Crisis del 29

Crack de 1929
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Depresión 1929.jpg
Fecha:24 de octubre de 1929 al 1939
Descripción:
La crisis del 29
País(es) involucrado(s)
Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos

Crisis del 29. Conocida también como El Crack del 29, fue la más devastadora caída del mercado de valores en la historia de la Bolsa en Estados Unidos que provocó un prolongado período de deflación. Esta crisis se trasladó rápidamente al conjunto de la economía estadounidense, europea y de otras áreas del mundo. Una de sus consecuencias más inmediatas fue el colapso del sistema de pagos internacionales.

Historia

La debacle económica de 1929 ha concitado la atención de historiadores y economistas como no lo ha hecho ningún otro momento de la historia económica del capitalismo. El debate en torno a los orígenes de la crisis se prolonga, de hecho, hasta los años ochenta, reactivado por la necesidad de dar una explicación fundada a la crisis de las últimas décadas. Marxistas, monetaristas y keynesianos han intentado dar una explicación de este episodio que, en realidad, se correspondió con un largo período, que va desde 1929 hasta 1939.

El crack de 1929 tuvo claros precedentes en Europa y también en Estados Unidos. En 1927 se produjo la caída del mercado de valores de Alemania, en 1928 esto se repite en Gran Bretaña, y en febrero de 1929 en Francia. El carácter espectacular del hundimiento de la Bolsa de Nueva York no debe eclipsar, sin embargo, otro tipo de manifestaciones que dan cuenta de la difícil situación por la que atravesaba el capitalismo.

En diciembre de 1928, la poderosa industria del acero de Renania - Westfalia había hecho suspensión de pagos y provocó una fuerte recesión en toda Alemania. Los signos que precedieron al colapso en Estados Unidos fueron contradictorios. Por una parte, el mercado de valores conoció una actividad febril, con fuertes beneficios y un incremento sostenido de los precios de las acciones.

Por otra parte, de Europa, y de la misma economía estadounidense, provenían signos inequívocos: la caída de la construcción (debido en gran medida al menor ritmo de inmigración); la debilidad del índice de producción industrial daba también señales claras de una inminente recesión. La deflación, la caída de la producción, la acumulación de stocks, el desempleo masivo, la contracción del comercio mundial y la ruptura del sistema de pagos internacionales marcaron la coyuntura en la mayoría de países capitalistas avanzados. El paro superó los 12 millones en Estados Unidos, siete millones en Alemania y tres millones en Gran Bretaña. La producción industrial cayó entre 1929 y 1932 un 38 por ciento a escala mundial, y un 50 por ciento en Estados Unidos.

Consecuencias de la crisis

  • Las consecuencias que produjo el tratamiento de la crisis fueron absolutamente trascendentales, hasta el punto que los historiadores más prestigiosos la responsabilizan directamente de la II Guerra Mundial.
  • Las medidas económicas adoptadas en la mayoría de países produjeron un fraccionamiento de la economía mundial y un fuerte impulso de la Autarquía.
  • Se constituyeron bloques monetarios liderados por EEUU, Francia y Gran Bretaña.
  • La fragmentación del comercio mundial afectó de desigual forma a los grandes países. Mientras que Francia y Gran Bretaña pudieron reorientar su comercio hacia sus respectivos imperios coloniales EEUU lo hizo hacia América Latina, Alemania, Italia y Japón, por su parte, se volcaron en programas de rearme de gran alcance, en un contexto de tensiones crecientes en el sistema internacional.
  • Esta crisis marcó asimismo el fin de la ilusión acerca de la capacidad del capitalismo para autorregularse, dando paso, bajo distintas modalidades, a la intervención masiva y directa del Estado en los procesos de reproducción económicos.

Causas de la Gran Depresión

Han sido muchas las posturas tomadas por los especialistas en la elaboración de hipótesis que conduzcan a establecer las causas de la gran depresión de los años treinta. La Teoría económica marxista ha hecho hincapié en el análisis de las grandes crisis del capitalismo achacándolas a la descoordinación entre producción y consumo. La sobreproducción ha estado siempre en el punto de mira de los historiadores de este período.

Factores que causaron la crisis de los años treinta

La sobreproducción

  • La producción supera las necesidades reales de consumo a partir de 1925, sobre todo en los Estados Unidos, donde los Stocks aumentaban conforme se reconstruían las economías europeas. Las causas de la sobreproducción son:
  • Distribución desigual de las rentas, que lleva implícita la limitación del consumo a las capas sociales más ricas, que en la mayor parte de los países no eran muy numerosas. Galbraith señala que en los Estados Unidos el 5 por 100 de la población recibía la tercera parte de la renta nacional.
  • Mantenimiento de precios de monopolio, tipo cartel, que obligaba a la existencia de grandes cantidades de stocks sin vender, al comprometerse los fabricantes a mantener unos precios pactados de antemano.
  • Desfase entre precios agrícolas e industriales: los primeros crecen más lentamente que los segundos y hacen disminuir, por tanto, el poder adquisitivo de los campesinos
  • La reconstrucción de las economías europeas, y el incremento de producción de algunos países menos desarrollados o coloniales durante la guerra, junto con el desenfreno productivo de los Estados Unidos.
  • El sector agrario fue el más perjudicado por los excedentes invendidos y la consiguiente baja de precios, cuyo índice pasó de 147 en 1925 a 138 en 1929.

El desorden monetario

  • Los momentos de expansión exigen una sensibilidad monetaria y el funcionamiento de un sistema monetario que organice los intercambios desde un centro financiero mediante una divisa hegemónica. Pues la relativa expansión de los años veinte se caracterizó por el marasmo monetario, la pérdida del patrón oro y la excesiva dependencia financiera de los Estados Unidos, convertidos en los principales acreedores y con Wall Street como el centro financiero más importante del mundo.
  • La existencia de nuevos centros financieros como el de Wall Street, junto con los de Londres y París, originó una competencia de préstamos exteriores entre el dólar y la libra que añadió nuevas dosis de inestabilidad.
  • En la conferencia de Génova 1922 se revisa el sistema del patrón oro clásico, y se establece el empleo de divisas claves (el dólar y la libra esterlina), junto con el oro, para respaldar los billetes emitidos por los bancos nacionales.

La desigual y relativa recuperación económica

  • A partir de 1924 se produce una tendencia al alza en le economía mundial, favorecida por la coyuntura política. Pero de hecho, puede afirmarse que únicamente los Estados Unidos tuvieron una clara recuperación, sustentada en la expansión del consumo de masas de dos sectores nuevos: los electrodomésticos y el automóvil.
  • El resto de países capitalistas, experimentó tan solo una relativa recuperación.
  • Al mismo tiempo aparecen, signos de desequilibrios económicos: por un lado, hay un estancamiento de sectores industriales tradicionales, como el ferrocarril, la siderurgia, el algodón y el carbón.
  • Por otro, la agricultura sufrió una crisis que se traducía en la acumulación de stocks (debido al aumento de la producción mundial al recuperarse la agricultura en los países destrozados por la guerra) y el descenso de los precios. Finalmente, hay que hablar de una disminución del comercio a causa de las medidas proteccionistas norteamericanas y europeas a partir de 1922.

El Crack de Wall Street

La bolsa de Nueva York

Los años veinte fueron buenos para los Estados Unidos, como dice Galbraith, “los más ricos se enriquecieron mucho más deprisa que los pobres dejaron de serlo”. Además los norteamericanos desplegaron un asombroso afán de enriquecerse rápidamente y con un mínimo esfuerzo.

El ánimo especulativo fue creciendo día a día, y en el caso de Florida, donde hombres del norte se lanzaron a comprar terrenos que aumentaban de valor sin motivos aparentes, es una prueba de ello.

La especulación llegó a la Bolsa gracias a las normas de Wall Street y por el alza que durante la década de los veinte se produjo en las acciones ordinarias. Una situación de esta índole no podía continuar indefinidamente, ya que dependía exclusivamente del alza de la bolsa, y ésta era ficticia, fruto exclusivo de la especulación y del mantenimiento de la creencia de que la economía de los Estados Unidos era inquebrantable. La especulación, sin relación con la actividad económica real, llevó la bolsa a la quiebra. Se mantuvo esta situación especulativa por las razones siguientes:

  • La inflación monetaria, que dio como resultado una política de dinero barato y facilidad de créditos.
  • La estructura bancaria, que estaba formada por múltiples y pequeños bancos, cuya supervivencia financiera dependía del alza de los valores de bolsa. Prestaban casi siempre a corto plazo con un interés del 12 por 100, cuando ellos obtenían créditos de la “Federal Reserve” al 5 por 100. El negocio era bueno, pero los bancos dependían mucho de la especulación bursátil y contribuían al alza de los valores. Además no existía control estatal ninguno sobre los bancos.
  • La existencia de compañías de “cartera”, que poseían abundantes acciones y estaban interesadas en la subida de las cotizaciones.
  • La psicología de las masas, convencidas de que el sistema era infalible, alentadas, por capitalistas sin escrúpulos y políticos que no sabían o no querían acabar con ese estado de cosas.

Depresión en los Estados Unidos

El modelo económico de los Estados Unidos, basado en la especulación, se viene abajo al estallar la crisis de Wall Street. La crisis del 29 genera en cadena una serie de quiebras que configuran la llamada gran depresión, que tocaría fondo allá por el año 1933, y que, en síntesis, son las siguientes:

  • Quiebra bancaria. Ya hemos visto la dependencia de los bancos respecto a la Bolsa en relación con los préstamos a los agentes. Esto hace que el crack del 29 produzca el hundimiento y debilitamiento del sistema bancario. Entre 1929 y 1932 quebraron 5096 bancos. Este derrumbamiento restringió los créditos.
  • Quiebra de empresas comerciales e industriales. Consecuencia de la restricción de créditos fue la quiebra de más de treinta mil empresas, lo que trajo consigo el descenso de las tasas de inversión y la disminución correspondiente de la renta nacional.
  • Aumento considerable del paro, cuyo porcentaje más alto se alcanzó en 1932. Esto determinó la disminución del consumo y el consiguiente aumento de los stocks. Los productores y vendedores no aumentaron sus existencias.

Salida de la crisis

En la década de los 30 los países mundiales ensayaron distintas formas para salir de la depresión económica:

  • Liberalismo económico clásico ensayado por los países democráticos en el primer momento de la crisis (Gran Bretaña, Francia, EE.UU.).
  • Las primeras soluciones que adoptan casi todos los países ante la crisis fue la adopción de típicas recetas del liberalismo clásico.
  • Reducción del gasto público.
  • Restricción de los créditos.
  • Disminución de los gastos sociales y salarios.
  • Disminución de las importaciones.

Las políticas liberales fracasaron y generaron aún más paro y recesión, Gran Bretaña mantuvo esta política económica hasta 1931, EE.UU. hasta 1933 y Francia hasta 1936.

La Gran Depresión fue la mayor crisis financiera, en donde la bolsa de valores de Nueva York, cayó en su punto más crítico que tan solo en un día se extendió a casi todos los países del mundo, provocando severas bajas, pérdidas, angustias, los ricos se volvían pobres en segundos y los pobres se volvían todavía más pobres; estos sucesos lograron salir a flote con el cambio de la presidencia norteamericana, en buenas inversiones, en una baja en los impuestos.

Fuentes