Comalcalco

Comalcalco
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Bandera de Comalcalco
Bandera

Escudo de Comalcalco
Escudo

Otros nombres: Casa de los comales
EntidadCiudad antigua
 • PaísBandera de los Estados Unidos Mexicanos México
Colmalcalco.jpg
Vista de la ciudad de Comalcalco.

Comalcalco. Antigua ciudad maya, hoy sitio arqueológico que se localiza en el municipio de Comalcalco; en el estado mexicano de Tabasco.

Origen

El nombre actual de Comalcalco deriva de la sorpresa de los náhuatl, quienes llegaron a la zona cuando estaba ya deshabitada y se encontraron con estructuras construidas en un material que desconocían, el ladrillo, por lo que optaron por darle un nombre descriptivo con lo más parecido que conocían, el comal, llamándola "Comalli-Calli-Co", que significa "Casa de los comales".

Historia

El yacimiento de Comalcalco fue dado a conocer por el explorador francés Desiré Charnay a finales del siglo XIX y aunque fue descrito desde entonces, no fue excavado sistemáticamente hasta 1956, por los arqueólogos mexicanos y norteamericanos Gordon Ekholm, Román Piña Chan, George Andrews y José Erosa Peniche. Por ellos sabemos que éste asentamiento prehispánico fue edificado y habitado por los mayas chontales y tuvo su apogeo entre el año 800 y el 1000 d.C., es decir, al final del periodo Clásico (200-850 d.C.) y en los inicios del Posclásico (850-1521 d.C.).

Descripción de la ciudad

La arquitectura de Comalcalco es bastante original, ya que no está hecha de piedra, sino de ladrillos, unidos con una argamasa elaborada con conchas y ostiones. En los ladrillos se aprecian muchas veces grabados figurativos y grifos realizados mientras aún estaban húmedos, con diversos motivos antropomorfos, zoomorfos, epigráficos, simbólicos, geométricos o arquitectónicos. El asentamiento abarca una superficie de 7 kilómetros cuadrados y tiene numerosos grupos arquitectónicos que en su día estuvieron decorados con relieves y figuras de estuco pintadas de colores brillantes (rojo, azul, verde, amarillo y negro).

Plaza norte

Extensa plaza de forma rectangular, donde se encuentra una serie de construcciones edificadas con núcleo de tierra y recubrimiento de estuco en sus etapas primarias.

Por sus dimensiones, el edificio más sobresaliente es el Templo I. En el extremo sureste de su fachada principal, aún conserva parte de la decoración antigua, que corresponde al menos a tres etapas diferentes, donde se aprecian un animal mitológico, motivos celestes y fragmentos de dos escenas con personajes antropomorfos.

Gran acrópolis

Este conjunto representa la edificación continua de estructuras al paso del tiempo, las cuales se anexaban a las ya existentes de acuerdo con las necesidades de espacio de sus habitantes. Algunos templos poseen también una cámara abovedada de uso funerario en el interior del basamento sobre el que están edificados los templos, que desempeñan la doble función de templo y de tumba. Resaltan los patios, un altar al interior del Patio Hundido, así como el estanque localizado al este del Palacio.

El gran desarrollo tecnológico de los arquitectos mayas es evidente con el descubrimiento de una intrincada red de tubos de barro para drenar el área. Una particularidad interesante en los materiales con los que fueron construidos los edificios, es que los ladrillos utilizados muestran, en una de sus caras, diversos motivos decorativos, ya sean diseños antropomorfos, zoomorfos, epigráficos, simbólicos, geométricos o arquitectónicos. Las piezas fueron decoradas mediante técnicas como incisión, pintura, modelado o pastillaje.

El Palacio

Es el edificio de mayores proporciones. Tiene 80 metros de longitud y 9 metros de ancho. En sus paredes se observan restos de nichos o aberturas y en algunos cuartos hay altares bajos al estilo de banquetas adosadas recubiertas con pequeñas bóvedas, a manera de los altares de la zona arqueológica de Palenque. Su fachada muestra una serie de muros-pilastra que forman los claros de entrada.

Tempo IV o de La Tumba

Se trata de un basamento con escalinata central, sobre el que se levanta un templo compuesto por dos crujías; una era el pórtico o vestíbulo, y la posterior se divide en dos celdas laterales y una central que servía de santuario. Debajo del templo hay una cámara funeraria cuyos muros estucados están desprovistos de cualquier decoración, a diferencia de la que describimos en el párrafo siguiente.

La Tumba de los Estucos

Está ubicada hacia el sureste de El Palacio. Se considera la más importante de las tres descubiertas hasta ahora en Comalcalco, y fue similar en distribución y proporciones a la tumba del Templo IV; ésta sin embargo ha perdido la mayor parte del templo superior, y sólo se conserva el basamento y la cámara funeraria. En sus paredes interiores se encuentran distribuidos nueve personajes en relieve de estuco, en los cuales existían inscripciones jeroglíficas asociadas a ellos.

Templo V

Tiene un templo en su parte más alta, formado por un pórtico al frente y un santuario con celdas laterales en la crujía posterior. En el basamento destaca una tumba, cuya entrada quedaba cubierta por la escalinata, es similar a los dos templos–tumba descritos con anterioridad.

Templo VII

Denominado también Templo de las Figuras Sedentes. Sus dos primeros cuerpos muestran varias figuras sentadas en actitud de ofrendar; en el tercer cuerpo está la representación de una serpiente estilizada con una banda de jeroglíficos. Dentro del sitio también se encuentran los templos VI, VIII y XII.

Museo de sitio

Se sugiere visitar el museo de sitio como primer contacto e introducción general a la zona. Aquí se expone, en forma breve y práctica, la historia de Comalcalco durante la época preshispánica.

Este museo tuvo como antecedente una colección de piezas arqueológicas reunida por el profesor Rosendo Taracena y sus alumnos al iniciar el siglo XX. Más tarde, Carlos Pellicer guardó la colección, en la que sobresalía una gran cantidad de ladrillos decorados.

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Fuentes