Ciudad arqueológica de Samarra
| Ciudad arqueológica de Samarra | |
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  Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad. | |
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| Coordenadas | N34 20 27.562 E43 49 24.755 |
| País |  Iraq |
| Tipo | Cultural |
| Criterios | (ii)(iii)(iv) |
| N.° identificación | 276 |
| Año de inscripción | 2007 (XXXI sesión) |
La Ciudad Arqueológica de Samarra, es el sitio de una poderosa ciudad capital islámica que gobernó sobre las provincias del imperio abasí que se extendieron desde Túnez a Asia Central durante un siglo. Situado a ambos lados del río Tigris, 130 km al norte de Bagdad, la longitud del sitio de norte a sur es de 41,5 km; su ancho varía de 8 hasta 4 km. Se da testimonio de las innovaciones arquitectónicas y artísticas que se desarrollaron allí y se extendieron a otras regiones del mundo islámico y más allá. En el siglo IX, la Gran Mezquita y su minarete en espiral, son algunos de los numerosos notables monumentos arquitectónicos del sitio, el 80% de los cuales aún no se han excavado. El lugar fue incluido por la UNESCO en su lista de sitios Patrimonio de la Humanidad en el año 2007.
Valor Universal Excepcional
La antigua capital de Samarra que data de los años 836 a 892, proporciona evidencia sobresaliente del Califato abasí que fue el mayor imperio islámico de la época, extendiéndose desde Túnez a Asia Central. Es la única capital islámica superviviente que conserva su plano original, la arquitectura y las artes, como mosaicos y esculturas. Samarra tiene el plan mejor conservado de una antigua gran ciudad, siendo abandonada relativamente pronto y evitándose de esta forma la reconstrucción constante de las ciudades de mayor duración.
Samarra fue la segunda capital del Califato abasí de Bagdad. Después de la pérdida de los monumentos de Bagdad, Samarra representa el único rastro físico del Califato en su apogeo.
La ciudad conserva dos de las más grandes mezquitas (Al-Malwiya y Abu Dulaf) y los minaretes más inusuales, así como los palacios más grandes del mundo islámico (el Palacio Califal Qasr al-Khalifa, al-Ja'fari, al Ma 'shuq, y otros). El estuco tallado conocido como de estilo Samarra, fue desarrollado allí y se extendió a otras partes del mundo islámico en ese momento. Un nuevo tipo de cerámica conocida como Lustre Ware también se desarrolló en Samarra, imitando terminaciones de metales preciosos como el oro y la plata.
Criterios de inclusión
- Criterio (ii): Samarra representa un escenario arquitectónico distinguido en el período abasí en virtud de sus mezquitas, su desarrollo, la planificación de sus calles y de las cuencas, su decoración arquitectónica y sus industrias de cerámica.
- Criterio (iii): Samarra es el mejor ejemplo conservado de la arquitectura y el urbanismo del califato abasí, que se extiende desde Túnez a Asia Central, y una de las grandes potencias mundiales de la época. Los restos físicos de este imperio son generalmente mal conservados, ya que se construyen a menudo de ladrillo sin cocer, y con ladrillos reutilizados.
- Criterio (iv): Los edificios de Samarra representan un nuevo concepto artístico de la arquitectura islámica en las mezquitas Malwiya y Abu Dulaf, en forma de un ejemplo único en la planificación, la capacidad y la construcción de mezquitas islámicas en comparación con aquellas que le precedieron y sucedieron. En sus grandes dimensiones de minaretes únicoss, estas mezquitas demuestran el orgullo y la fuerza política y religiosa que se corresponde con la fuerza y el orgullo del imperio en ese momento.
Desde que la guerra de Irak comenzó en 2003, esta propiedad ha sido ocupada por las fuerzas multinacionales que lo utilizan como un teatro de operaciones militares.
Las condiciones de integridad y autenticidad parecen haberse cumplido, a la evaluación medida es posible sin una misión técnica de evaluación. Después de abandono por parte del Califato, la ocupación continuó en algunas áreas cerca del núcleo de la ciudad moderna, pero la mayor parte del área restante se deja intacta hasta principios del siglo XX. El sitio arqueológico se conserva parcialmente, con las pérdidas causadas principalmente por el arado y cultivo, menor en comparación con otros sitios importantes. El trabajo de restauración ha sido de conformidad con las normas internacionales. Los límites de las zonas núcleo y de amortiguamiento parecen ser a la vez realistas y adecuados. Antes de las hostilidades actuales, el Estado Parte ha protegido el sitio de las intrusiones, ya sea agrícola o urbana, en virtud de la Ley Arqueológica. Procedimientos de protección han estado en suspenso desde 2003 y el principal riesgo a la propiedad surge de la incapacidad de las autoridades encargadas de ejercer el control sobre la gestión y conservación del sitio.
