Colegio Wilmington de Puerto Padre

Colegio Wilmington
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Concepto:Institución privada, surgida a inicios del pasado siglo

Colegio Wilmington. Colegio que marcó el punto inicial de la enseñanza privada en Puerto Padre en el año 1904.

Historia

La gran mayoría de los colegios privados dirigidos por religiosos eran católicos y fueron los de mayor influencia en la sociedad, desde el período de la primera intervención estadounidense en 1899.

La introducción en Cuba de colegios evangélicos – protestantes- y de otras denominaciones y tendencias, fue muy cercana a esta fecha. En esa etapa se propició la presencia de misiones sostenidas por distintas iglesias como la Bautista, Metodista, Episcopal, Presbiteriana y la de Los Cuáqueros que constituyen las obras del protestantismo histórico en Cuba.

Impulsores

Con el arribo de la misionera Emma Phillips de Martínez y su esposo mexicano Juan Francisco Martínez, quienes entraron a Cuba el 14 de noviembre de 1900, por el puerto de Gibara, en el vapor Olinda, como parte del grupo conformado por cinco misioneros que fundaron La Iglesia de Los Amigos Cuáqueros, en la Isla.

La enseñanza era parte de la visión de la Iglesia de acuerdo a la situación tan difícil que existía en el campo de la instrucción pública, que registraba en aquel entonces a Don Pedro Cheda, quien ejercía el magisterio desde 1898.

Sobre Emma

Su máxima figura y eje motriz, fue sin dudas esta misionera norteamericana.

Los documentos demuestran que el pastor y director del colegio Wilmington Juan Sierra, luego de la muerte de Emma en 1946, solicitaba a la iglesia con frecuencia ofrendas para comprar parte del mobiliario y hasta solicitó préstamos para estos fines a los bancos de la época.

La vida de Emma nunca se desligó a la obra educativa y a pesar de las penurias por las dificultades económicas, su decisión de permanecer en Cuba con el discreto sostén de la iglesia y el colegio era muy firme.

Enma le escribió al Board de misiones el 7 de diciembre de 1921 (ocho años antes había quedado viuda y sin ningún lazo sanguíneo en Cuba):

La infatigable maestra Emma Phillips de Martínez murió en mayo de 1946 y Puerto Padre declaró ese día de duelo por la separación definitiva de una de las más consagradas misioneras norteamericanas con que contó nuestro país.

Cuentan que aquejada de un malestar tuvo que abandonar el aula para descansar en su casa a pocos metros del colegio, allí falleció por causa de un ataque cardíaco.

El Dr. Francisco Rodríguez dictaminó como causa directa de su muerte “arteriosclerosis” e indirecta, “caquexia”.

Constitución del Colegio

Por eso la idea de iniciar la obra de un colegio el 3 de enero de 1904 prendió muy rápido entre los vecinos de la localidad y con un servicio religioso el 11 de enero, abrieron las puertas a la enseñanza con una matrícula de18 alumnos, en 6 meses tenían 56 alumnos registrados. Aun cuando el incipiente colegio no tenía inmueble y comenzaba funcionar en la casa de Don Lorenzo Queral, sita una casa en la calle Dos Ríos, hoy calles Jesús Menéndez, esquina a Martí.

La primera alumna matriculada según consta en las actas fue la niña Matilde Queral. No fue hasta el año 1908, que estuvo terminado el edificio del colegio Wilmington entre las hoy céntricas avenidas Máximo Gómez y Libertad.

Su vocación de maestra hizo a Emma Phillips fundar el colegio de Gibara, luego Puerto Padre, Velazco y Holguín, instituciones que permanecieron ofreciendo servicios a los cubanos por parte de la iglesia, hasta que ocurrió la nacionalización de estas instituciones educativas religiosas en 1963.

La familia de Mercedes Puig de Casado realizó los donativos principales para la construcción en [[1947 del ala constituida por tres aulas que hoy ocupan oficinas de la Dirección Municipal de Educación.

Eva Terrel de la Junta Anual de Wilmington se une a la obra, el5 de enero de 1904 como maestra experimentada y amante del trabajo misionero, quien después de estudiar español con J. Francisco, se encargó junto al él de la escuela diaria dejando a Mrs. Martínez, la oportunidad de dedicar mucho de su tiempo a la labor evangelizadora.

Tener edificios propios y no depender de rentas fue en aquel inicio una gran preocupación y no fue hasta 1905 que Zenas L. Martin, en nombre de la Junta Anual de Wilmington, compra los terrenos para la construcción de una escuela, casa pastoral y un templo. Los dos primeros se inaugurarían a principios de 1908, denominándose el colegio “Wilmington” en honor a la Junta que ayudó y financió su construcción.

Aunque la enseñanza privada llegó a constituir un negocio lucrativo, porque estaba vinculado a la industria de la enseñanza, la venta de libros de texto, efectos de escritorio, medios didácticos, uniformes, zapatos Y hasta implementos deportivos, en el Colegio Wilmington en Puerto Padre fue asumido como parte de la obra evangelizadora y nunca constituyó efectivo sostén de su pequeño claustro que se mantuvo fiel a su vocación religiosa más que a su realización profesional.

Los salarios de los maestros dependían de las matrículas y del aporte de juntas misioneras que no siempre pudieron mantener con estabilidad sus ayudas.

Véase también

Fuentes