Corso y Piratería (Isla de Pinos)

Corso y Piratería (Isla de Pinos)
Información sobre la plantilla
Piratas y corsarios.JPG
Fecha:Siglos XVI al XVIII
Lugar:Isla de Pinos
Descripción:
Acciones navales irregulares contra el gobierno español al sur de la Isla de Cuba
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba


Corso y Piratería (Isla de Pinos). Durante los siglos XVI, XVII y XVIII los mares al sur de Cuba estuvieron saturados de corsarios y piratas. El monopolio comercial español que excluía a las restantes potencias europeas del disfrute de las riquezas americanas, así como la imposibilidad de España de defender tan vastos territorios provocaron el auge del Corso y la Piratería. La Isla de Pinos, al sur de Cuba se convirtió entonces en una excelente base de operaciones para atacar los navíos españoles y los asentamientos en tierra firme.

Causas

La implantación del monopolio comercial español sobre sus colonias, que privaba a las potencias coloniales europeas de las riquezas y ganancias que originaba la explotación del mundo colonial iberoamericano, trajo como respuesta el surgimiento del Corso y la Piratería.

Los buques españoles en su ruta hacia América, hacían escala en Islas Canarias, de aquí continuaban viaje hasta Dominica lugar donde se dividían, unos se dirigían a Santo Domingo y otros continuaban viaje. Estos últimos llegaban al sur de Isla de Pinos donde se separaban los de Yucatán y Honduras y los que seguían hacia La Habana. Los que venían de las costas de Suramérica cargados de riquezas, pasaban muy cerca del litoral pinero, cosa que aprovechaban los piratas y corsarios para sus fechorías.

Piratas y corsarios en Isla de Pinos

La primera referencia a la presencia de piratas y corsarios en suelo pinero data de 1543, cuando el francés Jean Francois La Roque llegó a ella y reparó sus naves. A partir de entonces este lugar comenzó a utilizarse como apostadero por parte de los aventureros del mar, quienes esperaban aquí las embarcaciones, que venían cargadas de riquezas del continente americano, para atacarlas.

En Junio de 1565 el famoso pirata inglés, John Hawkins llegó a Isla de Pinos convirtiéndola en lugar de refugio. En sus memorias recuerda que en estas tierras, además de dar reposo a su gente, se abasteció de Agua y reparó las naves.

Otro de los famosos corsarios del siglo XVI, el inglés Francis Drake, fue un gran conocedor de la Isla. En 1572 la visitó como capitán de la flota de Hawkins, y volvió en 1586.

A finales de ese siglo llegaron a las playas pineras, el corsario holandés Van Caerden y el pirata inglés John Oxman, quién la utilizó como cuartel.

Siglo XVII

Como resultado del desastre sufrido por la flota de Drake a finales del Siglo XVI y los acuerdos firmados entre Felipe II y los holandeses, así como el fortalecimiento de la Flota de Barlovento, se produjo una relativa calma en el llamado Mediterráneo americano hasta 1625 que comenzó una nueva ofensiva por parte de piratas franceses, holandeses e ingleses. Es por estos años que llegan a la ínsula pinera varios corsarios holandeses como fueron Van Vyn Enrique, quién arribó a nuestras costas luego de apoderarse de una flota española.

En 1628 Pieter Pieterzoon Heyn, Pata de Palo, la utilizó como refugio. Un año después otro holandés Cornelius Cornelizoon Hol, parte de las costas pineras para atacar a La Habana.

Hacia 1630 en los mares de la zona hay un nuevo período de tranquilidad, consecuencia de las medidas adoptadas por España para limpiar de extranjeros sus aguas. Entre las que se destacaba la formación de una estructura integrada por veinte galeones, urcas y pataches y nueve mil hombres de desembarco, además de otras colaterales como fueron el reforzamiento de la población costera y la designación de gobernadores militares con poderes extraordinarios, ejemplo de esto último fue el nombramiento de Hernando de Pedroso como señor y gobernador de Isla de Pinos.

De nuevo los piratas holandeses hacen acto de presencia en las costas pineras y en 1638 el pirata Cornelius Cornelizoon Hol la vuelve a utilizar como apostadero, esta vez para atacar la flota procedente de tierra firme que llevaba valores superiores a los veinte millones de pesos.

Tal estado de cosas hacía cada día más difícil la situación de los colonos allí asentados, ya que estaban en constante peligro sus vidas y propiedades por lo que proponen diferentes medidas para tratar de garantizar la integridad de sus bienes contra los ataques de los bandidos del mar.

Jean Davies o Francis El Olonés en 1660 mantuvo su campamento al pie de una loma pinera.

En 1663 Diego Zayas Bazán y Rojas, dueño por entonces de Isla de Pinos, propuso un proyecto para crear un señorío que garantizara su defensa, a cambio de su propiedad perpetua. Tal idea no fructificó y la Isla continuó siendo guarida de filibusteros.

A partir de 1668 se incrementó la presencia de aquellos navegantes, al sumarse un grupo de marinos procedentes de las nuevas colonias de América del Norte. Por esta época se sabe que el inglés Henry Morgan reparó sus naves en este lugar antes de partir a su fracasado intento de tomar La Habana. También Bartolomé El Portugués se refugió por esos años.
Entre 1677 y 1678 el pirata francés Pierre Franquesnay estableció aquí su cuartel, desde donde partió con sus barcos para atacar varios puntos de las costas cubanas.

Otros piratas que se destacaron por su presencia en esta época fueron los ingleses Bartolomé Sharper en 1680 y seis años después, William Dampier quién se convirtió en escritor y narrador de sus aventuras en Isla de Pinos.

Además de ser esta ínsula invadida por los bandidos del mar, lo fue también por la administración colonial inglesa en la zona del Caribe; se conoce que durante estos años los marinos de las islas Jamaica y Caimán, ocupadas por Inglaterra, solían atacarla constantemente con el fin de apropiarse no solo del ganado, sino de otros recursos de la población.

Siglo XVIII

La presencia del corso y la piratería en el Siglo XVIII en el Caribe se presenta en forma diferente a los años anteriores. Ahora Inglaterra, Francia y Holanda, potencias que habían promovido la actividad pirática, variaron sus intereses pues necesitaban del comercio para darle salida a sus mercaderías, es entonces cuando Cuba se convierte en armadora de corso para obtener los recursos necesarios que España no le podía asegurar.

En este siglo se tuvieron noticias de la presencia de tres piratas en las costas pineras. Fueron ellos los ingleses Charles Grant, en 1702; el español Bartolomé Valadón en 1718 y en 1719 John Rackman, conocido por Calico Jack.

Los corsarios españoles y cubanos se limitaron en sus andanzas a las áreas de Puerto Rico, el Paso de los Vientos, la zona de Jamaica y el Canal de la Florida, así se infiere que Isla de Pinos había dejado de ser punto adelantado en la protección de la costa sur de Cuba.

Corsarios y Piratas que visitaron la Isla

INGLESES

FRANCESES

Jean Francis de la Roque o Señor de Robernal 1543

HOLANDESES

ESPAÑOLES

IRLANDES

PORTUGUES

CUBANOS

MUJERES PIRATAS

Fuentes