Consuelo Suncín de Saint-Exupéry

Consuelo de Saint-Exuperý
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Consuelo Suncín fue la musa que inspiró el personaje de la Rosa en la novela El Principito.
NombreConsuelo Suncín-Sandoval Zeceña (nombre de soltera) 
Nacimiento10 de abril de 1901
ciudad de Armenia,
departamento Sonsonate,
El Salvador Bandera de El Salvador
Fallecimiento28 de mayo de 1979 (78 años) 
ciudad de Grasse,
Francia Bandera de Francia
Nacionalidadsalvadoreña
Otros nombresConsuelo de Saint-Exupery
CónyugeRicardo Cárdenas
Enrique Gómez Carrillo
Antoine de Saint-Exuperý

Consuelo Suncín-Sandoval o Consuelo de Saint-Exuperý (Armenia, 10 de abril de 1901 - Grasse, 28 de mayo de 1979) fue una escritora, poetisa y artista salvadoreña. Inspiró el personaje de la Rosa en la novela El Principito, escrita por su esposo Antoine de Saint-Exuperý.

Síntesis biográfica

Provenía de una familia acomodada, dueños de tierras y cafetales en Armenia (El Salvador). Su padre, Félix Suncín, era un militar con rango de coronel. Su madre, Ercilia Sandoval Zeceña era ama de casa, y una ferviente católica. Desde pequeña, Consuelo fue una niña precoz, sus razonamientos eran los de una persona adulta.

En 1920, cuando tenía 19 años de edad, contrajo matrimonio con su primer esposo, Ricardo Cárdenas. Se piensa que ese casamiento fue el resultado de un impulso juvenil. Ese mismo año obtuvo una beca del Gobierno salvadoreño para estudiar inglés en una escuela católica de San Francisco (Estados Unidos). Consuelo inventó historias y mitos alrededor de su persona para lograr ser aceptada en los círculos en los que se movía. Inventó, por ejemplo, que su primer marido, el mexicano Ricardo Cárdenas era un capitán del ejército que había muerto en la Revolución mexicana. Pensó entonces que podría ser aceptada mejor si decía que era viuda y no divorciada. Pero en sus archivos se encontró su acta de divorcio, registrada en Mérida (México), en 1925.

Retrato de Consuelo en su juventud.

Al quedarse sola decidió ir a estudiar Periodismo en la ciudad de México. Allí conoció a José Vasconcelos, uno de los principales propulsores de las reformas educativas y de la cultura en ese país. En 1926 viajaron a París (Francia). Mientras mantenía una relación con el mexicano en la capital francesa, conoció ―en una fiesta celebrada por el artista plástico neerlandés Van Dongen― a Enrique Gómez Carrillo, escritor y periodista guatemalteco de renombre en Francia, y que entonces era cónsul general de Argentina en París. Abandonó a Vasconcelos y se casó con Gómez en diciembre de 1926. Gómez Carrillo fue su gran amor, a pesar de que tenía 30 años más que ella. El matrimonio duró solo nueve meses porque en él falleció el 29 de noviembre de 1927 a causa de un derrame cerebral. Ella decidió marcharse a Buenos Aires para vivir de la pensión de su segundo marido.

Matrimonio con Antoine de Saint-Exuperý

Cuatro años después, en 1930, Consuelo conoció en la capital argentina al escritor, aviador y aristócrata francés Antoine de Saint-Exuperý, el cual le fue presentado por su amigo Benjamin Crémieux. Su amor que fue correspondido a primera vista. Saint Exuperý trabajaba como piloto comercial de servicios de mensajería. Se casaron un año después, el 22 de abril de 1931, y Consuelo se convirtió en la «condesa Consuelo de Saint-Exuperý».

Cuando conoció a Saint-Exuperý, ya era una mujer divorciada y viuda, y por lo tanto vilipendiada como «amoral» en los círculos aristócratas franceses a los que pertenecía su futuro marido.

Consuelo era una seductora. No solo era una mujer bonita y menuda que encantaba a los hombres; también podía hablar con ellos. Era una mujer muy interesante y de gran valor. No es una casualidad que interesó a tantos hombres inteligentes e importantes. Su personalidad juega con la leyenda salvadoreña, la de la «volcánica Consuelo». Pero ella tuvo muchas dificultades porque los franceses no la aceptaban. Y lo peor fue la manera como la trató la familia Saint-Exuperý.

Consuelo Suncín se casó con en 1931

Algunos la llamaron «la Scherezada de los trópicos», pero otros ―como la familia del escritor francés Antoine de Saint-Exuperý― la consideraron una buscadora de fortunas: «Una parrandera que se sentía la Alma Mahler de Centroamérica». También fue descartada por su cuñada, la escritora Simone de Saint-Exuperý, quien la describió como una «mujerzuela» (‘prostituta’) y una «condesa de película». Los allegados a Saint-Exuperý nunca tuvieron tiempo para Consuelo. El escritor británico Webster cuenta que la denigración no disminuyó ni 20 años después de la muerte del escritor, cuando un miembro de la familia Saint-Exuperý le dijo que para ellos, que el escritor se hubiera casado con una extranjera había sido considerado peor que si se hubiera casado con una judía, lo cual resumía la posición antisemita, racista y ferozmente xenofóbica de esta familia, cuya «aristocracia» databa del siglo XII.

Hoy hay un consenso en que la salvadoreña inspiró el personaje de la rosa en "El Principito" y que la obra es una alusión a la atormentada relación matrimonial que duró 13 años. Consuelo soportó las adversidades durante esos trece largos años de matrimonio debido a la vida turbulenta de su esposo por la profesión de piloto, la predilección por la vida bohemia, su éxito como artista y escritor, y sus incontables amantes.

Antoine de Saint-Exuperý falleció el 31 de julio de 1944 cuando cubria un vuelo de reconocimiento desde Córcega rumbo a su amada Francia. El avión que pilotaba solo desapareció sobre el mar Mediterráneo. Desde entonces el libro, que se había publicado un año antes, se ha convertido en el tercero más vendido en el planeta (después de La Biblia y El Corán. Ha sido traducido a más de 250 idiomas y ha vendido 140 millones de ejemplares.

Muerte

Consuelo Suncín falleció en Grasse (Francia), el 28 de mayo de 1979, debido a un ataque de asma. Fue enterrada en el Cementerio Père-Lachaise, en París.

Desde ese momento desapareció de todos los libros que se publicaron sobre la vida de Saint-Exuperý, y Francia la olvidó mientras construía los numerosos monumentos en honor del héroe Saint-Exuperý.

Publicaciones póstumas

En el año 2000, cuando comenzaban los preparativos para celebrar el centenario del nacimiento del escritor, cayó una «bomba» en Francia con la publicación de un manuscrito rescatado por José Martínez Fructuoso (su heredero literario): La memoria de la rosa, en el que Consuelo hace un amargo recuento de los 13 años de matrimonio con el escritor francés.

Ella cuenta que él era terrible, el libro es una confesión sobre su relación, y provocó una conmoción porque Saint-Exuperý era considerado un santo.

En el manuscrito acusa a su esposo de hacerla sufrir continuamente con sus múltiples ausencias y numerosas amantes. Habla de sus varias debilidades: de su «egoísmo» y su «infantilismo», lo llama «cruel, negligente, avaro y derrochador». Según Paul Webster, el libro es un feo recuento de una viuda muy amargada.

En lo que muchos están de acuerdo es en que más que una fábula filosófica, como muchos lo han hecho creer, El Principito es una alegoría de la propia vida de Saint-Exuperý, de sus incertidumbres y su búsqueda de paz interior. Y también es una alusión a la atormentada relación con Consuelo: la rosa (en El Principito) es Consuelo. Los tres volcánes son los volcanes de El Salvador. Los baobabs son las ceibas a la entrada del pueblo de Armenia en El Salvador. La rosa que tose es Consuelo, que sufre de asma, que es frágil y por eso está protegida bajo una campana de cristal. Las otras cinco mil rosas pueden ser las otras mujeres de Saint-Exuperý, pero para El Principito esas rosas no valen nada, la única que vale es su rosa.

Consuelo de Saint-Exupery, una novia vestida de negro, biografía escrita en francés en 2010 por Marie-Helene Carbonel.

Se ha querido presentar a este libro como un cuento para niños. Pero no lo es de ningún modo. Es un libro que escribió para pedir perdón a Consuelo, es un acto de contrición, dice la escritora francesa Marie-Helene Carbonel.

Marie-Helene Carbonel, quien en 2010 publicó en Francia la biografía Consuelo de Saint-Exupery, una novia vestida de negro, tuvo acceso a las cartas y documentos personales de Consuelo Suncín en un archivo que maneja en Francia su heredero literario y empleado, José Martínez-Fructuoso.

Obras

  • Memorias de la rosa (diario). Francia, 2000.

Fuente