Desprecio

Desprecio
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Concepto:Supone la negación y humillación hacia otra persona.

Desprecio. El desprecio no solo es un juicio negativo sino que incluye una crítica mordaz, muchas veces malintencionada y sin una causa sólida que la respalde. El desprecio no es una simple opinión sino que implica desaire y desdén hacia el otro.

Ontogenia

El desprecio, en psicología y otras Ciencias Sociales, se aborda como una sensación de falta de respeto,no reconocimiento y aversión. El desprecio implica la negación y humillación de la otra persona, a quien se menosprecia, y se pone en duda su capacidad e integridad moral.

Es similar al odio, pero implica un sentimiento de superioridad. Una persona que tiene desprecio por otra mira a esta con condescendencia y altivez.

Entonces la persona despreciada es considerada indigna. También el desprecio puede estar relacionado con sentimientos de amargura.

El viejo adagio, "la familiaridad engendra desprecio" significa que nos enferman las personas y lugares que vemos a diario. Sin embargo, la familiaridad con frecuencia produce atracción.

Esto se documenta en psicología como efecto de la mera exposición. La excepción a este efecto es la de aquellos objetos o personas que producen aversión desde el principio. Además el desprecio es un modo de manifestar un mal de otra persona hacia uno y es denominado como un leve daño.

Las personas sienten desprecio por otras por un cambio psíquico emocional que influye directamente en el actuar de la persona de ahí la discriminación.

Características

La expresión del desprecio es más sutil que la del resto de las denominadas emociones universales, por lo que siempre cabe la posibilidad de malinterpretar las intenciones del emisor. Precisamente por ello, es también posible atribuir al receptor una suspicacia indebida, un carácter paranoide, con lo que se multiplica el efecto del escarnio. Mostrarse como receptor del desprecio cuando este no es obvio carga de culpa a la víctima y libera al emisor. El menospreciado padece así un doble castigo: el desdén y el sufrirlo a solas.

El desprecio ofrece infinitas posibilidades y gran parte de su complejidad expresiva se debe a su potencial de recursión, una de las características definitorias del lenguaje humano. No es la fabricación de herramientas lo que nos hace únicos, sino el hecho de que nuestro principal sistema de comunicación, a diferencia del de otros animales, no sea un repertorio fijo sino un sistema combinatorio de reglas en el que los símbolos pueden permutarse ilimitadamente.

Cinco cambios en el lenguaje que indican desprecio

1. Usar un lenguaje directivo. Es decir, en vez de pedir las cosas dulcemente o usando un “por favor”, nos limitamos a dar órdenes usando frases como: “tienes que…” o “será mejor que…”. Vale aclarar que todos, en algún que otro momento, podemos dar órdenes, pero en este caso, el estilo comunicativo cambia porque comenzamos a percibir que somos mejores que la otra persona e intentamos someterle.

2. Hacer juicios de valor. El desprecio se suele expresar realizando juicios sobre la valía de la otra persona. Frases que transmiten la idea de que el otro no es lo suficientemente bueno, que no se esfuerza demasiado o que no es capaz de hacer las cosas como debería son una señal de alarma. En este sentido, se debe aclarar que estas frases no tienen el objetivo de motivar a la otra persona a superar sus límites sino que simplemente quieren hacer notar el error y menospreciarle.

3. Expresiones generalizadoras. Todos tenemos la tendencia a generalizar cuando hablamos pero si queremos evitar una crisis, será mejor que seamos más precisos en nuestra comunicación. Frases que incluya palabras como “siempre”, “nunca”, “cada vez” y “todo el mundo” se convierten en nubes negras en el horizonte. Algunos de los ejemplos más comunes son: “siempre deja la tapa del váter abierta”, “nunca se acuerda de comprar los huevos” o “cada vez que salimos termina arruinando el paseo”.

4. Ataques a la persona obviando el comportamiento. Ante un problema, la persona que desprecia suele centrarse en atacar al otro en vez de analizar el problema. Por ejemplo, suele decirle: “te has olvidado completamente de mí, ya no te soporto,”. Cuando en realidad lo más correcto sería decir: "sé que tienes muchas cosas en la cabeza últimamente pero yo te necesito". Como puedes apreciar, en la segunda afirmación no se ataca a la persona sino que se habla del problema y se brinda una posible solución. De esta manera se minimizan las posibilidades de que la otra persona responda de manera negativa.

5. Pasar por alto sus sentimientos. Cuando una persona menosprecia a otra, suele pasar por alto sus sentimientos, los ignora y minimiza. Obviamente, este es el camino más seguro para tener una crisis, pues uno de los miembros se siente incomprendido. Expresiones como “siempre te estás quejando” o “eres un exagerado” son una señal que indica que estamos menospreciando al otro.

Desprecio categórico

Los vocabularios son productos culturales que nos ayudan en la categorización de la realidad, algo que no paramos de hacer, conscientemente o no, mientras estamos despiertos. Conceptos que hoy se estudian en la infancia, como el cero de las matemáticas o el vacío de la física, pueden contemplarse como productos de la alta tecnología de su tiempo, accesibles entonces a unos pocos iniciados. El estudio de este tipo de artefactos cognitivos ofrece información psicológica valiosísima, ya que la mente humana está sesgada por operaciones automáticas que nos llevan a percibir el mundo de cierta manera. El estudio de los vocabularios del color es el ejemplo clásico: sabemos que los humanos no perciben los mismos tonos que otras especies. El color es una propiedad relacional que depende tanto de las longitudes de onda de la luz como de los receptores del ojo y estos últimos han sido seleccionados por la evolución en función de los desafíos a los que se fueron enfrentando nuestros ancestros. La percepción del color tiene un referente físico cuantitativo, pero es psicológicamente cualitativa, categórica.

Aunque la percepción categórica depende en gran medida de factores sensoriales, no hay contradicción en añadir que diferencias en los vocabularios podrían causar diferencias en la cognición del color, especialmente en los límites de las categorías, como ocurre con el azul: la escasa diferencia con ciertos matices del verde permite que haya lenguas que no distinguen entre estos tonos (las llamadas lenguas grue, de green y blue) mientras que otras cuentan con categorías diferentes dentro del azul, como ocurre con el ruso, cuyo vocabulario incluye dos términos cualitativamente distintos para lo que en castellano son diferencias de grado. Pues bien, sobre el vocabulario emocional pueden hacerse consideraciones muy similares. Ejemplos típicos son la schadenfreude germánica, que consiste en alegrarse por la desgracia de alguien que nos cae fatal, y la vergüenza ajena del español, parientes ambas del desprecio y tan sutiles como él: muestran que quienes las sienten atienden al estado emocional del otro, pero no precisamente para compadecerlo, para sufrir con él, aunque en el caso de la vergüenza ajena lo aparenten (con un toque de sarcasmo, un guiño al espectador real o imaginario que deje claro lo que hay). Aun cuando los hablantes de otras lenguas carezcan de términos equivalentes, aprenden rápido a usarlos cuando se les explica su sentido y, a partir de ese momento, es frecuente que pasen a formar parte de su repertorio de categorías y de su percepción del mundo social.

De forma análoga a como se contempla el azul con respecto al dominio del color, el desprecio se considera como uno de los universales de la emoción. Los expertos suelen mencionar que implica un sentimiento de superioridad, pero el diccionario lo define simplemente como desestimación. Se acompaña de otros significados como menosprecio o desdén, sus dos sinónimos, así como de una variante legal: circunstancia que puede ser agravante, motivada por la dignidad, edad o sexo de la víctima.

Sinónimos

  • Desconsideración
  • Altivez
  • Altanería
  • Displicencia
  • Arrogancia
  • Soberbia
  • Orgullo
  • Indiferencia
  • Desaire
  • Desdén
  • Menosprecio
  • Subestimación
  • Ultraje
  • Vilipendio
  • Repulsa

Fuentes