Crimen de San Juan de Wilson
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Crimen de San Juan de Wilson. Este hecho constituyó uno de los grandes crímenes cometidos por el régimen colonial español en Cuba en el siglo XIX. El ejecutor de esta matanza fue el sanguinario capitán de voluntarios Carlos González Boet. Tuvo gran repercusión en su época, conmoviendo a la ciudadanía santiaguera.
Sumario
Los hechos
Esta represión se organizó, según los testimonios, en los últimos días del mes de enero de 1870, en un banquete en el Círculo Español en Santiago de Cuba, presidido por un sacerdote de apellido de Lecanda y el Comandante jefe de la guerrilla de El Cobre Carlos González Boet.
En esa reunión se decidió apresar a importantes personas consideradas sospechosas y fusilarlos, sin juicio alguno. Esta tarea la ejecutaría el propio González Boet. Pasado unos días, fueron denunciados y apresados un numeroso grupo de vecinos de Santiago de Cuba, los sacaron de la cárcel por orden de Boet y los llevaron al ingenio San Juan de Wilson, a tres leguas de la Villa de El Cobre. Este ingenio estaba convertido por Boet en campamento de su guerrilla. Coincidiendo con las detenciones en Santiago, fueron detenidos también algunos moradores de la Villa de El Cobre y conducidos al ingenio.
El día 13 de febrero de 1870 se encontraban todos los detenidos en el ingenio. “Atropellados de palabra y obra, oprimidos y vejados, iba la guerrilla de Boet amontonando los presos, atados con bárbaras ligaduras, en los corredores de la casa de vivienda del ingenio, allí nos encontrábamos tirados por el suelo, como bestias condenadas al sacrificio, sin derecho ni para respirar, pisoteados antes de ser muertos.” [1].
Entre los días 13, 14 y 15 de febrero Boet torturó y asesinó a los detenidos, pese a la intervención del coronel Emilio Callejas, con fuerzas de caballería de Voluntarios, con la orden de liberar determinados presos, continuó el fusilamiento. En opinión de Buenaventura Cruz, superviviente del hecho, mayor hubiera sido el número de muertos, de no haber ordenado el gobernador Ojeda al alcalde de la cárcel, “bajo pena de muerte en caso de infracción, que no entregara ningún preso político sin orden expresa suya (…)” [2].
Mártires de San Juan de Wilson
- Buenaventura Bravo
- Desiderio Hechavarría
- José María Bravo
- Diego Palacios
- Andrés Puente Badell
- Diego Vinagre
- Baldomero Cosme
- Bernardo Cabeza
- Joaquín Santiesteban
- Juan F. Portuondo
- Carlos Damery
- Juan F. del Pozo
- Manuel Camacho
Monumentos de recordación
En la Carretera Central, a la altura de la terminal de ómnibus de Calle 4, en la ciudad de Santiago de Cuba, se encuentra un busto del mártir Andrés Puente Badel, Venerable Maestro de la masonería santiaguera. En la propia Carretera Central, en el tramo de Melgarejo a Palma Soriano, cerca de Puerto de Moya, en una elevación conocida como Altos de Cosme, donde Boet asesinara a algunos prisioneros, se levanta un obelisco a los mártires de San Juan de Wilson.
Los mártires de San Juan de Wilson, inmolados por la libertad de Cuba, el 15 de febrero de 1870, descansan en la tumba familiar de los Bravo Correoso, capilla con un lapidario que los enaltece en el Cementerio de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba.
Referencias
- ↑ Portuondo Moret, Octaviano. Presencia de Santiago en la Guerra del 68. Santiago de Cuba, Editorial Oriente, 1981, p.85-92. (Testimonio del sobreviviente Buenaventura Cruz)
- ↑ Ibid
Fuentes
- Bacardi Moreau, Emilio. Crónicas de Santiago de Cuba. Santiago de Cuba, Tipografía Arroyo y Hermanos, 1923, T. IV, 303-308.
- Portuondo Moret, Octaviano. Presencia de Santiago en la Guerra del 68. Santiago de Cuba, Editorial Oriente, 1981, p.85-92. (Testimonio del sobreviviente Buenaventura Cruz).
