Cultura Calima

Cultura Calima
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Concepto:Cultura Calima es una población precolombina, que existía en el actual territorio de Colombia en sus regiones occidentales, entre los ríos San Juan, Dagua y Kalima, en el valle del Cauca.

Cultura Calima: Es un conjunto de antiguas culturas que habitaron el departamento del Valle del Cauca y que no cohabitaron de manera simultánea. Las más recientes investigaciones arqueológicas han demostrado que no hay una Cultura Calima uniforme sino una correspondencia de varias culturas sucesivas que tenían su propia tecnología, estilo artístico y modo de vida, que se conocen hoy como los periodos culturales de Llama, Yotoco y Sonso.

Ubicación geográfica

Ubicación de la Cultura Calima

La cordillera Occidental de los Andes colombianos presenta sobre las poblaciones vallecaucanas de Restrepo-Darién una depresión por donde se llega bajando hacia el océano Pacífico, a una amplia llanura entre los ríos San Juan al Norte y el Dagua por el Sur. La cruza, serpenteando el río Calima y está cubierta de alta selva tropical que paulatinamente se va convirtiendo en los manglares de la costa cruzados por múltiples canales.

La región Calima está ubicada en las estribaciones altas de la cordillera occidental, en la zona central del departamento del valle del cauca, con una altura promedio de 1.500 m.s.n.m. Es una región caracterizada por suaves colinas, abundante agua y un clima templado que abarca los municipios de: Restrepo, Calima-Darién y, de manera parcial, Yotoco y Vijes.

A mediados del siglo XX esta región se abrió a la colonización; los arados de los labradores y las palas de los guaqueros descubrieron un gran número de tumbas de una cultura de características singulares que es llamada de los Calima, la cual en sus monumentos lleva trazos inconfundibles de la familia caribe y también afinidad con los quimbaya.

Historia de la Cultura Calima

Las antiguas sociedades que habitaron esta región tenían territorios más amplios de los que se les atribuyen actualmente, pero según las evidencias arqueológicas, los Calimas vivieron en el lugar donde primero se rescataron sus rastros culturales y donde está el mayor número de sitios de excavación. De hecho, el poblamiento de la zona se remonta a principios del holoceno, es decir, alrededor del 8.000 antes de Cristo, cuando la región estaba habitada por grupos pequeños que vivían de la caza y la recolección de plantas y frutos silvestres.

Los rastros de la primera sociedad de cazadores y horticultores incipientes, a la cual todavía no se le ha dado nombre, indican que se encontraron en la región Calima a lo largo de seis mil años, hasta finales del tercer milenio antes de Cristo. Las tres sociedades agro-alfareras que ocuparon sucesivamente la región se distinguen por nombres arbitrarios impuestos por los arqueólogos. Las más recientes yotoco y sonso, recibieron sus nombres de lugares situados en la parte plana del valle del río Cauca, cerca de los cuales se localizaron por primera vez sus restos estratificados. Se trata de sitios habitados primero por los portadores de la cultura yotoco sobre los cuales se encontraron los rastros de la cultura sonso, lo que indica la secuencia cultural ya mencionada.

Los términos yotoco y sonso son términos indígenas que sobrevivieron a la época colonial. Ilama, era el nombre de un pueblo de territorio sonso que en 1.552 se encontraba bajo el mando de un cacique de nombre “Bonba”.

Cerámica

Vasija de doble vertedera

En la cerámica se presentan similitudes de formas, como la vasija con cuerpo globular y cuello invertido y la vasija de doble vertedera y asa puente, llamada popularmente alcarraza. En la orfebrería de ambos periodos también se encuentran diversos objetos de tamaño considerable elaborados en oro de buena ley con técnicas de martillado y repujado. En las tumbas, una de las variadas formas yotoco, recuerda las del periodo ilama.

Sin embargo, también hay diferencias importantes. Los objetos de oro son mucho más comunes en el periodo yotoco y presentan una gama de técnicas más amplia, que permitió elaborar piezas espectaculares. Los alfareros del yotoco dominaron la técnica de la pintura polícroma, en contraste con los del periodo anterior que se limitaron al uso de dos colores: rojo y negro. En el campo de la representación cosmológica se encuentran durante el periodo ilama los personajes míticos en cerámica, mientras que en el periodo siguiente se prefiere el oro. Los indicios del periodo sonso son mucho menos numerosos que los de las culturas anteriores, sobre todos en el campo de la cosmología, cuyos íconos desaparecen sin rastro. Sin embargo, queda todavía mucho por estudiar acerca de los orígenes de la cultura sonso y las circunstancias que permitieron a esta sociedad reemplazar a la anterior.

La cerámica es uno de los campos donde mejor se refleja ese quiebre: el número de formas comunes a los dos periodos es mínimo y los perfiles irregulares de las vasijas sonso contrastan marcadamente con las formas nítidas y equilibradas de los periodos anteriores. Los objetos en metal son escasos en esta cultura y el oro con el que trabajaron no fue de buena ley como el de sus antecesores, puesto que lo mezclaban con cobre para formar tumbaga. Del mismo modo se evidencia un cambio abrupto en las técnicas, pues la presencia del martillado casi desaparece, imponiéndose el fundido.

Manufacturas de la Cultura

Es singular en los calima la fabricación de cordeles hechos con pelo humano; la cerámica muy bien elaborada con motivos zoomorfos; pintada con ocre, naranja, rojo y negro, con incisiones y relieves. Particularmente, los calima acostumbraban crear vasijas de tres asas, aptas para colgar a la espalda. Fabricaban hachas de piedra, cinceles, collares de cuentas de cuarzo, silbatos, esteras de corteza de majagua torcida y amarrada con cordeles de cabello; torteros en pizarra y grabados incisos en este ultimo material, y también urnas funerarias para sus enterramientos secundarios y para depositar bajo la tierra los huesos de sus muertos.

Alcarraza Calima

Sobresalió en los calima el arte ceramista, que dominaron con caracteres de grandiosidad, por lo cual están catalogados como uno de los más grandes de nuestro suelo. Igual que en otros casos los alfareros Calimas dieron prelación a confecciones domésticas. Y así fue como elaboraban gran diversidad de tazas, copas y recipientes de todo orden y formas.

Hay así mismo recipientes con decoración muy especial que nos hace pensar que tenían exclusivamente una finalidad ritual. Casi siempre llevan dibujos en formas de animal o bien de figuras humanas estilizadas. En otros casos tienen diseños en alto relieve o, más bien, como adiciones de diseños muy curiosas que representan algo mítico. Cuyo significado estamos lejos de descifrar. Parece que la imaginación nativa tomaba vuelos abstracionistas difícilmente superados en nuestras culturas precolombinas, a no ser por los Taironas y Tumacos, tan dados a representaciones alegóricas en sus confecciones alfareras.

Otra variedad Calima se constituye en una especie de estatuilla, es la que se conoce con el nombre de “patón”. Se trata de estatuillas huecas, de paredes más o menos delgadas, siempre en posición de pie y con las piernas ligeramente apartadas. En realidad se trata de recipientes, seguramente utilizados para fines rituales, donde los fieles depositaban preseas para sus dioses tutelares. En este caso tendrían la misma finalidad que los gazofilacios Quimbayas. Piezas típicas de la región Calima son las maternidades, las figuras femeninas gordas y personajes de ojos rasgados y labios gruesos.

Orfebrería

Los Calimas figuran entre los más grandes orfebres de nuestra época prehispánica, a tal grado, llegaron en este arte que pueden equipararse con los [Quimbayas], Taironas, Chibchas y Sinúes, que fueron verdaderos maestros en el arte orífice, cuya reputación como tales se ha extendido por todos los ámbitos de la tierra.

El llamado estilo Calima se caracteriza por el exceso de decoración. Fabricaron sutilmente diademas, arcos, carretes y vasijas cónicas, orejeras, pectorales, narigueras ceremoniales, vasijas antropomorfas y zoomorfas, caracoles de gran perfección, posiblemente tomando como horma caracoles naturales; propulsores, pinzas para depilar, alfileres para sostener los mantos, collares modelados sobre alma de arcilla y tiaras. Todas estas piezas revelan que los calima alcanzaron una cultura refinada, lujosa y de gran contenido espiritual.

Alfarería

cada grupo indígena del Valle del Cauca, fabricaba sus vasijas según sus propios requerimientos. Se destacan:

  • Fase Yotoco (1110 a.c. a 65 d.c) en la que se destaca el cuenco, una vasija semiglobular decorado con pintura negativa negra sobre fondo rojo, naranja o crema y vasijas zoomorfas que representan aves o sapos. Ya trabajaban el oro y el cobre.
  • Fase Sonso (710 a 45 d.c.) en la que las vasijas se destacan por tener 3 asas, que les permitía llevar los líquidos durante la marcha, sin derramarlos. Son eminentemente agricultores.
  • Fase Llama (1600 a.c. al 600 d.c), en cuya cerámica se representaron a las personas en sus vidas cotidianas, los animales característicos de la región y seres fabulosos que combinan rasgos de hombre y animal.

Costumbres

Ateniéndonos a la figuras humanas conservadas en su alfarería y orfebrería, descubrimos que usaron el cabello largo, arreglado en lo alto con artísticos peinados, y que fue general entre ellos ese carácter caribe de deformarse los músculos con ligaduras transversales. La riqueza y método de sus enterramientos los equiparan, en lo que toca a sus creencias en el más allá, con los pueblos más avanzados del territorio colombiano.

El mundo mítico Calima estuvo inundado de bestias fabulosas. Se combinaban varios animales en un solo ser. Al parecer el culto funerario tuvo gran importancia para los distintos periodos de la cultura Calima. Guaqueros y arqueólogos han encontrado gran cantidad de tumbas, unas con cantidades de piezas de oro y otras donde estas estaban ausentes.

Véase también

Fuentes