Combate de los Horcones (Venezuela, 1813)
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Combate de los Horcones. Campañas que se organizaron para la Liberación de Venezuela: Coro, Valencia, Guayana, Monteverde, Admirable, Oriente, Barinas, Barcelona, Guayana, Margarita, Centro, Apure, Libertadora de Nueva Granada, Carabobo, Occidente.
En mayo de 1813 comenzó la guerra de liberación de Venezuela. Entró triunfalmente a Mérida y el 18 de junio de ese mismo año, proclamó en Trujillo la "guerra a muerte" a los españoles. En Caracas, recibió el título de "Libertador". En junio de 1814, el sanguinario realista José Tomás Boves triunfa en La Puerta y avanza hacia Caracas. Bolívar se retira al Oriente, embarcándose después rumbo a Cartagena.
En Tunja el Congreso le otorgó amplios poderes para la campaña de la Nueva Granada, pero temiendo una guerra civil se embarca para la isla de Jamaica a fin de organizar la nueva campaña militar en Venezuela. En 1815, desembarcó en Margarita, preparó una expedición y partió a Carúpano y después a Ocumare de la Costa. Volvió a Haití por segunda vez y regresó a Venezuela en enero de 1816.
El 6 de mayo de ese año será reconocido como jefe Supremo de la República en una Asamblea de notables reunida en el templo de Santa Ana, de la isla de Margarita.
Sumario
Combate de los Horcones
Expulsado Tiscar de Barinas y dueño Bolívar de la plaza, envió orden a Ribas de marchar con su columna hacia el Norte a batir al gobernador González de Fuéntes, quien disponía de 480 hombres en El Tocuyo, pero habiéndose retirado éste con rapidez, le ordena a Ribas que se dirija por el camino más recto a la Villa de Araure, donde Bolívar pensaba reunir todas sus tropas para seguir hacia San Carlos (5), plan sabio que pudo fracasar porque Ribas, terco y bravo, en lugar de tomar el camino de Sanare indicado por Bolívar, siguió hacia el Norte, exponiéndose a luchar con fuerzas superiores (6); más este error lo subsanó batiéndose en los Horcones el 22 de julio, con su habitual energía contra Oberto hasta destruirlo, aunque el español tenía 900 veteranos y una batería de montaña. Enseguida entró a Barquisimeto y se apoderó de la comarca.
Diseminación y concentración
Mientras tanto Urdaneta reunía diferentes contingentes y formaba otra fuerza en Araure, donde Bolívar enviaría sus columnas. De manera que para destruir a los enemigos vencidos el joven libertador diseminó sus tropas sin correr ningún peligro, porque los adversarios derrotados no podían estorbar estos movimientos, y para seguir adelante las volvió a reunir en un solo cuerpo.
Batalla de Taguanes
Monteverde al regresar de su desgraciada campaña de Oriente se quedó un mes inactivo en Caracas, y cuando se dió cuenta del peligro de la invasión de Bolívar salió precipitadamente con 700 infantes selectos para unirse a la división de infantería veterana, regida por el coronel Julián Izquierdo, de 1200 plazas, creyendo combatir a Bolívar más allá de San Carlos. Pero concentrados los patriotas, como va expuesto, y en marcha rápidamente al Norte, Izquierdo, en vez de seguir adelante como pretendía Monteverde, retrocedió y se quedó en Tinaquillo donde impuesto del avance de Bolívar se puso en retirada, pero el 31 de julio el jefe independiente con todas sus tropas lo alcanzó y atacó a la entrada de la inmensa sabana de los Taguanes. Su mayor fuerza visible, 2000 hombres, indujo a Izquierdo a continuar la retirada y la llevó a cabo en perfecta formación durante 6 horas. Bolívar para detenerlo hizo montar los infantes de un batallón a la grupa de los caballos y antes de llegar a la serranía echaron pie a [[tierra] y atacaron con violencia la retaguardia de sus enemigos, mientras de frente los rompían las columnas de infantería de Bolívar. El resultado fue que la división española rindió las armas. Izquierdo y cinco de sus principales jefes quedaron gravemente heridos. Conducido a San Carlos el jefe español falleció al llegar a la ciudad. La división Ribas no llegó a tiempo para asistir al combate.
Impuesto Monteverde de la derrota por un fugitivo, al atravesar las sabanas de Carabobo, volvió riendas a toda carrera hacia Valencia, con medió batallón y dos escuadrones que conducía de refuerzo. Todas sus medidas contra Bolívar llegaron siempre tarde (8). Anticiparse a los enemigos en los puntos decisivos, atacarlos donde no lo esperaban, dividir las propias fuerzas para perseguir a las columnas vencidas y volverlas a reunir para dar otros golpes, fueron los métodos empleados en esta campaña.
Marcha sobre Valencia y Caracas
Con estos triunfos desaparecieron el ejército de 6.000 hombres a cargo de Tiscar, Nieto y Correa, reunido por Monteverde en Barinas y en la frontera de Venezuela para invadir el Nuevo Reino de Granada, y las tropas conducidas de Caracas personalmente por Monteverde para contener a Bolívar en sus últimas operaciones.
Monteverde disponía en Valencia de 400 infantes, 500 jinetes, y 30 piezas de artillería ligera y de plaza, pero en la noche del lo de agosto, precedido y seguido de numerosa emigración huyó a Puerto Cabello, dejando abandonada su artillería, municiones de boca y guerra, y muchos caballos. Bolívar entró a Valencia al día siguiente, 2 de agosto, en medió de vivas y aclamaciones de los partidarios de la República. Aunque una gran parte de los valencianos eran fieles al Rey, no opusieron resistencia (9). Después de ocupada Valencia, Bolívar destinó al comandante Girardot con una partida en persecución de los fugitivos a Puerto Cabello, pero no pudo alcanzarlos y se limitó a proteger la deserción de los que no quisieron seguir con los realistas. En conocimiento de la fortaleza de la plaza, Bolívar en su informe al Congreso de la Nueva Granada, predice la necesidad de combatir con energía a los adversarios para conquistarla (10). Con los elementos encontrados en Valencia aumentó notablemente sus tropas.
Plaza Fuerte de Puerto Cabello
El mismo día destacó a Girardot con una columna ligera en persecución de Monteverde, pero era imposible alcanzarlo; cuando Girardot llegó a La Cumbre, ya el fugitivo se había encerrado en la plaza. Puerto Cabello cubierta de murallas, bien artillada, construida en una isla, se comunicaba con tierra firme por un puente levadizo. Al Norte la protegía el Castillo de San Felipe. Con tales elementos era inatacable por los patriotas. Girardot retrocedió hacia Valencia, dejó su columna en La Cumbre a las órdenes del coronel D'Elhuyar y puso una avanzada en el Palito a orillas del mar, al mando de Miguel Monagas .
En Caracas
Los españoles tenían en Caracas el batallón Veterano de 238 plazas, el de Fernando VII de 1000, el escuadrón del Tuy de 100 al mando de Gorrín, la guarnición del Castillo de La Cumbre de otros 100, en junto 1438 hombres. La mayor parte se dispersaron al saber la aproximación de Bolívar, los restantes al mando de Budía y de Bengoa, se rindieron al llegar los independientes. El 7 de agosto en la mañana, Bolívar entró a caballo a su ciudad natal, acompañado de muchos oficiales granadinos y venezolanos y de un escuadrón de lanceros. La multitud lo recibió a los gritos de Viva el libertador de la Patria. Viva la Nueva Granada. Varias niñas vestidas de blanco, le presentaron ramos de flores en nombre de la sociedad de Caracas, al desmontarse del caballo en la puerta de su casa, esquina de las Gradillas, ángulo Sur-Este de la plaza Mayor. En la tarde y la noche y en los días sucesivos llegaban a victorearlo los fugitivos hasta entonces escondidos en los montes vecinos. Tal fué el recibimiento de su ciudad natal.
El l de agosto tuvieron los patriotas disimulados en la ciudad, los primeros rumores de la aproximación de Bolívar. El 2 el feroz gobernador interino, coronel Manuel del Fierro, puso carteles públicos asegurando que Monteverde había vencido. El 3 desengañados todos los realistas corrían consternados de un lado para otro viendo según expresión de José Domingo Díaz, la espada del monstruo sobre sus cabezas. Los realistas día y noche corrían a pie hacia La Guaira, a buscar barcos para huir a Curazao. En cierto momento se calcularon en 7000 los fugitivos en marcha; los buques se agotaron y más de 1500 españoles y canarios quedaron en la playa sin poder embarcarse.
Liberación de Oriente
Coincidió con la invasión y el triunfo de Bolívar, la de Mariño y sus compañeros en las provincias orientales, a principios del año de 1813. Cuarenta patriotas desembarcaron en Güiria el 13 de enero y formaron una columna de 200 hombres con la cual triunfaron de los españoles, y aumentada luego fueron contra ellos y ocuparon toda la Costa, pero no pudieron tomar el puerto fortificado de Yaguaraparo, en el Golfo Triste, protegido por la marina española. Los patriotas de Margarita dirigidos por José Francisco Guevara se apoderaron del Castillo de Pampatar y pusieron en libertad a Arismendi, quien dominó toda la isla. Bernardo Bermúdez con una columna libertó a Maturín y batió a los primeros españoles que atacaron la plaza; Piar sin ninguna justificación conocida le arrebató el mando y venció primero a La Hoz tras breve lucha y luego a Monteverde que fué con 900 hombres a tomar la plaza. Mariño después de 10 días de sitio y de combates, el 3 de agosto tomó a Cumaná. Los patriotas quedaron dueños del extremo oriental de Venezuela, excepto de la plaza de Yaguaraparo, sostenida por la marina española, como va dicho.
El triunfo de Mariño en Cumaná coincidió con el de Bolívar en Caracas.
Sitio de Puerto Cabello
Después de libertar a Caracas, Bolívar no perdió tiempo en atender a la guerra; desde los primeros momentos envió fuerzas al Tuy, al Guárico y hacia Barinas, a contener los pueblos levantiscos de esos llanos, y con el grueso de sus tropas y nuevas levas realizadas violentamente, se dirigió a sitiar a Puerto Cabello, cuya posición y fortificaciones hemos mencionado en página anterior. Como lo demostraron desde el principio de la revolución y en lo sucesivo, la mayoría de los habitantes de esta importante plaza, fueron partidarios de España y se manifestaron siempre fieles a sus opiniones y deberes como tales.
La plaza de Puerto Cabello, construida en una isla, separada de tierra por un canal, tenía la forma de un cuadrilátero; tres lados fortificados con murallas y baluartes y el otro protegido por los manglares del mar. Cubríala al Norte el fuerte de San Felipe, situado en otra isla y la batería la Blanquilla en un islote vecino. En el cerro inmediato al Sur, existían a bastante altura el fortín Solano, dominando toda la comarca, dos reductos al Oeste y una gran batería a la orilla del mar. La plaza contaba 150 piezas de diversos calibres y 10 morteros para arrojar bombas. La guarnición alcanzaba a 1.200 hombres (16).
El 26 de agosto los patriotas avanzaron en dos columnas sobre la plaza, una por el camino del río que va al mar y la otra por el de los cerros. Al día siguiente Girardot con la primera rompió los fuegos atacando vigorosamente a las fuerzas situadas adelante, tomó las vigías y unido a Urdaneta que mandaba la otra columna, acometieron el barrio de Puente Afuéra y obligaron a los enemigos a encerrarse en la plaza, después de un violento combate en el que arrojaron al canal a los que no tuvieron tiempo de retirarse por el puente levadizo.
Encerrados los realistas en la plaza, los patriotas establecieron su línea de circunvalación en la última calle transversal de Puente Afuera, a 300 varas de la cortina del canal. Pronto llegaron de Valencia y de La Guaira la artillería de montaña y la de grueso calibre. Los fuegos se hicieron más violentos y los patriotas ganaron terreno en la Polémica, es decir en el espacio que precede al canal. Los buques españoles disparaban también sobre los patriotas en especial por el lado del río. Un golpe de mano intentado por Bolívar el 31 de agosto con dos columnas de ataque fracasó por la vigilancia y actividad de los españoles, y los bravos capitanes Camacho y Peñalver, jefes de las columnas murieron heroicamente. Los guardias del Fortín Solano creyendo en la noche tomada la plaza, por la intensidad del fuego, lo abandonaron en el curso del combate, y fue ocupado por los patriotas. Prisionero el comandante Zuazola, asesino célebre en Oriente, las tropas lo sacrificaron en venganza de sus crueldades .
El 9 de septiembre sostuvieron los patriotas un ardiente duelo de artillería entre el baluarte de La Princesa y la batería de la Boca del [[Río]. El comandante de artillería Francisco Tinoco hizo prodigios de valor y al término de la jornada cayó "al pie de su cañón destrozado por una bala de grueso calibre". Su heroísmo causó impresión profunda en el ejército.
Mientras tanto Bolívar no había cesado de proponer canje de prisioneros al Capitán General Monteverde encerrado en la plaza, pero a este jefe torpe y egoísta no le importaba la suerte de sus paisanos y las proposiciones fueron siempre despreciadas. Devorados por el mal trato, de 500 próceres prisioneros en la plaza, sólo quedaron vivos 150.
Fuentes
- Oficio de Bolívar del 10 de mayo de 1813. O'Leary, tomo XIII, pag. 219.
- Bolívar al Presidente de la Uni6n, Mérida, 26 de mayo de 1813. Boletín de la Academia Nacional de la Historia N0 106, pag. 177.
- Oficio a Ribas, 3 de julio de la Misión de Boconó; a Ponce, de Barinas el 8 de julio de 1813. O'Leary XIII, pags. 299 y 300. Al Soberano Congreso de la Nueva Granada. pag. 302.
- Bolívar al Presidente de la Nueva Granada, Barinas,9 de julio de 1813. O'Leary, Documentos, tomo XIII, pags. 288 a 292.
- Oficio a Ribas, Guanare, 17 de julio de 1813, O'Leary, tomo XIII, pag. 306.
- A Ribas, tío político de Bolívar, le costaba obedecerle. Su esposa Josefa Palacios, siendo una niña muy joven, sirvió de madre al huérfano Simón Bolívar, desde su primera niñez.
- O'Leary Vi, Memorias de Urdaneta, pags. 279 y 280.
- Memorias de Urdaneta. O'Leary VI, pag. 279.
- Oficio al Supremo Congreso de la Nueva Granada, Valencia 2 de agosto de 1813. O'Leary XIII, pag. 821.
- Bolívar al Presidente de la Nueva Granada, La Victoria, 5 de agosto de 1818, Oleary', tomo XIII, pag. 329 Caracas, 14 de agosto de 1813. En la Biblioteca Nacional de Bogotá.
- Restrepo no conocía la plaza; se equivoca al suponerla fácil de tomar por las tropas de Bolívar, tomo II, pag. 177.
- Gaceta de Caracas, N' 1, 26 de agosto de 1813, pag. 4.
- José Domingo Díaz, Recuerdos sobre la Rebelión de Caracas, Madrid, 1829, pags. 54 y 55.
- José de Austria. Bosquejo de la Historia Militar de Venezuela, en la Guerra de su Independencia. Caracas, 1855. Pags. 179, 180, 188 y 204.
- Observaciones de Francisco de Azpurua a los Recuerdos de José Domingo Díaz. Madrid 1913.
- Documentos Inéditos. Fuerza de la guarnición. Boletín de la Academia de la Historia N0 68, pag. 409.
- Boletines del ejército libertador Ns, 1,2,3,4 y 5, en el de la Academia de la Historia N0 18, pags. 601 a 607.
- Boletín N0 10 del ejército libertador, en el de la Academia de la Historia N' 18, pag. 608.
- Oficio del capitán Prieto a Monteverde. Fragata Venganza al frente de Puerto Cabello, 16 de septiembre de 1813. Lecuna. Documentos Inéditos. Boletín de la Academia de la Historia, N0 68, pag. 416.
- Bolívar al Presidente de la Nueva Granada, 22 de septiembre de 1813. O'Leary XIII, pag. 376.
