Consuelo Miranda Miravet
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Consuelo Miranda Miravet. Destacada pedagoga matancera que hizo ineludibles aportes al sistema educacional cubano.
Síntesis biográfica
Nace el 16 de octubre de 1902 en Colón, Matanzas, realiza sus primeros estudios en el Colegio Irene Toland, hoy escuela Abraham Lincoln de Matanzas.
Terminados sus estudios primarios, matricula el bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Matanzas culminando estos estudios el 26 de junio de 1920, año en que matricula en la Universidad de La Habana la especialidad de Pedagogía y Filosofía, graduándose tres años después con notas excelentes.
Labor revolucionaria
Durante su permanencia en la universidad tuvo el privilegio de conocer a Julio Antonio Mella al que estuvo vinculada tanto en el estudio como en las actividades revolucionarias, especialmente en manifestaciones estudiantiles dentro y fuera del recinto educacional, ejemplo de ello fue la participación de Consuelo en la protesta por la compraventa del Convento de Santa Clara. Al concluir sus estudios fue ubicada a trabajar de maestra en la Escuela Rural La Quincena, en las cercanías de Matanzas.
En 1925 fue invitada a representar a Matanzas ene el II Congreso Femenino, donde participaron mujeres de diferentes clases sociales, allí desarrolló el tema "El derecho de los hijos ilegítimos", mantuvo respecto a este tema valentía y firmeza pero no obstante ocasionó un alarmante debate por muchas de las delegadas que no estuvieron de acuerdo con los postulados. En 1926 reclamada por Ramiro Guerra se incorpora conjuntamente con un grupo de compañeros del Ministerio de Educación para trabajar en el ensayo de las Escuelas Primarias Superiores en las provincias de La Habana y Matanzas, este ensayo la nutrió de experiencias para la asignatura que impartía en la Escuela Normal para Maestros.
En el año 1930 firma un documento de repulsa al régimen de Machado por el asesinato del líder estudiantil Rafael Trejo, lo que le costó ser suspendida de empleo y sueldo. Marcha entonces a la ciudad de Cienfuegos donde comienza a laborar en la Escuela de Artes y Oficios en la cátedra de Ciencias Sociales, allí tuvo entre sus discípulos a Osvaldo Dorticós Torrado con el que entabló gran amistad. Por su capacidad y experiencia participa en muchas tareas sin remuneración alguna, entre ellas la revisión de un proyecto de modificación del plan de estudios de la segunda enseñanza, labora activamente en el Patronato y fue determinante su empeño en la creación de la Escuela del Hogar de Matanzas. Fungió como Inspectora General de las Escuelas Primarias Superiores e Inspectora Provincial de la Escuelas Privadas.
Labor pedagógica
En 1949 se hizo cargo de la Escuela Privada para niñas que recibió el nombre de Consuelo Miranda, actividad que simultaneaba con la de profesora de la Escuela Normal para Maestros. Al triunfo de la Revolución entrega su academia al comprender la justeza de poner en manos del gobierno la educación del pueblo.
A partir de 1959 comienza a laborar como subdirectora de la Enseñanzas Técnica y Profesional de Educación Provincial, por su destacada labor es seleccionada para ocupar la dirección de la Casa de Beneficencia en La Habana. En 1962 cuando laboraba en la Dirección de Internados de Primaria propone la creación de los seminternados e internados de montañas, al crearse el primer internado de montaña en Sevilla Arriba, Consuelo es una de las participantes en la inauguración.
También contribuyó a la creación de los Círculos Infantiles así como a la preparación del personal que laboraría en ellos, junto a la compañera Clementina Serra, en 1965. En este año se jubila oficialmente, pero continuó con el proyecto de los Círculos Infantiles hasta 1971. Así mismo brindó su concurso en la Escuela de Preparación del personal de la Casa de de Protocolo Sergio Pérez Molina en La Habana, en ella impartió la asignatura de periodismo en la Cátedra de Estudios Políticos, donde realizaba el análisis de la prensa diaria, experiencia que tiempos después se pondría en práctica en los matutinos de las escuelas del municipio Playa.
Colaboró junto a Vilma Espín en diferentes tareas de apoyo a la educación, así como en otras de la Federación de Mujeres Cubanas, fue defensora de la participación de la mujer en el arte, las ciencias y la industria, así como de la reforma de la enseñanza femenina.
Consagró todos sus esfuerzos desde 1925 hasta su muerte a realizar reformas en todos los niveles de enseñanza y se desempeñó como miembro de la Unión Internacional para la educación de la infancia, con sede en Londres.
Muerte
Muere el 21 de abril de 1989 a la edad de 86 años en ciudad de La Habana.
Fuentes
- Revista Triunvirato No.2, año 2002. A las puertas del centenario de una pedagoga inolvidable, Miriam Ruano.
