Complejo volcánico San Cristóbal-Casita (Nicaragua)

Complejo Volcánico San Cristóbal-Casita
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Volcan-casita.jpg
Localización
ContinenteAmérica Central
País(es)Bandera de Nicaragua Nicaragua
Provincia(s)Departamento de Chinandega
Municipio(s)Chinandega, Chichigalpa y Posoltega
Características
Tipocomplejo volcánico

El Complejo volcánico San Cristóbal-Casita es un área protegida de 179.64 km² bajo la categoría de Reserva Natural perteneciente al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) de la República de Nicaragua.

Fue establecida por el Decreto Ley 1320 del año 1983. Se localiza en el departamento de Chinandega, al norte de la región del Pacífico de Nicaragua, a 130 km de la capital Managua. Esta formada por una cordillera de cinco conos volcánicos, entre ellos el volcán San Cristóbal, el más alto del país.

Historia

Estos volcanes fueron denominados "Los Maribios" en las primeras crónicas, haciendo alusión al grupo indígena que poblaba las llanuras vecinas al tiempo de la conquista, aunque este término se ha extendido actualmente a los volcanes siguientes hasta el Momotombo.

El nombre de San Cristóbal es reciente, en el siglo pasado se le conocía como "Volcán de El Viejo". Los indios de Tzoatega lo llamaban Tepesmequiane por la abundancia de arbustos espinosos que poblaban sus laderas. Por otro lado, el nombre aborigen de El Casita es Apastepe o "Cerro de agua" en nahuatl, a causa de las vertientes que brotan de sus laderas. En el siglo pasado se le conocía como "cerro de Chichigalpa".

El cronista Gonzalo Fernández de Oviedo, quien estuvo en la región en 1528, describió e ilustró la presencia de tres picos humeantes en Los Maribios, cuyos gases marchitaban las plantaciones de los indios. Sin embargo, de todos los volcanes del complejo solamente el San Cristóbal ha presentado manifestaciones eruptivas desde entonces, aunque éstas se han verificado entre largos períodos de reposo.

En tiempos coloniales en 1684 el pirata William Dampier mencionó que el volcán estaba en actividad, "humeante de día y encendido de noche", de tal manera que la luz que emitía el cráter era como un faro que guió a los bucaneros para entrar de noche y sin ser descubiertos a la bahía de El Realejo para asaltar éste puerto y la ciudad de León.

En 1791 el volcán fue escalado por la expedición del capitán Alejandro Malaspina, llegando hasta el cráter, entonces cubierto de fumarolas, donde se recogieron muestras minerales y describieron los pajonales que revestían las empinadas laderas, entre las cuales crecían algunos pinos. Estos árboles habían invadido el cráter medio siglo después, cuando lo escaló el capitán inglés Edward Belcher, los cuales crecían entre fumarolas y campos de azufre.

Por muchos años el volcán estuvo tranquilo pero a partir de 1971 incrementó notablemente la fumarola en el cráter. En 1976 una columna ascendente de lava obliteró los dos intracráteres descritos por Belcher y tras una pequeña erupción de piroclastos se profundizó un único cráter, que se encuentra todavía velado por la densa fumarola. La última manifestación del volcán tuvo lugar en septiembre de 1997 cuando hizo llover un poco de cenizas sobre la población de Chinandega.

Ubicación

La Reserva Natural Complejo Volcánico San Cristóbal - Casita, se localiza en los municipios de Chinandega, Chichigalpa y Posoltega, departamento de Chinandega, en la parte norte de la región del Pacifico de Nicaragua, forma parte de la cordillera de Los Maribios y tiene una extensión territorial de unas 17,964.10 hectáreas (179.64 km2) que corresponden a 25,509 manzanas. Los límites de la Reserva Natural Complejo Volcánico San Cristóbal - Casita están definidos por la curva de nivel de 300 msnm.

Características

El complejo volcánico esta formado por cinco edificios volcánicos: el cono del San Cristóbal, que es el dominante (1,750 m); el Casita (1,405 m); el Chonco (1,105 m); el Moyotepe (900 m) y el cerro La Pelona o Argelia (824 m).

Solamente el volcán San Cristóbal ha permanecido activo en los últimos decenios emitiendo lavas, piroclastos y gases.

Suelos

Los suelos del área protegida y en las llanuras circunvecinas son de orígenes volcánicos, fértiles y profundos, de textura franco arenosa y sumamente frágiles.

Clima

La precipitación promedio sobre el complejo es de 1600 a 1800 mm anuales, mayor que en el resto de la región del Océano Pacífico, debido a que el área es influenciada tanto por un eje de pluviosidad proveniente del cercano océano Pacífico como por los vientos alisios húmedos del Mar Caribe.

Hidrografía

No existen corrientes de agua permanentes que bajen del complejo debido a la alta porosidad de sus suelos. No obstante debido a ésta alta permeabilidad el complejo actúa como una inmensa esponja que absorbe el agua de lluvia. Esta se descarga de dos maneras: por un lado, emerge en una serie de cortos ríos que nacen a cierta distancia en las llanuras circunvecinas y que desembocan en la bahía de Corinto y en el Golfo de Fonseca; y por otro lado da origen a extensos mantos de agua subterránea situados en las llanuras al norte y al sur del complejo.

Hacia la corren 10 ríos, varios son represados y utilizados como fuente de agua para riego. Los más importantes son el río Posoltega, Mono Muerto, Amalia o río Sucio, y Cosmapa, éste último corre cercano a la hacienda del mismo nombre. Otros ríos son el río Los Remedios, El Tesorero, Las Lajas, El Realejo, San Isidro y Atoya.

De esta Reserva Natural nace el río Olomega que es una de las principales cabeceras del río Estero Real. El Olomega brota al pie de las lomas de San Lucas situadas al noreste del cono de La Pelona, que luego en su desembocadura forma el área protegida del Estero Real, declarada Sitio Ramsar.

Flora y fauna

Existen pocos estudios sobre las especies de flora y fauna en el complejo. Se reportan 61 especies arbóreas agrupadas en 34 familias en la finca Argelia, una de las propiedades privadas más grandes del área protegida y con un bosque bastante conservado.

La fauna a encontrarse en este complejo corresponde a la de un bosque seco tropical, con transición a un bosque subtropical húmedo, donde deberían existir animales como: coyotes, sahínos, perezosos, cusucos, conejos, zorro ostoche, venado cola blanca, pizote, mapache y algunos mústelidos. Por lo menos dos especies de monos (araña y cara blanca) han sido reportados en la parte más boscosa. La presencia de felinos grandes es poco probable. Varias familias de aves se encuentran en las laderas y en las cumbres del complejo (chachalacas, gavilanes, cuclillos, psitácidos, trogónidos, senzontles, saltapiñuelas, chichiltotes, carpinteros, etc.

Demografía

La alta densidad demográfica de los municipios de influencia, la ampliación de la infraestructura social y productiva y el empobrecimiento de la población en los últimos 20 años, indican que la vulnerabilidad social ha aumentado. Lo mismo puede decirse de la vulnerabilidad ambiental, pues ha habido una disminución de la cobertura forestal protectora a causa de incendios, huracanes y corte ilegal de leña y madera.

Por otra parte a pesar de su importancia y su alta vulnerabilidad el área no cuenta con análisis de riesgos ni identificación de sitios de alta vulnerabilidad, sino únicamente con un mapa de amenazas volcánicas (INETER, 1995) a escala muy amplia (1:250,000) que no es útil para la planificación a nivel local. No obstante el área protegida y las comunidades de su zona de amortiguamiento cuentan con comités locales de prevención de desastres con equipos de radiocomunicación, entrenamiento y atención por parte del SINAPRED.

Análisis de vulnerabilidad

La evaluación de la vulnerabilidad mide la gravedad de las posibles amenazas con base en los peligros conocidos y el nivel de vulnerabilidad del medio ambiente y la sociedad. Un recuento histórico muestra que el área protegida es un sitio propenso a desastres pues ha sido afectada por cuatro grandes fenómenos en los últimos 40 años. Son los siguientes:

  • 1962, violento deslave del volcán Chonco sobre su ladera oeste, no hubo víctimas pues en esa época el área estaba despoblada. Un deslave semejante hoy destruiría los asentamientos de La Joya y El Chonco que se encuentran en sus cercanías.
  • 1971, reinicio de la actividad volcánica del volcán San Cristóbal, con potencial peligro para todos los asentamientos de sus alrededores. Los gases volcánicos están secando los bosques cerrados de las partes altas del San Cristóbal.
  • 1982, el huracán Alleta se queda estacionado por varios días entre León y Chinandega y causa graves daños a la producción agrícola y los bosques, y destrozos en los caminos del área protegida.
  • 1998, el huracán Mitch y sus intensas lluvias provocan un alud de tierras en el volcán Casita que entierra a los poblados Rolando Rodríguez y Augusto C. Sandino, matando a unas 2,000 personas.

Fuentes