Columna 16 en Banes

Columna 16 en Banes
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Miembros de la Columna 16, el 2 de enero de 1959.jpg
Fecha:1958
Lugar:Banes
Descripción:
Constitución y acciones de la Columna 16 en Banes.
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba
Líderes:
Comandante Carlos Iglesias Fonseca (Nicaragua) y el Capitán Reynerio Jiménez Lage

Columna 16 en Banes. Por orden militar No. 47, del Segundo Frente Oriental, del Ejército Rebelde, quedó constituida la Columna 16 Enrique Hart, dirigida por el Comandante Carlos Iglesias Fonseca (Nicaragua), y como Segundo Jefe el Capitán Reynerio Jiménez Lage. El día 19 de octubre partió la Columna, compuesta por 34 hombres, a los que se sumaron algunos grupos de alzados durante la travesía. En la madrugada del 30 llegaron a la zona de Yaguajay en Banes.

Reacción de la tiranía ante la llegada de la columna y primer combate

Las fuerzas de la tiranía inmediatamente tuvieron información de su llegada. Agruparon los efectivos de los puestos de Macabí, Deleyte y Tacajó para organizar un buen pelotón y avanzar sobre la zona ocupada por los rebeldes. Al amanecer del 31 de octubre, la tropa enemiga sorprendió a los dos combatientes que hacían guardia, Sergio Correa (Perdigón) y Carlos Peña (Báguano), quienes cayeron muertos.

Eliminada la posta rebelde, el enemigo avanzó ocupando el camino, la tienda y un grupo de casas, donde concentró el grueso de sus tropas y desató un violento fuego de ametralladoras y fusilería hacia el lugar donde se encontraban los rebeldes.

El inicio del combate causó cierta confusión entre los rebeldes pero de inmediato se recuperaron y aprestaron a la defensa, ofreciendo una firme resistencia al enemigo que no tuvo otra alternativa que replegarse, aunque contaba con el apoyo del fuego de ametralladora de una avioneta de reconocimiento. Transcurrido un tiempo la acción cobró nuevamente intensidad. El enemigo fue batido fuertemente pues los rebeldes lograron silenciarles la ametralladora y hacer blanco sobre la avioneta, que tuvo que aterrizar forzosamente. Ante el curso que tomaron los acontecimientos se vieron obligados a llevar a cabo una desorganizada retirada, perseguidos por los rebeldes.

El bando enemigo, afortunadamente, cometió el error de no dividirse y atacar por lados diferentes, lo hicieron por un solo lado; de haberlo hecho de esa forma, según el Comandante Nicaragua “hubiera habido una catástrofe”.

El Comandante Nicaragua, considera que este combate “fue una escuela para la joven columna”[1], el bando rebelde solo tuvo dos bajas y ocuparon “dos fusiles Springfield, dos cajas con sus cintas de trípode y su parque correspondiente, así como una granada y más de un centenar de balas sueltas”[2]. El bando enemigo tuvo tres muertos, entre ellos el confidente que los llevó hasta allí, después supieron que murieron dos más en el hospital, también tuvieron ocho heridos, uno de ellos muy grave; fue averiada una avioneta y herido su piloto, que fue forzado a aterrizar como a 2 km del combate en la carretera.

Aunque un combate de posiciones no era lo deseado, de acuerdo a los planes a desarrollar en sus operaciones iniciales, no se puede negar la importancia que este revistió para la columna, como unidad de combate y la influencia que ejerció en la región, donde no se conocía la actividad directa del Ejército Rebelde, pues para esa fecha ya la tiranía había recibido golpes decisivos y nadie dudaba de su caída, pero en esta zona nunca se habían producido hechos de guerra relevantes.

La avanzada del primer teniente Leal llevó el peso de la operación, la mayor parte del tiempo. La posta principal, a pesar de ser sorprendida, provocó el fuego enemigo que puso sobre aviso a la columna en todo el cerro; sus muertes engrosaron las páginas de los que cayeron luchando por la libertad. La avanzada mantuvo sus posiciones durante todo el tiempo e impidió que el ejército pudiera entrar. En el combate fue decisiva la entrada del subteniente Caballero, quien, al frente de sus subordinados, en minutos superó la distancia que lo separaba del bando enemigo y lo atacó; los hombres a su mando, enardecidos por el fragor de la pelea, la resistencia de sus compañeros y la agresividad de su jefe, con rapidez los pusieron a la defensiva y los hicieron huir bajo su fuego.

Fortalecimiento y principales acciones de la Columna

El Comandante Nicaragua recibió la orden del Comandante en Jefe Fidel Castro de que su tropa debía hostigar las comunicaciones entre Holguín y Banes. A los pocos días de establecida la columna, gran cantidad de vecinos se presentaban para incorporarse como alzados e integrar la guerrilla. Muchos de ellos con armas, otros con la única decisión de incorporarse a la lucha contra la tiranía.

Establecimiento del Campamento en la Juba, Banes

Comandancia de la Columna 16 actualmente museo

El 5 de noviembre un grupo de escopeteros de la columna establecieron un campamento en La Juba, posición que permitía controlar el municipio por toda la parte noroeste. De igual manera la Comandancia central se posesionó de un mejor sitio. Los primeros diez días después de la llegada de la columna fueron de contacto, definición de estrategias, aceptación de nuevos combatientes y establecimiento de pequeños comandos en diferentes puntos para ampliar las zonas de operaciones, que favoreció el desarrollo de varios combates o escaramuzas.

Enfrentamiento con soldados de la guardia rural en Los Berros

El 12 de noviembre, a media tarde, un grupo de rebeldes del campamento de Santa Justa, bajaron a la bodega de Los Berros, sin tomar las medidas de seguridad necesarios por encontrarse en territorio rebelde. Allí tuvieron un encuentro con unos 15 ó 20 soldados de la guardia rural. Los rebeldes dispararon sobre el vehículo pero el enemigo solo intercambió algunos disparos y siguieron su camino a toda prisa, sin aceptar el encuentro frontal.

Despliegue por el territorio banense

Los rebeldes comenzaron a obstaculizar las comunicaciones. El 18 de noviembre dañaron las líneas férreas, en el Puente Sampera, incomunicando la vía de Banes hacia Duruthy, La Juba, Río Seco y otros varios aledaños. Durante todo el mes de noviembre los miembros de la columna # 16 se desplegaron ocupando un amplio territorio y tomaron bajo su control todas las vías de acceso a la región donde se asentaba el núcleo principal de la tropa, como parte de la ofensiva final iniciada con la Batalla de Guisa, por el Ejército Rebelde. Al mismo tiempo que el resto de las columnas del Segundo Frente cercan, hostigan y atacan a numerosas posiciones enemigas. Conjuntamente con las fuerzas del Tercer Frente Oriental inician lo que se conoció como la operación Gancho[3].

El 25 de noviembre, al medio día, los combatientes ubicados en la zona de "Los Berros" recibieron la información de que una avanzada enemiga se encontraba en la Loma de la Yuca y decidieron emboscarse para. Las tropas de la tiranía fueron sobre avisadas y tomaron medidas. En la loma se produjo el encuentro entre los soldados enemigos y la vanguardia de los rebeldes. Aunque aparentaba ser un combate desigual los miembros del Ejército Rebelde habían ocupado mejores posiciones y abrieron fuego cuando el enemigo estuvo cerca.[4] El combate duró alrededor de una hora, teniendo en cuenta que al parecer los soldados no tenían más intención que la de seguir hacia Banes porque se montaron en sus vehículos y se retiraron con prisa. En el barrio de Retrete fue instalado un campamento con unos 30 ó 35 hombres; una avanzada se posesionó en la Loma de la Lima, desde donde podían realizar una observación a distancia.

Avance de las tropas enemigas

Las tropas enemigas que se encontraban en Banes habían recibido un buen refuerzo de Holguín, que incluía ametralladoras, morteros y tanques ligeros sobre ruedas de gomas. Con esos pertrechos, el 29 de noviembre, un contingente de 120 soldados, al mando del Capitán Polledo, salió a operar en los territorios ocupados por los rebeldes. Avanzaron con cautela y discreción y todo lugar que les resultaba sospechoso de albergar guerrilleros lo ametrallaban.

Combate de Retrete

Comandante Nicaragua (Carlos Iglesias Fonseca), jefe de la Columna 16

El Comandante Nicaragua recibió un aviso del campamento de Retrete, en el que le informaban sobre el avance del enemigo, por lo que se trasladó a esa zona rápidamente con todas las fuerzas disponibles para la defensa. Al llegar a dicho lugar se informó de las posiciones de las tropas de la tiranía para trazar su estrategia, teniendo en cuanta que la zona no era la más apropiada para entablar un combate que los favoreciera y así evitar que los territorios bajo control guerrillero fueran penetrados.

Los rebeldes ubicaron sus mejores armas en las escasas elevaciones que existían por el flanco izquierdo, a fin de hostigar al enemigo y cortar su retirada. Cada grupo fue tomando diferentes posiciones para contener al enemigo e impedir su avance. La carretera fue minada por ambos lados en un punto estratégico, cuya explosión sería la señal para iniciar el combate, pero los soldados encargados de detonar la carga abandonaron sus posiciones sin ejecutar su misión, lo que permitió que la infantería enemiga llegara al poblado y lo ocupara, frustrándose así la posibilidad de neutralizar los carros blindados. La vanguardia enemiga y parte del grueso de la tropa ocuparon el poblado y continuaron su avance sin resistencia necesaria. En ese enfrentamiento cayó el compañero Fernando Flores (El Curro).

Ante la manera que se tornaron los hechos fue orientada la retirada hacía la Sierra de Retrete, movimiento en el cual cayó también Raúl Llanos Lauzao. Mientras los rebeldes se desplazaban por las lomas buscando el lugar más apropiado para hacerle frente al enemigo, en el poblado se precipitaron los acontecimientos que dieron inicio al combate, las dos tanquetas blindadas habían rebasado el caserío. Aproximadamente a las 10:30 de la mañana el enemigo llegó próximo a las posiciones rebeldes y el encuentro comenzó a muy poca distancia y de inmediato adquirió gran intensidad.

La defensa de las posiciones llegó el momento que se hizo insostenible y ante el inminente cerco que el enemigo trataba de tener los combatientes se retiraron. Alrededor de las 2:00 de la tarde el enemigo reagrupó sus fuerzas y retornó a Banes. Este combate aunque evidenció la superioridad del enemigo, en hombres y armamento, demostró que las fuerzas de la tiranía sólo hicieron alarde de combatividad ya que retrocedieron sin avanzar en la profundidad del territorio. Tuvieron tres muertos y cinco heridos.

Parte de la Columna 16 se traslada a la zona de Cueto y Báguano

En el mes de diciembre la dirección de la columna con una parte de la tropa se trasladó a la zona de Cueto y Báguanos, y en el territorio ocupado por los rebeldes cerca de Banes no se produjo ningún otro enfrentamiento.

Presencia femenina en la Columna 16

En la columna hubo alrededor de 20 mujeres que cumplían tareas diferentes, cocineras, costureras, enfermeras, pero siempre dispuestas a combatir.

Entre ellas:

así como otras más, que como herederas de Mariana Grajales y Lucía Iñiguez se incorporaron a la lucha guerrillera en el territorio ocupado por esta columna.

Comités campesinos de la Columna 16

La columna 16 llegó a contar con 10 comités campesinos, ubicados en: Las Lajas de Samá, Bajo El Cerro, La Canela, Cayo la Jagua, La Sierra, Los Riscos, Los Janes, El Sitio (Yaguajay Abajo), Retrete y Yaguajay.

Himno de la Columna 16

El himno lo cantaban con la música de Madrecita y la letra decía:

Compañeros la patria requiere

Que se extienda la Revolución

Para que niños, hombres y mujeres

Puedan ver nuestra liberación.


Si dejamos territorio libre

Donde vemos la paz renacer

Nos marchamos hacia donde pide

Cuba entera nuestro gran deber


Nuestra gran Columna 16

Muchos triunfos habrá de lograr

Para hacer que impere la ley

Y rendirle honor a Enrique Hart.


Como la buena moral que observemos

Como buenos cubanos de acción

La victoria a Cuba daremos

Y que viva la Revolución.

Rendición de las tropas enemigas

El 1 de enero de 1959, al conocerse la huida del tirano, Ramón Pérez Güidi (Leopoldo) directivo del M–26–7 se dirigió a la Comandancia de la "Columna 16" para recibir instrucciones. El Comandante Nicaragua ordenó reunir las clases vivas de la ciudad, para negociar la rendición de las tropas de la tiranía, de lo contrario serían atacadas. El Capitán Taylor, Jefe del cuartel planteó que se reuniría con los rebeldes el día 2, en dicha reunión las tropas de la tiranía no se rindieron porque tenían que esperar ordenes de los superiores. A las 12:00 meridiano del día 2 de enero fue que se llevó a cabo la rendición.

Bibliografía pasiva

  • Pérez Nakao, Yurisay: Una semilla escondida, Ediciones La Luz, Holguín, 1999.
  • ____________: Historia del municipio Banes. (Material Inédito).
  • Rumbo al triunfo de Enero, Columna No. 16 “Enrique Hart”, Editorial Verde Olivo, La Habana, 2008.
  • Entrevista a Ramón Pérez Güidi (combatiente clandestino). En el Centro de veteranos, en el año 1996. Forma parte del archivo personal de la autora.
  • Declaración del comandante Nicaragua en visita realizada a Banes en el año 2011. Forma parte del archivo personal de la autora.

Referencias