Copa lacada china Han ( año 4 n. e.)

Copa lacada china Han ( año 4 n. e.)
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Copa lacada, encontrada cerca de Pyongyang, Corea del Norte, año 4 n. e.

Copa lacada china Han. Procede de un período turbulento de la dinastía Han. Fue encontrada cerca de Pyongyang, Corea del Norte, año 4 n. e. Es muy ligera y parece más un pequeño cuenco de servir que una copa de vino, un cuenco que albergaría el equivalente a un vaso de vino muy grande.

Descripción

En la China de la dinastía Han, hace 2000 años, ofrecer regalos imperiales fue una actividad fundamental para acumular influencia; una actividad situada en el oscuro límite entre la diplomacia y el soborno.

Esta copa, procede de un período turbulento de la dinastía Han. En el centro, el emperador se hallaba bajo una grave amenaza, al tiempo que luchaba por mantener el control en los confines del imperio. Los Han, que gobernaban desde el 202 a. n. e. habían extendido el poder chino hasta Vietnam por el sur, las estepas de Asia central por el oeste y Corea por el norte y en cada uno de esos lugares habían establecido colonias militares. A medida que el comercio y los asentamientos Han iban creciendo en esos enclaves, el poder de sus gobernadores aumentaba de forma paralela, con lo que existía siempre el riesgo de que pudieran convertirse en feudos independientes. Lo que los chinos denominan hoy escisionismo ya era entonces motivo de preocupación.

Había que garantizar la lealtad de los gobernadores al emperador y una de las formas que tenía este último de ponerlos de su parte era ofrecerles regalos que comportaran un enorme prestigio imperial. En el Museo Británico se encuentra esta exquisita copa de vino lacada que probablemente el emperador Han le dio a uno de sus comandantes militares en Corea del Norte hacia el año 4 de nuestra era.

Copa lacada china Han

Es muy ligera y parece más un pequeño cuenco de servir que una copa de vino, un cuenco que albergaría el equivalente a un vaso de vino muy grande. Es un óvalo poco hondo de unos 17 centímetros de largo, aproximadamente del tamaño y la forma de un mango grande. En sus dos costados más alargados lleva sendas asas doradas que dan su nombre a la taza, ya que se la conoce como Copa de Orejas.

El núcleo de la copa es de madera, y los daños sufridos en la superficie permiten ver esa madera en algunos puntos, pero en su mayor parte está cubierta por varias capas de laca de color marrón rojizo. El interior es sencillo, pero en la parte exterior, decorada con taracea de oro y bronce, se representa a varios pares de pájaros enfrentándose, exhibiendo todos ellos unas exageradas garras que destacan sobre un fondo de formas geométricas y espirales decorativas. El efecto global es el de un objeto costoso y sumamente elaborado, elegante, con estilo, que inspira confianza. Todo en él denota gustos satisfechos y opulencia mesurada. La laca de alta calidad era extraordinariamente lisa y prácticamente indestructible.

Las piezas finas como esta copa requerían treinta o más capas distintas, con largos períodos de secado y endurecimiento entre cada una de ellas, con lo que suelaboración habría requerido alrededor de un mes. Apenas sorprende, pues, resultaran desmesuradamente caras, por el precio de una copa lacada se podían comprar más de diez de bronce. De modo que las tazas lacadas se reservaban estrictamente a los más altos cargos, los gobernadores imperiales que controlaban las fronteras del imperio.

La maquinaria del Estado, incluida la producción de artículos de lujo, estaba tan bien estructurada que podía funcionar perfectamente bien a pesar de tales flaquezas en las altas esferas. Esta copa resulta notable por su suprema factura y todavía más si se tiene en cuenta que fue sometida a un nivel de control de calidad que supera con mucho al de la mayoría de los lujosos objetos de diseño actuales.

Alrededor del borde de la base oval de la copa discurre una estrecha franja que lleva inscritos 67 caracteres chinos. En Europa cabría esperar que esa especie de franja llevara, quizá, un lema o una dedicatoria, pero aquí estos caracteres enumeran a seis artesanos responsables de los diferentes procesos involucrados en la fabricación de la copa: la confección del núcleo de madera, la primera capa de lacado, la última capa de lacado, la doradura de las asas, la pintura y el pulido final. Y luego se pasa a enumerar a los siete inspectores del producto, cuya responsabilidad era garantizar la calidad. Seis artesanos y siete supervisores: eso sí que es una auténtica burocracia.

Esta copa es un documento fehaciente del vínculo entre la producción artesanal y la administración pública, de la burocracia como garantía de belleza.

Aporte de este hallazgo a la Historia de la Humanidad

Explorar esta copa lacada de hace 2000 años lleva a un territorio que resulta desconcertantemente familiar: la empresa privada bajo el control del Estado chino, una producción en masa de vanguardia aliada con una alta tecnología, una hábil gestión de las relaciones entre la capital china y Corea del Norte y un astuto despliegue de regalos diplomáticos.

Los chinos todavía saben que los mejores regalos son siempre aquellos que sólo quien los ofrece puede encargar. En la época de la dinastía Han fueron la seda y las copas lacadas, hoy, cuando China quiere entablar relaciones amistosas, sigue ofreciendo presentes que nadie más puede igualar, es lo que se conoce como la Diplomacia del panda.

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