Día Internacional para la Tolerancia

Día Internacional para la Tolerancia
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Durante el apartheid, el matrimonio interracial era ilegal en Sudáfrica. Sin embargo los niños no saben acerca de la discriminación racial.
Fecha:16 de noviembre
Lugar:Asamblea General de las Naciones Unidas
Resultado:
La tolerancia no es indulgencia o indiferencia, es el respeto y el saber apreciar la riqueza y variedad de las culturas del mundo y las distintas formas de expresión de los seres humanos.

Día Internacional para la Tolerancia, es el cimiento más firme de la paz y la reconciliación y nunca ha tenido tanta importancia como en esta época, en la que vivimos cambios vertiginosos. Así lo resalta el Secretario General en su mensaje de este año y llama a todos a fomentarla.

Preámbulo

Teniendo presente que la Carta de las Naciones Unidas declara

"Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas resueltos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra, a reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, y con tales finalidades a practicar la tolerancia y a convivir en paz como buenos vecinos"

Antecedentes

En 1995, para marcar el año de Naciones Unidas para la tolerancia y el 125 aniversario del nacimiento de Mahatma Gandhi, la UNESCO creó un premio para promover la tolerancia y la no-violencia.

El premio UNESCO Madanjeet Singh recompensa una actividad científica, artística, cultural o de comunicación que ayuda a promover este espíritu. Creado gracias a la generosa donación del artista y diplomático indio, el Embajador de Buena Voluntad Madanjeet Singh, se entrega cada dos años en el Día Internacional de la Tolerancia, el 16 de noviembre, y premia una institución o individuo que haya contribuido significativamente a combatir la intolerancia.

Madanjeet Singh murió el 6 de enero de 2013. La concesión del Premio UNESCO-Madanjeet Singh para la promoción de la tolerancia y de la no violencia en el año 2013 ha sido pospuesta.

¿Qué es la tolerancia?

La tolerancia es el cimiento más firme de la paz y la reconciliación y nunca ha tenido tanta importancia como en esta época, en la que vivimos cambios vertiginosos. Así lo resalta el Secretario General en su mensaje de este año y llama a todos a fomentarla, promoviendo la comprensión y el respeto entre todas las culturas, desde los parlamentos a los patios de recreo en las escuelas.

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La tolerancia es algo que debe aprenderse desde la infancia y que tienen que amparar los Estados, lo que contribuiría a un mundo más justo, sin violencia y sin discriminación.

La Declaración de Principios sobre la Tolerancia , que adoptaron los países miembros de la UNESCO el 16 de noviembre de 1995, resalta esos aspectos y afirma, entre otras cosas, que la tolerancia reconoce los derechos humanos universales y la diversidad de los pueblos.

Un año después, la Asamblea General invitó a los Estados Miembros a que cada año, en esa misma fecha, se observara el Día Internacional para la Tolerancia con actividades dirigidas tanto a los centros de enseñanza como al público en general (resolución 51/95 ).

En el Documento Final de la Cumbre Mundial 2005 (A/RES/60/1 ), los Jefes de Estado y de Gobierno reafirman su compromiso de fomentar el bienestar, la libertad y el progreso de los seres humanos en todas partes, así como de alentar la tolerancia, el respeto, el diálogo y la cooperación entre diferentes culturas, civilizaciones y pueblos.

¿Cómo luchar contra la intolerancia?

  • Luchar contra la intolerancia exige un marco legal.

Los Gobiernos deben aplicar las leyes sobre derechos humanos, prohibir los crímenes y las discriminaciones contra las minorías, independientemente de que se cometan por organizaciones privadas, públicas o individuos. El Estado también debe garantizar un acceso igualitario los tribunales de justicia, a los responsables de derechos humanos y a los defensores del pueblo, para evitar que las posibles disputas se resuelvan por la violencia.

  • Luchar contra la intolerancia exige educación.

Las leyes son necesarias pero no suficientes para luchar contra la intolerancia y los prejuicios individuales. La intolerancia nace a menudo de la ignorancia y del miedo: miedo a lo desconocido, al otro, a culturas, naciones o religiones distintas. La intolerancia también surge de un sentido exagerado del valor de lo propio y de un orgullo personal, religioso o nacional, exacerbado. Estas nociones se aprenden a una edad muy temprana. Por eso es necesario poner énfasis en la educación y enseñar la tolerancia y los derechos humanos a los niños para animarles a tener una actitud abierta y generosa hacia el otro. La educación es una experiencia vital que no empieza ni termina en la escuela. Los esfuerzos para promover la tolerancia a través de la educación no tendrán éxito si se aplican a todos los grupos en todos los entornos: en casa, en la escuela, en el lugar de trabajo, en el entrenamiento de las fuerzas del orden, en el ámbito cultural y en los medios sociales.

  • Luchar contra la intolerancia requiere acceder a la información.

La intolerancia es especialmente peligrosa cuando individuos o grupos de individuos la usan con fines políticos o territoriales. Identifican un objetivo y desarrollan argumentos falaces, manipulan los hechos y las estadísticas y mienten a la opinión pública con desinformación y prejuicios. La mejor manera de combatir estas políticas es promover leyes que protejan el derecho a la información y la libertad de prensa.

  • Luchar contra la intolerancia requiere una toma de conciencia individual.

La intolerancia en la sociedad es la suma de las intolerancias individuales de todos sus miembros. La intolerancia religiosa, los estereotipos, los insultos y las bromas raciales son ejemplos de intolerancia que se viven en lo cotidiano. La intolerancia lleva a la intolerancia y para luchar de forma efectiva es necesario que cada uno examine su papel en el círculo vicioso que lleva a la desconfianza y a la violencia en la sociedad. Todos debemos preguntarnos: ¿soy una persona tolerante? ¿Juzgo a los otros con estereotipos? ¿Rechazo a los que me parecen diferentes?

  • Luchar contra la intolerancia exige soluciones locales.

Los problemas que nos afectan son cada vez más globales pero las soluciones pueden ser locales, casi individuales. Ante una escalada de intolerancia, los gobiernos o las instituciones no pueden actuar solos. Todos formamos parte de la solución y tenemos una enorme fuerza a la hora de enfrentarnos a la intolerancia. La no-violencia puede ser una herramienta muy efectiva para confrontar un problema, crear un movimiento, demostrar solidaridad con las víctimas de la intolerancia o desacreditar la propaganda fomentada por el odio.

Mensaje del Secretario General con ocasión del Día Internacional para la Tolerancia

Estamos viviendo un período de transición mundial. Están surgiendo nuevos centros de poder y dinamismo económico. La tecnología nos conecta cada vez más estrechamente, y los intercambios culturales se profundizan cada día más, pero ello no significa que haya una mayor comprensión. Las sociedades son más diversas; sin embargo, en muchísimos lugares, la intolerancia va en aumento.

En todo el mundo, las naciones y las comunidades afrontan graves y persistentes problemas de orden económico, social y ambiental. La pobreza, el hambre y las enfermedades siguen teniendo magnitudes inaceptables. Todas las regiones experimentan los crecientes efectos del cambio climático. Los desastres naturales son un constante recordatorio de la vulnerabilidad humana. En todo el mundo persisten los conflictos y las tensiones entre comunidades. Millones de personas se ven amenazadas a diario por la violencia y los desplazamientos.

Para estos problemas, polifacéticos e interrelacionados, no hay soluciones individuales. Solo podemos avanzar como comunidad de naciones y culturas recurriendo a la solidaridad humana y reconociendo que compartimos un destino común. Por eso es tan importante la tolerancia.

La tolerancia no es pasiva. Exige la decisión activa de dar un paso hacia el otro partiendo de la comprensión y el respeto mutuos, especialmente cuando hay un desacuerdo. La tolerancia implica reconocer que nuestra diversidad es una ventaja, una fuente de creatividad y de renovación para todas las sociedades.

La tolerancia puede, y debe, aprenderse. Debemos enseñar a las niñas y los niños no solo a convivir, sino también a actuar de consuno como ciudadanos del mundo. Hemos de fomentar la tolerancia promoviendo la comprensión y el respeto entre culturas, desde los parlamentos hasta los patios de recreo. Tenemos que enfrentar la creciente desigualdad y rechazar la exclusión social basada en el género, la discapacidad, la orientación sexual o el origen étnico o religioso.

La tolerancia es el cimiento más firme de la paz y la reconciliación. Nunca ha tenido tanta importancia como en esta época, en que el cambio es rápido y a menudo asombroso. En este Día Internacional, hago un llamamiento a los dirigentes de los países y las comunidades, y a todos los que ejercen influencia a través de los medios de comunicación tradicionales y sociales y entre sus pares, para que hagan de la tolerancia el vínculo que ha de unirnos en el viaje compartido hacia un futuro pacífico y sostenible.

Documentos Resoluciones de la Asamblea General

  • Resolución de la Asamblea General que establece el Día Internacional para la Tolerancia (A/RES/51/95, 1996)
  • Resolución de la Asamblea General que proclama el Año Internacional de la Tolerancia (A/RES/48/126, 1993)
  • La Alianza de Civilizaciones - Resolución de la Asamblea General (2009)
  • Documento Final de la Cumbre Mundial 2005 (A/RES/60/1)

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Fuentes