Cecilio Miranda Díaz

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NombreCecilio_Miranda_Díaz
Nacimiento2 de febrero de 1936
Colonia Cañera Castellví, antiguo central de Baltonis, hoy Los Reinaldos
Fallecimiento20 de abril de 1961
Playa Girón, Ciénaga de Zapata Matanzas
Causa de la muerteHeridas de bala calibre 50
NacionalidadBandera de Cuba Cuba
Conocido porNene
PadresJosé Miranda Godoy y Dolores Díaz Moreno

Cecilio Miranda Díaz. Combatiente revolucionario cubano que cayó en combate en Playa Girón; cariñosamente le llamaban Nene.

Datos biográficos

Niñez

Nació el 2 de febrero de 1936 en la Colonia Cañera Castellví del antiguo central de Baltonis, hoy Los Reinaldos. Es el séptimo hijo de nueve hermanos del matrimonio formado por José Miranda Godoy y Dolores Díaz Moreno, emigrados españoles de Islas Canarias que llegaron a Cuba alrededor de 1920. Nene, creció en el seno de una familia humilde y sencilla, sus padres formaron en él sentimientos de amor, cariño y respeto hacia la familia, los vecinos, los amigos; la armonía familiar le permitió desarrollar en su personalidad valores como la responsabilidad, la laboriosidad, la solidaridad y un alto sentido de sensibilidad por los niños. A pesar de los momentos difíciles de aquella época que le tocó vivir era alegre, entusiasta y le gustaba jugar a la pelota que era su deporte favorito. Desde niño fue inteligente, estudioso.

Cursó sus primeros estudios en la escuela rural del barrio de Castellví, allí alcanzó el 4to grado, durante este período de su vida como estudiante fue muy preocupado, se interesaba mucho por resolver las tareas que le dejaba su maestra Ana Rosa Cordero Urbiña, le gustaba la lectura y desde muy pequeño se vio en él el rechazo al gobierno imperante en aquella época, ya que no le gustaba ver a ningún niño pasando hambre y compartía su merienda con aquellos que no tenían; como hijo de obrero agrícola alternaba los estudios con el trabajo en el campo para ayudar al sostén de la familia. Terminado el 4to grado debido a que su padre comenzó a presentar problemas de salud Cecilio dejó de estudiar y se dedicó a tiempo completo a ayudar a su padre en su labor de carretero y otras tareas del campo, sin embargo no protesta y piensa que con el esfuerzo de su trabajo podrá aliviar un poco la necesidad que había en su hogar. Sufre mucho porque tiene que dejar los estudios, pero no se separa de los libros y a través de la lectura se van desarrollando en él sus ideas Revolucionarias.

En el año 1948 la familia se traslada para la comunidad de La Sabana. Producto de la venta de dos carretas, diez bueyes y de un préstamo recibido, el padre compró un negocio formado por una panadería y una tienda mixta. En este trabajó el padre y todos sus hijos comenzaron a desempeñar diferentes funciones, unos como dependientes, otros como panaderos o repartidores de pan. Con solo nueve años Cecilio comienza a desempeñar su primer trabajo como repartidor de pan, incursionando posteriormente en otras tareas del oficio. La sencillez, la generosidad, el desinterés, el humanismo fueron valores que lo caracterizaron desde muy niño demostrándolo en el hecho de que cualquier persona que llegaba a la tienda sin dinero Cecilio le regalaba lo que necesitaba para comer ese día, los niños que se encontraban cerca los llamaba y estos no se podían ir sin antes darle galletas y caramelos, y si salía a repartir el pan con gusto daba panes a cualquier persona que se encontraba por el camino. Esto trajo por consecuencia que su padre hiciera el alerta ya que en un año el negocio dejó pérdidas debido a la salida del producto y no ingreso del dinero. Pero para Nene esto no era importante, por encima de todo estaba su manera de pensar y de actuar, para ayudar en todo lo que pudiera a las personas más necesitadas, que sufrían por la situación imperante e impuesta por gobiernos corruptos al servicio de los Estados Unidos.

Adolescencia

Era un joven muy carismático y alegre, le gustaba andar limpio y con frecuencia usaba sombrero, prenda típica de aquel entonces. Aunque tenía que trabajar mucho, le gustaba conversar con las personas mayores y escuchar sus historias. Por su honestidad y honradez era admirado, querido y respetado por los ciudadanos de la comunidad, su solidaridad ante cualquier situación era irrevocable, no le gustaba la desigualdad y por eso en él siempre encontraron un amigo; además le dedicaba tiempo al deporte que más le gustaba y junto con otros compañeros iba a jugar a un pequeño campo de pelota que se encuentra en la comunidad llegando a integrar el equipo municipal de La Maya, donde participó en campeonatos que se desarrollaban dentro y fuera del municipio. Aunque su padre era apolítico y trataba de que sus hijos no se mezclaran en ella, en la familia había una gran simpatía por el antiguo Partido Ortodoxo ya que siempre escuchaban por la radio las prédicas dominicales de Eduardo Chibás. La muerte de Chibás, el golpe de estado de 1952, el pésimo gobierno y el abuso que se estableció en todo el país, enrumbaron las ideas políticas de la familia y en especial de Cecilio que comenzó a rechazar al gobierno imperante. Los acontecimientos del 26 de julio del 1953 y el repudio al régimen por los crímenes que cometió el ejército batistiano tuvieron un gran impacto en la posición y las ideas de Cecilio.

Nene tenía un carácter impulsivo, temperamento fuerte, el odio que sentía por las injusticias hicieron iniciar en él una lucha, fue realizando por su cuenta acciones revolucionarias en la comunidad, manifestándose en contra de la dictadura. Cerca de esta se encontraba una garita donde operaban los guardias que les servían a ese estado por lo que a menudo pasaban por el lugar. En una ocasión estando los guardias de recorrido por el pueblecito, Cecilio pintó un caballo que era de la casa y le puso un letrero que decía “ABAJO BATISTA” y sin dejarse ver lo echó a correr por toda la comunidad. Por sus propios medios hacia bombas con botellas y las hacía estallar, produciendo un fuerte ruido en los caminos donde los guardias que en horas de la noche tenían que pasar creándole el pánico y la inseguridad.

Lucha Revolucionaria

Con la organización del 26 de julio y la relación con algunos que los formaban hicieron que Cecilio colaborara de inmediato, se integró a un pequeño grupo con otros compañeros, empezó a vender bonos del 26 de julio, entregando algunas armas que había en la casa y participando en acciones de sabotajes tales como: correr carros de cañas de un chucho hacia la línea principal en la época de zafra, interrupción del fluido eléctrico mediante el lanzamiento de cadenas a las líneas de alta tensión que pasaban por la zona. En 1957 con la formación de los frentes de guerra y el aumento de las actividades revolucionarias, Cecilio comenzó como miembro activo de un grupo de acción y sabotaje que dirigía en Santiago de Cuba Frank La Madrid y el grupo estaba subordinado a Josué País, realizando acciones en todas las provincias principalmente en la zona de Santiago de Cuba, teniendo una participación destacada en las actividades del movimiento 26 de julio. Por su forma de pensar y por su ideas revolucionarias Cecilio llegó a sostener peleas con miembros del ejército de la tiranía como los de apellidos Guevara y Pantaleón, cosas que le crearon el odio a las personas del régimen; estando ya fichado, el ejército dio órdenes en dos ocasiones de matarlo, la cual fue imposible, frente a su casa sostenía en sus brazos a su pequeña sobrina. El ejército esta vez había dado órdenes precisas de asesinarlo. Por la persecución a que estaba sometido, el movimiento decide enviarlo a la provincia de las Tunas y al poco tiempo de estar viviendo allí se incorporó a las fuerzas Rebeldes que operaban en la región, el cuarto Frente Oriental que dirigía el Negro Carmenate. Por su tenacidad y valor el movimiento le orienta cumplir una misión en la capital. Estando en ésta, se decide sacarlo del país por sus actividades revolucionarias, dirigiéndose para las Islas Canarias; sintiendo un dolor profundo por verse aislado de su patria y de todo lo que allí vivió, parte en Noviembre de 1958, donde lo sorprende el triunfo de la Revolución el 1ro de enero de 1959.

Antes de regresar a Cuba es entrevistado por un periodista, donde él expone claramente como vivía nuestro pueblo bajo la dictadura que imperaba y los posibles cambios que se producirían por el carácter de la lucha que se acababa de librar. Por sus declaraciones que ponían de manifiesto el carácter de la Revolución triunfante recibe una nota de un abogado que lo felicita por las declaraciones publicadas en Madrid, el cual expresa su alegría por nuestro triunfo y un saludo para el líder de la Revolución Cubana el Comandante ¨Fidel¨ y a todo el pueblo de la pequeña isla liberada.

Su regreso a Cuba

Al triunfo de la Revolución regresó a Cuba y fue llamado por el gobierno a trabajar en La Habana. A mediados del año 59 fue enviado como administrador a una de las cooperativas carboneras, con las personas más humildes de la región, más pobres del país, castigada por el hambre y la miseria a causa de la inhumanidad, hombres del pueblo, con ideales, principios éticos y morales como ¨Cecilio¨, que dejando una vida relativamente cómoda, fue a echar su suerte con los pobres de la tierra en la Ciénaga de Zapata, la cual tenía centro de dirección cerca de Playa Larga y fue nombrado a su petición Cooperativa Forestal Josué País. Por ser oriundo de la antigua provincia de Oriente fue conocido por los pobladores como ¨Oriente¨. En la Ciénaga de Zapata Cecilio desempeñó con mucha responsabilidad su labor como administrador. Vivía en una casa pequeña y humilde y lo mismo donaba sangre para un operado que prestaba el transporte para auxiliar a cualquier necesitado. Por su activismo, valor, tenacidad ante el trabajo y principalmente por su preocupación en cuanto a los problemas de los trabajadores de la Educación de aquella zona, era querido y respetado por todo el pueblo de Buenaventura y mucho más por los niños. Por su increíble sensibilidad humana y poco apego al bienestar personal se convirtió en un ídolo para los pobladores de aquel lugar. Siempre que tenía tiempo le escribía a sus familiares y amistades, expresándole su cariño y la nostalgia por su pequeño pueblo, pero también les hacía referencia de la importante función que estaba desempeñando y de la confianza que había depositado en él la Revolución, que era lo más importante, poniendo al despedirse la frase que para él constituía algo más que una consigna ¨En la unión está la victoria¨.

Junto a Fidel

La Ciénaga en aquella época era visitada con frecuencia por Fidel Castro, Raúl Castro, Juan Almeida y otros dirigentes de la Revolución. Los órganos de seguridad del estado habían situado en esos lugares hombres que colaboraban con ellos como era el caso de Cecilio al cual lo conocían desde la lucha armada y clandestina. La noche buena del año 59 Fidel, Celia, el titular de Agricultura Pedro Miret, el Capitán Antonio Múñez Jiménez director del INRA, entre otros, la celebraron en un poblado de la Ciénaga de Zapata, y Cecilio es uno de los comensales junto a Fidel en la cena donde gobernantes y pueblo mezclados libremente, sin formalismos, ni arreglos previos compartieron con alegría la Navidad. Cecilio estuvo administrando la cooperativa ¨Josué País¨ alrededor de un año y medio, y posteriormente fue trasladado para el municipio de Manicaragua en la antigua provincia de las Villas para administrar la cooperativa José Martí. Es en esta etapa donde participa y colabora activamente en la limpieza del Escambray.

En Girón

Para él no había nada más grande ni sagrado que la Revolución, como decía, esto es de "Patria o Muerte" y tan pronto se enteró de la noticia del ataque mercenario por la zona sur de Matanzas, vino a incorporarse a las filas de los combatientes por su defensa. Llegó a Playa Larga el 18 de abril en hora de la tarde. La zona que había caído en manos mercenarias cuando el desembarco del 17 de abril, estaba de nuevo en poder de las fuerzas cubanas que la habían recuperado en la madrugada del 18 y muchos mercenarios se entregaban a la Milicias Nacionales Revolucionarias y otros estaban dispersos por la zona. Cecilio se integró al Batallón 121 y durante la tarde de 18 y el día 19 se movió con personal del batallón dejando escuadras de milicianos en algunos poblados de la zona (La Criolla, El Maíz, San Lázaro) para que protegieran a los pobladores ya que muchos mercenarios llegaban a las casas buscando comida, agua y ropa de civil para tratar de escapar.

El 20 de abril de 1961 cuando la invasión había sido derrotada, su hermano Sebastián (Titi) integrado al batallón 121 conoció por algunos compañeros que Cecilio quería ir al Barco Houston que había sido averiado por la aviación revolucionaria en la mañana del 17 de abril, pues le habían dicho que Fidel vendría y tal vez iría. Trataron de disuadirlo, pero él dijo que era necesario saber que había allí.

A la una de la tarde del 20 de abril Cecilio planteó a su hermano que irían a almorzar a la casa de un campesino que vivía en el poblado del Maíz, que se encontraba distante a unos 8 km de la playa y le dijo que partiera primero, que él lo seguiría en otro transporte más tarde. A las 3 de la tarde Sebastián viendo que su hermano no llegaba al lugar indicado, regresó a la playa y recibió de algunos milicianos que se encontraban en los alrededores la información de que Cecilio había salido en un pequeño bote de pesca con otros tres compañeros para el barco enemigo. Junto a la Playa se encontraban escondidos unos cuantos mercenarios. Cecilio consideró sospechosas las ramas de un árbol que él había observado y hacia allí se dirigió con algunos compañeros. Al llegar encontró de pronto un crecido número de armas. Los mercenarios estaban cerca y desde la orilla donde se encontraban atrincherados le gritaron que se rindiera, pero Cecilio intentó dispararles; ellos a su vez, lo hicieron, hiriéndolo en una mano y tumbándole el fusil que llevaba. A pesar de ello, Cecilio disparó su pistola, a la que había puesto en las cachas su principal consigna, que era su lema, "Patria o Muerte" sobre los enemigos hiriendo a uno en la pierna, cuando los mercenarios vieron lo ocurrido volvieron a decirle que se entregaran; a lo que respondió que él no se rendía y dijo: ¡Yo soy de "Patria o Muerte" y no me entrego vivo al enemigo! Pero otra ráfaga, esta vez de calibre 50 le destrozó prácticamente el pecho. Así murió aquel valiente, y aún así, después de muerto, los mercenarios le dieron una patada a su cadáver y le robaron el reloj y la pistola, cosas que no pudieron disfrutar, pues estas fueron encontradas en la cintura de un miserable mercenario al ser capturado. Los compañeros que iban con Cecilio recibieron múltiples heridas y fueron hechos prisioneros, aunque se defendieron mientras tuvieron balas. Más tarde fueron rescatados por las milicias.

Llegó la triste noticia a Playa Larga, traída por uno de los compañeros heridos que había sido liberado, que Cecilio había muerto. Su cadáver fue hallado por su hermano Sebastián y otros compañeros en la mañana del 22 de abril de 1961, después que el líder de la Revolución Cubana, había disparado al barco mercenario.

Cuando Fidel llegó, y al ver el cadáver de Cecilio, a quien lo conocía desde antes, cogió una bandera y lo tapó refiriéndose a su valor personal y expresó:

Héroe Eterno

En todo lo largo y ancho de la historia de la humanidad, siempre ha existido una tendencia del hombre de perpetuarse siempre en la memoria después de la muerte, y aquí precisamente en nuestro país, vemos innumerables ejemplos de estos. Sus nombres podrán ser escritos en mármol y pueden desaparecer, los monumentos que se les realicen pueden ser destruidos; pero sus nombres inscritos en el alma y el corazón de los pueblos, son los únicos que no pueden ser destruidos y perdura por toda la eternidad. Estos si que no podrán borrarse nunca. Él ha caído para que no vuelvan el asesinato y la tortura, para que esta Revolución nuestra, que lleva la gloria de nuestro pueblo por todo el mundo, no muera. Porque sólo los que mueren en la dignidad, en el cumplimiento del deber, son inmortales. Él ha entrado en la historia para siempre. Sus padres, hermanos, amigos y compañeros sienten el dolor del que se ha ido, pero también sienten el orgullo de que ha muerto como mueren los hombres dignos, como muere un buen cubano, un patriota; porque está en cada obra que desarrolla el Gobierno Revolucionario, en el corazón de los que lo amaron y lo veneran. Su cadáver, bautizado de la evidente victoria ideológica que quedó sellada a la unidad revolucionaria en el claro designio de sangre y sueño, de seguridad y esperanza, hoy yace en el cementerio Santa Eloísa desde el año 1967 en el municipio de Songo - La Maya, donde se le ha erigido una tarja monumental, en la cual se recuerda que cayó heroicamente, en ese histórico lugar que es ¨Playa Girón¨, que simboliza el mástil más alto que guarda la sagrada bandera que ilumina como antorcha a nuestro pueblo, hacia el ideal socialista por el cual él dio su vida. El nombre de Playa Girón estará siempre unido al triunfo de un pequeño país, Cuba, porque lo grande y lo heroico de los pueblos es recogido por la historia, de un pueblo digno por su coraje en la lucha contra el poderoso imperialismo yanqui. ¿Quiénes lograron este milagro? Hombres del pueblo, aquí está uno de ellos, uno de los que cayeron. Pero este combatiente revolucionario que se enfrentó a los invasores, no ha muerto. Él vive, vive en el ejemplo del amor a la patria y a la libertad. Vive en el recuerdo de sus familiares, y del pueblo. Vive en la Historia de Cuba... porque es uno de nuestros ¨Héroes eternos de la Patria¨.

Fuentes

  • Archivos del Ministerio de Educación, 2002.
  • Archivos del museo de la comandancia