficios religiosos en la Iglesia del Manto de la Virgen. En 1991, el uso del conjunto arquitectónico fue compartido por el Museo Histórico y la Iglesia Ortodoxa Rusa.

La catedral es hoy en día una filial del Museo Histórico, y se le han hecho trabajos de reparación a fin de que los visitantes puedan verla en todo su esplendor. Su interior contrasta con su exterior, ya que es mucho más modesto en su decoración, y conserva un ambiente más íntimo y austero, basado en la iluminación tenue, y los diseños florales en colores pasteles. Aunque a sus visitantes les quitará el aliento el iconoclasto de oro de la capilla central, junto a las pinturas de la virgen y su hijo.

Los visitantes pueden subir por una escalera estrecha de madera en caracol, ver una de las paredes descubiertas en los años 1970 durante el trabajo de restauración, y el maravilloso e invaluable iconostasio ubicado en la Capilla de la Intercesión que remontan del siglo XVI.

Curiosidades

La catedral estuvo a punto de ser borrada del mapa en varias ocasiones a lo largo de los últimos 450 años. Por ejemplo, durante la invasión de Napoleón, quien al darse cuenta de que nadie le iba a entregar las llaves del Kremlin ya que los rusos habían abandonado y supuestamente incendiado la ciudad, tuvo que dejar Moscú y, frustrado, dispuso destruir la catedral. Pero, al parecer, las tropas franceses llevaban prisa y no pudieron acabar con el complejo.

En otra ocasión, ya en el siglo XX, uno de los colaboradores más fieles a Iósif Stalin, Lázar Kaganóvich, le propuso que diera la orden de destruir la iglesia, al igual que a muchas otras que fueron derrumbadas por el régimen ateísta soviético. Se dice que a la hora de tratar de persuadir a Stalin de que la catedral impedía pasar a las tropas durante los desfiles militares en la Plaza Roja, Kaganóvich mostró una maqueta de la plaza y arrebató las pequeñas torres del complejo. Stalin, según la leyenda, quedó perplejo al instante y luego le espetó:

"¡Que vuelvas a colocarlas ahora mismo!".

Pese a que la ideología bolchevique se manifestaba en contra de la religión como "un vestigio del pasado" de la burguesía zarista, fue en el siglo XX cuando más trabajos de reparación y mantenimiento se hicieron en la catedral. Ni las ambiciones de uno de los conquistadores más grandes de la historia ni tampoco los prejuicios de uno de los regímenes más sangrientos, pudieron condenar al olvido esa parte del corazón de Moscú.

Véase también

Fuentes