Clepsidra

Reloj clepsidra
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Dispositivo de cronometraje de uso común durante miles de años.

La clepsidra es un reloj de agua, el medidor del tiempo más antiguo.

Fue inventado por los babilonios hacia el 1400 a. n. e. y pocos siglos más tarde también se encuentran relojes de agua en China y en Egipto. Un milenio más tarde, los griegos lo llamaron «clepsidra».

Historia

Los relojes clepsidras han existido en Babilonia y en Egipto alrededor del siglo XIV a. n. e. Otras regiones del mundo, incluyendo India y China, también tienen las primeras pruebas de los relojes de agua, pero las fechas más tempranas son menos ciertas.

La aparición del cristianismo detuvo todos los desarrollos científicos y la Iglesia destruyó toda clase de dispositivos tecnológicos (entre ellos las miles de clepsidras) y los libros de la primitiva ciencia que se conservaban del pasado. Las ciencias y la filosofía regresaron a Europa unos siglos después, de la mano de los árabes, que se expandieron militarmente en España en el siglo VIII.

Independientemente, los chinos desarrollaron sus propios relojes de agua avanzados en el año 725 n. e., pasando por sus ideas a Corea y Japón.

La palabra clepsidra

La palabra española "clepsidra" deriva de idioma griego "klepto" (ladrón) y "siderial" (tiempo de salida) quedando un significado conjunto de "días robados"

Clepsidra es una de las palabras más hermosas del idioma. Hay palabras bellas no tanto por su estructura estética como por su contenido semántico, que de algún modo se relacionan afectivamente con la persona que las usa. Madre, por ejemplo, o abuelo, y mejor aún abuelito, son de este tipo, y tienen el poder de convocar sentimientos muy hondos. Pero hay otras que producen un efecto estético agradable, incluso sin conocer su significado. Es el caso de colibrí, ruiseñor, crisálida, gladiolo, efímero, alabastro, cazuela y clepsidra, entre otras.

La idea es que el recipiente inferior roba el agua (o la arena) del superior. La antiquísima invención de la clepsidra -de origen mesopotámico- se basa en el principio de que una cantidad dada de agua siempre requiere del mismo tiempo para pasar gota a gota de un recipiente a otro. Este mecanismo es entonces un cronómetro y no un reloj, pues marca una determinada cantidad de tiempo pero no da la hora.

Características

La clepsidra posee un valor simbólico, porque es el instrumento que más visiblemente representa, con la caída del agua o de la arena, el fluir constante del tiempo. Eran vasijas de cerámica y estaban llenas de agua hasta un determinado nivel, tenían un agujero en la base por donde salía el agua a una determinada velocidad, y esto marcaba un tiempo.

Por dentro de la vasija habían varias marcas, cada una de ellas era una hora diferente, a medida que se iba vaciando el agua, iba marcando la hora. Estos relojes fueron usados en Atenas también, en los tribunales, marcaban el tiempo del que disponían para hablar. Solían ser usados por políticos y abogados. En Egipto se usaban especialmente durante la noche, cuando los relojes de sombra no servían.

Reloj de agua

Clepsidra es el reloj de agua, que mide el tiempo sobre la base de lo que tarda una cantidad de agua en pasar de un recipiente a otro, de iguales dimensiones, que está debajo. Por extensión, se ha llamado también clepsidra al reloj de arena, con el que se mide el tiempo por medio de dos ampolletas o recipientes de forma cónica, de vidrio o cristal, unidos por el vértice, de modo que la fina arena contenida en el de arriba vaya pasando lenta, pero continuamente al de abajo. Lo que tarda en pasar es la unidad de medida del tiempo.

El reloj de agua fue el dispositivo de cronometraje más preciso y de uso común durante miles de años, hasta que fue sustituido por el reloj de péndulo más precisos en la Europa del siglo XVII.

Clepsidra posee un valor simbólico, porque es el instrumento que más visiblemente representa, con la caída del agua o de la arena, el fluir constante del tiempo.

Avances de los relojes clepsidra

Los primeros relojes de agua o clepsidras eran vasijas de cerámica, éstas estaban llenas de agua hasta un determinado nivel, tenían un agujero en la base por donde salía el agua a una determinada velocidad, y esto marcaba un tiempo.

La vasija por dentro tenía marcas, donde cada una de ellas era una hora diferente, a medida que se iba vaciando el agua, iba marcando la hora.

Otro tipo de clepsidra, que pudo haber sido el precursor del reloj moderno, tenía una rueda conectada al flotador y al cambiar el nivel del agua la rueda giraba para indicar la hora en un sistema de marcado

En 1434, después de dos años de investigación, Sejong y su técnico Chang Yong-shil inventaron una clespidra automáticamente llamativa ya que el agua sostenida en unos vasos superiores goteaba sincrónicamente bajando los niveles, agitando una pelota férrica y produciendo que esta cayera a través de una apertura para activar un dispositivo que golpeba un tambor de metal cada hora y un gong cada minuto. Con los miles de clepsidras que hubo, ya fuese de agua, con metales u otros materiales, no ha llegado ninguna clepsidra a nuestros tiempos.

Fuentes