Cosmogonía mapuche

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Cosmogonía Mapuche
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Concepto:Es un relato del origen del cosmos y su posterior evolución. Todas las religiones poseen un cosmogonía que se puede identificar con un proceso de creación o emanación.

Cosmogonía Mapuche. La cosmogonía es un relato del origen del cosmos y su posterior evolución. Todas las religiones poseen un cosmogonía que se puede identificar con un proceso de creación o emanación. Mitos y leyendas conforman historias en donde los dioses se cruzan en disputas y conflictos que finalmente concluyen en la creación del universo. Este tipo de relatos son originarios de las primeras civilizaciones y pueden rastrearse en la mitología sumeria y egipcia, y otras más recientes cronológicamente, como las nórdicas o las amerindias.

Las cosmogonías son diversas en cada cultura, a veces puede originarse en la palabra, otras en el canto sagrado de un ser mítico o incluso en el acto sexual solitario de un dios. Las cosmogonías dualistas dan origen siempre a la creación de personajes opuestos. También se considera cosmogonía la explicación del mundo desde una perspectiva científica. La historia de la ciencia ha dado cuenta de diferentes explicaciones hasta desembocar en la actual teoría del big bang, un punto de singularidad en el espacio en donde se originó el universo y el tiempo.

Símbolos mapuches

Adoraban el color azul; tenían un mítico rey azul, Chao Kalfú, a quien imitaban pintándose la cara con rayas azules; usaban mucho y usan todavía el poncho azul con dibujos de colores. Las tinturas azules relacionaban los distintos azules del cielo, las aguas y los seres humanos. Es fundamental tener muy en cuenta la correspondencia simbólica del cielo y la tierra para comprender la cultura mapuche; debe haber siempre para ellos un equilibrio entre los dos mundos: el mundo de los pillanes (las almas) y el mundo de los hombres.

Evidentemente el elemento agua es central en el pensamiento mapuche; el gran río de la tierra, el Futaleufú (gran río) tiene su imagen, o viceversa, en el gran río del cielo: Huenu Leufú (río del cielo), la vía láctea. Los volcanes son reverenciados, al parecer siempre considerados como benéficos, pues allí también viven los espíritus de los ancestros. Al Villarica le llamaban Ruca Pillán, literalmente: la casa de los espíritus.

Ritos mapuches

El cultrún, o tambor de las machis, tiene impresos los cuatro puntos cardinales; mediante su sonido se congregan los mapuches alrededor del rehue (un tronco enterrado en el suelo con escalinatas que tiene la función de altar) para el rito de comunicación con los antepasados, la gente baila hasta que la machi entra en trance, su voz se transforma y empieza a hablar en una lengua extraña que nadie conoce, salvo un traductor oficial, dungu machife, que va traduciendo en cantos lo que la o el machi va diciendo.

Dicho lenguaje en trance es semejante al onírico: “se produce en diversos planos y saltos abruptos, con la aparición de figuras míticas”, mezclándose elementos aparentemente inconexos . Los mapuches son grandes estudiosos de los sueños (peuma), siempre interpretados como mensajes provenientes de los pillanes del Wenu Mapu; todo acontecimiento importante siempre es precedido por un sueño, dicen. A veces el rito es un llamado de los pillanes a resistir a los huincas (extranjeros), y es cuando se previene de un gran diluvio que los expulsará.

El calcu, la maldad, es lo que provoca enfermedades, enemistades, desequilibrios y catástrofes naturales. Para restablecer los equilibrios se sacrifican animales, un toro negro o un animal de lana blanca, en caso de sequías por ejemplo; esto da ocasión a restablecer las relaciones sociales entre los hombres. El ritual o la ceremonia de comunicación con los pillanes se llama Nguillatún; para restablecer los equilibrios hay una etapa denominada Conchotún (de Concho, amigo íntimo, compadre), en la que las personas se hacen regalos, se abrazan, se dicen palabras bellas y se ofrecen alimentos mutuamente.La aparición del huinca, quien es considerado a la vez extranjero y ladrón, significa el inicio de la ruptura entre el cielo y la tierra, el desequilibrio, haciendo perder a los hombres la capacidad de seguir los signos de los pillanes y de la naturaleza. Jugando a la chueca (palihue, juego del palín, parecido al hockey) podían decidir posteriormente en un cahuín (reunión) o futa cahuín (gran reunión) cuando llevarían a cabo el ataque a los wincas, que como el diluvio, los arrasaría de la tierra aunque tuvieran que morir araucanos.La sanación de las personas también consiste en un restablecimiento de los equilibrios rotos; para ello se hace un rito llamado machitún, donde la machi restablece el equilibrio psicológico y social mediante ritos de carácter simbólico, acompañado del restablecimiento del equilibrio físico, para el cual ofrece preparaciones con hierbas.

Cohesión lingüística mapuche

El pueblo mapuche siempre vivió en las costas de mares o lagos y en las riberas de los ríos, siempre cerca del agua; los pueblos del sur, antes de la conquista, sumaban más de un millón de hombres según las estimaciones. Nunca formaron pueblos o ciudades y al parecer eran bastante pacíficos entre ellos, aunque para la llegada de los españoles ya estaban preparados debido a las luchas contra los incas. Esto no dejó nunca de ser un importante factor de cohesión, que como veremos, no es el único. La paz entre ellos estaba asegurada por un intenso ir y venir entre fiestas e intercambios de productos. Navegaban mucho los ríos. Intercambiaban mujeres; se dice que este último es otro factor importante de cohesión y amistad.

Bengoa afirma de acuerdo a los antecedentes, que los mapuches cultivaban una especie de ley de cortesía que siempre fomentaba la amistad entre las agrupaciones. Es importantísimo destacar que el lenguaje mapuche estaba muy difundido y era prácticamente el único en el sur de Chile; se dice que esta muy especial homogeneidad lingüística (especial porque es raro encontrar tanta homogeneidad de idioma en otras zonas no civilizadas (sin Estado) del planeta) sólo se explica por una continua comunicación entre el valle del Aconcagua y Chiloé.“La sociabilidad y cortesía mapuche fue capaz de reemplazar al Estado como institución organizadora, controladora y represiva. La sociabilidad, las comidas, las bebidas, el baile interminable, la vida sexual libre entre los jóvenes, la poligamia como sistema de transferencias y alianzas políticas, fueron algunos de los mecanismos que permitieron que surgiera esa sociedad agraria del sur de Chile antes de la llegada de los españoles... Nadie los mandaba. No había autoridad fuera de la familia; familia amplia, compleja, poligámica, patriarcal, como señala hoy día la antropología.

Eran linajes enormes que obedecían a un jefe, cabeza, lonco en lengua mapuche, o a un ulmen, un hombre sabio y rico, gordo por lo general, nos dicen las historias, que había procreado una larga descendencia y que ejercía sobre todos ellos, sobre diversas agrupaciones, el poder de la justicia. Hombre importante con derecho a juzgar”.

La influencia inca se deja notar en algunas palabras y costumbres; el culto a las Huacas es una de ellas, propagada a través de toda la América indígena; la palabra auca es otra más, significa tanto guerra y guerrero como rebelde. Y sin embargo los araucanos no fueron un pueblo siempre en guerra como han querido pintarlo algunos historiadores; los restos arqueológicos no guardan restos de guerreros ni señales de ensalzamiento bélico. La capital inca en Chile fue Quillota, voz quechua; la más austral: Calera de Tango; más allá sólo pucaraes, fuertes que guardaban la frontera y protegían a los mitimaes, o colonias incas.

Fuentes