Combate de Matatoro

Combate de Matatoro
Información sobre la plantilla
Fecha 23 de noviembre de 1958
Lugar Matatoros
Beligerantes
Ejército Rebelde Fuerzas Batistianas
Comandantes
Teniente Emilio Lorenzo Jesús Sosa Blanco
Bajas
11 ?

Combate de Matatoro. Cuando en los meses finales de 1958 un cerco atenazaba a la ciudad de Holguín y las fuerzas de la tiranía batistiana acantonadas en ella veían limitadas sus operaciones a tímidos recorridos de patrullaje que casi siempre concluían bajo el fuego de los plomos rebeldes, el entonces Capitán Eddy Suñol decidió arreciar el asedio con el envío de un grupo de combatientes a interceptar y paralizar el tránsito por la Carretera Central a la altura de Brisas de Yareyal.

El recorrido para ocupar las posiciones y las propias acciones se producirían en una zona sumamente llana, que favorecía el empleo de la aviación enemiga en la detección y ataque a la pequeña guerrilla y al mismo tiempo cruzada por terraplenes, propicios al desplazamiento rápido de las tropas del régimen y sus medios blindados desde el cercano regimiento de Holguín.

Esta situación hizo que el destacado jefe insurrecto le diese orientaciones personales al joven oficial que dirigiría el grupo sobre las medidas de seguridad a tomar. Sin embargo, el ardor revolucionario unido a la inexperiencia provocaron que esas precauciones no se siguieran estrictamente.

Hechos

El 22 de noviembre de 1958 en horas de la tarde, Eddy Suñol llama a su primo Aníbal Ricardo Ochoa y le hace preguntas sobre las posibilidades de hacer una emboscada en la carretera central, próxima a Holguín, con el fin de ocupar los suministros que están sirviendo al ejército en el Regimiento. Le da la orden a Emilio Lorenzo para que prepare una escuadra, con varios compañeros para comprobar si algún carro estaba circulando o daban con alguna patrulla del ejército para destruirla, en la Carretera Central. Aníbal al enterarse de que se va a desarrollar la operación, pide autorización a Suñol para ir, este protesta pero lo autoriza, ya que se encontraba con un pie lastimado, a consecuencia de un choque.

Partieron con retraso al amanecer del 23 desde el campamento de La Vega, por el camino de San Andrés a Holguín, llegaron en una camioneta ¨Fargo¨ hasta la intercepción de los caminos de Matatoros y Damián; cogieron a pie de Mireya Infante las proximidades del cruce de Yareyal, cuando se encuentran cercanos a este lugar descubren la presencia del testaferro Miguel Rojas, que se dio a la fuga en un auto que sale de Yareyal a Holguín por dentro y cundo se ordena abrir fuego sobre éste se dan cuenta que a un metro enfrente hay un colegio con varios niños en el patio, por lo que no abren fuego, más tarde por la carretera central aparece un auto Chevrolet del 56, color azul y blanco, el que se da cuenta de la presencia de los rebeldes por algunos compañeros que van por la carretera, por lo que el chofer se lanza del vehículo y se da a la fuga; los rebeldes registran el auto y descubren en la gaveta del mismo, cartas de elementos masferreristas.

Posterior a esto aparece una rastra cargado de ganado para el enclave militar poco distante obligó a interrumpir la marcha para intentar una captura, el cual, al igual que los anteriores, se escapan sus tripulantes y capturan el camión. Emilio Lorenzo ordena quemar el auto y llevarse el camión. En su regreso pasaron por la finca de Mireya Infante, donde se atascó el camión al pasar un arroyo. Cogen un tractor, con el cual sacan el camión y llegan a la casa de unos campesinos de la finca. Les regalan unas reses a los campesinos y toman agua de azúcar.

Al llegar donde habían dejado la camioneta, Aníbal Ricardo, le propuso a Emilio Lorenzo irse por el camino de Purnio, ya que regresar por el mismo camino que habían venido era peligroso, debido a contra tiempos presentados y la posición se veía claramente desde la torre de microonda del Regimiento. El teniente Lorenzo manifestó a Aníbal si tenía miedo y éste le respondió, que cogiera delante en la camioneta que él con Cuenca y otro compañero en el camión iban a coger la retaguardia por donde era más posible el ataque al enemigo.

Salieron en marcha a una distancia de unos 100 metros, un vehículo de otro, hasta una tienda donde Lorenzo ordenó parar para comprar queso y galletas. Estando en este lugar frente a la finca ¨La Gloria¨ de Ricardo Herrera, en la sabana de Purnio, se siente una fuerte descarga, Aníbal ordenó a Cuenca detener el camión, al ser descubiertos por la aviación; ya que la presencia del grupo por causa de los fallos se encontraba comprometida, las fuerzas enemigas se lanzan contra ellos mandados por Jesús Sosa Blanco. Cuando el camión frenó por razones de defectos en los frenos, se atravesó en el camino, y al abrir la puerta, Aníbal se da cuenta que un tanque y un gran número de casquitos estaban a menos de 50 metros. Aníbal le abrió fuego con el M11x.

Los casquitos que acompañaban al tanque se tiraron al suelo. Aníbal logró ponerse por debajo del camión. Le dijo a Cuenca y a otro compañero que lo siguiera, lanzándose a la carrera hacia una pequeña declinación, a la mano derecha del camino. El tanque y los soldados abrieron fuego cerrado sobre los rebeldes, los que se retiraron a toda carrera, volviéndose de vez en cuando haciendo fuego, por lo que los casquitos se tiraron al suelo, lo que aprovecharon para ir tomando distancia. Algunos rebeldes de los que iban en la camioneta, que trataban de cruzar una cerca a la izquierda del camino, eran barridos por el fuego enemigo.

Aníbal y los compañeros lograron tomar una buena ventaja para la retirada, cogiendo el antiguo camino de Purnio a Matatoros, el que hace una hondonada, logrando escapar. El trayecto de la retirada era impresionante, las metrallas de los tanques hacían volar las piedras del suelo y cortaban las matas de yarey como si hubiese sido un machete. Se alejaron bastante de la zona, descansando en una cerca y empezaron a caminar campo travieso hasta llegar a una casita donde había un caballo, el que Aníbal cogió y se trasladó al campamento de Suñol. Aníbal le informó lo sucedido a Suñol, interviene el Comandante Delio Gómez Ochoa, que discute con Aníbal, insinuando que era responsable de lo sucedido. Suñol intervino para evitar males mayores y le informó, que Aníbal nada tenía que ver, que solamente iba como soldado, sin responsabilidad de mando.

Resultados y consecuencias

Por inexperiencia del jefe de la patrulla Emilio Lorenzo, y por un grave error de Suñol, al seleccionarlo para dicha misión, aquella operación resultó un grave revés para los rebeldes. El teniente no tomó medidas de seguridad elementales y al retirarse, con camión cargado de ganado destinado al Regimiento que había ocupado, al atascarse el mismo, se demoraron más de dos horas en sacarlo siendo alcanzados por el enemigo, originándose el desigual combate, en que perdieron la vida 11 combatientes: José Ángel Ávila Serrano (Pepito); Juan Luis Hernández Martínez; Fabio Delgado Mesa Reitel Ramón Jorge Velázquez; Raúl Garcés Abreu; Juan Hilario Sánchez; Guillermo Alarcón; Ceferino Alarcón; Francisco Fuentes; Felipe Frías y Marino Morales Torres.

Tras la dispersión de los pocos revolucionarios sobrevivientes, que se evadieron por las sabanas del lugar conocido como Matatoros, los cadáveres de los soldados revolucionarios muertos quedaron en poder de las tropas de la dictadura, trasladándolos al Regimiento No.7 y posteriormente al cementerio de la ciudad de Holguín, donde fueron arrojados al suelo y tratados vejaminosamente ante la población civil, con el único fin de amedrentar a los simpatizantes con la causa libertaria.

El capitán Suñol, molesto y preocupado por aquel desastre que costó la vida de valiosos compañeros y pudo haber sido evitado por el jefe designado, tomó las medidas disciplinarias correspondientes por su irresponsabilidad y el teniente Emilio Lorenzo, culpable probado de los hechos, fue degradado y destituido del mando, informando posteriormente al Comandante en Jefe Fidel Castro los hechos acontecidos.

Enlaces externos

Fuentes

  • Gámez Guerra, Amalia Maciel; Pupo Velázquez, Rosalía Beatriz. Comandante Eddy Suñol. Su participación en la lucha revolucionaria. pp.42-44 (Tesis). Universidad de Holguín Oscar Lucero Moya, 2015
  • Ochoa, Minervino. Plegable Mártires de Matatoro. Holguín.