Circe

Circe
Información sobre la plantilla
Personaje de Ficción
Circe.jpg
Circe la hechicera
CreadorHomero
Obra a la que perteneceLa Odisea
ResidenciaIsla de Eea
OcupaciónHechicera
Otras obras en las que aparece:
La leyenda de los argonautas
Circe. En griego Κίρκη (Circe). Hechicera o maga de la mitología griega, hija de Helios y Perseis. Su morada era la isla de Eea, cerca de la costa occidental de Italia, y se le conocía por sus pócimas mágicas, las cuales transformaban en animales a sus enemigos o a quienes la habían ofendido. Al llegar Odiseo a Eea, Circe hechizó a sus compañeros, convirtiéndolos en cerdos, y sólo gracias a la ayuda de los dioses, pudo aquel revertir el encantamiento. La maga se enamoró del héroe, del cual tuvo un hijo, pero al cabo de un año Odiseo regresó a su patria Ítaca. Este hecho se narra en la Odisea de Homero.

Orígenes

Su padre fue Helios, el dios del Sol, y su madre Perseis, una ninfa del océano, mientras que sus hermanos fueron Eetes, rey de la Cólquida y padre de Medea; y Pasífae, la esposa del rey Minos.

Infancia

Desde pequeña mostró afición por las plantas venenosas, las raíces y los restos de animales necesarios para preparar ungüentos y pócimas, siempre por la noche y en el más absoluto secreto. Gracias a esto descubrió desde bebidas que anulaban la voluntad de los hombres, hasta formas de encantamiento que transformaban en animales a sus enemigos y a los que la ofendían . También poseía conocimientos de medicina.

Huida a la isla de Eea

Circe era poseedora de una gran belleza, por lo que consiguió casarse con el rey de los sármatas, quien había quedado prendado de su hermosura. Ella decidió asesinarlo para poder reinar sola, pero el pueblo no lo consintió y fue expulsada de la ciudad, teniendo que huir a la isla de Eea en Italia, donde vivió el resto de su vida.

En la Odisea, el poeta Homero describe el hogar de Circe como un palacio de piedra que se encontraba en mitad de un claro en un bosque. A su alrededor vagaban leones y lobos, que no eran más que las víctimas de su magia: no eran peligrosos y recibían a todos los extraños con alegría. Circe dedicaba su tiempo a trabajar en un gran telar.

Encuentro con Odiseo

En el Canto X de la Odisea, Homero relata que Odiseo y sus compañeros, tras salir con vida del país de los lestrigones, unos gigantes antropófagos, avistan la isla de Eea, la tierra de Circe. En un principio no están muy convencidos de desembarcar, dado el antecedente de sus encuentros recientes, así que deciden enviar sólo un número reducido de hombres al mando de Euríloco para hacer un reconocimiento, ya que han visto humo, señal de que la isla está habitada.

Todos se adentran en la isla, y llegan a un valle, donde reina la paz y la armonía. Sin embargo, se extrañan al ver el gran número de animales salvajes, entre ellos lobos y leones, que se acercan a ellos mansamente. Descubren por fin un bello palacio rodeado de flores. Los griegos llaman a la puerta y los recibe Circe, que estaba hilando mientras cantaba con una bella voz. Sin dudarlo los invita al interior del palacio, convidándolos a comer y a beber vino al que había añadido drogas mágicas. Los griegos acceden con excepción de Euríloco, quien ve con horror como Circe, una vez que sus amigos han probado los manjares, los toca con una varita convirtiéndolos en cerdos, que conservaban sin embargo su pensamiento y espíritu humanos. Una vez hecho esto, Circe los encierra en sus establos.

Odiseo persiguiendo a Circe

Euríloco escapa y le cuenta a Odisea todo lo que ha visto. Este decide ir a rescatar a sus hombres, y mientras pensaba en un plan para liberar a sus hombres, se le aparece Hermes (mensajero de los dioses) quien le revela el secreto para vencer las artes mágicas de Circe: debe agregar en el vino que ella le brinde una planta mágica llamada moly, que lo hará inmune a cualquier hechizo. También le aconseja que cuando ella le toque con su vara y le ordene correr a la pocilga, él debe amenazarla con su espada, exigirle el juramento de que no tramará contra él ningún otro daño y aceptar compartir el lecho que ella le va a ofrecer.

Siguiendo los consejos de Hermes, Odiseo se presenta ante Circe, que lo recibe como había hecho con sus compañeros, y le ofrece de comer y de beber. El héroe acepta, pero antes agrega la planta al brebaje, por lo que cuando la hechicera intenta convertirlo en animal con su varita, él permanece insensible al encantamiento. Desenvainando su espada se abalanza sobre ella haciendo ademán de querer matarla, y la obliga a jurarle que no le hará daño y que devolverá a sus compañeros su apariencia humana. Estos retoman su forma original más jóvenes, hermosos y robustos que antes.

Romance de Circe y Odiseo

Circe, sorprendida de que alguien pudiera resistirse a sus hechizos, se enamora de Odiseo, quien permanece en la isla un año, durante el cual tienen un hijo llamado Telégono, que significa el “nacido o engendrado lejos”. Al terminar el año sus hombres le apresuran a reemprender el camino de vuelta a casa. Circe no trata de retenerlo ni de evitar su partida por otros medios; antes bien, le revela cómo encontrar en el mundo subterráneo al espíritu del adivino tebano Tiresias, el que le puede mostrar el camino de regreso a casa.

Pasando el tiempo, será Telégono quien sin querer provocará la muerte de su padre. En una pelea entre ambos, Telégono lo hiere mortalmente con una lanza envenenada. Al saberse asesino de su padre, lleva junto con Penélope el cadáver a la isla de Circe, y después ambos marchan juntos a las Islas de los Bienaventurados.

Otras leyendas

Los Argonautas

Encuentro de Jasón y Medea con Circe

Cuando Jasón se apodera del Vellocino de oro, Eetes envía a su si hijo Apsirto a perseguirlo, pero el jefe de los argonautas le da muerte a traición, ayudado por Medea. Enojado por el asesinato, Zeus envía una tempestad, que aleja a los argonautas de su ruta de regreso a Grecia. En un sueño se revela la cólera de Zeus, la cual no se aplacaría hasta que los argonautas hubiesen sido purificados por Circe, que, al igual que Eetes, era hija del Sol, y por tanto tía de Medea. La nave entonces remonta el río Po y el Ródano, y de allí vuelve al Mediterráneo, arribando finalmente a la isla de Eea. La maga recibe a los argonautas y purifica al héroe. Después conversa largamente con Medea, pero se niega a acoger en su palacio a Jasón. Por fin la nave continúa su camino, atravesando el mar de las sirenas.

Su amor por Glauco

El dios Glauco acude a Circe para que le ayude a conquistar el amor de la ninfa Escila, que lo rechazaba a causa de su fealdad. La hechicera promete ayudarlo, pero se enamora de este, pues no le importa el aspecto sino los sentimientos de Glauco. Sin embargo, al darse cuenta de que no podrá conquistarlo, recurre a sus poderes de hechicera y decide hacer de Escila una criatura tan horrenda y repulsiva que todo el amor de Glauco se transforme en rechazo.

Es así que la maga derrama veneno en las aguas de una fuente donde la ninfa acostumbraba a bañarse, y después regresa a Eea a esperar los resultados. Escila se zambulle en las aguas hechizadas y de pronto su hermoso y esbelto cuerpo comienza a transformarse, surgiendo a su alrededor horrorosos monstruos, que profieren ensordecedores alaridos. La ninfa, asustada, trata de huir de ellos sin resultado alguno. Entonces Escila descubre la verdad: los monstruos son parte de ella misma. Desesperada corre al encuentro de Glauco y abrazándolo llora amargamente. Él también se lamenta de la belleza perdida de su amada, pero rechaza permanecer junto a ella, pues ambos serían infelices por siempre. Inútilmente espera Circe el retorno de Glauco, quien, indignado por su traición y su crueldad, jamás volvería a visitarla.

Circe y Pico

Circe también se enamoró de Pico, famoso adivino en la antigua Italia. Según se cuenta, Pomona, la diosa romana de las frutas y los jardines, fue la preferida por él, y al saberlo la hechicera, lo transformó en un pájaro carpintero, reteniendo sin embargo los poderes proféticos que como hombre había poseído.

En la literatura

La aparición más conocida de la maga es en La Odisea de Homero. Se la menciona además en La leyenda de los Argonautas, y también en los relatos de Glauco y Escila, y el del rey Pico.

Fuentes

  • Circe. Consultado el 8 de enero de 2014
  • Sechi Mestica, G. Diccionario Akal de mitología universal. Editorial Akal, 1998.