Combate del Puerto de Moya

Combate del Puerto de Moya
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Tanqueta9.jpg
Fecha:diciembre de 1958
Descripción:
enfrentamiento militar entre miembros del Ejército Rebelde y soldados de la tiranía batistiana
Resultado:
Victoria del Ejercito Rebelde
Consecuencias:
Repliegue de los soldados batistianos hasta El Cobre
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba
Líderes:
capitán Félix Duque


Combate del Puerto de Moya. Importante acción militar ocurrida el 14 de diciembre de 1958, en el sitio conocido por Puerto de Moya en la Carretera Central, a pocos kilómetros del Cobre. Tropas del Tercer Frente atacaron allí a una Columna del Ejército de Fulgencio Batista que pretendía llegar a Palma Soriano desde Santiago de Cuba.

Después de cerca de 7 horas de duro combate, efectivos de las columnas 9 y 10, Antonio Guiteras y René Ramos Latour, comandadas por el capitán Félix Duque obligaron a retirarse a las tropas del ejército batistiano hasta el pueblo de El Cobre.

Desarrollo de las acciones

La diversas fusentes que se refieren al hecho difieren en cuanto a la fecha. El comandante Juan Almeida, fija la fecha del martes 16 de diciembre. El investigador Andrés Castillo Bernal el 14 de diciembre y Gerónimo Álvarez Batista, citando a un parte de Radio Rebelde el 15 de diciembre; el periodista Ángel L. Beltrán Colunga, asegura que fue el 14 de diciembre a las 9 de la mañana, al igual que uno de los sacerdotes testigo de la acción. El Comandante narra los hechos así:

“El martes 16 de diciembre, por la mañana, por fin aparece el convoy del ejército en el alto del Puerto de Moya, avanza con lentitud por la Carretera Central rumbo Palma. Cuando ya está dentro de la zona de la emboscada, explota una mina que pone de lado la primera tanqueta. La explosión de otra mina inutiliza un camión. Los soldados se tiran de los vehículos y reaccionan con fuego cerrado hacia nuestras posiciones. Suena la calibre 50 y el antitanque. Se escuchan armas de otros calibres. Los guardias corren buscando atrincherarse.

Llega la avioneta, pasa una y otra vez, da vueltas para intimidar, no puede disparar por lo cerca que están nuestras posiciones de las de los soldados. Nuestros hombres no pueden bajar hacia la carretera por lo peligroso del farallón y porque serían blanco seguro de los soldados. Un cañonazo del antitanque da en la falda de la loma y hace deslizar las piedras, que ruedan en cascadas por los techos de los carros y el pavimento de la carretera.

Hay pánico y confusión entre los soldados; corren agachados para la cuneta, se arriman al paredón, se ocultan debajo de los carros. El fuego se intensifica. Responden a la defensiva desde los vehículos o parapetados detrás de ellos: camiones, ambulancias, carros tanques de combustible, rastras, que se encuentran paralizados, sin poder dar un paso atrás ni adelante. Cuando aminora el fuego, nuestros hombres se lanzan a la carretera y con ellos los que no tienen armas, que esperan estos momentos para coger el fusil. Los soldados sueltan las armas, levantan las manos, se entregan.”[1]

Otros datos de interés

Móvil

El investigador Castillo Bernal asegura, que estas tropas tenían la misión de rescatar los soldados sitiados en La Aduana por la columna Móvil, comandada por Vilo Acuña. Las otras fuentes aseguran que las tropas iban en dirección a Palma. El comandante Almeida asegura que se combatió hasta las doce del día. La acción se extendió por cerca de 7 horas de combate.

Columna batistiana

La columna batistiana estaba formada por tres compañías de fusileros, tres tanques y cinco camiones blindados. Contaban con el apoyo de la Fuerza Aérea. Sufrieron 63 bajas, de ellos veinte muertos y perdieron gran cantidad de armas y equipos bélicos.

Rebeldes

Los efectivos rebeldes de las columnas 9 y 10 estuvieron bajo el mando del capitán Félix Duque

En la acción los rebeldes destruyeron un tanque T-17 y ocuparon dos camiones de trasporte militar. Un sacerdote de la Iglesia de El Cobre y personal del hospital Ambrosio Grillo llegaron al lugar del combate para auxiliar y llevarse los heridos y los muertos.

Un parte de Radio Rebelde de 16 de diciembre de 1958 asegura que al cesar el fuego los rebeldes tenían en su poder: “un tanque ligero, semidestruido, dos tanques, en perfecto estado; dos mortero de 81 mm con abundante parque, tres ametralladoras calibre treinta; un Garand; dos Sprinfield, dos San Cristóbal, una ametralladora Thompson; 16 mil balas 30-06; gran cantidad de obuses para bazookas; un cañón de 37 mm que se desmontó del tanque, con suficiente parque; un camión de transporte, una rastra de combustible.”

Referencias

  1. Almeida Bosque, Juan: La Sierra Maestra y más allá. Ciudad de La Habana, Casa Editorial Verde Olivo, 2008, p.316-317.

Fuentes

  • Alvarez Batista, Gerónimo: III Frente Oriental: a las puertas de Santiago. Ciudad de La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1983, p. 414.
  • Castillo Bernal, Andrés: Cuando esta guerra se acabe… (De las montañas al llano). La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 2000, p.323-324.
  • Beltrán Colunga, Ángel L: “Aniversario 47 de la toma de El Cobre”, en Sierra Maestra, 17 de diciembre, 2005.