Combate de Los Alfonsitos (1958)
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Combate en Los Alfonso. El combate se llevó a cabo el 30 de noviembre de 1958, en un poblado conocido como Los Alfonsitos, 11 km al norte de San Andrés y 36 km al noroeste de la ciudad de Holguín.
Sumario
Preparación para el combate
Juan A. Olivera recibió la orden del comandante Delio Gómez para realizar la emboscada en San Andrés (25 km al noroeste de la ciudad de Holguín), le planteó que debía continuar emboscando esta fuerza hasta que salieran de dicha región, lo que de inmediato realizó su planificación con ayuda de prácticos de la zona de los lugares que podían ser utilizados por los rebeldes para esperar y combatir al enemigo, lo que lograron a la salida del poblado Los Alfonsitos.
Lo que realizaron en horas de la noche y al amanecer ya tenían ocupado la emboscada, como se había perdido la mina no se le hizo ninguna instalación contra los tanques, se mandó a buscar una bomba de 100 lbs. que los rebeldes habían dejado en Limones, como los soldados de la tiranía no se movían de noche esto les permitía moverse a grandes distancias y al día siguiente encontrarse preparados para combatir.
Combate
En horas del mediodía llegan al lugar, en ese caso no lo esperaron en ningún bosque, ni río, si no en una gran explanada limpia con algunos arbustos pequeños y alrededor de 500-600 metros un río, por lo que los guardias venían avanzando confiadamente, ya que esperaban el ataque en el río, no en el lugar que los rebeldes se encontraban, al frente del enemigo venía un tanque, se dejó pasar sin que pudiera ver a los rebeldes y esperaron la llegada del primer camión repleto de soldados, abrieron fuego e hirieron a varios de ellos, el combate duró de dos a tres horas, el tanque que había pasado anteriormente regresó y se unió a los demás.
Retirada del combate
Olivera ordeno la retirada ya que habían planificado de antemano ir hacia el río, que se encontraba en la retaguardia. En el combate los rebeldes tuvieron un herido grave, que fue enviado inmediatamente al hospital que tenía organizado el comandante Eddy Zuñol. Una vez alcanzado el río, por él los rebeldes se dirigieron para continuar al nuevo lugar donde debían esperar a la tropa enemiga con la que habían combatido.
Crueldad demostrada por el enemigo
Es de señalar la crueldad y el poco decoro de estos asesinos a sueldo del tirano Batista, pues cuando se movían de San Andrés a Los Alfonsitos (a 11 km de distancia uno del otro) y un poco más cogieron prisioneros a varios campesinos de la zona, incluyendo a dos muchachas entre 18 a 20 años, y el propio jefe enemigo violó a una de ellas, y después se las pasó a los soldados. Después de haberlas violado fueron atadas en una casa de campo con el techo de guano, y dieron candela a la casa, quemándolas a las dos, así como a un hombre retrasado mental. Esto lo realizaban con el fin de saciar la furia obtenida por los reveses que iban teniendo en los enfrentamientos con la tropa rebelde. Asesinaron además a varios campesinos e informaron que eran rebeldes muertos en combate.
Fuentes
- Rosado Eiró, Luis; y Suárez Ramos, Felipa (1999): Una mancha azul hacia el occidente. La Habana: Ediciones Verde Olivo, 1999.
- Archivo de la Asociación de Combatientes del municipio Jovellanos.
