Clodomira Acosta

Clodomira Acosta
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NombreClodomira Acosta Ferrales
Nacimiento1 de febrero de 1936
Manzanillo, Granma, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento17 de septiembre de 1958
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteAsesinato
Nacionalidadcubana
Ciudadaníacubana

Clodomira Acosta Ferrales. Luchadora revolucionaria durante la guerra contra la dictadura de Fulgencio Batista. Miembro del Movimiento 26 de Julio. Se incorpora al Ejército Rebelde en calidad de mensajera en la Columna No.1 del I Frente. Capturada el 12 de septiembre de 1958 durante una misión en La Habana, fue torturada y asesinada.[1]

Síntesis biográfica

Nació en Cayal, Manzanillo, el 1 de febrero de 1936. Fue una valerosa luchadora por la causa de la libertad de Cuba durante la guerra contra la dictadura de Fulgencio Batista. Aunque campesina analfabeta, poseía inteligencia y perspicacia naturales, armas que empleó para burlar las trampas de la tiranía desde su incorporación con 20 años de edad al Ejército Rebelde.

Trayectoria revolucionaria

Clodomira –izquierda– junto a otros guerrilleros.

Mensajera incondicional, aguerrida protagonista de innumerables hazañas, fue un valioso enlace entre la Columna Uno José Martí, dirigida por el Comandante en Jefe Fidel Castro, y los demás refuerzos del Ejército Rebelde que operaban en la Sierra Maestra y el llano durante la lucha insurreccional.

Al igual que Lidia Doce, su gran amiga y compañera de lucha, gozaba de toda la confianza de Fidel Castro y de Ernesto Che Guevara. Era muy hábil para burlar al enemigo. En una ocasión fue atrapada por el asesino Sánchez Mosquera, quien ordenó que la pelaran al rape y la encerraran. Con unos fósforos, la joven prendió fuego a unas mochilas que allí se encontraban y aprovechó la confusión reinante, para huir. Tras atravesar varios poblados, se reincorporó a las fuerzas guerrilleras. Sobre ella, Fidel dijo que poseía:

"una inteligencia natural grande" y "una valentía a toda prueba".

Aunque no poseía instrucción, era capaz de realizar misiones delicadas, como la que le encomendó Fidel en febrero de 1958. Sobre este hecho relató Celia Sánchez:

"Fidel tenía interés en conocer lo que sucedía en el Escambray, qué gente se había alzado allí y cómo se desarrollaban los acontecimientos en aquella zona; en fin, que era necesario averiguarlo y no encontrábamos la forma de conectarnos o de averiguar qué pasaba allí. Allí fue Clodomira, pues era una campesina muy determinada. Ignoro cómo hizo contacto con aquella gente, pero averiguó todo. No registró todo el Escambray porque no tenía permiso de Fidel".
Celia Sánchez

Faure Chomón, que llegó en esos días en una expedición con un grupo de combatientes del Directorio Revolucionario, al conocer que había en la zona una mensajera de la Sierra Maestra, decidió que esta subiera con ellos los montes del Escambray. Según ha relatado Chomón:

”Clodomira hacía muchas preguntas (…) era muy despierta, sensible y muy inteligente. Yo después le expliqué la situación, empezamos a compenetrarnos y finalmente nos reunimos en el campamento.”

Delgada y pálida narran los escritos que era Clodomira, a quien no le faltaba temple para imponerse. En dos ocasiones resultó prisionera de los soldados del régimen, sin embargo, esto no le impidió aventurarse dentro de las instalaciones batistianas si con ello conseguía cierta ventaja para los rebeldes.

En febrero de 1958 le encomiendan contactar con la jefatura de los guerrilleros alzados en el Escambray. Meses después, Fidel le encargó a Clodomira entregarle a Faustino Pérez, en La Habana, unos documentos relacionados con la huelga del 9 de abril en la capital. La muchacha cumplió la peligrosa misión, burlando la vigilancia del enemigo.

Muerte

El 12 de septiembre de 1958 fue apresada por la dictadura batistiana, junto con Lidia Doce, los otros combatientes revolucionarios se enfrentaron a los esbirros y fueron ultimados. Durante días soportaron el martirio y los vejámenes del connotado criminal al servicio de la tiranía batistiana Julio Laurenti, quien al fracasar en su intento de hacerlas hablar, las asesinó el 17 de septiembre y luego arrojó sus cuerpos al mar.

Si bien los últimos momentos de su vida transcurrieron de manera abrupta, Clodomira fue incapaz de traicionar la causa en la que creía. En recordación a su accionar revolucionario muchas de las delegaciones y bloques de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) llevan el nombre de esta indomable mujer.

Referencias

  1. Guevara, Ernesto Che, Pasajes de la guerra revolucionaria. Primera Edición, Editora Política, La Habana, 1997, ISBN 959-01-0188-7

Fuentes