Ciudad prehispánica de Chichén-Itzá

Ciudad prehispánica de Chichén-Itzá
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Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad.
Chichen-Itza14.jpg
PaísBandera de los Estados Unidos Mexicanos
TipoCultural
Criteriosi, ii, iii
N.° identificación483
RegiónAmérica Latina y el Caribe
Año de inscripción1988 (XII sesión)

Ciudad prehispánica de Chichén-Itzá, fue inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988. El 7 de julio de 2007, fue reconocida como una de las "Nuevas Maravillas del Mundo", por una iniciativa privada sin el apoyo de la Unesco, pero con el reconocimiento de millones de votantes alrededor del mundo.

Historia

Se ha discutido esta noción de la fundación de Chichén-Itzá por los chanes, ya que hay autores que en un pasado se la atribuyeron a los xiues. Sin embargo, prevaleció la corriente que considera a estos últimos como extranjeros en Yucatán, es decir invasores, los que llegaron del poniente a diferencia de los chanes que habían llegado de oriente, de donde se explica su condición de tenaces adversarios de los itzáes descendientes de los chanes, y tiempo después, de los cocomes.

Habiendo establecido los chanes la capital de su gobierno en Chichén Itzá en la época señalada, provenientes de Bacalar, continuaron su trayecto de oriente a poniente en la península de Yucatán, al cabo del cual fundarían también otras ciudades importantes como Ek Balam, Izamal, Motul, y T-hó, la actual Mérida de Yucatán y Champotón (Chan Petén: La tierra de los chanes), según el historiador Juan Francisco Molina Solís.

Chichén Itzá fue fundada hacia el año 525 d.C., durante "la primera bajada o bajada pequeña del oriente que refieren las crónicas", por los chânes de Bacalar (que después se llamaron itzáes) y más tarde aún cocomes.

Ya hacia el final del período clásico tardío (600-900 DC) en el siglo IX) , Chichén se convirtió en uno de los más importantes centros políticos de las tierras bajas del Mayab. Para el principio del posclásico (desde el año 900 hasta el 1500), la ciudad se había consolidado como principal centro de poder en la península yucateca.

Toponimia

Su nombre deriva de las palabras mayas: "Chi" (Boca), "Che'en" (Pozo), "Itz" (Mago, Brujo) y "a" (agua), al unir las palabras se obtiene la boca del pozo de los magos del agua. "En la orilla del Pozo de los brujos de agua" o bien Chichén Itzá Huasteco Ch'iich'en (en estado/apariencia de pájaro), Huasteco Itzam' (Serpiente) Serpiente Emplumada. Tal es el nombre del que fue uno de los principales asentamientos de los mayas durante el período posclásico en la península de Yucatán, que se localiza 110 km al este de Mérida, capital del estado mexicano de Yucatán.

Arquitectura

Las edificaciones de Chichén Itzá muestran un gran número de elementos arquitectónicos e iconográficos que algunos historiadores han querido llamar mexicanizados. Lo cierto es que es visible la influencia de las culturas provenientes del altiplano mexicano, y la mezcla con el estilo Puuc, proveniente de la zona alta de la península, de la arquitectura clásica maya. La presencia de estos elementos procedentes de las culturas del altiplano fueron concebidas hasta hace algunos años como producto de una migración masiva o conquista de la ciudad maya por parte de grupos toltecas. Sin embargo, estudios más recientes sugieren que pudieron haber sido la expresión cultural de un sistema político muy extendido y prestigioso durante el posclásico temprano en toda mesoamérica.

Evolución del sitio

De acuerdo con la evidencia disponible, es posible que muchas de las construcciones principales de la ciudad hayan sido destruidas hacia el final del siglo XI y reconstruidas más tarde. Se puede decir que el declive de Chichén Itzá se dio en un contexto de violencia, que condujo a la pérdida de la hegemoonía Chichén Itzá en el Mayab.

En el año 987 DC se formó la Liga de Mayapán, que fue una unión de casas sacerdotales de la península, entre las que las más importantes eran Uxmal, Mayapán y Chichén Itzá. Sin embargo esta liga fue destruida por un desacuerdo entre los caciques (Halach Uiniks) de los participantes que llevó a una declaración de guerra de uno de ellos, Hunac Ceel, quién se proclamó Halach Uinik de Mayapán. Esto originó la ruptura con los itzáes quienes perdieron el conflicto y debieron eventualmente huir en el año 1194 DC y refugiarse en el Petén, de donde habían venido originalmente hacia casi diez siglos.

A diferencia del inicio, cuando Chichén fue fundada, en que los mayas venidos de oriente buscaban la paz y el desarrollo de su pueblo estableciéndose en el Mayab (en lengua maya: Má= no Yab= mucho, muchos) "el lugar para unos cuantos", "para no muchos" nombre que tenía la región toda, antes de la llegada de los españoles, al final, 1000 años después, la propia región se había convertido en lugar de pugnas y de luchas. En la caída, la élite estaba formada por guerreros, sacerdotes y comerciantes que gobernaban Chichén Itzá. Ellos habían introducido el culto al dios Kukulcán. Ellos habían levantado impresionantes construcciones con taludes y muros verticales y representaciones del dios pájaro-serpiente que vino de afuera. En el proceso de declinación el militarismo fue el fundamento indudable de esta cultura. Esto se hace evidente en el monumento llamado Plataforma de las Calaveras donde exhibían, clavados en estacas, los cráneos de cientos de enemigos.

El Castillo y el descenso de Kukulcán

Los múltiples y monumentales edificios de la gran explanada de Chichén Itzá están presididos por la Pirámide de Kukulcán, llamado por muchos "el Castillo", uno de los edificios más notables de la arquitectura maya. Es una pirámide de cuatro lados que culmina en un templo rectangular. Se asienta sobre una plataforma rectangular de 55,5 metros de ancho y tiene una altura de 24 metros. Cada lado de la pirámide tiene una gran escalinata que conduce al templo superior. Balaustradas de piedra flanquean cada escalera, y en la base de la escalinata norte se asientan dos colosales cabezas de serpientes emplumadas, efigies del dios Kukulcán. Es en estas escalinatas y muy particularmente en sus pretiles o balaustradas, donde se proyectan durante el transcurso del día equinoccial, las sombras de las aristas de las plataformas o basamentos superpuestos, que integran el gran edificio, configurándose así la imagen del cuerpo de la serpiente-dios, que al paso de las horas parece moverse descendiendo y rematando en la mencionada cabeza pétrea situada en la base inferior de la escalinata.

Es en este juego admirable de luz y sombra, que representa la "bajada" de Kukulcán a la tierra, como quisieron los mayas simbolizar el mandato superior de acudir a la labor agrícola, ante la inminencia de la llegada de las lluvias, al concluir el mes de marzo en que se inicia la temporada de siembra de la milpa en la región.

Queda evidente la íntima relación que hicieron, los inventores de semejante montaje, de su conocimiento astronómico, aplicado a la arquitectura, en un entorno religioso y para un fin estrictamente político de liderazgo de masas, que debían concurrir puntualmente a la cita de una ardua tarea de supervivencia: la del pesado trabajo agrícola de su cultivo esencial, el maíz, base de su alimentación. Se infiere, por ende, que ese espectáculo que hoy vemos como mágico, tenía que ver con la estabilidad social de los mayas.

La llegada de los europeos

En el siglo XVI el conquistador español Francisco de Montejo y el franciscano Diego de Landa, realizaron las primeras visitas de los europeos a la zona y dieron cuenta detallada de la existencia de la ciudad.

En 1840 John Lloyd Stephens y Frederick Catherwood visitaron la zona arqueológica de Chichén Itzá, en ese tiempo el área se encontraba dentro de la hacienda del mismo nombre que pertenecía a Juan Sosa. En 1894, el mayista Edward Herbert Thompson adquirió la Hacienda de Chichén-Itzá, realizó estudios y exploraciones en la zona, en especial dentro del cenote sagrado. Durante esos trabajos muchos objetos encontrados fueron enviados indebidamente al Museo de Arqueología y Etnología afiliado a la Universidad de Harvard (Peabody Museum of Archaeology and Ethnology) aunque, posteriormente, y debido a la intervención del gobierno mexicano, los objetos fueron devueltos. Al morir Thompson en 1935 la propiedad pasó a sus herederos aunque el control y la jurisdicción, así como la exploración sistematizada y el mantenimiento del extenso sitio arqueológico está a cargo, por disposición de ley, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, organismo descentralizado del gobierno federal mexicano.

Cenote sagrado

Es un cenote a cielo abierto de 60 m de diámetro, con paredes verticales de aproximadamente 15 m del nivel del acceso a la superficie del agua y de 13 m de profundidad, que es aproximadamente el primer piso freático en esa zona de la península de Yucatán.

En este cenote llamado sagrado, se realizaban ofrendas al dios Chaac, señor de las lluvias, que consistían en objetos valiosos y la tradición dice que también sacrificios humanos, generalmente de doncellas nobles, ataviadas con ropas ceremoniales y enjoyadas. En el cenote también se sacrificaban prisioneros de alto rango, también como ofrenda religiosa.

A principios del siglo XX un consul estadounidense, Edward Herbert Thompson (1857-1935]], cuya codicia fue despertada por estas referencias tradicionales, dragó el cenote y extrajo numerosos objetos que envió a su país vendiéndolos, principalmente al Museo Peabody de Massachusets; este museo, después de diversas gestiones del gobierno mexicano, retornó a México, en 1970 y en 2008, una buena cantidad de las invaluables piezas arqueológicas.

Más recientemente arqueólogos mexicanos han encontrado también piezas de jade, cuchillos de obsidiana, gemas, piedras preciosas, tesoros y esqueletos; sin embargo, se estima que aún el cenote no ha sido explorado exhaustivamente.

En su complejo monumental hay mucho que ver, pero sobre todo hay que destacar

  • La Gran Pirámide de Kukulkán, de la que os hablé nada más

comenzar, que es una pirámide escalonada de fuerte pendiente, 55 metros de ancho de base y 24 metros de altura. En la cima está el templo con el altar donde se celebraban las ceremonias y sacrificios, mientras en la base, en la cara norte, hay dos cabeza de serpientes emplumadas. También la conocemos como “el Castillo”.

  • El Templo de los Guerreros, situado al oriente de la gran Plaza,

dedicada al dios Chac Mool y rodeada por mil columnas.

  • El Observatorio, el conocido como “el Caracol”, una torre que se

erigió sobre dos plataformas rectangulares y que fuera utilizada en materias astronómicas. Este monumento es uno de los más importantes por la sencilla razón de que la exactitud de sus calendarios aún hoy día sigue sorprendiendo a propios extraños por el conocimiento que una civilización antigua tenía de las estrellas.

  • El Cenote Sagrado donde se arrojaban las ofrendas y sacrificios.

Con 65 metros de diámetro y 5 de profundidad, en su día, cuando fue dragado, en su interior se encontraron restos humanos procedentes de esos sacrificios.

  • El Juego de Pelota, es una amplia superficie de 170 metros

cuadrados en cuyas paredes hay unos aros de piedra por la que se supone había que pasar una pelota sin usar las manos. Se encontraron grabados antiguos en los que se observa cómo juegan a este juego pero con cabezas humanas…

Galería

Fuentes