Combate de Sao del Indio

Combate de Sao del Indio
Información sobre la plantilla
Fecha:31 de agosto de 1895
Lugar:río Baconao,
provincia de Oriente
(actualmente en la provincia de Santiago de Cuba, cerca del límite con la provincia de Guantánamo
Capitanía general de Cuba,
Reino de España Bandera de España
Descripción:
Uno de los combates más sangrientos y encarnizados de la guerra necesaria (1895-1898). Después de Peralejo, el general Antonio Maceo se dirige a Santiago de Cuba y en Sao del Indio se encuentra con la columna hispana del Coronel Canellas. Unidas sus fuerzas a las de su hermano José, comienza el combate que durará alrededor de 36 horas.
Resultado:
Las bajas españolas en Sao del Indio fueron más de 200, entre muertos y heridos; las de los cubanos ascendieron a 89, en ambas categorías.
País(es) involucrado(s)
Capitanía general de Cuba Bandera de Cuba Cuba
Reino de España Bandera de España
Líderes:
Antonio Maceo y José Maceo
Ejecutores o responsables del hecho:
Ejército Libertador
Organizaciones involucradas:
Antonio Maceo y José Maceo


Combate de Sao del Indio. Hecho histórico realizado por los Mayores Generales Antonio Maceo y José Maceo el 31 de agosto de 1895 al suroeste de Guantánamo, en número de unos 650 efectivos, combatieron contra una columna de unas 900 plazas, integrada por un batallón del regimiento Simancas, tres escuadrones de línea, 200 hombres de las escuadras de Guantánamo y una pieza de artillería. El jefe de esa columna española era el coronel Francisco Borja Canellas.

Historia

Los españoles habían salido de la villa de Guantánamo el 29 de agosto con el objetivo de capturar o matar a José Maceo, pues un soldado español que había estado prisionero en la prefectura de Casimba logró escapar e informar que Maceo estaba casi inválido a causa de una ciática doble, y con una escolta que no sobrepasaba los 50 hombres. Por tal razón, Canellas consideraba que aquella sería una incursión sencilla y victoriosa. Gracias a un patriota guantanamero, José recibió información de que la tropa enemiga había salido en su búsqueda.

El combate de Sao del Indio, una proeza maceísta

A pesar de su enfermedad, José Maceo montó en su caballo y fue personalmente a dar las disposiciones necesarias, y en la tarde del 30 de agosto de 1895 llegó a las alturas de Santa María de Savigne. Ya había enviado un mensaje a su hermano Antonio Maceo, en el cual le informaba de la situación. Antonio recibió este mensaje a las 18:00 h del mismo día 30 de agosto, cuando se preparaba para hacer noche en las alturas de El Escandel, a 36 km al ONO del punto donde se hallaba José. Sin perder un minuto Antonio emprendió la marcha hacia Ramón de las Yaguas, para auxiliar a su hermano, que corría serio peligro. Miró Argenter señala en sus crónicas que esta fue una marcha fenomenal, en una noche tenebrosa, por caminos horribles y sin un minuto de descanso, en la cual quedaron caballos y acémilas por quebradas y senderos del monte. A las 3:00 h de la madrugada del 31 de agosto llegaron las tropas de Antonio a su lugar de destino y desde allí avisó a su hermano con el objetivo de que supiera que estaba listo para atacar por la retaguardia. Ya desde la tarde anterior José había comenzado a hostilizar a Canellas; pero el jefe español no le dio importancia a este hecho, pensando que eran los guardias de las prefecturas los que hacían fuego sobre sus tropas, pues no podía imaginar que José estaba avisado y mucho menos que Antonio había viajado con sus tropas para combatir junto a su hermano.

El 31 de agosto de 1895 amaneció a las 6:45 h. La columna española emprendió la marcha por el camino de La Pimienta, rumbo al hospital de Casimba; pero en el sitio conocido como Palmar de Ampudia tuvo que combatir contra una emboscada de contención situada por José Maceo. Con gran esfuerzo los españoles pudieron ocupar la posición. Antonio mandó al brigadier Agustín Cebreco a flanquear a los españoles por la izquierda. Cebreco, con solo 200 mambises, cumplió la misión y llegó hasta el río Baconao, donde José Maceo, en lo alto de la loma del Trucutrú (hoy llamada Trucucú, cerca del arroyo Trucucú), se batía contra los españoles de Canellas. Los españoles redoblaron sus esfuerzos ante la nueva situación atacando con rudeza; pero su vanguardia fue rechazada al tiempo que su retaguardia era atacada por las tropas de José Maceo. Poco después también su centro sufría el fuego de los insurrectos, que se posesionaban de las alturas de Sao del Indio y los obligaron a retroceder y buscar protección en los montes de Casimba, con numerosas bajas. Este primer combate duró nueve horas, desde las 05:00 hasta las 14:00 h, y se caracterizó por la cercanía en que pelearon ambos contendientes. Hubo un intento de los insurrectos de apoderarse de la pieza de artillería, cuya dotación fue arrollada; pero la intervención de las escuadras españolas de Guantánamo impidió el éxito de este lance.

La columna española emprendió la retirada hacia Guantánamo hostilizada constantemente por el fuego insurrecto. Maceo ordenó al coronel Pedro A. Pérez dejar libre el paso para hacerla caer en una trampa con explosivos. Eran dos bombas de dinamita, una de las cuales estalló en la vanguardia; la otra debía ser detonada cuando los españoles retrocedieran; pero Canellas ordenó seguir avanzando y abandonar a los soldados heridos. El 1 de septiembre llegó la columna española al río Higuanábano hostilizada constantemente por los cubanos, que vivaquearon casi junto a los españoles. Al enemigo le faltaba aún media jornada por llegar a Guantánamo bajo la hostilidad mambisa, y en la madrugada del día 2 levantó sigilosamente el campamento y emprendió marcha hacia la ciudad ya cercana. Al amanecer estaba a la vista de los fuertes, por lo que los cubanos solo pudieron hostilizar brevemente su retaguardia. Las bajas españolas en Sao del Indio fueron más de 200, entre muertos y heridos; las de los cubanos ascendieron a 89, en ambas categorías. La marcha de 36 km realizada por las tropas de Antonio Maceo desde El Escandel hasta Ramón de las Yaguas quedó como ejemplo de resistencia y tenacidad entre las fuerzas del Ejército Libertador, razón por la cual el brigadier Miró Argenter, en su libro Cuba: crónicas de la guerra, señaló que la milicia cubana era la más fuerte y andariega de todas las del mundo. Con este combate concluyó la llamada Campaña de Oriente del lugarteniente general Antonio Maceo.

Fuentes

  • Varios autores (2004): Diccionario enciclopédico de historia militar de Cuba, tomo II: «Acciones combativas». La Habana: Ediciones Verde Olivo, 2004.
  • Fondos del Conjunto Monumental Plaza de la Revolución, 2005
  • Artículo publicado en 2010 en el sitio web de la Biblioteca Nacional José Martí (La Habana).