Combate de la Aguada del Aguacate (1958)

Combate de la Aguada del Aguacate
Información sobre la plantilla
Fecha:5 de noviembre de 1958
Lugar:Carretera Guantánamo - Santiago de Cuba, Bandera de Cuba Cuba.
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba
Líderes:
Capitán Demetrio Montseny Villa.
Ejecutores o responsables del hecho:
Ejército Rebelde


Combate de la Aguada del Aguacate. Combate librado por el Ejército Rebelde para impedir que un posible refuerzo procedente de la dirección de Santiago de Cuba socorriera a la guarnición del cuartel de Ermita, atacado el 1 de noviembre por la Columna 6.

Antecedentes históricos

El plan de operaciones en el Segundo Frente Oriental Frank País denominado “Gancho”, que tenía como objetivo sabotear en el territorio la farsa electoral organizada por la dictadura mediante ataques a varios enclaves, se inició el 1 de noviembre con el golpe principal contra Alto Songo, tomado el día 4 por fuerzas de la Columna 17Abel Santamaría” con la colaboración de otros efectivos rebeldes.

Poco después, una columna enemiga procedente de Guantánamo, que desde el 2 de noviembre se encontraba en el cuartel de La Maya (Santiago de Cuba), avanzó el día 5 hacia Alto Songo y retomó el poblado al imponerse por su superioridad en efectivos y poder de fuego.

En la propia fecha, el capitán Demetrio Montseny Villa, con unos 45 a 50 hombres, ocupó el desfiladero de la Aguada del Aguacate, terreno conocido por haberse posicionado anteriormente en el lugar con la finalidad de impedir que un posible refuerzo procedente de la dirección de Santiago de Cuba socorriera a la guarnición del cuartel de Ermita, atacado el 1 de noviembre por la Columna 6.

Características de la zona

La Aguada del Aguacate se encuentra en la carretera Guantánamo-Santiago de Cuba, en un tramo de carretera entre dos lomas, que serpentea en forma de letra “S”. Una hondonada no permite visualizar parte de la vía. El terreno pedregoso hace difícil abrir trincheras.

Distribución y organización de las fuerzas

La emboscada cubría un área de mil quinientos metros. El Servicio de Inteligencia Rebelde había situado dos puntos de vigilancia. Las posiciones más fuertes estaban en las lomas, lo que produciría en el enemigo la impresión de estar en un cerco.

En la loma principal se encontraba el puesto de mando con el capitán Villa, desde donde podía dominar un tramo de la carretera en dirección a Yerba de Guinea, lugar de acceso obligatorio para el enemigo.

Otros grupos se distribuyeron alrededor del puesto de mando.

José Salgado Suárez, Tato, con 14 hombres, ocupó la posición de avanzada en dirección al poblado de Yerba de Guinea (Songo - La Maya). Tenía la misión de poner una mina en una alcantarilla de la carretera para hacerla estallar cuando el primer blindado estuviera sobre ella, desorganizar el orden de marcha y causarle bajas.

Cien metros antes de la entrada al desfiladero, el rebelde Gilberto Isalgué Rodríguez, Tito, debía hacer estallar otra mina enmascarada junto a un ómnibus que estaba quemado a orillas de la carretera.

A su espalda se encontraban dos escuadras bajo el mando del teniente Arnaldo Trutié Matilla, con diez combatientes, para brindarle protección y desorganizar el orden combativo del enemigo. El grupo de escopeteros de Odilio Rodríguez, Yiyo, se situó dentro del desfiladero. Al oscurecer se organizaron las postas y el descanso.

El día 6 y la mañana del día 7 se empleó para el reconocimiento del terreno, precisar misiones, mejorar las fortificaciones de cada posición con maderos y piedras, además de limpiar de obstáculos los sectores de fuego.

Fuerzas enemigas

El destacamento de la dictadura era parte del refuerzo que pasó por la Aguada el 2 de noviembre, que regresaba a su base de operaciones.

Lo integraba unos doscientos soldados, una parte correspondiente a la Compañía 85, que se desplazaban en vehículos pesados y ligeros, apoyados por una tanqueta T-17, un tanque Cometa M-8, un carro patrullero microonda y con cobertura de aviones de combate y de exploración.

Desarrollo del combate

Sobre las 13: 00 horas, el jefe de la Columna 20 Demetrio Montseny Villa divisó a la vanguardia enemiga que se aproximaba haciendo fuego de exploración.

Poco antes, José Salgado, previa consulta, se había retirado en profundidad, dejando a los encargados de hacer estallar la mina.

Cuando arribó el primer blindado fue accionado el explosor, con resultado inefectivo al producir solo una humareda, alertando a la tropa sobre la presencia rebelde.

El enemigo abandonó los vehículos y se desplegó en orden combativo: su fuerza principal por la carretera, con un blindado al frente, y otras a ambos lados de la vía.

Además, una avioneta sobrevolaba el lugar y daba información sobre las posiciones rebeldes y sus desplazamientos.-

Al llegar la tropa a la segunda mina, Tito la hizo estallar. Un soldado murió y tres resultaron heridos. Sin embargo, el rebelde no se replegó con rapidez hacia la colindante escuadra de Sigfrido Barrera.

La explosión hizo guarecerse a los soldados en la depresión del terreno. Tres de ellos ocuparon una posición cercana frente a Tito y concentraron los disparos contra él. El combatiente cayó revólver en mano a pesar del apoyo con el fuego de la escuadra rebelde.

Al mismo tiempo, un grupo de la soldadesca aprovechó las irregularidades del suelo para aproximarse e intercambiar disparos con la escuadra del teniente Luis Felipe Matos.

Cuando el teniente Trutié se percató que los casquitos iniciaban una maniobra para cercarlo, ordenó a Sigfrido ocupar la posición provisional y a Matos replegarse a la principal. La acción puso en desventaja al enemigo en ese lugar y lo obligó a retirase.

Por su parte, el jefe enemigo decidió salir del cerco atravesando las posiciones rebeldes empleando todo el poder de los cañones y ametralladoras de sus blindados, las armas de infantería y el apoyo de la aviación de combate.

El fuego de dos bombarderos B-26 en vuelo rasante les facilitó a los guardias reorganizarse para escapar en estampida bajo una lluvia de disparos.

Cuando el pelotón de la vanguardia y la tanqueta trataron de penetrar en el desfiladero fueron recibidos por el grupo de Gondín con un nutrido fuego, apoyado de inmediato por las fuerzas que combatían junto al jefe de la Columna y las subordinadas a Quinta Solas.

Al intensificarse el combate, el capitán Villa comenzó a impartir órdenes para maniobrar convenientemente ante cada cambio de la situación táctica, única manera de aventajar a un enemigo muy superior en hombres y armas.

Se destacó en el enfrentamiento Antonio Rodríguez Turiño, Rayo Verde, quien azotó a los batistianos con su ametralladora calibre 30 y por el duelo que sostuvo con el artillero de un blindado, al que abatió.

El júbilo lo traicionó cuando se levantó por encima del parapeto para manifestar la euforia por el triunfo en la justa y fue alcanzado por una bala en la frente.

Testimonios de personas que laboraban en el hospital de Guantánamo aseveran que el enemigo sufrió cuantiosas bajas entre muertos y heridos, cifras que no fueron divulgadas oficialmente.

Los rebeldes tuvieron cinco bajas: Cayeron Gilberto Isalgué Rodríguez y Antonio Rodríguez Turiño. Fueron heridos el capitán Demetrio Montseny Villa, Santiago Torres y Raúl Abdala Ladois.

Fuentes

  • En la Línea de Fuego. Casa Editorial Verde Olivo. Ciudad de La Habana, 2008.
  • Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Primera parte (1510 1868) Tomo II Acciones Combativas. Ediciones Verde Olivo, Ciudad de La Habana, 2004.