Copernicia

Copernicia o Palma cubana
Información sobre la plantilla
Copernicia baileyana.JPG
Nombre Científico:'
Reino:Plantae
División:Magnoliophyta
Clase:Liliopsida
Orden:Arecales
Familia:Arecaceae
Tribu:Corypheae
Género:Copernicia
Hábitat:Cuba


Copernicia. Se trata de un género de unas veinticinco especies de palmeras distribuidas principalmente en Cuba y Sudamérica. Este género de palmeras se las conoce por las palmeras de la cera ya que de ellas se extraen diversas ceras que en algunos casos se utilizan para la alimentación como por ejemplo la cera de carnaúva que se utiliza para dar brillo a ciertos alimentos y que se extrae de la Copernicia alba.

Etimología

El término genérico está dedicado al conocido astrónomo polaco Nicolás Copérnico. El término específico "baileyana" es en honor a Bailey, un norteamericano adinerado coleccionista de palmeras.

Características

Palmera con tronco singular, erecto, de 10-12 m de altura. Las hojas, sujetas por un pecíolo erecto, son palmeadas, de 1,2-1,5 m de diámetro, subdivididas hasta la mitad en unos 60 segmentos fuertemente puntiagudos, de color verde brillante y cubiertos por una sustancia cerosa. Las flores se recogen en inflorescencias en racimo, ramificadas, largas tanto como las hojas. Los frutos, redondeados, son de color marrón.

Usos

De las hojas de esta palmera se obtiene la preciadísima cera carnauba, cuyo nombre proviene de una población indígena de Brasil, donde la planta crece espontáneamente. Copernicia baileyana es una palmera realmente suntuosa e impresionante. Extraordinaria como pie aislado en jardinería. El inconveniente que tiene es que es de crecimiento muy lento.

Cultivo

Resiste muy bien el pleno sol incluso desde joven. No soporta las heladas y precisa de un clima cálido. Es muy adecuada para zonas tropicales o subtropicales cálidas. Poco exigente en cuanto a suelos, pero se desarrolla mejor en tierras ricas y ligeramente drenadas. Muy resistente a la sequía. Sensible a los ambientes húmedos cuando es joven.

Multiplicación por semillas

Las semillas germinan con cierta facilidad, pero las plantas jóvenes crecen muy lentamente y son necesarios muchos años para que empiecen a formar un tronco.

Fuentes