Cementerio Mambí

Cementerio Mambí
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Obra Arquitectónica  |  (Cementerio)
Cementeriomambí.jpg
Necrópolis pinareña donde reposan los restos de los mambises caídos en el asalto a esa localidad.
Descripción
Tipo:Cementerio
Estilo:Colonial
Localización:La Palma, Pinar del Río
Uso inicial:Cementerio
Uso actual:Monumento histórico
Datos de su construcción
Inauguración:1855


Cementerio Mambí, es un lugar histórico de relevancia en el municipio La Palma, ubicado en la Provincia Pinar del Río; allí reposan los restos de los mambises caídos en el asalto a esa localidad.

Valoraciones

La evolución del cementerio ha transcurrido en correspondencia directa con los avances del territorio.

Inicialmente existía un solo cementerio en el partido de Consolación del Norte ubicado en la hacienda La Chorrera, que fue durante siglos el centro gravitacional de este territorio. Los cadáveres de toda esta zona, eran enterrados en el único cementerio existente, el cementerio de La Chorrera.

El surgimiento del pueblo de La Palma, en el período que comprende los años 1848-1852, impone la necesidad de la creación de un nuevo cementerio en este lugar producto al desarrollo demográfico que se produce, que en los años posteriores va a ser verdaderamente explosivo.

En 1855 se concede el permiso para su construcción que demoró alrededor de 2 ó 3 años. El cementerio estaba enclavado en una pequeña colina que se ubicaba al norte del poblado en la actualidad queda insertado completamente dentro del perímetro urbano, al lado del antiguo camino que conducía al embarcadero de Río Blanco y enmarcado en su otro costado por una pendiente que acababa en el río La Palma.

Este cementerio, el primero del pueblo de La Palma, se encontró hasta la década de 1990 en un estado verdaderamente deplorable. Parte del terreno correspondiente al cementerio fue usado para construir viviendas, y otra parte fue usada impunemente como basurero de la vecindad o como patio de las casas construidas sobre el camposanto.

Era un espectáculo bochornoso, los restos de algunas tumbas que aún perduraban fueron robados para otras construcciones, sin que al parecer importara que allí reposaran los restos de todas las generaciones de palmeros antecesores.

Tradición oral

Con la llegada de Maceo a Mantua, termina en la historia de Cuba, el capítulo de la "Invasión" mambisa. Comienzó otra epopeya de las fuerzas cubanas, la que se conoce en la historiografía como "Campaña de Occidente".

Dentro de esta Campaña de Occidente se inscriben algunas acciones en el territorio del Término Municipal de Consolación del Norte, entre estas tenemos El Asalto a La Palma.

Al llegar las fuerzas insurrectas la noche del 29 de Marzo de 1896 a las cercanías del pueblo, procedentes de "El Caimito", se encuentran con una Plaza fortificada. Estaban en el pueblo la tropa de línea al mando del Capitán Bernardino del Pozo y Clemente. La guarnición se componía de 75 hombres de estas fuerzas regulares, pertenecientes al Regimiento de Infantería de Valencia; 230 guerrilleros y 380 voluntarios, para sumar un total de 685 efectivos, además de 141 hombres de la guarnición de Río Blanco, que llevaba la cifra a un total de 826 hombres sobre las armas.

El pueblo, desde los días de la invasión, se dedicó a fortificarse, como parte de una estrategia general seguida en toda la provincia por el mando Español. Se construyeron líneas defensivas dentro y fuera del poblado compuestas por cercas y zanjas, al pueblo se entraba por los fortines que eran 5; de ellos 3 se situaban al Norte, uno al oeste y otro al sur. Las esquinas estaban protegidas por tambores de tiro, y la Iglesia fue fortificada con trincheras, alambrados y tambores de tiro. A esto se sumaba el Cuartel de la Guerra Civil.

El General Maceo tenía el objetivo de castigar y escarmentar a los habitantes de La Palma por el incumplimiento de lo pactado el 12 de enero.

Ubicó el Cuartel General en una altura cercana, al sur del poblado, sin que pudieran lograr el factor sorpresa, porque los españoles estaban preparados y alertados de la presencia insurrecta. En el Estado Mayor fue emplazada una pieza de artillería de madera, por el Coronel Pedro Vargas Sotomayor, y Maceo dividió la fuerza en dos columnas, una bajo las órdenes de Quintín Banderas y la otra bajo las órdenes de Vidal Ducase.

Una columna baja y entra a la población por los fortines de la parte Sur, sin resistencia. La otra baja por el río, tomando su curso de Sur a Norte, y sale directamente a la calle Real.

  • Los cubanos llegan al mismo centro del pueblo sin ninguna resistencia, y creyeron haberse apoderado del pueblo por medio de la sorpresa, pero muy pronto comprendieron su error, al descorrerse el velo del verdadero infierno que les esperaba en La Palma. Al respecto apunta el Jefe del Estado Mayor de Antonio Maceo; José Miró Argenter en sus "Crónicas de la Guerra".
"…se sabía que la guarnición, compuesta de tropa regular y voluntarios, iba a defenderse con tenacidad, y que contaba con buenos reductos en el centro de la Villa… iniciado el ataque por nuestra Infantería, ésta venció fácilmente los primeros obstáculos… sin haber recibido un solo balazo. Creíamos ganado el baluarte, pero en pocos minutos comenzó el tiroteo de los defensores y se descorrió el telón del horrible escenario…"

… La situación se hizo muy crítica para los nuestros.

… hubieron de retroceder por el mismo lugar de la entrada, abriéndose paso a tiro limpio, y arrastrando el fuego convergente de la guarnición, la que redobló ímpetu… Convencido Maceo de que serían infructuosos todos los esfuerzos que pudieran realizarse, ordenó la retirada hacia el campamento de "El Caimito". Marcha lenta y penosa, con un largo convoy de heridos, algunos de ellos muy graves y dominado el espíritu por la pesadumbre del desastre. Habíamos dejado en La Palma 39 muertos y conducido 88 heridos.

Miró Argenter llega a la siguiente conclusión:

"… El ataque a La Palma fue para nosotros una derrota completa. La jefatura del Ejército Español no se dio cuenta exacta del episodio… como ningún jefe de alta graduación acudió en auxilio de La Palma, no hubo himnos de gloria para aquellos bravos defensores que tanta mella hicieron en las filas insurrectas……
"

Los mambises que quedaron muertos dentro del pueblo, fueron enterrados en la parte Este del cementerio (antiguo), fuera del perímetro del camposanto, al no merecer ser enterrados en sagrado, según los criterios de los españoles.

En las excavaciones arqueológicas realizadas en el lugar, aparecieron un total de 31 cadáveres, a los que se realizó el estudio arqueológico respectivo, hecho consumado por el Doctor Sergio Luis Márquez Jaca.

A raíz del centenario del Asalto a La Palma por el general Antonio Maceo (suceso que se conmemoró el 29 de Marzo de 1996) se llevó a cabo un trabajo de rescate, se construyó un lugar para el reposo de los mambises y de paso se preservó parte de lo que fuera este cementerio antiguo.

En una visita realizada en ocasión de cumplirse el 115 aniversario del Asalto a La Palma, pudimos apreciar que el cementerio se encuentra en buen estado de conservación y limpieza, es visitado asiduamente por escolares de las distintas enseñanzas conducidos por sus maestros y profesores y es lugar de homenaje permanente a la gloria de los que allí reposan.

Bibliografía

- Abreu Morales, Armando: Historia de La Palma. Período colonial (Parte I). Museo municipal de La Palma. Notas y referencias de trabajos de campo.

- Blanco Arias, Ramón (archivos personales): Reglamento del cementerio de Consolación del Norte año 1881. Museo municipal de La Palma. 2010.

- Fabelo Corzo, José Ramón. Los valores y sus desafíos actuales. Ed. Pueblo y Educación. La Habana 2003.

- Martí, José. Obras Completas. T 15. Ed. Política. La Habana, 1975.

- Resolución 210 /07. Sobre el trabajo metodológico. Ministerio de Educación Superior. La Habana, 2007.

- Miró Argenter, José: Crónicas de la guerra. Tomo 4. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1963. Anexos

Foto tomada durante el desarrollo de actividades educativas en el Cementerio Mambí.

Fuentes