V-2 (misil)

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Cohete V-2
Información sobre la plantilla
Fuse V2.jpg
Misil V2 en el museo de Peenemünde en Usedom, Alemania
TipoMisil Balístico
Significado del nombreVenganza 2
Historia de servicio
OperadoresBandera de Alemania Nazi Alemania Nazi
Historia de producción
DiseñadorWerner von Braun
Producida8 de septiembre de 194419 de septiembre de 1952
Especificaciones
Peso12.500 kg
Longitud14 m
Diámetro1,65 m

Alcance efectivo320 Km
ExplosivoAmatol
Peso del explosivo910 kg

Envergadura3,56 m
Propulsor3.810 kg de 75 % de etanol y 25 % de agua + 4.910 kg de oxígeno líquido
Velocidad máxima5.760 km/h
Sistema de guíainercial, Giróscopos para control de actitud
Plataforma de lanzamientoMóvil

Cohete V-2: Vergeltungswaffe 2 (traducido del alemán significa arma de venganza número 2): fue el primer misil balístico del mundo usado por la Alemania Nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Diseñada por Werner von Braun, muchos de estos misiles fueron disparados desde las costas francesas hacia Londres con el fin de provocar la mayor devastación posible así como minar la moral del enemigo. Sucesor de la V-1 (que era un misil de crucero), este diseño no vio la luz hasta muy avanzada la guerra, por lo que tuvo poco impacto real en ésta. El V-2 fue uno de los avances más relevantes en tecnología armamentística logrados hasta ese momento. Sin embargo, no pudo cambiar el curso de la guerra que ya había tomado, en 1944, un giro decisivo hacia la victoria aliada.

Historia

En 1936, los planos del proyecto A-3 pasaron a ser los del A-4, el primer misil balístico de ataque. A diferencia del V-1, era un diseño que revelaba lo que se venía en cuanto a tecnología bélica. No era nada que se hubiera visto antes.

Werner von Braun, padre de la astronáutica, fue reclutado tras la guerra por EEUU

El código del A-4 era una abreviatura de Aggregat 4. Su desarrollo costó no menos de 10 años, pero resultó ser un arma más que efectiva. Werner von Braun participó muy activamente de este proceso, que se aceleró mucho cuando él y su equipo se mudaron a Peenemünde en 1937.


Pero la guerra y la necesidad de dinero para el rearme con aparatos convencionales de ataque hizo que el proyecto tuviera que esperar al 20 de agosto de 1941. Ese día Hitler autorizó la continuación de los ensayos, para poder atacar Londres impunemente. La Batalla de Inglaterra estaba perdida y ahora la iniciativa aérea la tenían los ingleses.


Rápidamente, para finales de 1941, se construyó el primer A-4 y el 13 de junio de 1942 se dispararon los primeros ejemplares. Pero ya era un poco tarde. El tiempo perdido era irrecuperable, ya que un arma tan avanzada necesitaba muchos ensayos y pruebas antes de entrar en servicio. Se puede argumentar firmemente que, de haberse continuado los ensayos durante la segunda mitad de la década de 1930, el A-4 podría haber marcado una gran diferencia al comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Los problemas fueron muchos y tenían que ver con los materiales, el combustible y otros aspectos muy innovadores. Hubo 265 lanzamientos de prueba en total, hasta que el arma entró en servicio activo. En junio de 1942 se intentó el primer lanzamiento, que falló cuando el prototipo estalló sin despegar, dando como resultado un espectáculo aterrador que presagiaba su poder. El primer lanzamiento exitoso parece haber sido el 16 agosto de ese año, convirtiéndose el A-4 en el primer misil en romper la barrera del sonido. Se sabe que el 3 de octubre se lanzó sin problemas otro prototipo. El 22 de diciembre Hitler autorizó su producción en gran escala.

El A-4 era sin duda algo impresionante. Sus 14 metros de longitud pesaban casi 13 toneladas, una de las cuales era de explosivos. Tenía un diámetro de 1,68 metros y podía recorrer sus 340 km de alcance a velocidades que lo hacían ininterceptable por cualquier aparato de la época (y de varias décadas más tarde).

No fue Londres el primer blanco de las V-2. Al menos dos de estos misiles se dispararon contra París, el 6 de septiembre de 1944. Afortunadamente para los aliados, ninguno de los dos no alcanzaron su objetivo. Esto se debió tal vez a defectos de fabricación o diseño, ya que no se trataba al parecer de unidades operativas, como sí sucedió dos días más tarde.

El primer V-2 operativo fue lanzado el 8 de septiembre de 1944. Su objetivo era Londres. Hasta el 27 de marzo del año siguiente, se lanzaron un total de 3.165 aparatos contra Inglaterra y otros blancos en Europa, como por ejemplo, Amberes.

Al principio, el gobierno de Churchill, conociendo la causa de la destrucción, trató de disfrazarla. La gente ya se estaba acostumbrando a los bombardeos de las V-1, conocía su sonido característico y sus capacidades. Pero rápidamente comenzaron a caer misiles, sin previo aviso, que pasaban por todas las defensas. Las V-1 eran fácilmente identificables e interceptables, pero en este caso nadie lograba ver nada antes de la detonación.

Se dijo entonces que se trataban de explosiones de gas. Sin embargo, luego de dar varias veces esta excusa, ya no surtía el mismo efecto y el 10 de noviembre de 1944, Churchill tuvo que admitir ante el Parlamento que estas poderosas explosiones eran de otro tipo de arma, muy diferente a la V-1. Sin embargo, el peligro no minó la moral de los ingleses, como lo esperaba Hitler.

Los análisis de inteligencia demostraron que era imposible evitar el ataque de una V-2. Los comandos ingleses llegaron a robarse incluso un V-2 casi completo, ayudados por la Resistencia Polaca, de un campo de pruebas en Polonia. Pero vieron que era imposible interferir en el sistema de guía, por lo que apenas se hicieron intentos por lograrlo su destrucción temprana. Ininterceptable por su velocidad, imposible de interferir e muy difícil de destruir en tierra, la V-2 puede calificarse de alguna manera como el arma perfecta de esa época. Sin embargo, igual que muchos otros inventos de ese tipo, llegó muy tarde y además fue desaprovechada por Hitler.

Configuración general

El A-4 fue el primer misil con forma de misil, tal como estamos acostumbrados a verlos ahora. Su fuselaje era delgado, cilíndrico, afilado en la punta. En la parte trasera tenía cuatro aletas en flecha, que servían para darle estabilidad, y también para soportarlo cuando estaba en su posición vertical de lanzamiento.

Rampa utilizada para el lanzamiento del Cohete V-2

En la punta estaba la cabeza explosiva, de 910 kilogramos de peso. El explosivo era el de peor calidad, llamado armatol; los efectos de mejores explosivos hubieran sido devastadores en cualquier ciudad. Sin embargo no se trató de un error de diseño, sino todo lo contrario. La fricción experimentada por la cabeza del misil elevaba su temperatura a los 600º, haciendo estallar las ojivas con los explosivos más potentes que se probaron, de manera que se usó el armatol para que esto no sucediera.

Detrás estaban los dos giroscopios y el sistema de guía. Este último usaba actuadores electrohidráulicos para mover las superficies de control en las aletas de grafito. Así cambiaba el ángulo de ataque del misil cuando lo estimaba necesario. El misil llegaba a una altura máxima de 96 km antes de comenzar a caer siguiendo el conocido ángulo balístico. En la parte media estaban los tanques de combustible, las bombas de combustible y al final el motor-cohete. La forma de propulsión era realmente impresionante para la época. El motor-cohete estaba alimentado por oxígeno líquido (en un tanque de 4.900 kg) y alcohol (en un tanque de 3.770 kg). Se trata, como se ve, de un sistema binario que presagiaba su uso en sistemas espaciales, ya que daba una potencia tremenda (26.000 kg a nivel del mar). Este motor le daba al V-2 su mayor ventaja: la imposibilidad absoluta de ser interceptado por cualquier arma conocida. La velocidad alcanzada por el V-2 era algo nunca soñado: nada más ni nada menos que 5.790 km/h. Se convirtió así en la primer arma hipersónica operativa del mundo.

Para alimentar las bombas de combustible, había además otro motor (de 730 hp), movido por la energía química proporcionada por la combustión de peróxido de hidrógeno y permanganato de calcio. Esta era una mezcla extremadamente potente, utilizada también por el caza-cohete Me-163 Komet. El peróxido de hidrógeno es el nombre científico de la conocida agua oxigenada. Esta es un compuesto cuyas moléculas no están formadas por la clásica fórmula de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno; el oxígeno está disuelto en mayor proporción, dando como resultado un compuesto inestable, que encierra gran cantidad de energía química.

Cámara de combustión y toberas del cohete V-2

El agua oxigenada se utiliza, entre otras cosas, para las tinturas de cabello, pero este compuesto tiene una solución del 30%. En cambio, el peróxido de hidrógeno usado en los tanques de la V-2 tenía una proporción mucho mayor. Un científico polaco de la Resistencia, que pudo ver una muestra, se salpicó los dedos y quedó impresionado al ver que aparecían en su piel unos puntos blancos. Al examinar el compuesto, descubrió con gran asombro que era agua oxigenada con una solución al 80%. Esto era casi un milagro científico para la época, y es una gran muestra de la experiencia alemana en motores de cohetes y combustibles.

En la base del motor estaba una de las innovaciones del diseño. Se trataba de cuatro toberas hechas de grafito, la única sustancia entonces conocida que podía soportar la tremenda temperatura de los gases incandescentes del motor. A diferencia de los demás diseños de misiles, que eran controlados como un avión, moviendo sus alas o aletas, el A-4 controlaba su vuelo cambiando de dirección el chorro de gases. Todo un prodigio en la época, y todavía ahora, cuando sólo recientemente esto se está incorporando a los aviones caza a reacción. Así se controlaba el empuje mientras el A-4 alcanzaba la velocidad necesaria como para que sus aletas pudieran asumir el control.

Modo de lanzamiento

Otra gran diferencia con respecto a la V-1 era que la V-2 no estaba asignada a la Luftwaffe, sino al ejército alemán. Esto, aunque parezca un pequeño detalle, marcaba que el modo de lanzamiento de esta poderosa arma era mucho más temible. El ejército consideraba al V-2 como parte de su artillería, lo cual indicaba que debía ser un medio móvil. Como tal, en lugar de ser lanzado desde emplazamiento fijos, como la V-1, era montado en vehículos de lanzamiento.

Lanzamiento de una V2 en las instalaciones de Peenemünde

El tamaño mismo del misil era el justo como para dar gran alcance, pero permitir un buen nivel de movilidad. Podía ser montado en un carro de ferrocarril, pasaba por los túneles ferroviarios y ser llevado por camiones grandes.

No todo era tan fácil sin embargo, ya que había que llevar el misil, el peligroso combustible (oxígeno líquido a 183º bajo cero), los equipos de guía y mantenimiento, y montones de cosas parecidas. Pero esta gran ventaja hacía que un grupo de expertos pudiera llegar a cualquier parte, preparar el misil por seis horas, y lanzarlo sin ser molestados por las fuerzas aéreas enemigas. Los encargados de las V-1 no podían decir lo mismo, ya que sus lanzaderas tan localizables eran blancos prioritarios de la RAF.

El misil estuvo disponible hacia noviembre de 1943 y para esa fecha los primeros instructores técnicos de la primera unidad de artillería del ejército, el 836 Artillerie Abteilung, habían terminado su formación en Peenemünde. Estos mismos expertor formaron a los siguientes técnicos, organizando una escuela de especialistas en cohetes en Pomerania, en Köslin, no lejos de Peenemünde. Para enero del año siguiente ya estaban formados los primeros soldados especialistas, en una instalación del Ejército polaco, cerca de Blizna. En este polígono se lanzaron unos 600 V-2 hasta final de la guerra, con fines de entrenamiento. Desde allí fue robada la unidad que terminó en Inglaterra, ya que la resistencia polaca informó a Londres y desde allí salió un grupo de comandos que robó un ejemplar que no estalló al tocar tierra.

El proceso de transporte era tedioso y lento, debido a todas las medidas de seguridad involucradas. En los lanzamientos de prueba se usaban grúas y emplazamientos de hormigón, pero en combate los especialistas tenían que llevar todo con ellos. Los V-2 y las grandes partes del equipo se llevaban en ferrocarriles, en plataformas cerradas o abiertas. Incluso a fines de 1944 las V-2 se lanzaban directamente desde estas plataformas ferroviarias.

Cohetes V-2 almacenados

Sin embargo, al comienzo las unidades de misiles tenían que llevar una estructura de lanzamiento portátil. Consistía en una plancha de acero soldado, de dos metros de alto y unos tres de diámetro, que resistía el peso del misil, incluso en las peores condiciones. En el centro de esta plancha había un deflector cónico que permitía desviar las llamaradas del escape, también hecho de acero. A pesar de la fortaleza del material, el castigo era considerable ya que la temperatura del escape era tremenda. Sin embargo estas estructuras tenían que ser reutilizadas, y algunas aguantaron hasta una docena de lanzamientos. Pero si no se transportaba desde trenes, el desfile de vehículos estaba asegurado: entre 20 y 30 aparatos todo terreno, desplazándose especialmente de noche para evitar ser detectados. Primero iban por carreteras, pero cuando se acercaban a un punto de lanzamiento aceptable tenían que dejarlas y avanzar campo a través.

El V-2 era tan grande que desde el principio ni siquiera se pensó en camuflarlo satisfactoriamente. Como se sabe, los alemanes fueron entusiastas partidarios de camuflar todo tipo de vehículos y personal, a veces utilizando elaborados patrones de colores. El V-2 fue la excepción, pero de todas maneras algo se hizo. Las primeras unidades se pintaron de verde oscuro, y desde agosto de 1944 se usó una combinación de gris verdoso pálido y verde. Hay incluso fotos de ejemplares con elaborados diseños en zigzag, pero tal vez se trataba de cambios locales de algunas unidades.

Había sin embargo una fácil manera de esconder al V-2: encerrarlo en un contenedor, llamado Meillerwagen, formado por enrejado de acero montado sobre una plataforma con tres ruedas. Este aparato era arrastrado por un tractor de artillería. El Meillerwagen estaba pensado para mantener bien quieto al misil, ajustado a la estructura y sobre una base blanda.

Los vehículos utilizados en el convoy variaban en número, pero no en tipo. Se dividían en dos tipos: «duros» y «blandos». Los «blandos» eran los que preparaban el sitio de lanzamiento, pero que luego se alejaban; los «duros» eran los que debían quedarse cerca mientras el misil despegaba y por eso estaban más preparados y blindados.

Hacían falta varios tractores, para llevar los misiles y las ojivas, las estaciones de guía, los depósitos de combustible y los nueve tipos de talleres. Al comienzo, las unidades experimentales ni siquiera llevaban cargado el oxígeno líquido, sino que llevaban una fábrica portátil de este elemento. Eso nos da una idea de los terribles problemas de logística involucrados.

El V-2 solamente era vulnerable en tierra, al igual que sus vehículos de transporte y lanzamiento. En el aire era inalcanzable, totalmente invulnerable. Se sabe que varios cazas enemigos trataron de interceptarlos, pero siempre quedaron detrás. Una vez, un Spitfire Mk XIV sobrevolaba justo en el momento en el que un V-2 despegaba; el piloto trató de acercarse, pero no tuvo tiempo y el misil desapareció en una nube.

Una vez en el aire el misil se inclinaba lentamente para alcanzar un ángulo balístico de entre 40 y 45 grados, dependiendo de la distancia del objetivo. Era tan rápido el misil, que solamente bastaban entre 60 y 70 segundos de empuje para alcanzar la cima de la trayectoria. En ese momento el sistema de guía cortaba el motor y el misil comenzaba su descenso hacia su objetivo.

Características técnicas

Diagrama del funcionamiento de una V-2

Características generales

  • Longitud:14,05 m
  • Velocidad:5790 km/h en el apogeo
  • Diámetro:1,68 m
  • Guía:inercial
  • Peso de lanzamiento:12,87 tn
  • Motor:motor cohete de 26 tn de empuje a nivel del mar
  • Alcance:320 km
  • Ojiva:convencional de 910 kg de Amatol

Fuentes