Cementerios en Sagua la Grande

Cementerios en Sagua la Grande
Información sobre la plantilla
Institución
Cementeriossagua11.JPG
Fundación:1830
Tipo de unidad:Comunales
Dirección:Sagua la Grande,Villa Clara

Las necrópolis en Sagua la Grande. Ubicado en el municipio de Sagua la Grande, Villa Clara. El devenir histórico de las necrópolis en la Villa del Undoso es un reflejo del crecimiento económico y social de la ciudad, de forma acelerada, durante los siglos XIX y XX. Las necesidades urbanísticas y de salubridad motivaron siempre los oportunos traslados de los cementerios en Sagua la Grande. Familias adineradas contribuyeron de manera decisiva a esta causa, no solo por amor a Sagua sino también por interés económico en el crecimiento industrial y comercial de la villa que sin dudas era afectado en cada ocasión que caducaba la instalación de las necrópolis. Hoy en día continúa siendo un lugar sagrado y de culto a los sagüeros fallecidos, por familiares y amigos, además de guardar los restos de los caídos durante las distintas etapas de la historia de la Villa del Undoso.

Actual Cementerio en Sagua la Grande
Actual Pórtico del viejo Cementerio clausurado

Surgimiento

En sus inicio los enterramientos de los pobladores de Sagua se realizaban en el cementerio de Quemado de Güines, pero el primer cementerio que sirvió para dar cristiana sepultura data de alrededor de 1830, se dice que se hallaba situado junto a la iglesia que ocupaba a plaza de recreo ó de Tomasino, en el sitio del actual parque de la Independencia más bien hacía la calle Clara Barton, y en cuyo punto si la piqueta del honrado trabajador rompiera la tierra seguramente se encontrarían restos de los primeros fundadores.

Se inaugura una nueva necrópolis con mejores condiciones en el año 1852. Este segundo cementerio estaba situado en el área comprendida entre las calles Martí, Máximo Gómez, Maceo y Calixto García. Allí descansaron los restos de los pobladores de la villa y en su momento resolvió el gran problema de los enterramientos en Sagua pero con el desarrollo de la urbe se hizo necesaria la utilización de estos terrenos para la construcción de edificaciones destinadas al desarrollo comercial de la ciudad. Los hallazgos de restos humanos durante la restauración de estos edificios corrobora la posición de este, además de aclarar la antigua idea de que todos los esclavos se enterraban en los bateyes de sus ingenios, pues se han encontrado restos de hombres negros en una zona específica de la necrópolis más antigua de Sagua por lo que se deduce que en algún momento se estableció un área dentro de este para enterrar a los negros (sin negar la práctica de enterramientos en las zonas aledañas a los antiguos ingenios de la zona, sobre todo los más lejanos a la villa).

Ya el 14 de Octubre de 1850 la junta parroquial aprobaba la futura construcción de otro cementerio debido al crecimiento explosivo conque se expandía Sagua hacia el existente, además de tener en cuenta su reducido espacio para una población tan numerosa. Y por fin bajo los esfuerzos del incansable Joaquín Fernández Casariego logró construirse en 1852 (15 años antes de su muerte) un hermoso Camposanto digno de la importancia y prestigio que ya exhibía “La Villa del Undoso”. Se encontraba ubicado entre las calles: Peralejo, Brito y la línea del ferrocarril a Santa Clara en el Barrio de Rodas (hoy Yara) y una larga calzada diagonal llamada “Calzada de Concha”, hacía de hermosa entrada custodiada por laureles y coloridos árboles florales.

Vista interior del antiguo cementerio al final de la calzada Concha

La nueva necrópolis se instaló al sur de la ciudad, a 196 varas de la calle Colón, para la que se construyó una nueva calzada adornada con una alameda a la que se le dio el nombre de “Concha” en honor al entonces Gobernador General de la Isla. En ella se emplearon gran cantidad de recursos en la búsqueda por hacer una obra digna del desarrollo de la joven ciudad en base a donativos de las personas más pudientes de la villa que aportaron 14890 pesos con 7 ½ reales. Sobre el Pórtico se colocó una lápida de mármol con la inscripción en Latín “Osa árida, auditem verbum domine”, texto bíblico del libro de Ezequiel que significa “huesos secos, escuchen la palabra del Señor”.

Una vista en planta del antiguo campo santo nos muestra una figura con forma de cruz producto de la distribución de los panteones en su interior Los donativos en materiales fueron 28000 metros de ladrillos, 40 barriles de cal, 1126 pies de maderas. La lápida de mármol del pórtico, valuada en 250.00 pesos, fue regalada por Mr. Samuel S. Howland, vecino del comercio de Nueva York. La cruz de mármol, comprada por 102.00 pesos, la donaron Don Tomás Ribalta y Don Juan Fernández de Arenas. Nueve quintales de hierro para la puerta, valorados en 54.00 pesos, donados por los Sres. Ferrán y Moré de La Habana.

Don Francisco Martín Rodríguez cedió 15550 varas de terreno para el cementerio y parte de la calzada y Don José Cabreras 24157 varas para el resto de la calzada. En 1871 se le hicieron algunas modificaciones y se le pusieron panteones para enterrar a las personas adineradas, aún cuando el continuo desarrollo de la ciudad ya alcanzaba el área del cementerio y en las épocas lluviosas se inundaba parte de esta área por ser bastante baja por lo que se concentraban más los fuertes olores propios del cementerio, lo que provocó en 1889 quejas de los vecinos que vivían barlovento, además de la aparición de una poesía en la prensa por el periodista Pancho Rosales en su sección de Gacetillas que decía: ¡El peor mal de los males, es tener fosas nasales! Por ellas, lo digo en serio; Se cuela irreverentes, esas miasmas pestilentes que salen del cementerio.

En la actualidad lo conocemos como “el cementerio viejo” pues fue clausurado el 2 de noviembre de 1904 por carecer de los fondos suficientes para su traslado motivado por el bajo precio del azúcar. La reconcentración ordenada por el entonces Capitán General de la Isla Don Valeriano Weyler y Nicolau fue la causa por la cual en 1897 se ordenara la ampliación del cementerio por el entonces Alcalde de Sagua la Grande, Don Emilio Noriega, debido a la cantidad de muertes diarias de reconcentrados y pobladores la villa.

Concluida la guerra se erige una tarja - monumento dentro del cementerio en el lugar donde se fusilaban a los patriotas capturados por el ejército colonial, tarja que hoy se encuentra en el museo de la ciudad. Poco después de instaurada la República se proyecta la nueva necrópolis, para la cual se consiguieron fondos a través la intervención de los señores Manuel Alverdi, Alcalde de la ciudad, Carlos Alfert, José M. Gómez, Gobernador Provincial General, Dr. Pedro Albarrán, Manolo Gutiérrez, Don Francisco de Paula Machado y otros ante el entonces Presidente de la República Don Tomás Estrada Palma, que destinó la suma de 10000 pesos. En la tarde del día 2 de noviembre de 1904, día de los fieles difuntos, se inaugura, a 3 Km de la población en la carretera a Quemado de Güines, la necrópolis que aún utilizamos los Sagüeros con un acto en el que participaron más de 4000 personas, para lo cual los ferrocarriles pusieron sus trenes a disposición de los participantes, además de la congregación de miles de sagüeros a lo largo de la calzada al cementerio.

A principios del mes de Noviembre del año 1941 se inaugura el Pórtico identificador del campo santo que jerarquiza el acceso al mismo en la conocida Calzada de La Jumagua. De estilo románico con la apariencia de un arco de triunfo romano. Hoy se celebran dos actos importantes en la necrópolis Sagüera: El 9 de abril en honor a los caídos durante la huelga general de 1958 y el 7 de diciembre, día de los héroes de la patria. El cementerio actual garantiza la solución de los problemas por los cuales se hizo necesaria su construcción. La obra tiene las características técnicas adecuadas para su correcto funcionamiento; se encuentra a una distancia prudencial de la ciudad y a sotavento de la misma, así que se prevé una larga vida útil para la misma.

Mausoleo de los Mártires de la Independencia

Mausoleo de los Mártires de la guerra de independencia

En el propio año 1899 se construye el mausoleo que guarda los restos de los mambises sagüeros caídos en la contienda bélica y se situó en la Plaza frente a la cárcel municipal. Este emplazamiento se convirtió en un sagrado lugar de recordación donde se perpetúa la memoria de esos héroes cubanos a los cuales se rinde tributo.

En el año 1915 se agregó la estatua de un ángel en la parte superior del monumento, además de realizarle un mantenimiento parcial y en la década del 40 se le realizó otra modificación en su estructura que es la misma que mantiene actualmente.

Fuente

  • Oficinas de Patrimonio de Sagua la Grande Oficina de Monumentos de Sagua la Grande Alcover y Beltrán, Antonio Miguel (1905). Historia de la Villa de Sagua la Grande y su Jurisdicción. Imprentas Unidas “La Historia” y “El Correo Español”, España.
  • Las necrópolis en la villa del undoso (marzo de 2010), Disponible en [1]
  • La Villa del Undoso y su Jurisdicción Tintín Collection (1998). Disponible en [[2]]