Culturas aborígenes (Santa Clara)

Culturas aborígenes (Santa Clara)
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Concepto:Culturas aborígenes en la ciudad de Santa Clara

Culturas aborígenes (Santa Clara). Aborda lo poco que se conoce sobre esta cultura en esta ciudad.

Inicio de los descubrimientos arqueológicos

Poco se conocía sobre la arqueología de santa Clara hasta la década de 1950, cuando un profesor del Instituto de Segunda Enseñanza de esta ciudad, aficionado a las ciencias, el doctor José Álvarez Conde, encontró aisladas por las cercanías algunas evidencias arqueológicas aborígenes, entre ellas, dos esferolitias (esferas de piedra elaborada por los aborígenes, a las que se les atribuye significado ritual) en una fosa del antiguo Colegio Teresiano, hoy ESBU Juan Oscar Alvarado; así como algunos percutores de cuarzo, un mortero de piedra con forma semiesférica, y un colgante del mismo material, en las cercanías del barrio de Provincial. Todo este material formaba parte del museo privado del investigador.

Otros descubrimientos

También resulta un dato curioso que, entre 1987 y 1988, durante la restauración del edificio del círculo juvenil Alegría de Juventud, que hoy ocupan el Consejo Provincial de las Artes Plásticas y la Galería de Arte (inmueble que fuera residencia de la familia de doña Marta Abreu de Estévez), en una fosa en el patio aparecieron, entre otros objetos de procedencia colonial, varios fragmentos de cerámica de factura aborigen. En 1992 se descubrió el primer sitio arqueológico en las márgenes del río Ochoa, a un kilómetro aproximadamente al sur de la Universidad Central Marta Abreu de las Villas. En la superficie, se pudieron colectar herramientas de piedra tallada, percutores líticos y fragmentos de conchas marinas pertenecientes a ejemplares del molusco conocido como cobo (Strombus sp.).

Sobre las comunidades

Comunidades preagroalfareras con tradiciones mesolíticas

Todo este contexto se ajusta a comunidades que no conocían la agricultura ni producían útiles de cerámica, y que basaban su subsistencia en una economía de apropiación, con actividades bien marcadas en la pesca, la recolección y, como complemento, la caza de pequeños mamíferos (jutias) y aves silvestres. Estas comunidades se clasifican hoy como preagroalfareras con tradiciones mesolíticas. Este hallazgo es significativo si se tiene en cuenta que los grupos humanos que se encontraban en este nivel de desarrollo, por su marcado nomadismo estacional, transitaban constantemente por el territorio que hoy ocupa la provincia de Villa Clara en dos direcciones, sur-norte y este-oeste. La componente sur-norte sugiere una línea migratoria interesante, pues estos grupos se movían casi siempre utilizando como vía de traslación o referencia, las corrientes fluviales, que preferentemente en este sitio corren en la región. Aborígenes que bien pudieron provenir del sur de las actuales provincias de Sancti Spiritus y Cienfuegos y penetraron en esta área por las cuencas de los ríos Agabama, Zaza, Río Hacha. Después, al transitar por los afluentes del parteaguas norte, ingresaron en las cuencas de los ríos Sagua la Grande y Sagua la Chica, las de mayor densidad de sitios arqueológicos reportados hasta el presente.

Comunidades preagroalfareras con tradiciones neolíticas incipientes

Posteriormente, han sido descubiertos más de una decena de residuarios en las riberas del río Ochoa, pertenecientes a la cuenca del Sagua la Chica, y en el río Yabú, afluente del Sagua la Grande. En esta última área se reportan 3 sitios con presencia de fragmentos de cerámica de factura tosca, sin decoración y provenientes de vasijas con pequeñas dimensiones. Estas pueden pertenecer a comunidades preagroalfareras con tradiciones neolíticas incipientes, toda vez que el resto de su ajuar no difiere de los grupos humanos que anteriormente se mencionaron. Los sitios, bien pudieran ser el indicador del paso a un nivel superior de desarrollo socioeconómico, a partir de la domesticación de algunas plantas silvestres o del conocimiento rudimentario de cultivos, lo que llevó como respuesta a la creación de la primera sustancia artificial creada por el hombre, la cerámica, para cocer los alimentos de procedencia vegetal.

Ubicación de los sitios arqueológicos

Todos los sitios arqueológicos reportados se ubican al norte y este-nordeste de la ciudad; en terrenos calizos, con suelos predominantemente pardo-carbonatados que sustentaban un bosque mesófilo donde crecían muchas especies de frutales y fauna silvestres. Esto constituyó un ecosistema muy apropiado para las actividades subsistenciales, factible de explotar, acorde con el grado de desarrollo de las fuerzas productivas de las comunidades aborígenes mencionadas. Los terrenos al sur de Santa Clara corresponden a rocas del complejo afiolítico (serpentina y esquistos) con suelos esqueléticos y vegetación de cuabal; con pobreza de especies comestibles, tanto de la flora como de la fauna; así quizás se explique por qué, aunque es un área bastante explorada, nos e hayan reportado evidencias arqueológicas.

Fuente

  • Hedy Hermina Águila Zamora y otros autores. Síntesis histórica municipal Santa Clara. Editora Historia. La Habana, Cuba 2010