Cueva Lechuguilla

Cueva Lechuguilla
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Cueva Lechuguilla. Maravillosa, legendaria. Famosa por su geología inusual, por sus formaciones extraordinarias, y condición de ancestral e inexplorada.

Ubicación

Se encuentra debajo del gran Parque Natural de las Cavernas de Carlsbad en Nuevo México Estados Unidos Continental. En la actualidad es la quinta cueva más larga conocida en el mundo, y la más profunda en los Estados Unidos continentales, con 489 m y una longitus de 196 km. Debido a esta ubicación esta amenazada por la perforación petrolífera propuesta del gas en tierra de Bureau of Land Management BLM, cualquier escape de gas o de los líquidos en los pasadizos de la cueva podía matar la vida de la misma o ser causa de explosiones.

Descubrimiento

Su nombre proviene de una planta encontrada cerca de su entrada. En 1984 los espeleólogos comenzaron a cavar entre los escombros de una antigua explotación minera y descubrieron la entrada de la cueva, en 1986 descubrieron un pequeño pasadizo que terminó siendo la entrada a un verdadero paraíso, sin embargo se encontraron una serie de depósitos minerales que nunca habían sido vistos en esas dimensiones y condiciones, lo que maravilló a muchísimas personas.

Características

Existen allí grandes cantidades de aljez, la piedra del yeso, y depósitos amarillo-limón de sulfuro, gran variedad de raros depósitos minerales espeleotema, así como 6,1 metros de candelabros de yeso, 6,1 metros de formaciones con apariencia de pelos y barbas, 4,6 metros de estalactitas tubulares, globos de hidromagnesio, pisolitas o perlas de las cavernas, excéntricas subacuáticas, óxidos, U-lazos y J-lazos de yeso. Varios de estos nunca antes habían sido vistos en el mundo.

El exceso de yeso y de sulfuro ha beneficiado en la formación de la cueva, por la acción de la disolución del ácido sulfúrico. El agua que contiene la cueva es ácida debido al aire y a un antiguo arrecife existente en este lugar, disolviendo las piedras, iniciando así el proceso que creó las grandes cámaras subterráneas.

Conjuntamente, el sulfuro de hidrógeno fue ascendiendo desde los grandes depósitos de gas y petróleo del fondo de dicho arrecife. Este gas se disolvió en las aguas subterráneas formando ácido sulfúrico. El gran poder corrosivo de esta sustancia explica la existencia de los amplios corredores, que contiene cámaras con impresionantes cristales, algunos de hasta seis metros de largo.

Habitad

En ella, además de los murciélagos y los insectos habituales de estos ecosistemas, se han descubierto, gracias a las cámaras que funcionan con radares, peces y salamandras que han perdido los ojos y la pigmentación en la piel por la absoluta oscuridad en la que viven. También se encontrado en la cueva raras bacterias del tipo lithoautotrophic, las mismas se alimentan del sulfuro, el hierro, y los minerales del manganeso y ayudan a agrandar la cueva y a determinar las formas de algunos espeleotemas inusuales. Otros estudios indican que algunos microbios encontrados pueden tener cualidades medicinales que pueden ser beneficiosas para los humanos.

Descubrimiento microbiológico

En el año 2008 permiten el acceso al geomicrobiólogo Hazel Barton, de la Universidad del Norte de Kentucky (Estados Unidos), y a su equipo para recojer muestras de vida microbiana. Estas bacterias que cubren las paredes de la cueva Lechuguilla, a 487 metros bajo tierra. Hasta ahora, estas formas de vida microscópica no se habían enfrentado a humanos ni a antibióticos. Esto se debe a que una gruesa cúpula de roca aisló la cueva durante aproximadamente cuatro millones de años. El agua que se cuela a través de la tierra necesita casi diez mil años para llegar a las profundidades de la cueva, lo que significa que la vida subterránea ha existido hasta ahora en ausencia de la medicina moderna.

Aunque no son infecciosas para el hombre, estas bacterias son resistentes a muchos tipos de antibióticos, por lo que el hallazgo constituye una pista para revelar cómo surgen las enfermedades resistentes a los medicamentos.

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Fuentes