Confesiones. El Diablo Ilustrado

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Editorial:Casa Editora Abril
Primera edición2006
PaísCuba
Sitio web
Editora Abril

Confesiones. El Diablo Ilustrado. Libro de Autor Anónimo, 2006, Publicado por la Casa Editora Abril.

Acerca del libro

Este libro es una saga del primero llamado "El Diablo Ilustrado" que era una recopilación textos publicados en la sección homónima de la revista Somos Jóvenes, y hasta los propios autores se sorprendieron de la acogida que tuvo este libro, y no solo entre los jóvenes. Lectura cotizada, era perseguida por personas de todas las edades, por lo que motivó no solo una reimpresión, sino incluso, a crear este otro.

Es un libro diferente: no se trata de una selección de artículos, sino más bien una introspección personal del autor, quien empeñado en mantener la anonimia salta al ruedo para descubrir sus intimidades. El propio autor advierte el propósito de escribir algo diferente; sin embargo, pero une a ambos títulos su personalísima visión del mundo, la actitud ante la vida, la necesidad de no detener ni un instante el sueño ese que se posa firme sobre la misma tierra que hoyan los indiferentes: ni dormidos, ni despiertos, sino más bien narcotizados, o peor, idiotizados.

Sinopsis

Cuando me propusieron escribir esta segunda parte, estuve a punto de negarme; había desarrollado, en complot con los lectores, esa cofradía llamada el Diablo Ilustrado, desde una sección en la revista Somos Jóvenes hasta su culminación en un libro. Proceso de maduración que cerraba un ciclo de ideas. ¿Volvería ahora sobre los mismos pasos? . ¿Tenía algo nuevo que decir?. ¿Cómo evitar la tentación de convertir en fórmula los resortes de la inspiración que nos conectaron? ¿Cómo alejarme del camino fácil y complaciente que, a la larga, aniquila la honestidad?.........
El Autor.

No se trata de reflexiones -al menos directamente-, historias que muestran todo el universo valorativo del escritor. Algunos nombres han sido subvertidos, otros -con pícara alevosía- nos enfrentan a rostros harto conocidos, entrañable gente a la que uno tiende la mano a diario, con la que conversamos, café o ron mediante, personas que ya hoy ocupan posiciones muy concretas en el espacio cultural nacional. Esa mezcla de ambiente cotidiano y disfraz, nos devuelve una lectura donde se desdibujan los límites de lo real y la inevitable fantasía: el propio hecho de lanzar hechos al papel les imprime la magia y la distancia de la ficción. Nunca sabremos qué sucedió en verdad y qué no, pero lo importante es que en verdad sucedió todo: se trata de transmitir un espacio espiritual, con preclaras convicciones respecto a la realidad social, política, cultural. Se nos dibuja este demiurgo entonces como un paradigma que da señales para la vida, marca rutas aún cuando no pretende que estas sean absolutas.

Características

Escrito con desenfado, deteniéndose a cada instante en valoraciones o citas, remembranzas, textos de canciones por él compuestas, nos desconcierta favorablemente este libro cuya definición oscila entre la serie de relatos y la novela, especie de bitácora de emociones que comulga con la sinceridad; ensayo que se interrumpe inesperadamente con diálogos de parlamentos a veces todo lo extensos que permite el fantasear de la memoria, se torna didáctico sin revelarse como tal. Ya sea caminando por Lagueruela, sentado en el Malecón, a punto de saltar en paracaídas, escribiendo una carta abierta a Serrat, volando rumbo a Venezuela o en la gaveta de Bladimir Zamora, El Diablo piensa su realidad, debate sobre ella, emite juicios y aprende.

Al Diablo Ilustrado

¿Cuándo y donde te revelas?
¿Cómo serán los tiempos que descubran tu rostro?
¿Sabremos cultiva, sin desfraudarte,
tus relatos de fe y estas canciones?

Mengua la misericordia,
viejas larvas maroneras pudren las lindes
y has de proseguir tus diabluras
para que, ojalá más temprano que tarde,
ángeles competentes compartan
este afán de trocar el mundo, el limbo y los infiernos
en algún embrionario paraíso.

Tu lectora anónima que retoma el vuelo. El cerro, verano del año III, siloglo I, milenio III.

Fuentes