Combate de El Galope

Combate de El Galope
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Fecha:16 de marzo de 1896
Lugar:a cinco kilómetros al Sur Este de Candelaria, Artemisa
Descripción:
Enfrentamiento de las fuerzas del 6to Cuerpo del Ejercito Libertador contra una fuerte columna española.
País(es) involucrado(s)
Ejército Libertador (Bandera de Cuba Cuba) y Bandera de España España
Líderes:
Lugarteniente General Antonio Maceo y Coronel español Julián Suárez Inclán


Combate de El Galope, combate ocurrido el 16 de marzo de 1896, clasifica como una de las más importantes acciones llevadas a cabo por las fuerzas del 6to Cuerpo del Ejército Libertador durante la guerra de independencia contra el colonialismo español. Este combate demostró una vez más, la irrevocable decisión de los cubanos de alcanzar a cualquier precio la independencia de Cuba.

Ubicación Geográfica del hecho

En el potrero de “El Galope”, situado a unos cinco kilómetros al Sur Este de Candelaria, territorio que hoy pertenece al municipio de Artemisa.

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El Hecho

El 16 de marzo de 1896, fuerzas del 6to Cuerpo del Ejercito Libertador, bajo el mando directo del Lugarteniente General Antonio Maceo combatieron contra una fuerte columna, de las tres armas, dirigidas por el Coronel español Julián Suárez Inclán. Las fuerzas cubana, que incluían la infantería de los Brigadieres Quintín Bandera y Pedro Díaz, la caballería del Brigadier Esteban Tamayo y los Escuadrones de Cienfuegos y de Palos, habían acampado en este potrero, a corta distancia de la Calzada Real de Candelaria, bajo un fuerte aguacero. La columna española avanzaba rumbo al citado pueblo sin saber que los patriotas habían acampado a menos de un kilómetro. Al pasar frente a la avanzada cubana, los centinelas, creyendo que el campamento iba a ser atacado, abrieron fuego con sus fusiles para dar la alarma; pero el temporal era tan fuerte que los disparos no se oyeron. La tropa española, al descubrir la presencia de la posta insurrecta, abrió fuego con la artillería y fue este el que sirvió como señal de aviso en el campamento cubano. Maceo montó a caballo, organizó sus fuerzas, aun sorprendidas, y lanzó secciones de infantería y caballería contra el enemigo, que formó en línea en la Calzada y ocupó en puente Yaguaza. Parte de la infantería cubana ocupó el flanco izquierdo del enemigo, apoyada por un Escuadrón del Regimiento Céspedes y la escolta de Maceo. Dos o tres compañías de la Retaguardia española estaban a punto de ser aniquiladas; pero un lagunato que el aguacero había formado junto al puente impidió a los cubanos realizar la carga. Maceo ordenó tomar la pieza de artillería y unos 30 hombres se lanzaron a cumplirlo sin apenas municiones. Los españoles, con nutrido fuego de protección, lograron retroceder con el cañón en el momento en que estaban a punto de caer en poder de los cubanos. El combate continuó con ambos bandos tan cerca uno del otro que se distinguían perfectamente y se dirigían mutuos insultos en el fragor de la lucha. Los españoles se retiraron por la Calzada, en dirección a Candelaria, pudiendo hacerlo, a pesar de que al inicio del combate Maceo envío disposiciones a los Brigadieres Banderas y Pedro Díaz para que desplegaran sus respectivas fuerzas de infantería al lado de la vía. Esto hubiera permitido atacar no solo a la Retaguardia española, la que llevó el peso de la acción, sino también a su vanguardia y centro, situación en la cual el enemigo no hubiera podido retirarse cómodamente, donde los cubanos hubieran podido asestarle una derrota total; así como atacar y tomar el pueblo de Candelaria, cuya guarnición no habría resistido la acometida insurrecta. Pero estas órdenes fueron mal transmitidas o mal interpretadas, y por lo tanto las fuerzas de estos dos Jefes no pudieron desempeñar el papel que Maceo les había asignado.

Resultados del Combate

Terminado el combate, de unas tres horas, un Escuadrón cubano sostuvo otro combate con la Retaguardia enemiga, ya casi de noche, acción en la cual los españoles informaron haber tenido 11 muertos y 56 heridos, entre los primeros a dos oficiales. Las bajas cubanas fueron 23, entre muertos y heridos. Esta victoria de las armas cubana no fue mucho mayor a causa de los errores señalados. En este combate se demostró una vez más la valentía y disposición combativa del Ejército Libertador por su única causa, la libertad de su patria.

Fuentes