Crisis del agua
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Crisis del agua. El agua también llamado “oro azul” está más allá de una simple molécula. Es el origen de toda forma de vida, es hábitat, alimento, medio de producción, transporte y producto de primera necesidad. Tal vez, muchos se pregunten por qué tanta preocupación y algarabía, si hay amplias disponibilidades de agua en el mundo.
Pero esto no es así, la dura realidad es otra y esta sustancia constituye el componente químico más importante para el desarrollo de la vida en el planeta, representa más de la mitad del peso de cualquier ser viviente, por lo que su consumo es vital para todos los seres vivos plantas y animales incluido el hombre. La inminente carencia de este preciado líquido hace pensar que en poco tiempo, el agua potable, se convertirá en el abismo que separará los países desarrollados de aquéllos que no hayan alcanzado esa categoría.
Sumario
Una preocupación
La historia de la humanidad ha mostrado que cuando escasean recursos estratégicos y diferentes grupos compiten por su uso, se generan inevitablemente conflictos bélicos. Actualmente se piensa que las guerras del futuro, más que por el petróleo, serán por el preciado líquido. Pues se calcula que en el año 2050 el planeta tendrá una población de 7 000 millones (otros cálculos señalan más de 9 mil millones) de habitantes que inevitablemente sufrirán limitaciones de agua.
Ya dentro de aproximadamente 25 años, la restricción habrá aumentado en un 50 % en los países pobres y 18 % en los desarrollados. En estos momentos la distribución del agua entre las personas ya no es equitativa, la peor parte es para los sectores de menos recursos, entre los que se incluyen los países del tercer mundo. Un dato interesante en este sentido es que los niños nacidos en países desarrollados consumen entre 30 y 40 veces más agua que los nacidos en países en desarrollos.
Gravedad de la crisis
La raíz de la crisis del agua está en el concepto que se tiene de éste: un bien común o un recurso. Y es que la crisis del agua nace de la desigualdad, la pobreza y el poder como señala el Informe sobre Desarrollo Humano 2006 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Unido a otros problemas como disponiblilidad del recurso, contaminación ambiental.
Existen ciertos indicadores que permiten comprender la gravedad de esta crisis mundial. Cada día, las enfermedades diarreicas (estrechamente vinculadas con la calidad del agua y su accesibilidad) provocan la muerte de 6000 personas, la mayoría de las cuales son niños menores de cinco años de vida.
En conferencias internacionales se aborda el tema, en los que se plantea la inercia de los dirigentes y la falta de plena conciencia sobre la magnitud del problema en forma general, con el manifiesto peligro de que no se hayan adoptado ya las medidas correctivas que se necesitan con vistas a disminuir sus incidencias catastróficas para la ecología y población mundial.
La falta de control sobre los contaminantes que se vierten a las aguas es otro aspecto descuidado. Y precisamente los países desarrollados son los mayor incidencia por estar más industrializados, no haber alcanzado una cultura y conciencia del problema y el costo que representa purificar estos desechos.
A mediados de este siglo se estima que el planeta habrá perdido 18.000 km3 de agua dulce, una cantidad nueve veces mayor que la se utiliza cada año para el riego, que a su vez representa el 70% de las extracciones de agua.
Se estima que para el 2050 unos 7 000 millones de habitantes (aunque otros cálculos señalan más de 9 mil millones) sufrirán limitaciones de agua. Y en aproximadamente 25 años, la restricción ya habrá aumentado en un 50 % en los países pobres y 18 % en los desarrollados. En la actualidad la distribución de este preciado líquido, entre las personas, no es equitativa y la peor parte es para los sectores de menos recursos.
La raíz del problema
No hay que buscar fuera de cada persona pues cada individuo puede hacer mucho, el planeta y la supervivencia de la propia especie humana está en juego. Los estados deben que unirse y tomar conciencia de la necesidad, la salvación esta en las manos del hombre no se le puede hechar la culpa a la madre naturaleza, es un hecho, la supervivencia de la especie humana esta en juego.
Algunas de las causas son: Conciencia sobre la crisis, uso desmedido e inadecuado, contaminación, calentamiento global, aumento de la desertificación.
Disponibilidad de agua
Únicamente el 2,53% del total de agua existente en el planeta es dulce y el resto es salada. Aproximadamente las dos terceras partes del agua dulce se encuentran inmovilizadas en glaciares y al abrigo de nieves perpetuas.
Por otra parte, los recursos de agua dulce se ven reducidos por la contaminación. Unos dos millones de toneladas de desechos son arrojados diariamente en aguas receptoras, incluyendo residuos industriales y químicos, vertidos humanos y desechos agrícolas (fertilizantes, pesticidas y residuos de pesticidas).
Las poblaciones más pobres resultan ser las más afectadas, el 50% de la población de los países en desarrollo está expuesta a fuentes de agua contaminadas. Unido a esto las estimaciones más recientes sugieren que el cambio climático será responsable de alrededor del 20% del incremento de la escasez global del agua.
Desafíos
- Satisfacer las necesidades humanas básicas.
- Proteger los ecosistemas, donde el agua constituye una parte esencial.
Y no hay dudas de que los ecosistemas acuáticos continentales presentan graves problemas. El caudal de alrededor del 60% de los mayores ríos del mundo ha quedado interrumpido por alguna estructura hidráulica.
- Las necesidades divergentes del entorno urbano.
Según estimaciones el 48% de la población mundial actual vive en pueblos y ciudades. En 2030 la proporción aumentará al 60%. Las aglomeraciones urbanas concentran desechos, y cuando la gestión de los residuos es precaria o inexistente, las ciudades se transforman en los entornos más peligrosos que existen en el mundo. De ahí que se hace imperiosa la adopción de ciertas medidas para mejorar el suministro de agua, el saneamiento y el control de las inundaciones en las ciudades. Por ejemplo, la existencia de buenos servicios sanitarios es primordial, ya se trate de empresas públicas, semiprivadas o privadas, sujetas a una reglamentación adecuada.
- Asegurar el suministro de alimentos para una población mundial creciente.
Se necesita una agricultura controlada y sostenible para lograr alimentar la población siempre creciente con los recursos hidráulicos disponibles.
Si bien la mayor parte de la agricultura depende de la lluvia, es clave el uso eficiente del agua de riego, actualmente situado alrededor del 38% en todo el mundo. Este debería mejorar hasta alcanzar un promedio del 42% en 2030, gracias a la tecnología y a una mejor gestión del agua de riego.
- Promover una industria más limpia.
La utilización del agua en los procesos de fabricación, a menudo en grandes cantidades, es muy corriente. Luego, se devuelve a los sistemas locales. Esta agua vertida puede ser de muy mala calidad y, a no ser que se trate de forma adecuada, constituyendo una amenaza para las aguas superficiales y subterráneas en las que se vierte.
- Utilizar la energía para cubrir las necesidades del desarrollo.
Es que el agua es imprescindible para la producción de energía. Sus dos aplicaciones principales son la producción de electricidad de origen hidráulico y su uso a efectos de enfriamiento en centrales térmicas de energía eléctrica. Con todo, la electricidad contribuye a la reducción de la pobreza en muchas formas. Resulta esencial para la subsistencia de pequeñas empresas y para mejorar los servicios médicos, incluyendo los equipos electrógenos y la refrigeración de vacunas y medicamentos, entre otras funciones.
- La reducción de los riesgos y hacer frente a la incertidumbre es el séptimo desafío.
Tomar conciencia, para ello hay que pensar en:
- El número de víctimas de los diversos desastres naturales, ya que aumentó de 147 millones a 211 millones por año entre 1991 y 2000.
- Las pérdidas económicas derivadas de las catástrofes naturales han aumentado de 30 mil a 70 mil millones de dólares en los Estados Unidos entre 1990 y 1999. Asimismo, alrededor del 97% de las muertes causadas por los desastres naturales han tenido lugar en países en desarrollo.
En el caso de las inundaciones, el riesgo potencial está relacionado con su magnitud y frecuencia. Es posible calcular la probabilidad de su aparición y prever las inundaciones en tiempo real.
Datos estadísticos sobre la gravedad del problema
- Durante el siglo XX la población mundial se triplicó, mientras que la demanda de agua se sextuplicó.
- Un sexto de la población mundial no tiene acceso al agua potable, mientras un tercio de la población mundial no está conectada a ningún sistema de tratamientos de aguas servidas
- Cada día un billón de personas amanece sin acceso al agua apta para el consumo o sin recursos para sanearla.
- Cada año mueren 7 millones de personas como consecuencia de enfermedades trasmitidas por el agua.
- Durante el último siglo, la superficie bajo riego se ha quintuplicado destinándose a la agricultura el 70-80 % del agua utilizada en el mundo.
- El 70 % de las aguas residuales de los países en desarrollo se vierte en los cursos de agua sin ningún tratamiento previo.
- Durante el siglo XX desapareció el 50 % de los pantanos del mundo.
- Un tercio de las cuencas colectoras han perdido hasta el 75 % de sus reservas forestales.
- Actualmente hay más de 47 000 grandes represas en el mundo.
- Un país se considera deficiente de agua cuando la media de los recursos locales es menor de 1000 m3 por persona/año.
- En Estados Unidos la acumulación del agua por persona alcanza los 6,000 m3, y en las zonas más pobres de África es sólo de 11 m3.
- En los últimos 25 años del siglo XX la disponibilidad anual percápita mundial de agua ha disminuido en aproximadamente un tercio.
- La cuarta parte de la población mundial carece aún de una fuente de agua segura.
- La calidad de agua a nivel global continua decayendo y los microcontaminantes orgánicos continúan degradando los ecosistemas y hábitat.
