Cloisonné

Cloisonné
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Koro cloisonne.jpg
Concepto:En imagen, koro o incensario con tapa en plata y cloisonné, que data de finales del siglo XIX

Cloisonné. La palabra francesa cloisonné significa encerrado en una celda, y alude a los recintos que resultan de soldar o pegar hilos de cobre curvado a un recipiente de metal para separar las distintas áreas de esmalte de color.

El esmalte es una pasta de vidrio coloreada con diversos óxidos metálicos, por ejemplo de cobalto para el azul. El proceso de rellenar los cloisons (celdas) y cocer a baja temperatura se repite varias veces, ya que los esmaltes tienden a disminuir de tamaño, finalmente se pule la superficie para alisarla y se doran los hilos con mercurio.[1]

Historia

Cloisonné chino

Vasijas de esmalte de Cantón,
conjunto de piezas del período Qianlong,
hechas para el mercado de la exportación,
a excepción probablemente del jarrón azul
y cobre dorado de estilo chino

Los primeros esmaltes cloisonné de China que se pueden fechar con toda certeza llevan la marca incisa del emperador Xuande (1425-1435) de la dinastía Ming. Eran objetos de gran calidad seguramente de uso imperial, con una rica paleta de colores, algunos de ellos de considerable tamaño.

Los diseños en forma de grandes celdillas o tabiques (cloison) del período Xuande continuaron en época Ming tardía, pero más densamente, con más cloisons llenando el área. Esto debe reflejar tanto un problema técnico como una preferencia estilística. Muchas piezas cloisonné tienen formas rituales, lo que implica una función ceremonial en templos y palacios.

Desde finales del siglo XV aparecen interesantes expermientos con el color, destacando el rosa Ming, en el que pastas de vidrio roja y blanca se fundían sin mezclarse dentro de una celdilla, produciendo un efecto moteado.

Tras el establecimiento de la factoría imperial Qing en la Ciudad Prohibida de Pekín a finales del siglo XVII surgió una gran variedad de nuevas formas y estilos. Entre ellos se cuentan formas budistas tibetanas, animales y pájaros, una amplia gama de formas arcaicas para vasijas e incensarios y copias del cloisonné Xuande. También se reprodujeron formas occidentales y a veces temas decorativos, aunque en este caso se trataba de curiosidades hechas para la Corte, puesto que no se hizo cloisonné para la exportación hasta mediados del siglo XIX.[1]

Cloisonné japonés

Jarrón de Namikawa Sosuke,
máximo exponente del cloisonné sin hilos

Con anterioridad a ca. 1840, cuando se reinventó el cloisonné japonés bajo la influencia estilística del cloisonné Ming de China, Japón había producido muy pocos objetos de este tipo. El catalizador fue el artista Kaji Tsunekichi de la ciudad de Nagoya, que a finales del siglo XIX se convirtió en el centro de una próspera industria de exportación.

El cloisonné más antiguo se caracteriza por sus colores turbios y superficies de mala calidad lleno de hoyos. Desde mediados de la década de 1850, al repertorio en estilo Ming se añadieron formas y estilos decorativos japoneses, como los motivos romboidales tomados de los tejidos. Se hizo posible la fabricación de piezas de gran tamaño, especialmente sobre una base de porcelana, lo que estuvo de moda durante cerca de 15 años a partir de 1865, aproximadamente. Se perfeccionó el acabado de la superficie, pero los colores siguieron siendo apagados.

A finales de la década de 1870, el gobierno Meiji hizo venir a Gottfried von Wagner con el encargo de que introdujera nuevas técnicas que mejoraran el color y brillantez de la porcelana. Hacia 1880 se había conseguido un esmalte negro semitransparente, el primero de varios colores transparentes que transformarían la paleta del cloisonné. Además, Wagner perfeccionó una técnica que prescindía de los cloisons visibles en amplias áreas de color uniforme, para lo que previamente había sido necesario pegar el esmalte a la base. El nuevo método emulaba la pintura sobre porcelana y dio lugar al límpido estilo de finales del siglo XIX y principios del XX.[1]

Namikawa Sosuke

El último avance importante en el cloisonné japonés se debe a Namikawa Sosuke, de Tokio, quien en 1881 desarrolló una nueva técnica pictórica conocida como shosenshippo o cloisonné borrado, mediante la cual se disolvían los hilos de metal con ácido después de la cocción.

Durante los siguientes diez años Namikawa Sosuke persiguió el ideal de espacio pictórico hasta lograr el estilo de cloisonné sin hilos o musenshippo, más suave y realista que se empleó para hacer réplicas de pinturas al pincel.[1]

Referencias

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 Atterbury, Paul y Lars Thap. Enciclopedia de las antigüedades. Editorial LIBSA, 2001. Madrid, España. ISBN: 84-7630-740-3.

Fuentes

  • Atterbury, Paul y Lars Thap. Enciclopedia de las antigüedades. Editorial LIBSA, 2001. Madrid, España. ISBN: 84-7630-740-3.‏‎‏‎