Cuevas de Ajanta

Cuevas de Ajanta
Información sobre la plantilla
Cuevas-de-ajanta-2.jpg
A poco más de dos horas de la antigua ciudad de Aurangabad se sitúan las famosas Cuevas de Ajanta, treinta y dos grutas que no son del todo naturales pero que fueron talladas en las colinas hace miles de años por trabajadores que apenas utilizaban cinceles y martillos
En las Cuevas de Ajanta, se encuentran los primeros monumentos rupestres budistas construidos en el siglo II dC. Durante el período de Gupta (siglos V y VI dC), se añadieron muchas cuevas más ricamente decoradas al grupo original. Las pinturas y esculturas de Ajanta, consideradas obras maestras del arte religioso budista, han tenido una gran influencia artística. Las cuevas fueron incluidas en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en el año 1983.

El célebre complejo monumental llamado en marathí: declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983, se trata de un típico vihara en el cual se destacan los frescos y otras pinturas parietales rupestres; tales obras de arte fueron descubiertas para «Occidente» en 1819 y adornan a monasterios y santuarios excavados en las rocas entre el siglo II a. C. y el siglo VIII d.C. Entre estas se destacan las que representan las reencarnaciones del Buda llamadas jataka y episodios de su vida; las más célebres corresponden a las del llamado Ciclo de Ajanta realizadas durante el periodo de apogeo del arte Gupta y la época postgupta.

Descripción

La entrada de las grutas están situadas en una hondonada boscosa en el centro de los montes Indhyagiri y a unos 5 km de la localidad de Ajanta, fueron descubiertas en 1819 por soldados británicos durante una partida de caza. Al fondo del la hondonada o pequeño valle corre el pequeño río Vaghorā, un torrente de montaña que forma una serie de cascadas cuyos rumores han de haber sido constantemente oídos por quienes habitaron las grutas. Tales grutas han sido excavadas sobre la pared más abrupta de la hondonada y se escalonan en una decena y una cuarentena de metros a lo largo del lecho del torrente, tales grutas se entrecruzan partiendo desde el fondo de la roca siguiendo así un modelo arquitectural bastante utilizado en el arte de la India.

Las mismas grutas están clasificadas en dos categorías; aquellas que servían de refugio los monjes durante la estación de las lluvias (el monzón) y aquellas que servían principalmente como salas de asamblea y plegaria. La primera de estas categorías estaban habitualmente constituidas con un largo pasadizo (porche), actualmente desaparecido, recubierto por una techumbre sostenida por pilares, tras el pasadizo un espacio ("hall") de 10 u 11 m por 7 m. A izquierda y derecha y hacia el fondo se ubican las celdas excavadas en la roca, frecuentemente en sus etradas existe en un nicho una imagen tallada del Buddha. Por su parte las salas de asamblea prenetran más profundamente en la roca y llegando a tener cada sala una longitud de 14 m.

En lo concerniente a su antigüedad, estas grutas se clasifican en tres grupos: las construcciones más antiguas (n° 8, 12, 13, 15a, 9 y 10) datan del periodo que va desde el siglo II al siglo I a. C. es decir en tiempos de la dinastía Shātavāhana la cual reinó en la India Central. El segundo grupo data desde el siglo III a fines del s. V durante la dinastía de los Vākātaka y el tercero de entre fines del siglo VI y fines del siglo VIII (dinastía de los Chālukya de Vātāpi). La mayor parte de los muros interiores de las grutas están cubiertos por pinturas al fresco de calidades diversas. Algunas de estas pinturas no poseen fechado sin embargo un estudio de los motivos representados permite tener una idea bastante aproximada de su periodo de concepción y así clasificarles cronológicamente.

En la época de su redescubrimiento en 1817/19 las pinturas tenían un buen estado de conservación pero luego han sido muy degradadas particularmente a causa de los efectos del turismo masivo. Las grutas 1, 2, 16 y 17 ofrecen aún un aspecto semejante al que podían ofrecer en tiempos de su esplendor y la obra The painting in the Buddhist cave temples of Ajanta (1896) escrita e ilustrada por John Griffiths entonces director de la Bombay School of Arts permite tener una idea de su estado antes de la degradación actual. Tal obra es de un valor inestimale ya que ofrece una gran noción del arte pictórico indio antes de la «contrarreforma» hinduista.

Ajantā ha sido un monasterio y una universidad. El monje y viajero budista chino Xuanzang relata que Dignāga, el célebre filósofo, autor de célebres libros de lógica residió allí.

En su apogeo el lugar dio alojamiento a numerosos centenares de personas, docentes y alumnos inclusive.

Patrimonio de la Humanidad

Cuevas de Ajanta
UNESCO logo.png Welterbe.png
Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad.
CuevaAjanta.jpeg
CoordenadasN20 33 11.988 E75 42 0
PaísBandera de la India India
TipoCultural
Criterios(i)(ii)(iii)(vi)
N.° identificación242
Año de inscripción1983 (VII sesión)
Lugar de celebraciónEstado de Maharashtra, Distrito Aurangabad

El estilo de Ajanta ha ejercido una influencia considerable en la India y en otros lugares, que se extiende, en particular, a Java. Con sus dos grupos de monumentos que corresponden a dos momentos importantes en la historia de la India, el conjunto de la cueva Ajanta es un testimonio excepcional de la evolución del arte de la India, así como del papel determinante de la comunidad budista, vestíbulos intelectuales y religiosos, las escuelas y los centros de acogida en la India de la Gupta y sus sucesores inmediatos.

Una vista superior.

El sitio de Ajanta comprende treinta cuevas excavadas en la ladera de un acantilado que se eleva por encima de un meandro del río Waghora. Hoy las cuevas son alcanzadas por una carretera que corre a lo largo de una terraza a mitad de camino por el acantilado, pero a su vez la cueva esta vinculada por una escalera a la orilla del agua. Esta es una comunidad budista, que comprende cinco santuarios o Chaitya-grihas (cuevas 9, 10, 19, 26 y 29) y sangharamas o viharas, complejos monásticos. Un primer grupo de cuevas fue creado en el siglo II aC: las chaitya-grihas abiertas en la pared de roca con puertas coronadas por una bahía en forma de herradura. La planta es un basilical uno: muelles separan la nave principal de las naves laterales que se unen en el ábside para permitir la circunvalación ritual detrás del monumento conmemorativo. Esta arquitectura rupestre reproduce escrupulosamente las formas y los elementos visibles en las construcciones de madera.

Fuentes