Coliseo de Roma

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Coliseo de Roma
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Obra Arquitectónica  |  (Anfiteatro)
Coliseo.jpg
Descripción
Tipo:Anfiteatro
Estilo:Arquitectura romana
Localización:Bandera de Italia Italia, Roma.
Uso inicial:Durante el Imperio Romano y bajo el lema de "Pan et Circus", el Coliseo Romano (entonces llamado Anfiteatro Flavio) permitía a más de 50.000 personas disfrutar con sus espectáculos preferidos. Las muestras de animales exóticos, las ejecuciones de prisioneros, las recreaciones de batallas y las peleas de gladiadores acompañaron durante años al pueblo romano.
Uso actual:Actualmente el Coliseo es, junto al Vaticano, el mayor atractivo turístico de Roma. Cada año lo visitan 6 millones de turistas. El 7 de julio de 2007 el Coliseo se convirtió en una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno.
Datos de su construcción
Inicio:Las obras empezaron entre el 70 n.e. y el 72 n.e. Terminación 80 n.e. por el emperador Tito.
Inauguración:El emperador Tito inauguró el Coliseo con 100 días de juegos, lo que costó la vida a más de 2.000 gladiadores.
Otros datos
Arquitecto(s):Se desconoce la identidad del arquitecto del edificio, como ocurría en general con la mayoría de las obras romanas: las edificaciones públicas se erigían para mayor gloria de los emperadores. A lo largo de los años se han barajado los nombres de Rabirio, Severo, Gaudencio o incluso Apolodoro de Damasco, aunque se sabe que este útimo llegó a Roma en el año 105. Lo cierto es que su identidad sigue siendo un misterio.
Premios:Una de las 7 maravillas del mundo 2007, Patrimonio de la Humanidad en 1980 por la Unesco.

Coliseo de Roma. Del italiano Coloneo, el famoso anfiteatro de Roma edificación creada para albergar los gladiadores, la construcción de sus obras fue de gran importancia para el imperio. El anfiteatro flavio o coliseo, fue el mayor de todos ellos y una de las más grandes construcciones en la antigüedad. El origen de este desde épocas del Julio César, las luchas de gladiadores y similares se celebraban en los circos o en estructuras desmontables construidas al efecto. Fue construido en un breve plazo de tiempo que puso a prueba la capacidad de organización de los maestros de obras que impusieron un sistema de varios turnos, la prefabricación de ciertos elementos y la construcción modular, con la ayuda de una compleja maquinaria y una mano de obra especializada. Los materiales utilizados fueron diferentes según las cargas que tenían que soportar; en los pilares muros exteriores se empleo piedra y ladrillo y utilizaron el hormigón en la construcción, se emplearon 100,000 m3 de travetino y 300 toneladas de metal para las grapas que mantenían unidos los bloques.

A diferencia de los primeros anfiteatros cuya ubicación se preocupaba que estuviera en colinas para ofrecer apoyo a los muros, el coliseo es una estructura independiente de piedra y cemento de 48 metros de altura y 188 de largo por 156 de ancho con capacidad para 50,000 espectadores que podrían acceder o salir en menos de 3 minutos gracias a una compleja red de pasadizos y salidas. Desde el exterior presentaba 4 pisos en arcadas en las que de pueden apreciar la súper posición de órdenes en columnas de 3 cuartos con función decorativa. La fachada del Coliseo es uno de los ejemplos más completos del lenguaje clásico arquitectónico. Su combinación del sistema arquitrabado (columnas y dinteles) con las arquerías sobre pilastras y el empleo de los órdenes superpuestos han servido de modelo de composición clásica a lo largo de los siglos. Pero también es relevante la presencia del ático, el remate casi ciego que albergaba los mástiles del velarium, un inmenso toldo para dar sombra a los espectadores. Esta colosa edificación es considerada hoy en día una de las 7 maravillas del mundo 2007.

Reseña histórica

Los teatros romanos aparecieron por primera vez al final del periodo republicano su diseño se basaba fundamentalmente en el tipo griego. Constaban de un alto escenario junto a un foso semicircular (orchestra) y un área circundante de asientos dispuestos en gradas (cavea). A diferencia de los teatros griegos, situados en pendientes naturales, los teatros romanos se construyeron sobre una estructura de pilares y bóvedas que fueron posibles gracias a una nueva manera de construir y, de esta manera, pudieron ubicarse en el corazón de las ciudades. Los teatros fueron populares en todos los lugares del Imperio.

Los espectáculos romanos variaron bastante en comparación con los que se hacían en la Grecia más antigua, ahora no necesitaban de una direccionalidad intrínseca. Las luchas sangrientas de gladiadores o de hombres contra animales salvajes o de animales salvajes entre si, como cualquier corrida de toros o los partidos de fútbol actuales, no tenían por qué verse desde una dirección. por lo que mediante un razonamiento y mostrando el genio y civilización la ingeniería romana, se dispusieron dos teatros uno de espaldas al otro, para así formar un anfiteatro (literalmente, teatros dobles).

El área de la exhibición fue abrazada por los asientos y la base tomo la forma de una planta elíptica con una pista (arena) central, donde se celebraban combates entre gladiadores, luchas de bestias salvajes y otros espectáculos cuyo origen quizás es de la antigua Campania y fueron introducidos a Roma tal vez por los etruscos, quienes conocían estos juegos. Además tenían un graderío alrededor similar al de los teatros. En un principio, los anfiteatros se construyeron originalmente de madera, y después de piedra. El primer anfiteatro se construyó es el de Pompeya el 75 a.n.e. por el máximo pontífice romano Gaius Scribonius Curio. El primer anfiteatro de la piedra parcial se construyó en 30 a.n.e. por Augusto, antes de que él se volviera emperador de Roma primero.

En Roma, la capital del Imperio, dada la fama de los espectáculos y la satisfacción que el pueblo lograba al presenciarlos, se hizo necesario hacer un anfiteatro cuando él que existía había sido destruido por un incendio. El nuevo edificio debía tener la capacidad y la magnificencia para entretener al pueblo y al César, por lo que se mando a construir el Anfiteatro Flavio, más conocido como Coliseo.

Anfiteatro Flavio (Coliseo de Roma)

El gran anfiteatro Flaviano, denominado hoy Coliseo (probablemente por el recuerdo de la colosal estatua de Nerón que hubo en las cercanías del anfiteatro), fue construido por Vespasiano después de la guerra con Judea el año 72 n.e. Se emplazó en medio de la ciudad de Roma, en un sitio completamente llano, precisamente en el sitio que se conocía como Stagnum Nerons, que era una especie de laguna artificial construida por una orden de Nerón bajo su mandato. Vespasiano, a pesar de su empeño, no pudo ver terminada esta colosal obra, y Tito la inauguró el año 80 de nuestra era, aunque se presume que aún no se terminaba tal como se había proyectado en un comienzo, por lo que se piensa que su construcción finalizó durante el reinado de Domiciano. La fiesta de inauguración del edificio duro 102 días, en los que se mostraron una gran cantidad de espectáculos de distinta índole.

El edificio tenia 527 metros de circunferencia y llegó a tener una altura de 57 metros. La base tiene una forma elíptica, donde su eje mayor mide 189 metros y su eje menor 156 metros. Estaba tan bien diseñado que todos los asistentes (50.000 comúnmente) podían evacuarlo en pocos minutos. El secreto de esta cualidad residía en la sabia disposición de las bóvedas de cañón y de los pasillos y escaleras que conducían a los asientos. Las bóvedas de la planta baja tenían 80 puertas marcadas cada una con un número para facilitar que los espectadores encontrasen su localidad. Es una obra de atrevida ingeniería y de grandes proporciones, donde los romanos utilizaron con frecuencia el agregado de ladrillo embutido en una mezcla de la masilla de la cal con polvo de ladrillo o ceniza volcánica incluyendo a esto el uso de la piedra (travertino) y el concreto que fueron la base del Coliseo. Además, para aligerar el peso de las enormes estructuras, encajonaron a menudo tarros de barro vacíos en las paredes. También utilizaron barras de metal como refuerzos en el concreto. Esto, junto a la combinación de muros y vanos se hizo una constante en la arquitectura romana, la que mas tarde sería a la base de estilos como el gótico y el barroco. En el interior de las bóvedas, estaba decorada con fabulosos diseños en estuco, los que se han perdido casi por completo a causa del tiempo.

Uso del edificio

El Coliseo albergó espectáculos como las venerationes (peleas de animales) o los noxii (ejecuciones de prisioneros por animales), así como las munera: peleas de gladiadores. Se calcula que en estos juegos murieron entre 500.000 y 1.000.000 de personas. Siempre se ha especulado con que albergara la naumachiae, espectaculares batallas navales que requerían inundar la arena de agua, aunque de ser cierto, es probable que fuera en los primeros años, antes de construirse los sótanos bajo la arena.

Los juegos continuaron celebrándose hasta el año 404, en el que está documentada la última pelea de gladiadores. El ascenso del cristianismo como religión oficial puso fin gradualmente a los actos más sangrientos, manteniéndose los sacrificios de animales hasta el 523.

Terreno

El terreno de juego propiamente dicho era un óvalo de 87 por 55 metros, y en realidad era una plataforma construida en madera y cubierta de arena. Todo el subsuelo era un complejo de túneles y mazmorras (el hipogeo') en el que se alojaba a los gladiadores, a los condenados y a los animales. El suelo disponía de varias trampillas y montacargas que comunicaban con el sótano y que podían ser usadas durante el espectáculo.

El plano de la arena tenía un completo sistema de drenaje, conectado a cuatro imponentes cloacas. Se ha sugerido que obedecen a la necesidad de evacuar el agua tras los espectáculos navales. Sin embargo parece ser que ya Domiciano, abandonando la idea de la naumaquia, pavimentó las cloacas y colocó en la arena los montacargas para los combates de gladiadores. La cubierta de madera ya no se conserva, con lo que todo el laberinto subterráneo permanece hoy al aire libre.

Cávea

El amplio graderío interior estaba diferenciado en "gradus", pisos reservados para las diferentes clases sociales:

En el podio, el primero de ellos, se sentaban los romanos más ilustres: los senadores, magistrados, sacerdotes y quizá las vestales. En ambos extremos del eje menor había sendos palcos: la tribuna imperial (pulvinar), y otra reservada para el magistrado que en ocasiones presidía los juegos. Dado que este piso era el más próximo a las fieras, había una red metálica de protección y arqueros apostados regularmente.

  • El maenianum primum, para los aristócratas que no pertenecían al senado,
  • El maenianum secundum, dividido en el imum para los ciudadanos ricos y el summum para los pobres.
  • En lo más alto estaba el maenianum summum in ligneis, hecho de madera, probablemente sin asientos y reservado para mujeres pobres.

Además, algunos órdenes sociales, como los tribunos, sacerdotes o la milicia, tenían sectores reservados. El acceso desde los pasillos internos hasta las gradas se producía a través de los vomitorios, llamados así porque permitían salir una enorme cantidad de gente en poco tiempo.

Fachada

La fachada se articula en cuatro órdenes, cuyas alturas no se corresponden con los pisos interiores. Los tres órdenes inferiores los forman 80 arcos sobre pilastras, y con semicolumnas adosadas que soportan un entablamento puramente decorativo. El cuarto lo forma una pared ciega, con pilastras adosadas, y ventanas en uno de cada dos vanos. Los órdenes de cada piso son sucesivamente toscano, jónico y corintio. El último piso tiene un estilo indefinido que fue catalogado en el siglo XVI como compuesto. Era corriente superponer estilos diferentes en pisos sucesivos, pero no era habitual hacer edificios con cuatro órdenes superpuestos.

Velario

El Coliseo contaba con una cubierta de tela desplegable accionada mediante poleas. Estas cubrición, hecha primero con tela de vela y luego sustituida por lino (más ligero), se apoyaba en un entramado de cuerdas del que poco se sabe. Cada sector de tela podía moverse por separado de los de alrededor, y eran accionados por un destacamento de marineros de la flota romana.

En la parte superior de la fachada se han identificado los huecos en los que se colocaban los 250 mástiles de madera que soportaban los cables. Al parecer las cuerdas se anclaban en el suelo, pues de otro modo los mástiles soportarían demasiado peso. A tal efecto había un anillo concéntrico de piedras o cipos situados a 18 metros de la fachada en la explanada exterior, y que también permitían el control del público para evitar aglomeraciones. La franja entre la fachada y los cipos estaba pavimentada con travertino.

Obras y reparaciones

El Coliseo fue severamente dañado en 217 por un incendio provocado por un rayo. Fue reabierto en 222, aunque no fue reparado del todo hasta el mandato de Gordiano III. Volvió a sufrir incendios en el año 250.

Tras la invasión de Roma por parte de Alarico I en 410, se grabó una inscripción en el nivel inferior de gradas en honor del emperador Honorio. Esta inscripción fue posteriormente reescrita en el 442 para recordar la gran labor de reconstrucción tras los daños sufridos por un terremoto. No sería el único pues en 523 otro terremoto obligó al prefecto Venancio Basilio a financiar nuevas obras de reparación, que por falta de medios quedaron incompletas.

Decadencia

Durante el papado de Gregorio I Magno muchos de los monumentos antiguos pasaron a manos de la Iglesia, que era la única autoridad efectiva. Sin embargo carecía de recursos para mantenerlos, por lo que cayeron en el abandono y el expolio. Durante la Edad Media, la decadencia de la ciudad afectó a todos los monumentos imperiales. Los terremotos de 801 y 847 provocaron grandes destrozos en un edificio prácticamente abandonado en las afueras de la ciudad medieval.

Cuando en 1084 el papa Gregorio VII fue expulsado de la ciudad, muchos monumentos cayeron en manos familias nobles romanas, que los usaron como fortalezas. Es el caso del Coliseo, ocupado por los Frangipane, que lo convirtieron en el centro de su área de influencia. El Coliseo fue cambiando de manos hasta 1312, en que volvió a la Iglesia. Durante la Edad Media se creía equivocadamente que el Coliseo había sido un templo dedicado a diversos dioses, como el Sol. La confusión podía provenir del coloso de Nerón, al que Vespasiano había cambiado la cabeza por la del dios Sol.

Coliseo de Roma

A lo largo de los siglos XV y XVI, el travertino que lo recubría fue arrancado para reutilizarlo en otras construcciones. Entre otras, se utilizó para el Palacio Barberini y para el Puerto de Ripetta. Un conocido dicho latino reza Quod non fecerunt Barbari, fecerunt Barberini (lo que no se atrevieron a hacer los bárbaros, lo hicieron los Barberini). También se utilizó para quemarlo y obtener cal. El expolio de piedras continuó hasta 1749, en que Benedicto XIV consagró el monumentos como iglesia pública en memoria de los mártires allí ejecutados (si bien se cree que la mayoría de éstos fueron martirizados en el Circo Máximo).

En el siglo XIX, por contra, comenzaron una serie de obras para estabilizar muchos monumentos antiguos. En 1820 se terminaron varios contrafuertes que son claramente distinguibles hoy día, y sin los cuales el edificio probablemente se habría derrumbado. Durante todo el siglo se sucedieron obras de consolidación y mejora, en un proceso que aún continúa.

En la actualidad

El Coliseo es sin duda uno de los grandes atractivos turísticos de la ciudad. Ha sido llevado al cine en múltiples ocasiones, destacando la reconstrucción digital que podíamos ver en "Gladiator". Desde el año 2000, las autoridades mantienen el edificio iluminado durane 48 horas cada vez que en algún lugar el conmuta o aplaza una sentencia de muerte a un condenado.

Veáse también

Enlaces externos

Fuentes

  • "El Arte y el Hombre", Huyghe René, Editorial Planeta. 1973, BarcelonaEspaña.
  • Enciclopedia del Arte "Summa Artis", Tomo V "El arte romano", José Pijoán, Editorial Espasa-Calpe S.A. 1934, Madrid – España.
  • "Historia del Arte", Eugen Th. Rimli y Karl Fisher, Editorial Moreton. 1986, Bilbao – España.
  • "Historia Universal del Arte", Gina Pishel, Editorial Noguer. 1967, Barcelona – España.
  • "Arte Romano", Bianchi Ranuccio, Editorial Papillon. 1993, MilánItalia.
  • Historia Universal del Arte, José Milicua, Editorial Planeta. 1989, Madrid España.
  • Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-americana, Tomo V y XIV. Editorial Espasa-Calpe. 1994, Madrid – España.
  • Revista "En Viaje", Mayo 1951. reportaje: "Las sangrientas arenas del Coliseo" por Esther Azocar.
  • Enciclopedia multimedia Encarta 2000