Colonización española

Colonización española
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Colonización de la Isla de Cuba
Fecha:1508-1512
Lugar:Bandera de Cuba Cuba
Descripción:
En el año 1508 tuvo lugar el bojeo de Cuba por Sebastián de Ocampo en cumplimiento de órdenes de D. Nicolás Ovando, gobernador de La Española. En 1512 se funda la primera población española, en la parte oriental de Cuba: Baracoa
Resultado:
Bojeo, conquista y colonización de Cuba
Consecuencias:
Cuba se convierte en colonia de Bandera de España España
País(es) involucrado(s)
Bandera de España España
Ejecutores o responsables del hecho:
Diego Velázquez, fray Bartolomé de las Casas


Colonización española. Tras el descubrimiento, la primera tierra americana colonizada fue La Española, nombre que había dado Cristóbal Colón a la isla que actualmente ocupan Haití y Santo Domingo. Cuba permaneció prácticamente abandonada hasta 1510, pese al interés de la Corona Española en que fuera explorada para saber si en ella había oro.

Primera exploración de Cuba

Salvo algunas visitas incidentales, el único viaje importante que se hizo a la Isla en esos años fue el de Sebastián de Ocampo, quien salió de La Española con la misión oficial de explorar las costas cubanas, labor que realizó en ocho meses. Se efectuó así el primer bojeo de Cuba, el cual confirmó la idea de que ésta no era tierra firme como había creído Cristóbal Colón. Además, Ocampo descubrió dos de las bahías más notables de Cuba:

  • La Habana, a la que llamó Carenas, en la costa norte,
  • Cienfuegos, que llamó Jagua, en la costa sur.

La información recogida sobre la Isla en cuanto a la fertilidad de su tierra, la bondad de los indios y las magníficas cualidades de sus costas, avivó en las clases dominantes españolas el deseo de conquistarla y colonizarla.

Pacificar y crear pueblos

Esta misión fue encomendada al influyente militar y encomendero Diego Velázquez, el hombre más rico de La Española, que ya tenía experiencia como pacificador de indios y fundador de villas. Con él vinieron algunos hombres que más tarde habían de ser muy conocidos en América: Pánfilo de Narváez, Hernán Cortés, Juan de Grijalba, Pedro de Alvarado, Diego de Ordaz y otros. Velázquez debía apoderarse de todo el territorio de la Isla, subyugar a los indios y convertirlos a la religión católica sin causarles daños, averiguar si realmente había oro en Cuba y fundar pueblos para darle sentido de permanencia a la dominación española. Los expedicionarios llegaron a la costa sur de la región más oriental de Cuba a mediados de 1510, y desde allí comenzaron la ocupación de la Isla.

Pese al carácter pacífico de los aborígenes, la conquista se inició con violencia. Los indios orientales tenían conocimiento de las crueldades a que eran sometidos sus hermanos de La Española, porque muchos de éstos habían llegado a Cuba huyendo de los conquistadores y también porque algunos aventureros españoles habían hecho incursiones en el extremo oriental de Cuba para robar indios y llevarlos a la isla cercana.

El proceso de la conquista se continuó primeramente por toda la región oriental. Allí se fundó en 1512 la primera villa: Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, que fue también la primera capital de Cuba. Después, divididos los conquistadores en tres grupos, avanzaron hacía el occidente: uno por la costa norte, otro por el sur y otro por el centro de la Isla.

Primer acto de rebeldía

Uno de los aborígenes que vinieron huyendo de La Española fue Hatuey, antiguo cacique de la región haitiana de Guahabá. Al llegar, reunió a un grupo de indios orientales con el propósito de hacer resistencia armada a los españoles.

Lucharon durante varios meses en una zona montañosa; pero sus armas y su organización no podían competir con las de los conquistadores, y finalmente fue aplastada la resistencia y capturado vivo el Cacique Hatuey, quien murió quemado vivo en una hoguera.

Cuenta el cura Bartolomé de las Casas que, amarrado Hatuey a un árbol para ser quemado, y cuando ya las llamas le lamían el cuerpo, un fraile trató de convertirlo al cristianismo. El indio preguntó para qué debía hacerse cristiano y el fraile contestó: "para ir al cielo". El Cacique quiso saber si los españoles, cuando morían, iban también al cielo, a lo que el cura respondió afirmativamente. Entonces Hatuey respondió: "no quiero ir al cielo, para no encontrarme allí con ellos".

Bárbara crueldad

La conquista se caracterizó por inhumanos abusos y crímenes injustificados contra los aborígenes. Ejemplo de ello fue lo que se conoce como La Matanza de Caonao.

Cuando los conquistadores llegaron a este pueblo situado cerca de la Ciudad de Camagüey, muchos naturales se agruparon asombrados para ver la novedad. Cuando más tranquilos se encontraban, un soldado sacó la espada y, como si fuera una señal convenida, todos los demás hicieron lo mismo, asesinando fríamente a hombres, mujeres y niños indefensos. De nada valieron las súplicas, amenazas y gritos del Padre de las Casas. Narváez, jefe de la expedición, permaneció impávido ante la matanza. El sacerdote calificó aquel crimen como acto inútil de bárbara crueldad, imputable al hábito de derramar sangre humana por los colonos en La Española.

Pero si la conquista se caracterizó por estos actos de barbarie, más nefasto aún para la población aborigen fue el proceso de colonización de la isla. Este proceso comenzó conjuntamente con la conquista. Al llegar a cada lugar se hacía un requerimiento, que consistía en la lectura a viva voz de un documento por el que se les comunicaba a los indios que el Soberano Pontífice, vicario de Cristo, había donado Las Indias a los Reyes Católicos y a sus sucesores, por lo que debían rendir obediencia a dichos Reyes y a sus representantes. Desde luego que los indios no comprendían lo que se les comunicaba; pero los españoles se lo harían entender por la fuerza.

Primeras villas

Baracoa, primera Villa fundada en la Isla de Cuba.

Durante ese proceso de conquista y colonización se iban fundando las primeras poblaciones o villas, a la vez que se iniciaban los repartimientos de tierras y encomiendas de indios. Las villas fundadas en aquellos primeros tiempos que constituyen hoy importantes ciudades fueron siete:

Casi todas se ubicaron a orillas de la costa para facilitar las relaciones con el exterior, particularmente con España. También se tenía en cuenta que cerca de las villas hubiera núcleos importantes de indios, la fuerza de trabajo fundamental en los primeros tiempos. Algunas de ellas sufrieron, más tarde, cambios de lugar.

Sistema de construcción

Todas estas villas siguieron un mismo sistema:

  • Se comenzaba por construir una plaza abierta, la plaza de armas, y a sus lados se erigían la iglesia, el cuartel y el ayuntamiento. Las calles, muy estrechas, convergían hacia dicha plaza, y en ellas se levantaban las casas particulares, cuyas condiciones variaban según la fortuna de sus dueños.

Cada villa tenía su ayuntamiento o cabildo, integrado por dos alcaldes (primero y segundo) y tres regidores o concejales. Los alcaldes ejercían funciones administrativas y judiciales. La autoridad suprema de la Isla era el Gobernador, a su vez Vicepatrono de la Iglesia y repartidor de indios. Por encima de la autoridad del Gobernador estaba la Audiencia de La Española y, en última instancia, el Rey de España. El repartimiento de tierras seguía criterios feudales y se hacía generalmente así:

  • Terrenos para la plaza de armas, la iglesia, el ayuntamiento y el cuartel.
  • Parcelas para los pobladores, en las que éstos debían construir rápidamente sus casas.
  • Tierras de propios, que los vecinos debían cultivar como tributo al Consejo.
  • Tierras comunales, consistentes en pastos, bosques y agua para el aprovechamiento común.

El resto fue distribuido entre los conquistadores, ahora colonos, en mayor o menor extensión según la categoría e influencia del beneficiado. Esta distribución se hacía generalmente en tres tipos de haciendas de forma circular:

  • Hato, terreno de unas dos leguas de radio, que se utilizaba para criar ganado mayor.
  • Corral, de una legua de radio, para criar puercos.
  • La estancia o sitio de labor, más pequeño y de tamaño variable, dedicado a siembras diversas.

A las tierras repartidas entre los colonos se les llamó mercedes, porque sólo se poseían en usufructo. El propietario de las mismas, y quien podía mercedarlas, era el Rey, aunque con determinadas condiciones los colonos podían llegar a ser sus dueños. En un tiempo se les dió a los cabildos la facultad de mercedar las tierras no repartidas aún.

Servidumbre, un paso de la esclavitud

La servidumbre de los indios se llevó a cabo mediante el sistema de encomiendas. A cada colono encomendero se le entregó cierto número de indios encomendados, que variaba según la categoría de dicho colono. Formalmente, la encomienda tenía como fines la conversión de los indios a la fe cristiana, su adiestramiento en el trabajo y en las prácticas civilizadas. Los reyes ordenaron que se les tratara bien, se les alimentara y vistiera adecuadamente y se les reconocieran todos los derechos como súbditos de España.

Fuentes