Crisis educacional en Chile (2011)

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Crisis Educacional en Chile
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Estudiantes chilenos con cacerola en mano manifestándose en contra del gobierno y sus planes.
Fecha:Mayo a Noviembre de 2011
Lugar:Bandera de Chile Chile
Descripción:
Crisis acaecida en Chile tras el anuncio por parte del gobierno de planes para la privatización de la educación las cuales provocaron el descontento popular y el inicio de huelgas y manifestaciones por parte de la clase estudiantil.
Líderes:
Movimiento Estudiantil:
Camila Vallejo
Gobierno:
Sebastián Piñera
Organizaciones involucradas:
FEDCh, Colegio de Profesores de Chile

Crisis educacional en Chile, cadena de huelgas y manifestaciones populares acaecidas en Chile tras la aplicación de medidas para la privatización de la educación asi como la disminución de la atención del estado a colegios públicos y el pago a maestros. Esta crisis afectaría grandemente la estabilidad política y social de esa nación, despertando la opinión y la crítica contra el modelo educacional de Chile impuesto en los años 80 por el dictador Augusto Pinochet.

La crisis estaría vinculada directamente a las políticas derechistas y neoliberales planteadas por el presidente chileno, Sebastián Piñera y que amenazaría seriamente la estabilidad política de la nación y el desempeño político de Piñera.

Antecedentes

El modelo educacional pinochetista

Tras el Golpe de Estado propinado por las fuerzas militares el 11 de septiembre de 1973 al gobierno del presidente Salvador Allende y el ascenso al poder de la ultraderecha representada por Augusto Pinochet, se produjo en Chile todo un proceso de cambios en la sociedad. La educación no se salvó de esto, y pocos años después se estableció un sistema donde quien posea más y este dispuesto a pagarlo recibe mejor educación.

Durante una entrevista realizada a Telesur, la líder estudiantil Camila Vallejo explicó la esencia de ese modelo:

(...)se instauró en el ámbito educacional un modelo de mercado, un modelo neoliberal que es dentro de la instauración de un modelo de desarrollo neoliberal, que no es solamente en la educación pero que repercute fuertemente en la educación y que en términos generales en la sociedad chilena reproduce y profundiza las desigualdades. Este modelo, que privilegia las ganancias de unos pocos, denigra la dignidad y la estabilidad de la gran mayoría, saquea constantemente nuestros recursos naturales y eso también tienen un expresión que hay en micro escala en la educación.[1]

Menos del 25% del sistema educativo es financiado por el Estado y más del 75% restante depende de los aportes de los estudiantes. El Estado solo consagra un 4,4 del PIB a la educación, bastante menos que el 7% recomendado por la UNESCO. Hoy existen 60 universidades en Chile, la mayoría privadas. Los estudiantes deben pagar entre 170.000 y 4.000.000 pesos chilenos (250 y 600 euros) mensuales, en un país en que el salario mínimo es de 182.000 (menos de 300 euros) y el sueldo promedio 512.000 pesos (menos de 800 euros).

Esta situación hace que el 70% de los estudiantes chilenos utilice un crédito universitario. El 65% de los quintiles más pobres no termina su carrera universitaria por problemas económicos.

Según el sociólogo Mario Garcés se trata de un sistema perverso, que deja a miles de jóvenes chilenos de clase media y baja endeudados no bien terminan de estudiar, ya que los créditos universitarios se empiezan a pagar desde el primer empleo. Agrega que la educación dejó de ser un mecanismo de movilidad social en Chile y pasó a ser lo contrario: un sistema de reproducción de la desigualdad. [2]

El plan de Piñera

El 17 de enero de 2010, un empresario multimillonario y líder del partido derechista Renovación Nacional de nombre Sebastián Piñera ganaba la segunda vuelta electoral y se convertía en el nuevo presidente de Chile. Durante su etapa como candidato y luego durante el proceso de transición, Piñera obvió referirse al problema de la educación aunque destacó que el Estado debía disminuir su impacto en la educación y darle oportunidad al mercado.

Joaquín Lavín entonces ministro de Educación de Chile durante un encuentro con la prensa

Tras su ascenso como presidente chileno, Piñera designó al también derechista y empresario Joaquín Lavín como Ministro de Educación. Muchos vieron tal nombramiento con malos ojos sobre todo por los vínculos de Lavín con varias empresas dueñas de colegios y poseedoras de negocios con entes educacionales privados. Durante sus primeras semanas como ministro Lavín se comportó de manera normal, pero a finales de abril, presentó un proyecto para mejorar la educación y darle cáracter de mercado [3][4].

Lucha contra la privatización

En mayo de 2011, el Congreso Nacional comenzó la discusión de un nuevo proyecto modificativo del sistema educacional chileno que entre sus propuestas proponía aumentar el precio de las matrículas así como liberar al estado chileno de la asistencia a los niveles secundario y preparatorio. Sebastián Piñera se alió de conjunto con sus colaboradores de Renovación Nacional y de la UDI para presentar al país el proyecto de una "educación eficiente y competitiva" argumentando la necesidad de liberar al gobierno de la carga de la Educación. El 1 de junio en alocución desde La Moneda, Piñera defendió el proyecto y declaró falsos los argumentos de varios líderes estudiantiles que destacaron el plan como excluyente, desigual y sobre todo mercantilistas ya que establecía a la educación como un negocio más.

Un día después, el 2 de junio de 2011[5]. miles de estudiantes chilenos se lanzaron en huelga en contra de las medidas de Piñera y sus planes de privatización. Las manifestaciones tuvieron su centro en las ciudades de Santiago y en las ciudades de Talca, Valparaíso, Concepción, Temuco, La Serena, Coquimbo, Valdivia y Puerto Montt. Tras estos hechos se sucedería un proceso de lucha estudiantil en pro del libre e igualitario acceso hacia los centros de educación impulsado por varias organizaciones estudiantiles, principalmente por la Federación de Estudiantes Chilenos (FECH).

Camila Vallejo

Desde el mismo inicio de la lucha estudiantil, Camila Vallejo una egresada de la Universidad de Chile y que por esas fechas ocupaba la presidencia de la FECH asumió el liderazgo del movimiento. Vallejo de conjunto con otros dirigentes encabezó marchas y recorrió varios rincones del país para reclamar por mejores condiciones para la educación, protestando en contra de la figura del entonces ministro Joaquín Lavín así como defendiendo la moral de un estudiantado cansado de tanta explotación y reparto desigual [6].

Camila Vallejo durante su discurso de asunción en noviembre de 2010

En noviembre de 2010, mucho antes del inicio de las manifestaciones y del estallido del movimiento estudiantil, Vallejo al asumir la presidencia de la FECH reclamó por mejores condiciones para la educación y criticó el modelo educacional existente. Su discurso tiene un gran impacto actual por la crudeza con la que observa la educación y por el llamado que hace a la lucha por un Chile mejor y más igualitario, además acusa al gobierno de estar actuando como representante de las clases sociales más altas. Durante su discurso Vallejo expresó:

Debemos romper con aquella burbuja universitaria que instala el individualismo, la competencia y el exitismo personal como patrón de conducta para los estudiantes por sobre ideas y conceptos fundamentales como lo son la solidaridad, la comunidad y la colaboración entre nosotros.

Somos contrarios a la visión de que la Universidad es solo venir, sacarse buenas notas, y abandonar cuanto antes sus aulas para salir pronto a ganar dinero en el mercado laboral, tenemos los ojos lo suficientemente abiertos como para darnos cuenta que afuera hay un mundo entero por conquistar, que este mundo requiere de nuestra entrega, de nuestro esfuerzo y de nuestro sacrificio y que para quienes ya hemos abierto los ojos a las inequidades sociales que asoman por todos los rincones de nuestra ciudad, se nos vuelve imposible volver a cerrar la puerta y hacer como que nada hemos visto o como que nada ha pasado. Nuestro compromiso por la transformación social es irrenunciable.

Nuestra visión es la de una Universidad que se ubique ya no en los primeros rankings de la competencia o el marketing universitario, de los cuales hoy en día mucho se habla, sino que se ubique en el primer lugar de aporte al desarrollo social del país, el primer lugar en el fomento de la equidad en cuanto a la composición social de sus estudiantes, que ocupe el primer lugar en el desarrollo de la ciencia y tecnología al servicio de los intereses de Chile y su pueblo.

Creemos en una Universidad permanentemente vinculada con los problemas que nuestro pueblo le presenta, activa en la búsqueda de soluciones y en la entrega de aportes por medio del conocimiento[7].

Amenazas de muerte

Sobre esta joven a caído la ira de los más retrógrados y conservadores, desde el instante en que plantó cara al Gobierno Chileno por la justa causa de sus colegas. Ha puesto el dedo en la llaga, no solo en las inquietudes que plantea el modelo educativo de su país, sino en las que afectan a toda la sociedad, convirtiéndose por eso en objeto incluso de amenazas de muerte.

“Se mata la perra y se acaba la leva”[8].
Amenazas de muerte contra Camila Vallejo divulgadas en Twitter

Con esta frase llena de odio una funcionaria del Ministerio de Cultura y secretaria ejecutiva del Fondo del Libro, se refirió a Camila Vallejo. Esto condujo a que Tatiana Acuña Selles, la autora de tal agravio fuera destituida del cargo, luego de que decenas de artistas se manifestaron públicamente en contra de sus comentarios.

Fueron también jóvenes funcionarios quienes circularon la dirección particular y el teléfono de Camila Vallejo, en clara promoción de intimidaciones a su integridad física. Este es solo un ejemplo de tantas amenazas que, fundamentalmente por las redes sociales, recibe a menudo la líder estudiantil. Camila Vallejo tiene ante sí el desafío de guiar a las jóvenes generaciones de una sociedad que se declara democrática, pero vive aún bajo los vestigios de la dictadura pinochetista.

Manifestaciones del 12 de mayo

Preocupados por la situación educacional y como repudio a las medidas de Piñera, la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) organizó para el jueves 12 de mayo de 2011 una gigantesca marcha en contra de los planes privatizadores y en favor de una educación mas accesible y pública.

Los disturbios finalizaron con 18 detenidos, según confirmaron las fuentes policiales. Al momento que los alumnos se acercaban por la céntrica Alameda del Palacio de La Moneda (sede del Ejecutivo), los uniformados arremetieron con peñones y bombas lacrimógenas que obligaron al grupo dispersarse. Algunos testigos presenciales señalaron que los enfrentamientos se desplazaron a otras zonas cercanas, e incluso algunos estudiantes tuvieron que esconderse en la facultad de la Universidad Central con otro grupo de alumnos que no estaba manifestando. Debido a la fuerte represión, los estudiantes tuvieron que suspender los actos que estaban previstos para el cierre de la marcha y la policía informó que había un total de 18 detenidos.

El primer mártir

En horas de la madrugada del 26 de agosto y en medio de las manifestaciones a lo largo de la capital, un adolescente, Manuel Gutiérrez Reinoso, de solo 16 años fué asesinado por disparos. Al denunciar el hecho, su hermano durante una entrevista ante una radio local, acusó a las fuerzas de los Carabineros de haber disparado sobre su hermano en medio de una protesta pacífica[9]:

El joven Manuel Gutierrez, asesinado el 26 de agosto durante las manifestaciones estudiantiles en Chile
Estábamos aquí en la esquina del pasaje, mirando los acontecimientos, las fogatas, todo el asunto. Y quisimos ir al sector de la pasarela de Vespucio, esta del Valle que se llama, porque ahí también estaban ocurriendo hechos y sólo a mirar en ningún momento quisimos hacer desmanes ni nada por el estilo, no era nuestra intención. Nuestra intención era sólo mirar lo que estaba ocurriendo. Nos dirigíamos hacia ese sector, hacia la cordillera, por la calle Amanda Labarca y casi a unos 300 metros aproximadamente de llegar a Vespucio aparece un auto de carabineros y el copiloto por la ventana empezó a disparar. Disparó tres veces, de los cuales uno de los disparos impactó a mi hermano en la parte toráxica (Fragmento tomado del artículo original en Cubadebate y donde el hermano relata los hechos)[10].

Repercusión

Días después, la Fiscalía Oriente de Santiago anunciaba el inicio de un proceso investigativo para aclarar la muerte del menor. El 31 de agosto, medios informativos anunciaban que varios exintegrantes de la policía estaban siendo llamados a declarar ante la Fiscalía Militar, semanas después el ex capitán Roberto Contreras Silva, el ex capitán Carlos Castillo Ahumada y la subteniente Claudia Iglesias Luz, serían considerados los principales implicados al hecho.

El 2 de septiembre y en medio de toda una campaña de denuncia contra la acción de los Carabineros, el general Eduardo Gordon, renunciaba al cargo de general director de los Carabineros de Chile en una conducta que muchos vincularon a los hechos del 26 de agosto además que Gordon atesoraba varias acusaciones por abuso de poder[11].

Intentos de diálogo y plesbicito

Imágenes del plebiscito realizado el 8 de octubre de 2011 en Chile

El 28 de agosto, dos días después de la intensa jornada del 25 y 26 agosto, los máximos dirigentes de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) aprobaron durante una asamblea realizada en la localidad de Temuco, el inicio de un proceso de diálogo con el gobierno con vistas a resolver la situación. Como parte de una actitud que algunos consideraron de retadora, Piñera afirmaba su determinación "a no garantizar la gratuidad del sistema educacional" así como llamaba a los dirigentes estudiantiles a bajar el tono de sus protestas y asistir a un diálogo claro. Pese a esto, la reunión se efectuó en La Moneda y al terminó en fracaso para ambas partes aunque el gobierno propuso la formación de tres mesas de diálogo.

El plebiscito

El 2 de octubre de 2011, el gobierno de Piñera endurecía sus críticas contra los estudiantes al tiempo que consideraba "delincuentes" a los manifestantes. Durante una rueda de prensa desde Valparaíso, Piñera expresaría: "Ya no será gratis atentar contra la propiedad pública y privada ni un simple control de identidad y al día siguiente todo igual". Sin embargo el 8 de octubre, se registraría una gran asistencia a un plebiscito sobre los derechos de la educación pública, y que fue convocado por varias organizaciones civiles y estudiantiles encabezados por el Colegio de Profesores y la Confederación de Estudiantes de Chile; posteriormente se anunciaría que el resultado fue Sí en 90% aunque el gobierno ignoraría los resultados[12] [13] [14].

Referencias